Edición
¡Buenos
días! La tormenta me ha despertado con truenos y relámpagos, espero que durante
la mañana se sosiegue y me permita subir a la moto para ir a trabajar. No tengo
otro medio si quiero llegar a la hora…
El
fin de semana me deja un recuerdo maravilloso de paseos en familia, compras de
última hora para las convivencias de mi niña, horas de tranquilidad y un
poquito de escritura. Me cuesta encontrar las palabras para proseguir con DUO,
creo que mi cabeza anda demasiado enredada en los últimos acontecimientos para
entrar en la historia como debería.
No
me gustan los días grises y apagados, la lluvia consigue despertar la
melancolía en mi interior. Hace tiempo me propuse ver siempre la parte positiva
de las cosas, no permitir que una nube en el cielo encapotara mis sentimientos
y sonreír un poquito cada día. Así que ahora mismo miro por la
ventana y esbozo una mueca de felicidad.
Cuando
decidí participar en el concurso de Amazon fue un acto repentino, de aquellos
que de repente te alcanzan y te lanzas de cabeza sin darle demasiadas vueltas.
Fue una de mis lectoras beta la que me animó. Tenía una portada
maravillosa realizada por mi sobrina Ana, un manuscrito que parecía gustar
entre mi círculo y no perdía nada por intentarlo.
Aunque
ya os conté el sábado que estos actos entrañan unos riesgos inmensos.
Evidentemente me iría genial tener en nómina a un corrector de estilo y
ortipográfico, pero los escasos beneficios que deja la venta en Amazon a 0,89
euros la descarga apenas cubren una cena en pareja, a no ser que la venta siga
igual de bien y en un par de meses reúna la cantidad suficiente para contratar
a un corrector.
Me
encantaría que el mundo de la edición se volviera tradicional otra vez, que
fueran las editoriales las que te ofrecieran una oportunidad y pusieran a tu
alcance correcciones, editings, marketing… Pero hay que subirse al
tren del progreso y no darle demasiadas vueltas a la realidad.
En
este momento histórico la autopublicación alcanza unas cifras de venta
astronómicas, cada vez hay más indies que viven de sus libros y la industria editorial
está dando un vuelco. Sin embargo mantenerse en el Top100 de Amazon es cada vez
más complicado. Hay promociones de libros caros, el Kindle Flash del día, ofertas
puntuales…
Sonrío al pensar que Ecos del Pasado lleva ya
dieciocho días en el ranking de los cien más vendidos de Amazon. Es una hazaña
que no pensaba ni por asomo lograr y me ilusiona despertarme por la mañana,
abrir el KDP con un conato de miedo y descubrir que sigue vendiéndose, que los
lectores me apoyan.
¡Mil
gracias! Sin vosotros no sería posible.
¡Feliz
día! J
De nada sirve lamentarse en público de lo que es o pudo haber sido. Corregir un libro al fin y al cabo no es tan caro. Hay sitios donde por 264 páginas por 1,20 hacen un total de 316,8 Euros. Estoy convencido de que te has gastado casi el mismo importe en los book-trailer de las otras dos obras. Me parece mentira que alguien al que se le dan cuadrar también las cuentas y cuya capacidad inventiva supera con creces a la media, no sea capaz de seguir los pasos adecuados cuando la solvencia económica no es el mayor de los obstáculos principal de la mayoría de los que quieren autopublicar: el mejor de los regalos que podría hacerte tu marido sería pagar la corrección de Ecos del pasado y a la larga sacarle partido a la inversión. Así y no de otra manera actuaría cualquier persona que se tenga por inteligente. Ya sabes, la inteligencia no basta con pregonarla hay que demostrarla.
ResponderEliminarSoy consciente que la forma de decirlo no es la correcta si lo miramos desde el punto de vista sintáctico, pero creo que el contenido no genera ambigüedad, es más, cualquier lector, independientemente del nivel de su comprensión lectora, sabrá lo que quiero decir.
ResponderEliminar¡Menos lamentos y más hacer!