Ignacio y la mala

10:41 Pat Casalà 2 Comments

            Hoy el día parece que se levanta nublado, así que mis planes de playa se van al garete. Pero como no hay mal que por bien no venga, pues voy a aprovechar el tiempo par pasear un poco y preparar las maletas de mis hijos, que se van quince días de colonias y han de llevarse un montón de cosas.
            ¡Qué poca gente se atrevió a rellenar el doodle! Bueno, está visto que lo de comentar y llenar encuestas no os gusta, pero yo voy a seguir insistiendo, al fin y al cabo estamos intentando dar forma a un relato entre todos, ¿no?
            Finalmente creo que deberíamos cambiarle el nombre a Fiona. Según me dijeron ayer los nombres de mala han de contener las vocales o, u, así que os voy a proponer unos cuantos. ¿Qué tal Paula? ¿O Dolores? ¿O Paola? ¿O Violeta? ¿O Úrsula? ¿O Lupe? Os dejo el fin de semana para elegir, si no tengo respuestas decidiré yo el nombre entre los que os acabo de proponer. ¿OK?
            En cuanto al mago, definitivamente se queda con Ignacio, aunque he recibido algunas sugerencias que debería tener en cuenta. La primera es que ha de tener un nombre artístico. ¿Alguna idea? A mí se me ocurren algunas: “El gran I”, “Ignio”, “Ignacio el magnífico”,….. ¿Ideas???????
            La segunda es su aspecto. Me han pedido que le cambie el físico, que la descripción que os di no cuadra con el esquema mental que se tiene de un mago, así que vamos allá. Ignacio es un chico de metro setenta y cinco, delgaducho y con una larga cabellera de rizos morenos que le caen en cascada sobre los hombros. Muchas veces se recoge la cabellera en una cola baja. Tiene unos ojos marrones muy grandes, con las pestañas morenas que los resaltan al encontrarse con las cejas tupidas y un tanto juntas en el entrecejo. La cara redondeada esconde una nariz puntiaguda, con los contornos geométricos, unos labios carnosos y una piel pálida que él siempre protege del sol. Sus manos son casi hipnóticas, poseen una blancura infinita, una de aquellas blancuras que parece que te transporten al mundo de la magia, donde todo es posible. Lleva un anillo de oro blanco con una piedra negra engastada en una serpiente cuyos ojos son dos pequeños rubíes que brillan a la luz mortecina del escenario. Sus dedos son largos, finos, delicados, con las uñas perfectamente recortadas y los huesos marcados debajo de la piel. Las piernas son parecidas a dos palillos que no contienen ni un gramo de grasa y el torso marca sus costillas en una piel imberbe.
            Sus aficiones son un tanto extrañas. Le encanta pasearse por los grandes almacenes, sentarse en un bar o en un banco apartado del sol para contemplar a las personas y descifrar sus íntimos secretos. Lleva un diario con todas las lecturas que ha hecho y le encanta ir a visitar a las videntes para descubrir cuáles son capaces de descifrar el futuro y cuáles un fraude.
            Pasa las tardes encerrado en su estudio del Born barcelonés preparando los tucos, buscando nuevas ideas para deslumbrar a su público. Los aplausos le despiertan una emoción incapaz de encontrar en ninguna otra parte, es como si despertaran su ego y necesitara más para sentirse seguro.
            

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2 comentarios:

  1. Me encanta el nuevo aspecto de Ignacio!! Y "Ignio" también me gusta porque tiene la raiz "IGN" que es fuego y algunos de sus trucos de magia pueden estar relacionados con el fuego...

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  2. ¡Perfecto con lo de trucos con el fuego! Entre todos vamos avanzando, ¡qué bien! A ver si los aspectos de los demás también os gustan,....

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