Una gran aventura
Buenos días! Hoy me despierto
cansada, tras una noche movida. Tengo la cabeza revolucionada con tantísimas
novedades y a veces me cuesta desconectar. Estoy feliz, con ganas de comerme el
mundo y un sinfín de proyectos.
A veces me cuesta muchísimo no
construir castillos en el aire, es tan fácil lograr los sueños con la
imaginación… Por suerte ahora piso en suelo firme, percatándome en todo momento
de la realidad, sin agobiarme, sin derrumbarme ni esperar.
Cada noche inspiro una bocanada
de aire y sonrío mientras materializo un segundo la emoción de conseguir una
meta altísima. Luego sonrío y me digo: «no pasará, pero sería precioso». Y me
duermo con la emoción de lo que realmente sucede, dándole bombo a cada
instante.
Confío en el destino, aunque a
veces me encantaría tener el don de Marta Noguera, descifrar las profecías de
Nostradamus o simplemente ver el futuro. Sería magnífico tener esa
capacidad, encontrar la manera de ayudar a los demás, de evitar cataclismos...
Practico un poquito cada día el
discurso de la presentación, en busca de un tono distendido para contar el
proceso que culminó en El Secreto de las
Cuartetas, las ideas, los momentos, el hilo narrativo.
Fue algo insólito, una simple
idea que germina y va tomando cuerpo a medida que investigas. Escuché hablar
acerca de Nostradamus en la radio, pasé horas navegando por la red en busca de
información sobre el célebre profeta, visioné vídeos de su vida…
A medida que encontraba datos
significativos desviaba mi idea inicial hacia otros derroteros, con la
intención de crear una trama entretenida. Robé el libro de las profecías de la
estantería de mi madre y empecé a leerlo con devoción, como hace Marta en un
momento del libro.
Uffff, ¡era imposible entender
nada! Finalmente me decanté por buscar unos sucesos concretos para ligarlos con
la novela. Acabé con el libro lleno de papelitos con nombres de eventos
determinados.
Unos meses después de iniciar mi investigación
tenía un sinfín de datos inconexos, una mínima idea de qué quería escribir y la
cabeza llena de ideas. Terminé mi novela de entonces y empecé a elaborar El Secreto de las Cuartetas, con una
intensa sensación de que tenía un diamante en bruto en mis manos.
Entonces todavía pensaba que la
vida de un escritor era sencilla: escribir, mandar la novela y… ¡Volià! ¡Publicación con Planeta! La vida
me ha puesto en mi lugar… Pero fue bonito mientras duró…
Planeta es una meta inalcanzable,
me conformo con Amazon, Javisa23, mis lectores beta, los blogs de reseñas y una
cantidad nada desdeñable de personas anónimas que deciden darle una oportunidad
a mis libros. ¡Es mágico vivir esta aventura!
¡Feliz día! J
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