Balance de Amazon

10:01 Pat Casalà 4 Comments


¡Buenos días! Tras escuchar las alertas de nieve de ayer nos quedamos en Barcelona, ¡y suerte que lo hicimos! Los alrededores están nevados y las carreteras cortadas. ¡Qué frío debe hacer en la montaña!
Me voy a quedar unas horitas dentro de la cama, tapada con el nórdico, aporreando el teclado, como a mí me gusta. ¡Hay tantas historias rondando por mi cabeza! Y terminar LME parece algo tan cercano…
Visto con perspectiva la experiencia de publicar, aunque sea en Amazon y sin la colaboración de una editorial, es algo que te aporta sensaciones encontradas. A principio eres feliz al ver tu sueño cumplido. La portada, el booktrailer, las primeras ventas, los comentarios, los emails de amigos que se lo han comprado…
Luego viene aquella obsesión por mirar las listas y los informes de venta constantemente, como si lo único importante en la vida fuera que el marcador escalara posiciones. Ahí es donde empieza tu lucha interna para no pasarte el día mirando, sintiendo, angustiándote o ilusionándote.
Soy una persona que acostumbra a llevar las cosas al extremo, o todo o nada, así que adaptarme a esa situación me costó un tiempo y un esfuerzo. Por suerte tengo un trabajo remunerado que se lleva la mayor parte de mi tiempo, así que poco a poco rebajé mi dependencia con las ventas.
Las reseñas que aparecen en la Web son algo mágico cuando son positivas, te dan una energía que no encuentras en otro rincón, pero cuando te enfrentas a una mala, te duele. A pesar de que yo soy una persona que escucha y que extrae enseñanzas de las críticas, cuando leo en un lugar público que una de mis novelas no le ha gustado a alguien o que no ha sido capaz de acabarla o que es mala, siento una decepción y me desilusiono. Aunque al cabo de unas horas vuelvo a sonreír. ¡Son gajes del oficio!
Estar preparada para encajar cualquier tipo de opiniones es importante si quieres caminar hacia la publicación, ya sea en papel, en digital, solo o acompañado. Es imposible contentar a todo el mundo y los gustos literarios difieren mucho de una persona a otra. Aunque cuando estás empezando las malas críticas pueden hacerte mucho daño…
La parte de la promoción fue estresante. El día no tenía suficientes horas para trabajar, escribir, bailar, los niños, la casa y las redes sociales. Acabé con un estrés increíble, tomando decisiones erróneas y sintiéndome como no tocaba. Y como siempre que me enfrento a algo así, luché para dejar atrás esas sensaciones.
Abandoné la promoción, dejé de mirar las críticas, las listas, los comentarios y de buscar reseñas en la Web, a no ser que sus autores me enviaran un link para leerla, y empecé a vislumbrar una realidad que clareaba frente a mí: lo único importante es escribir.
Me ha costado años entender que es igual si tengo cinco o un millón de lectores, lo que me llena y me da vida es crear las historias, meterme en la piel de los personajes, vivir una aventura con mi mente. Y ahora ya no me duelen tanto las críticas ni me importa si vendo o no vendo ni me paso el día enganchada a las listas, ¡ahora solo escribo! Si encuentro una opinión positiva, lo celebro, si me enfrento a una negativa pienso que la próxima vez lo haré mejor. ¡A escribir se aprende escribiendo!
Por eso busco mi momento de escritura al día, a pesar de que trabajo más de ocho horas fuera de casa, de que no quiero renunciar a mis tres horas de baile semanales, de que tengo dos adolescentes en casa que se llevan una parte de mi serenidad y de mi tiempo… ¡Escribir me aporta felicidad!
¡Feliz día! J

You Might Also Like

4 comentarios:

  1. Lo primero: un muy FELIZ fin de semana :-)

    Respecto a "lo otro", lo que está claro es que no se puede gustar a todos, ni ¿los grandes? son admirados por todos (ni en literatura ni en cualquiera otra de las artes), así que, es normal que recibas críticas negativas. Lo importante es sacar enseñanzas de esas críticas negativas y hacerles caso solo cuando son constructivas, si son destructivas mejor ningunearlas.

    Me alegra mucho que vayas encontrando el equilibrio.
    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues eso, no a todos nos gusta lo mismo, pero eso no quita que al principio cueste encajarlo... ¡Gracias por tus ánimos y por tus visitas diarias! :-)

      Eliminar
  2. Qué dilema, ¿no?, Vivir o escribir... Y la vida es corta y el arte es un jugete, que decía Machado.

    ResponderEliminar