Ser distinto...

7:07 Pat Casalà 2 Comments


     ¡Buenos días! Parece que la primavera ya ha llegado, el sol quiere calentarnos y traernos un día espléndido. ¡Qué bien! La calle huele distinto, incluso el sonido se atenúa con la llegada del buen tiempo.
Ayer fue un día intenso, demasiado intenso diría yo. El funeral, el trabajo, la conversación pendiente, la realidad de mis hijos… ¡Uffff! Todavía estoy con resaca de sensaciones.
     De pequeña era una niña distinta a las demás, mi capacidad para evadirme de la realidad e interactuar en mis mundos paralelos me llevaba a situaciones extrañas, tanto que era difícil entenderme con el resto de niños de mi entorno. No me interesaban los juegos de muñecas ni los castillos ni los juguetes, yo disfrutaba con mis historias, mis amigos imaginarios, las tramas que mi cabeza tejía sin parar.
    Los niños penalizan a los que son diferentes, por eso las relaciones con los demás fueron muy complicadas, tanto que llegó un punto en el que veía demasiadas cosas en las situaciones. La dislexia era un impedimento para desarrollar mis capacidades artísticas, pero yo era tozuda y trabajadora, tanto que me esforzaba el triple que los demás para vencer mis limitaciones, aunque entonces no se diagnosticaban y no tenía herramientas útiles para combatirlas.
     Por suerte mis recuerdos de infancia solo atesoran los buenos momentos y no guardo las angustias. Así que construyo mi presente con la ilusión de saber que he vencido la dislexia gracias a mi esfuerzo, que he logrado compaginar mis dos facetas profesionales y que he escrito ocho libros a pesar de que me aseguraron que no conseguiría escribir ni uno.
     ¿Por qué mi hijo heredó la dislexia y esa capacidad de ser distinto? Mientras sus compañeros se divertían jugando al fútbol él se dedicaba a crear robots, a preguntar acerca del Big Bang, a hacerse interrogarnos acerca de incógnitas del espacio o a pensar cómo construiría su nuevo ingenio. Eso le causó problemas parecidos a los que yo tuve de pequeña, pero su gran fuerza de voluntad lo ayudó a socializarse de una manera normal.
    Es una pena que el sistema educativo actual penalice a cualquier persona distinta, a pesar de que su coeficiente intelectual supere la media y que sus capacidades puedan llevarle a un lugar álgido. Mi hijo es muy inteligente, pero la dislexia le impide expresarse bien por escrito, ¿no sería mejor evaluarlo oralmente? ¿Darle la oportunidad de demostrar que se sabe la lección? También le es complicado encontrar una motivación para estudiar, aunque le sea sencillo, quizás parte del fracaso escolar se deba a la poca flexibilidad que encontramos en el sistema, pensado únicamente para niños del montón.
     En fin, habrá que encontrar la manera de sortear los escollos del sistema para caminar hacia un arco iris de colores…
      ¡Feliz día! J

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2 comentarios:

  1. Estoy segura de que los superará con creces; pero sí, es totalmente injusto que no lo evalúen oralmente.
    Ser diferente, cuando esa diferencia es como la vuestra, es una bendición así que a DISFRUTARLE y AYUDARLE en esa diferencia.

    FELIZ día.

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