Día de descanso
¡Buenos días! El azul
nítido del cielo demuestra sin lugar a dudas que los hombres del tiempo se
equivocan… ¡Qué ilusión tanta claridad! Demuestra que por fin nos adentramos en
una época tranquila, con calor y buen tiempo.
Ayer nos pasamos la tarde
caminando por un centro comercial de Outlets cercano a Barcelona, buscábamos
unas maletas con cara y ojos para nuestro viaje de verano. Las restricciones de
equipaje en los vuelos internos y la cantidad de días que estaremos fuera
requieren de llevar una maleta cada uno para repartir el peso.
Además, quiero comprar
cosas…
En Barcelona cayó una
tromba de agua después de comer, fue una de aquellas tormentas típicas de la
primavera. De repente se cubrió el cielo con unas nubes grises que apagaron la
luz del ambiente y minutos después el agua empezó a repicar furiosa en el
suelo.
La Roca Village
recrea un pueblo con casas, es exterior y si hay que andar buscando algo la
lluvia es un impedimento. Pensamos que la parte positiva sería la menor
afluencia de gente, así que nos subimos al coche y en veinte minutos
descubrimos con ilusión que el cielo en el pueblo de La Roca era buenísimo.
Caminamos entrando en cada
una de las tiendas de maletas que encontramos. Me gustaron un montón las Samsonite, pero incluso rebajadas son carísimas.
Acabamos comprando unas Mandarina Duck negras con un precio buenísimo y una
medida idea.
Es una buena inversión, no
se puede estar sin unas maletas decentes.
Hasta ahora nuestro
equipaje consistía en una Samsonite de mi marido grande, un par de pequeñas
maletas de las que caben en el interior del avión y una mediana de mi hijo que
está rota. Luego tenemos guardadas las bolsas de viaje antiguas, de cuando no
existían las maletas con ruedas y rígidas.
Nos pasamos el resto de la
tarde entrando en las tiendas de ropa, no compramos mucha cosa, pero estuvo
bien ver la oferta que tienen.
Por la noche fuimos a cenar
a un restaurante con unos amigos. Fue una velada perfecta, con charlas
divertidas e interesantes que se alargaron hasta la una…
No toqué el ordenador para
teclear ni busqué documentación para mi novela ni pensé en otra cosa que no
fuera descansar, pasear, el futuro de mis niños y tomar el sol por la mañana
tumbada en una hamaca con mi hermana al lado.
Ahora me voy a ir zumbando
a vestirme de gimnasio para acudir a mi clase de baile matutina de los
domingos. ¡Gimnasia mental en toda regla! Últimamente Alberto nos hace pensar
un montón. Primero nos enseña los pasos a un lado, luego los hacemos hacia la
izquierda y cuando ya lo tenemos cambiamos el plano. ¡Es dificilísimo!
¡Feliz día! J
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