¡Una semana cargadita!
¡Buenos
y apasionantes días para todos!!! En primer lugar me gustaría desearos una
semana perfecta, llena de buenos momentos y de alegrías. ¿Recordáis el pacto de
optimismo que sellamos? ¡Pues hay que cumplirlo a rajatabla!
Mañana
se celebra un día un tanto peculiar. Cuando era jovencita San Valentín me
encantaba, como soy una romántica empedernida me quedaba embobada mirando los
escaparates donde había corazones de todos tipos y siempre soñaba con que mi príncipe
azul apareciera con un ramillete de
rosas y una caja de bombones a lomos de un caballo para llevarme bien lejos…
¡Vale!
Estamos en Barcelona, y lo del caballo…. ¡Ya os he dicho que mi imaginación
siempre ha sido gigante! En esa época me encantaban las novelas de la Inglaterra Victoriana ,
donde las autoras retrataban un amor casi imposible, pasional, con mil
aventuras antes de consumarse. Y yo me iba a la cama con la cabeza llena de
historias amorosas, de bodas por todo lo alto, de pasiones, de pastas de té, de
mujeres valientes, de hombres luchadores,….
Creo
que por todos esos libros que cogía de la biblioteca particular de mi abuela el
amor siempre ha significado mucho para mí, cuando dan una serie por la tele con
amores pasionales que encuentran mil trabas para llegar a buen puerto me
engancho como una tonta. ¡Y pensad que hay días que los separan y me prometo a
mí misma que no voy a mirar el capítulo de semana siguiente! ¡Y cuando llega el
día me atrae como un imán y no puedo evitar que el zapping me lleve a ver qué
pasa en más de una ocasión!
Así
que durante años esperé a mi príncipe azul…. ¡Suerte que mi marido apareció
cuando tenía dieciocho años y a los veintidós me regaló un anillo de compromiso
el día de San Valentín! Así ya tenía una parte de esa escena sensiblera con la
que me dormía muchas noches.
Pero
ahí no acaba mi romance con el 14 de febrero, porque yo siempre tendré un
perfecto regalo de San Valentín, uno de aquellos que ni se cambia ni se olvida
ni se pierde. ¡Y es que mi hijo mayor mañana cumple catorce años! Así que nació
el día de los enamorados…. ¡Así que siempre tendré algo que celebrar el catorce
de febrero!
Bueno,
mañana felicitaré a mi “niño” de casi metro setenta y cinco y un cuarenta y
cuatro de pie, haré un pastel (bueno, casi lo compro, ¿no?), le haré una foto
cuando sople las velas y celebraremos el día como manda la tradición, cantando
el cumpleaños feliz. ¡Qué ilusión me hace!
Tengo
una semana cargadita de buenas entradas: he leído un libro de uno de nuestros
bloggeros que se decidió a publicar en Amazón y os voy a hacer una reseña,
tengo tres entrevistas preparadas de autores que han accedido a contestar el cuestionario,
¡el viernes de esta semana colgaré la de Blanca Miosi !
¡Y tenemos pendiente continuar con Los Cofres del Saber!
Así
que voy a buscar energía para escribir todas y cada una de las entradas con una
ilusión desmedida y unas ganas locas de que os guste lo que leéis…. ¡A ver si
lo consigo!
Por
otro lado estoy acabando mi novela, he puesto la directa y he realizado un
spring, aunque me tengo que plantear una serie de cuestiones importantes antes
de cerrar este volumen de la saga, pero creo que esta misma semana lo finiquito
y empiezo a releer en busca de incoherencias…
¡Con
todo este trabajo por delante os deseo un buen y feliz día!
0 comentarios: