Tocar tierra firme
¡Buenos
días! Otra vez lunes… Toca vuelta al trabajo, retomar las tareas pendientes,
acabar de presentar los libros de las empresas, vivir la semana lo mejor posible
y avanzar hacia algún lugar.
El
fin de semana ha sido genial, con mucho descanso, algo de escritura y horas
dedicadas a bucear por Internet en busca del viaje perfecto para este verano. Aunque
la verdad es que cuanto más miras, peor, porque dudas más…
Últimamente
veo las cosas desde una perspectiva diferente, creo que la madurez alcanzada
con mi decisión de no esperar también afecta a otras facetas de mi vida, así
que estoy contenta con la objetividad adquirida y con mi capacidad actual para
racionalizar los sentimientos.
Muchas
veces me empeño en ver las situaciones a mi manera o en crear expectativas a
partir de las palabras de otros. En realidad el problema radica en ser crédula,
en pensar que mi interlocutor me está diciendo la verdad y no que está
encantando serpientes.
Es
una constante en mi vida, encontrarme con personas que me hablan con verdades a
medias, que les parece que para animarme necesito escuchar alabanzas y no
realidades. Y como yo soy de las que siempre prefiere tocar de pies al suelo,
de las que se toman las cosas al pie de la letra y de las que esperan que lo
dicho se cumpla (en mi caso es así, nunca digo sí a lo que no voy a poder dar
respuesta), pues me llevo muchísimas desilusiones.
He
aprendido a sacar la paja del polvo en las conversaciones con mi agente, a leer
entre líneas y a entender que “la semana que viene” o “muy pronto” puede ser de
aquí unos meses. Antes me angustiaba cuando nunca llegaba esa “semana que viene”…
En
el trabajo pensé que era diferente, que las palabras tenían un peso importante
y que era real lo que me explicaban. Pero el tiempo ha girado hacia otro lado…
Y ahora toca encontrar tierra firme y caminar hacia el lugar que realmente voy.
Como
soy de las que lo dan todo seguiré trabajando con la responsabilidad
capitaneando mi día a día, y es importante que encuentre la manera de sortear
los obstáculos. Aunque he de admitir que esta mañana no me ha hecho ilusión que
sonara el despertador, porque debía ir a la oficina…
En
fin, me toca aceptar, decidir y caminar otra vez con una sonrisa en la cara.
¡Feliz
día! J
FELIZ día :-)
ResponderEliminar¡Igualmente! :-)
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