Todavía estoy flipando

7:07 Pat Casalà 2 Comments


¡Buenos días! Tras un fin de semana un poco tumultuoso llegamos a un lunes lluvioso, triste, gris, apagado y lleno de retos.
Descubrir hasta dónde llegan algunos para ganar dinero, fama o poder me alucina. Mi código moral procesa mal ese tipo de situaciones porque me cuesta demasiado entenderlo.
No concibo la idea de usurpar el trabajo de los demás para lucrarse. Es flipante que todavía existan personas capaces de algo similar y deberían purgar las culpas.


Escribir un libro es algo gratificante si sabes gestionar bien las expectativas. Los autores ganamos muy poco con cada venta, necesitamos vender muchísimos ejemplares para tener ingresos regulares y muchos de nosotros tenemos otros trabajos.
Es igual si un autor tarda un mes o veinte en darle forma a un libro. En él hay muchas esperanzas, horas de sueño, de darle vueltas a la trama, de buscar la forma de darle la vuelta a la historia para atraer al lector, de escribir lo mejor posible. ¿Cómo puede alguien comerciar así con las ilusiones ajenas?


Este fin de semana ha saltado a la palestra unos casos de plagio que si acaban demostrándose me parecen increíbles.
Normalmente me inhibo a la hora de dar opiniones acerca de muchas cosas porque nunca me ha gustado formar parte de la polémica de forma pública. Prefiero guardarme mi forma de pensar para la faceta privada porque soy de las que respetan a los demás.
Pero a veces sí debo pronunciarme con la prudencia debida.
Me parece indignante la piratería, la gente que usurpa el trabajo ajeno para aumentar sus cuentas bancarias vanagloriándose en las redes de sus ascensos en las listas, las mil caras de la avaricia.


El sábado fui a una fiesta de un amigo de mi marido. Estaba lleno de gente y fue bonito reencontrarnos con personas que una vez conformaron parte de nuestras salidas de fin de semana. El tiempo nos ha convertido en más reservados y solemos pasarlo bien de otra forma. Por suerte después de casi veintidós años de matrimonio seguimos disfrutando de los instantes a solas, de ir juntos al cine, a cenar, a pasear…
En una de las conversaciones me hirvió la sangre, pero me contuve. Fue duro descubrir que la gente no duda en explicar en voz alta cómo lee libros sin pagar. A ver, soy fan de las bibliotecas, de los préstamos entre amigas y de cualquier forma en la que los libros se lean cuando han sido adquiridos de forma legal, pero pasarse los archivos descargados de páginas ilegales… ¡Por eso ya no paso!
Un fin de semana lleno de descubrimientos flipantes, vamos.
En la parte positiva os diré que ayer leí una entrada que me hizo muchísima ilusión en el blog Entre Metáforas (enlace). Soy muy feliz cuando descubro estas pequeñas estrellas en el firmamento de la red.
¡Feliz día! J   

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2 comentarios:

  1. A mí un autor me robó una novela corta, le cambió el título y los nombres de los personajes y la publicó tan pancho el tio!!! Me costó mucho que se reconociera que era un plagio, mucho, la suerte fue que mis amigos y lectores presionaron en redes sociales y al final la retiró, pero nunca me ha pedido perdón ni ha reconocido que me la copió (era jurado en un certamen en el que mi novela tuvo un segundo premio, pedazo sinvergüenza)

    Besitos 💋💋💋

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    1. ¡Me parece muy fuerte!!!!! La gente no tiene escrúpulos y eso es muy triste en realidad. ¡Un beso!

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