Good bye vacaciones....
¡Buenos días! ¡Qué bajada de temperaturas más
espectacular! De 28ºC registrados la tarde del viernes pasamos a 18ºC ayer a la
misma hora y la verdad es que hacía frío. Lo normal es lo de ahora: estar
sentada en el silloncito del salón, tapada con una manta, con la ventana
cerrada y las cortinas corridas para ver el verde del jardín. ¡La semana pasada
necesitaba abrir todas las ventanas para que hubiera un poquito de corriente y
refrescara el ambiente!
Llegó la hora de despedir las vacaciones y dar la
bienvenida a la rutina y al trabajo que seguro me espera con muchos papeles y
muchos líos que solucionar. ¡Cuántos recuerdos maravillosos me van a acompañar
este invierno! Me encanta pasar las tres
semanas de vacaciones sin horarios, sin preocupaciones, sin agobios… ¡Así
recargo las pilas y vuelvo con más fuerza a mi vida cotidiana!
Voy a echar de menos la tranquilidad de la
montaña… Pero volver al trabajo también tiene sus alicientes, así que esta
tarde, cuando haga la maleta y recoja la casa, voy a mantener una sonrisa
perenne en los labios, porque se ha celebrar con ilusión tener trabajo, salud y
sueños. ¡Además que el verano ha sido magnífico!
Mañana empiezo a trabajar en horario de verano: de
7 a 15, así que no puedo asegurar con certeza la hora en la que podré escribir
el post. ¡Seguro que no será por la mañana! Es que esa hora de menos se nota…
¡Pero buscaré un momento durante el día para colgarlo!
Parce mentira cómo mi cabeza no para de dar
vueltas a nuevos argumentos, a nuevas novelas, a nuevos personajes. Esta noche
he soñado con una rocambolesca historia con persecuciones de motos, fórmulas
secretas, alumnas de un colegio que son ayudadas por personajes disfrazados, huidas
de un autocar secuestrado,… ¡Ufffff!
Casi preferiría que mi mente dejara de inventar,
crear, fabular… Durante más de diez años he permitido que toda mi imaginación
cruce el puente de mi mundo paralelo para dar forma a miles de tramas en el
papel. Tras un verano tranquilo, sin agobios ni estrés, he decidido aparcar por
un tiempo la escritura. De hecho ya lo decidí antes de vacaciones, cuando
empecé a corregir y pulir novelas antiguas para colgarlas en Amazon.
Lo que he meditado con tranquilidad estas tres
semanas es la realidad a la que me enfrento. El Secreto de las Cuartetas –
Descifrando las Profecías de Nostradamus se ha vendido bien durante unos meses,
pero este agosto ha bajado mucho en el ranking de Amazon. Estoy orgullosa de
los comentarios positivos, de las reseñas, de las personas que lo han leído,… Pero
no he conseguido llegar al Top 100 ni destacar demasiado, así que seguiré
luchando por atraer a lectores, pero con conocimiento de esas limitaciones.
¡Espero que las opiniones en Amazon sigan creciendo! ¡Y que sean positivas! ¡Y
que la venta se reanime!
Escribir requiere mucho esfuerzo por mi parte. Soy
una persona que cuando inicia un proyecto lo da todo y no puedo dejar las cosas
a medias, así que escribo una novela en pocos meses y mi cabeza se sumerge
durante casi todas las horas del día en las tramas, las subtramas y las personalidades
de los personajes.
Una de las emociones que afloran mi inspiración es
la certeza absoluta de que algún día me convertiré en una escritora con
mayúsculas. Pero ahora esta certeza ha desaparecido, se ha fundido entre años
de esperas, reuniones, pulidos y expectativas. Y por primera vez en mi vida no
me afecta esa falta de esperanzas que experimento, la vivo con serenidad. Quizás
algún día vuelva a sentir esa fuerza y haga crecer la lista de novelas en mi
ordenador. Ahora quiero pulir las que almacena, darlas a conocer, dejar de
esperar algo que no va a llegar, como mínimo de momento, y no perder la sonrosa
ni la tranquilidad que siento.
Necesito volcarme en el trabajo remunerado, vaciar
mi corazón de esa esperanza que empuja desde pequeña, y disfrutar de lo
maravilloso que hay en mi vida, que es mucho, sin pasarme los días mirando el
mail, las listas, las redes sociales…
¡Estas semanas me han desintoxicado! Y soy feliz
mirando la Web sólo 20 minutos al día. Así que voy a seguir mi instinto, a escribir
un post diario si puedo, a vivir intensamente con mi familia, a corregir las
novelas antiguas y a dejar que el tiempo decida por mí. ¿Os parece una buena
idea?
¡Feliz día!
Bienvenida a la rutina! Y tienes toda la razón, debes tomarte las cosas a tu ritmo, sin agobios, y lo que tenga que llegar llegará.
ResponderEliminar¡Un besito!
¡Gracias!!! Me ha costado un poquito lenatarme, pero aquí estoy, dispuesta a reanudar la rutina.
EliminarBESOS
Te entiendo perfectamente Pat, tus reflexiones son las de muchos de los que peleamos por llegar a lago, unas veces con mas suerte y otras con menos. Hace no mucho me aconsejaron que no tirara la toalla y ahora me alegro, por eso yo te lo aconsejo también. Si no es una novela será la siguiente y si no la otra. escribes muy bien, lo sé, y tú lo sabes. Dedicarse a todas esas cosas que anuncias es excelente pero las ilusiones también, de manera que no desfallezcas, paso a paso se hace el camino.
ResponderEliminarUn beso
No tiro la toalla, no es eso, es que necesito un descanso, uno de esos que a veces utilizamos para reedificar nuestros cimientos...
Eliminar¡Gracias por lo de escribir bien!
BESOSSSS
Ni me he enterado de tus vacaciones!!!, seguro que han sido geniales. Qué bien tener horario de verano en el trabajo, yo tengo el mismo todo el año y estar en la oficina el mes de Agosto mañana y tarde se hace un poco pesado, pero bueno.
ResponderEliminarA ver si poco a poco me voy poniendo al día.
Hablamos pronto!!!
Besotes
¡Te ha pasado lo mismo que a mí!!! Yo tampoco me enteré de tus ausencias... ¡Espero que estés mejor!!! BESOSSSSS
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