Julia y Zach versus Steff y Swan
¡Buenos días! Llevo días un poco ausente. Escribir, leer,
sentir, avanzar por la senda de la ilusión… A veces hay baches, otras instantes
mágicos y en la mayoría de los momentos la vida se desarrolla con esa emoción
propia de la creación.
No tengo idea todavía de cuándo se publicará Cuando estoy sin ti. Sigo sin portada,
sin sinopsis oficial, sin demasiados datos acerca de la publicación. Espero
tener noticias pronto, explicaros cosas sobre ella, anunciar de una vez su
llegada al mercado.
A veces las cosas se detienen y no sabes demasiado bien por
qué. Me encantaría estar a la expectativa de publicar, con esa emoción propia
de los momentos previos que me hace soñar en estrellas parpadeantes en un cielo
despejado y nítido. Pero no es posible porque me faltan demasiados datos para dejarme
llevar por la ilusión de dejar volar la historia.
Mientras espero a saber algo, lo que sea, y logro anunciar
fechas, voy corrigiendo la novela de Swan y Steff. Mi vida sin ti. Esta novela
la he reescrito tantas veces que no tiene casi nada de la primera versión, esa
que mandé toda ilusionada a una de mis beta y me contestó diciéndome que le
faltaba bastante para mejorar.
Tengo demasiadas cosas en la cabeza, demasiado presentes las
críticas, demasiado frescas las consideraciones de la editorial acerca de Cuando estoy sin ti y necesitaría
centrarme porque solo le doy vueltas y más vueltas a todo, reescribo sin parar,
borro y vuelvo a empezar.
Eso es lo malo de la corrección. A veces cuesta decir basta,
dejar de retocar, mirar el texto y pensar que al fin está perfecto porque la
perfección no existe.
Esta noche no he
dormido. Mi cabeza estresada repasaba de forma compulsiva algunas escenas,
mirándolas desde diferentes ángulos, con la ansiedad propia de encontrar fallos
en ellas. Me ponía en la piel de cada uno de los reseñadores de Cada día te espero a ti, buscaba puntos
en común entre Julia y Zack y Steff y Swan, los encontraba y me agobiaba.
Y sí, Julia y Steff se parecen, pero no son para nada
iguales. Por el contrario, Swan y Zack son opuestos. Es algo que me queda
claro. La interacción entre Swan y Steff es más temperamental porque ambos
tienen un carácter muy fuerte y chocan en demasiadas ocasiones.
Son dos historias distintas y la verdad es que después de
mil vueltas estoy convencida de cómo se desarrollan las cosas entre ellos. Swan
es el personaje masculino que más me ha tocado la fibra, le siento dentro, me
acompaña en algunos momentos y el grado de intensidad que me invadió al
escribirla y en cada corrección a veces hasta me ahoga.
¡Feliz día! J
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