La trama III

7:53 Pat Casalà 4 Comments

            Tras dos días de reflexiones, voy a seguir escribiendo sobre la trama que nos ocupa.
            …. Ignacio está en su camerino, acaba de representar la última función de la temporada en Barcelona y está enrarecido, agobiado, como si algo le rondara por la cabeza y no lograra saber qué es. En sus múltiples giras por el mundo, pisando escenario tras escenario, Ignacio siempre ha sido feliz, es como si ante el público todo él se transformara en otra persona y sus miedos, sus angustias y sus traumas se fundieran con el clamor de las personas que lo corean y lo aplauden.
            Pero sus viajes a Barcelona siempre lo ponen nervioso. Ahí su vida cambió de una manera implacable a los quince años. En esa ciudad perdió a su familia, a su amiga del alma y toda una vida plagada de mentiras y trampas. Barcelona fue el lugar donde su devenir sufrió una catarsis, donde inició su nueva andadura y dejó todo un mundo atrás, donde se transformó en Magus Ignio y abandonó a Ignacio. Barcelona esconde el secreto que lo obligó a cambiar, a buscar una salida, a pasarse la vida escapando.
         Se mira al espejo con las manos llenas de crema desmaquillante para deshacerse de los restos de pintura negra que ensombrecen un poco más sus ojeras para resaltar el aspecto fantasmagórico que presenta en el escenario. Se mira y no puede encarar la imagen que le devuelve el cristal, es como si su pasado quisiera atraparlo de golpe, como si la amistad que había abandonado lo llamara, clamara su presencia, lo instara a buscarla con urgencia.
           Esta visión en el espejo, con su cara de antaño acompañada de Sara, medio borrosa entre unas rayas difuminadas parecidas al codificado de un canal de pago, aparece hace tres días, desde que en medio de su actuación en un programa de variedades el susurro impertinente de la voz de su amiga lo instó a acudir a una cita. Las palabras entrecortadas de Sara le habían  llegado medio apagadas, como el murmullo de un río que discurre a kilómetros de distancia, pero anuncia su presencia con el discurrir de sus aguas por un cauce invisible.
           Cierra los ojos con saña, evitando ver, sentir y, sobre todo, recordar. Pero cada vez que sus ojos disipan el mundo que lo envuelve e intenta hacer desaparecer la escena del espejo, Sara ocupa la negrura de su mente. Está demacrada, con la cara pálida y enferma, los labios pintados con un rojo que casi duele en su rostro lúgubre, ojeroso, triste. Los ojos están apagados, sin luz, como si se hubiera fundido la bombilla que los iluminaba y ahora sólo pudieran mostrar un mundo extinto.
            Durante diez minutos Ignacio intenta con todas sus fuerzas aplacar la imagen, deshacerse de ella, hacerla desaparecer, pero esta vez no puede, los murmullos de Sara empiezan a subir de intensidad, adquiriendo una tonalidad fría y real que envuelve todo el camerino, como si saliera de unos altavoces instalados en la pared. Ignacio se revela, se levanta, patalea, se golpea la cabeza con la mano y le suplica a su amiga que desaparezca. Sin embargo la voz enfila en unos gritos desgarrados, fuertes, rozando la desesperación.
               -Ven a buscarme al bar de siempre, te necesito…. 
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4 comentarios:

  1. Hola Pat. En tus últimas entradas se refleja un envidiable optimismo y unas ganas de escribir sin agobios que dan por superados tus pasados bajones.Como dices en un post, ojalá siga así.¡Seguro! Al menos aquel episodio sirvió para que yo conociera a una persona fuera de lo común que me gustaría considerar amiga y colega en nuestra aventura literaria.
    En cuanto a la trama. Sospecho que ya la tienes bastante hilvanada,así que esperaré a ver adonde te diriges antes de proponer algo. Supongo que también tienes tus motivos para que Ignacio aparezca como un ser tan torturado.
    Veo que el Máster comienza a pasar factura. Hiciste bien en comprar ese libro. Olvídate de plazos de lectura "obligatoria". Sólo faltaría ahora que perdieras el placer de la lectura.
    Saludos!!

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  2. También a mí me ha encantado conocer a una persona como tú. Y también me gustaría considerarte un amigo y un colega en esta aventura, ¡no en vano compartimos agente!
    La verdad es que el desagobio ha sido algo mágico, casi para incluir en uno de loas libros. Un día estaba harta y hundida y al día siguiente toda yo entendió que ese no era el camino. Y salió el sol, así, sin más, como si algún resorte invisible se hubiera soltado y la angustia se hubiera evaporado. ¡Por eso digo que ojalá siga así! ¡Porqué es maravilloso volver a ser yo!
    Siempre he sido optimista y no puedo explicarte exactamente qué me hizo cambiar. ¡Suerte que está superado!
    En cuanto a la trama, la tengo un tanto hilvanada, pero cuando me siento a escribir el blog de madrugada se me ocurren nuevas ideas. Y sí, Ignacio esconde un terrible secreto que lo tortura desde la alcalescencia, por eso desapareció....
    ¡Un saludo y una dosis de optimismo también para ti!

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  3. Uooo!
    Que xulo!! Mha agradat molt! Dema mes, no?
    Bon dimarts i fins dimecres!

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  4. Sí, Senda, demà més!!!! Espero que t'agraddi!!!! Ens veiem dimecres!!!! Un petonet!!!!

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