Senderos

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Es curioso cómo la vida te lleva por caminos diferentes a los trazados desde niña, poco a poco las curvas sinuosas te apartan del rumbo y acabas en otro lugar. En mi caso es uno mejor de lo esperado, aunque diferente.
Cuando hace años imaginaba mi destino literario me veía escribiendo a todas horas, tranquila, con el ordenador en el regazo, imaginando nuevos y excitantes mundos cada día. Tenía clarísima la organización de mi jornada: por la mañana le dedicaría cuatro horas a la novela que tuviera entre manos, después de comer leería durante dos horas y luego tocaría la corrección de otro manuscrito antiguo… ¡Era idílico!
Me apasionaba pensar en la posibilidad de alcanzar ese sueño, en materializar ese esquema perfecto de existencia. El destino ha querido redimensionar mis ilusiones, dotarlas de mil variables nuevas y excitantes y convertirlas en un ahora fabuloso.
Tengo un trabajo que me motiva. Necesito retos diarios, hacer varias cosas a la vez y no parar de buscar otras vías para alcanzar los objetivos. Dirigir el departamento económico de siete empresas me llena de vitalidad y me ayuda a ser feliz.
No me importa el cambio de metas ni la manera en la que se desarrolla mi carrera literaria, me emociona charlar con mi grupo de lectores beta acerca de cada historia, apoyarme en ellos para razonar cada giro, cada momento, cada detalle.
Es curioso, con estas sesiones de buscar mejoras a mis libros me siento colmada, como si hablar con alguien acerca de las historias consiguiera darme alas para escribir una nueva.
Cada charla, cada reseña, cada palabra y consejo, cada crítica es una manera de mejorar, de encontrar un tono más adecuado, de darle consistencia a una escena, de explorar nuevos géneros. Y me llena tanto que no necesito más ni me siento frustrada ni tengo ningún acceso de tristeza. Suelo sonreír mucho últimamente.
Antes creía necesario encontrar una vía directa a las estanterías, dedicarme a escribir todo el día, ser considerada una escritora a nivel mundial. Era un sueño imposible. Ahora sé que mi visión estaba sesgada por una quimérica ilusión inalcanzable. Lo perfecto es la cercanía de los lectores, ver el informe de ventas de Amazon cada día con algún pico, hablar muchísimo con mis betas para dimensionar correctamente las historias, disfrutar de cada venta.
  Pronto empieza el segundo concurso de Amazon, estoy feliz con presentar Los Mundos de Esme. Veremos qué le depara el futuro…

¡Feliz día! J

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