Vuelta a la vida real

7:07 Pat Casalà 1 Comments

¡Buenos días! Ufff, ayer no paré de hacer cosas, parece que cuando abandonas por unos días tus obligaciones inmediatas luego se amontan con absoluta imperiosidad. Por suerte mi cabeza ha regresado de sus largas y cálidas vacaciones con una idea bastante interesante para escribir una nueva novela. En diez días ya cuenta con diecinueve folios…
Me gusta, a ver si continúa interesándome en una semana y puedo anunciar públicamente que mi sequía creativa se ha llenado de agua de un manantial eterno. Jejejejejeje, con que dure una temporadita ya me vale.
Estoy feliz, a pesar de que el viernes un coche me tiró la moto nueva al suelo y se dio a la fuga, de que no tengo nada claro mi destino literario y de que en la oficina apenas cuento con cinco minutos al día para respirar algo de aire fresco. No tengo ni idea de si El Secreto de las Cuartetas finalmente saldrá en papel ni si hay alguna agencia a la que le interese representarme ni si las editoriales que tienen mis manuscritos les gusta lo que leen… Pero mi sonrisa sigue inalterable, porque, aunque suene extraño, ya no me importa.
Abandonar esa necesidad imperiosa de darle una salida a los manuscritos me ha llenado de una paz intensa, de aquellas en las que vislumbras el mundo con una luz especial. Estoy tan relajada que incluso conseguí desatender la escritura el tiempo de falta de inspiración sin que ello alterara mi estado anímico.
En Navidad corregí PELN, con los comentarios de mis lectoras beta muy presentes, en busca de una mejoría notable. Creo que realmente he conseguido el efecto que buscaba, aunque en un par de meses le daré otra vuelta a la historia, a ver si está bien medida.
A ver dónde me lleva el destino literario…
El viernes cogí un berrinche de cuidado cuando me encontré mi moto nueva rota, con el baúl en el suelo, el retrovisor a su lado y ausencia absoluta de un papel con el teléfono del conductor que la tiró al suelo. Entre la falta de pilonas que separen el aparcamiento de los coches del de las motos y la ausencia total de civismo de las personas, me encuentro que debo abonar el destrozo y encima tragarme la rabia.
Por suerte parece que la reparación no será demasiado cara.
En la oficina hay tanto trabajo… A veces creo que me saldrá humo de la cabeza. Me paso las horas frente al ordenador, con la ansiedad de llegar a tiempo a la presentación de impuestos, al cierre del año, a cambiar la estructura contable de una de las empresas para este año 2015… Uffff, me estreso solo de pensar las mil cosas que me esperan en el despacho.
Seguro que al final del día tendré una sonrisa, aunque hoy se cumple un año desde el fallecimiento de mi cuñada y me da tristeza recordar ese día.

¡Feliz día! J

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1 comentario:

  1. Tu vida es una novela de esquizotimia asfixiante. Las vueltas que les das a las cosas dejan mareados y turulatos a tus lectores. sigue as así, eres magnífica.

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