Hola otra vez
He pasado un fantástico fin de semana largo en las montañas, junto a mi familia y algunos amigos memorables. Ha hecho sol, he podido tomarlo en el pequeño jardín de mi casa, estirada en mi hamaca naranja que compré con mi amiga Dolors hace dos veranos, cuando ella y su hijo vinieron a pasar dos días a casa, he conseguido leer el libro que tanto me cuesta, releerme toda La Baraja de manera crítica, parándome a analizar cada una de las advertencias de mi agente y dejando que mi mente madurara cada uno de los cambios que se han de introducir, y he acabado el relato, que he enviado al concurso (el fallo será en octubre, así que más vale no pensar en ello hasta entonces).
Así que se puede afirmar que he aprovechado el tiempo. ¡Mi tendencia a dormir poco ayuda a encontrarlo! Ya os hice una crónica detallada del día de mi cumpleaños, ¡fue genial! Creo que el aire tranquilo de la Cerdanya, con su silencio especial, es un bálsamo para mi cerebro estresado.
También me he lanzado a pedir ayuda externa por primera vez. Durante muchos años he guardado celosamente las novelas para un reducido grupo de personas. La baraja sólo la había leído Lola. En mi entorno inmediato no tengo demasiadas personas a las que les guste leer, así que me acostumbré a la soledad intrínseca de crear mundos paralelos sin poder compartirlos con mi familia.
Pero ahora empiezo a ver las cosas desde otro cáliz. ¿Cómo voy a encontrar los fallos si no tengo opiniones de lectores? El otro día mi anónimo identificado, Javier, me pidió una novela, así que le envié la que para mí significa más de todas: El Secreto de las Cuartetas. Creo que ese manuscrito está suficientemente pulido como para ser leído y criticado de manera constructiva.
En cuanto a La Baraja, una novela que en estos momentos está en periodo de reescritura, se la he dejado ver a dos personas: mi amiga M, quien está tomando notas de lo que ve, y a un amigo que fue lector literario hace años (sé que sus críticas van a ser más incisivas, pero las creo necesarias).
Hoy empieza una nueva semana cargada de ilusiones. Mi hermana ha conseguido redirigir un poco su vida. ¡Desde aquí le envío un súper beso! Aunque sigue inmersa en el duelo ha sido una de las personas más valientes que conozco y ha logrado salir de casa a pesar de la pena, venir a bailar a pesar de las lágrimas que la invaden en todo momento y deshacerse de la lasitud que impone la tristeza de perder a alguien tan querido para reconstruir su futuro como si se tratara de un puzzle donde las piezas encajan una a una.
Hoy vamos a cenar a su nueva casa, vamos a conocer el sitio que ha elegido para comenzar a andar sola y rehacerse del todo del golpe brutal que le asestó la vida hace apenas tres meses y medio. ¡Le deseo toda la suerte del mundo!
¡Y hasta aquí mis reflexiones de hoy! ¡Mañana más! ¡Pasad un buen día!!!!
Me alegra mucho que tú fin de semana fuera explendido. Yo también he estado fuera concretamente en TOSSA para celebrar el cumpleaños de mi mujer y nos fuimos con los peques todo el fin de semana , a un hotel para no tener que preocuparnos de comidas, cenas etc..., descanso total.
ResponderEliminarEn cierta manera he estado incomunicado( sin internet)con lo cual no he entrado en tu blog.
Con respecto a la novela la he comenzado y...BIEN!! te tendré al corriente.
Gracias, saludos.
Javier
¡Felicita a tu mujer de mi parte!!! ¡Las dos somos de fechas parecidas!!!¡Seguro que lo habéis pasado de miedo en la playa con los peques!!! Y no te preocupes con ser directo con la novela, ¡necesito críticas constructivas y sinceridad!
ResponderEliminar¡Pasa un gran día!