Un nuevo comienzo
¡Buenos
días! El sol brilla en el cielo de un azul nítido y perfecto. Hace calor y
vuelve el buen tiempo. ¡Qué ganas tengo de sol, playa y hamaca! Este fin de
semana voy a tumbarme horas y horas bajo un sol abrasador, aunque mi alergia al
sol me llene luego de manchas…
Gran
jornada ayer. Vendí varios libros, trabajé hasta tarde, escribí muchísimo y me
fui a cenar con mi familia a una terraza para despedir a mi marido, mañana se
va a China…
He
dejado la escritura de F. para iniciar otra novela sin nombre que me inspira
mucho más. Estoy contenta con la marcha de la trama, con los personajes, con
sus sentimientos y sus penas. Es maravilloso sentirlos crecer en mi interior,
verlos madurar, acompañarlos en sus aventuras.
F.
es de un género con el que ya no me siento cómoda. Es extraño, pero me cuesta
un mundo centrarme en novelas fantásticas, es como si ahora necesitara escribir
sobre temas más reales, como si las situaciones cotidianas me ayudaran a
encontrar la esencia de las palabras.
Voy
a continuar con la nueva novela, a ver dónde me lleva mi imaginación. Estoy
contenta con los cinco folios que he escrito en dos días, siento cada uno de
los párrafos, cada emoción, cada instante. ¡Cómo me gusta cuando la historia
fluye sin dificultad!
La
verdad es que cuando encuentro el cauce de las palabras me siento viva, es como
si pudiera traspasar el puente de mis dos mundos y llenarme con las emociones
de ambos, como si volara a lugares insospechados sin moverme de la silla, como
si tocara el cielo con mis manos.
Emocionarse,
reír, llorar, temblar, soñar, sentir pánico, angustia, amor, ilusión… ¡Todo
cabe en la escritura de una novela! Y ahora tengo la capacidad de hacerlo sin
esperas, sin ansiedades, sin obligaciones.
Necesito
un título. Ya vendrá, algún día lo tendré delante y lo acariciaré con la mano
para abrazarlo después. El título es algo mágico, una síntesis de la historia,
una manera de identificar las frases que componen un libro, como si a través de
él atisbaras un fragmento de lo que encontrarás entre las páginas.
De
momento tengo dos protagonistas, un hilo argumental, un mundo que empieza a desmoronarse
y una tela que se teje lentamente en mi mente. Casi puedo respirar la esencia
de la novela, sentir su desarrollo, presentir qué va a pasar. ¡Eso es
maravilloso!
¡Feliz
día! J
Hola Pat,
ResponderEliminarMe parece estupendo. Hay que dejarse guiar por el instinto y lo que te pide el cuerpo. Yo aparqué lo sobrenatural para escribir una historia realista, y estoy encantada con el cambio de registro. He descubierto que me gusta mucho más escribir sobre personas reales. Con esas ganas que percibo en ti, seguro que la acabas muy pronto.
Un beso.
Tienes razón, María, es importante tener en cuenta los sentimientos... ¡Te deseo lo mejor! :-)
EliminarFELIZ día... que al menos sea tan bueno como el de ayer ;-)
ResponderEliminar¡Feliz día! :-)
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