Debería replanteármelo...

7:07 Pat Casalà 4 Comments


        ¡Buenos días! Ayer tuve un día estresante… Uffffffffff, el Caribe ahora me vendría bien… Acabé en la sala de espera del médico de mi hija a las ocho de la noche, con el portátil abierto y escribiendo un capítulo entero de LME… ¡Estaba tan agobiada que las palabras brotaron solas!
           Mi doctora del sueño opina que tengo hiperactividad cerebral y que debería replantearme mi vida, que no puedo asumir tantísimas cosas a lo largo del día… El gimnasio me va bien, es mi hora de quemar nervios y de desconectar, escribir es mi momento de evasión, preocuparme por mis hijos es parte de mi labor de madre y luego está la casa, la comida, los tuppers, el blog, las novelas…. ¡Vale! Quizás debería aflojar, pero en qué.
       Escribir es algo a lo que no voy a renunciar jamás, me llena y es lo que realmente me gusta. En un mundo ideal me podría dedicar únicamente a eso, pero la realidad es que debo trabajar para pagar las facturas cada vez más abultadas y que del aire no se vive, o como mínimo no con dos hijos, colegios, clases particulares,…
           Bailar me ayuda a relajarme. Contar pasos y sentir la música aparca por una hora las preocupaciones del día a día. Creo que la actividad física es como mi psicólogo particular, tras una clase me siento alegre, vigorosa y sin estrés. ¡Es genial!
         El blog me encanta… Mi manera de desahogarme de las presiones del día es aporreando el teclado. Y no quiero renunciar tampoco a eso, porque la verdad es que cuando me siento frente a la pantalla y dejo escapar los sentimientos logro encontrar un pedacito de paz. Y me da igual que me lean veinte, cien o mil personas, para mí es como un lugar de encuentro conmigo misma.
         Los hijos… Pues son una responsabilidad importante y la adolescencia es un periodo difícil de superar. Es importante estar ahí, acompañarles en el tortuoso camino de abandonar la niñez y madurar, luchar para que trabajen duro en el colegio, para que entiendan lo importante que es estudiar y compartir momentos mágicos con ellos.
         Y la casa… Pues no puede llevarse sola. Si nadie compra la nevera se queda vacía, si nadie piensa qué se come o se cena nos quedamos sin comer y si nadie prepara los tuppers y la cena, pues nada, que seguiríamos muertos de hambre. Y suma y sigue… ¡Una casa es un pozo sin fondo!
        Nos queda mi trabajo. Quizás debería replanteármelo y buscar algo que no lleve a mi mente al límite cada día, forzándola a saltar de una empresa a otra constantemente, con demasiadas cosas que hacer y poco tiempo para asumirlas. Y si encima pienso en la remuneración no acorde con la dedicación, pues casi que debería empezar a valorar otras opciones, ¿no?
         Casi que me voy al Caribe…
         ¡Feliz día! J

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4 comentarios:

  1. :-) ¡Al Caribe... aunque sea en foto! jajaja
    Es difícil que aflojes porque todo tiene su porqué... se trata más bien de que no te agobies.
    Está bien lo del blog (yo te escucho diariamente, ya sabes), pero si un día no puedes pues no pasa nada, y así con todo, salvo tus hijos, tu familia... bueno, incluso ellos pueden depender un ratillo menos de ti y no pasa nada, seguro.
    De lo del trabajo no opino, que tal y como está el panorama ya sabes eso de: ¡virgencita, virgencita, que me quede como estoy! ;-)

    Feliz día.

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    1. ¡Cierto Pilar! Me voy a ver la foto que me dejaste... :-)

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  2. saludos pat, te entiendo vivo de igual modo. un abrazo y un beso desde colombia.

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