Un día menos para vacaciones
¡Buenos días! Hay millones de razones para sonreír cada mañana y
muchas de ellas vienen con el piloto automático para que no nos percatemos de
ellas… Me parece increíble que la vida me ofrezca la posibilidad de vivir un
sueño y que siga dándome alegrías diarias.
Recuerdo con una mezcla de emociones el primer libro que terminé,
aquella idea idílica de que las letras hablarían por sí solas y que enseguida
triunfaría… Uffff, ¡cuánto ha llovido desde aquello! Entonces trabajaba en unas
galerías comerciales frente al edificio Planeta y cada mañana me paraba
enfrente para mirarlo con un guiño de esperanza.
Luego vino la época turbulenta, las esperas infructuosas frente al
teléfono y el email, los días de ansiedad y frustración. Seguía contemplando el
edificio Planeta cada mañana, con la sensación de que algún día entraría en sus
fauces cargada de ilusiones y manuscritos.
¡Cómo cambian las cosas cuando uno desea ser feliz! Quizás era una
inmadura en ese campo, pensaba que con trabajo duro, esfuerzo e ilusión se
alcanzaban unas metas demasiado elevadas y volqué toda mi energía en conseguir unos
fines equivocados.
Ahora también paso cada mañana frente al edificio Planeta, pero ya
no sueño con entrar en él cargada con mi portafolios virtual. Disfruto con cada
venta, con cada comentario, con cada momento de emoción. Y con eso me basta
para ser feliz.
Hoy me iré a trabajar con un traje hecho a base de ilusiones, una
sonrisa construida a base de realidades y no de ficciones como antes. ¡Me queda
poquísimo para mi merecido descanso vacacional! ¡Tengo unas ganas!
No pienso perder el optimismo ni la positividad ni mis ganas de
comerme el mundo. Es importante encontrar ese instante de tu día para saborear
cada instante y darle el color necesario para que brille en tu interior. ¡Ojalá
la vida siga tan emocionante!
¡Feliz día! J
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