Aroma de viernes soleado
¡Buenos días! Respiro el aroma
especial de un viernes por la mañana, con la emoción de encontrarme al final de
una semana llena de emociones y a las puertas de dos días de descanso. Parece
que hará sol, uno radiante y feliz, de aquellos que llenan la calle de un aroma
especial, con serenidad, fragancias de quietud y un sinfín de armonía.
Inspiro una bocanada de aire
limpio y lo suelto lentamente, con la seguridad de que el futuro me depara
nuevas y emocionantes aventuras. Me encanta tener a mis personajes en la
cabeza, compartir con ellos momentos felices y dotarlos de la capacidad para
vencer las adversidades. A veces me gustaría materializarlo en la vida real.
Empecé a buscar un local para la
presentación del libro, me hace especial ilusión reunir a familiares y amigos
en un día importantísimo para mí, pero nadie contesta a los emails… Vale, ya
está aquí mi impaciencia de siempre, la necesidad de darle un esquema a la
situaciones. De todas maneras, si conocéis algún sitio interesante no dudéis en
mencionarlo.
A veces me preguntan cómo puedo
con todo, de dónde saco el tiempo para trabajar, llevar la casa, ocuparme de
mis hijos, ir al gimnasio y escribir. Mi respuesta es siempre la misma: se
trata de organizarse. Para estructurar positivamente el día hay que partir de
un esquema y decidir a qué se dedica cada instante.
El equilibrio perfecto entre mis
dos facetas profesionales es básico para avanzar con una sonrisa por la selva
de los días. Letras y números, esa es mi verdadera balanza. Los aprendizajes
constantes de cada una de ellas compensan a la otra. Mientras los números se
nutren de mi tendencia al control, las letras son mi evasión a un mundo de
ideas donde todo es posible.
Aunque, si me paro a analizarlo,
la escritura tiene mucho de esquema mental, de controlar los tempos en la
narración, de darle una forma a la novela en la cabeza para luego trasladarla
al papel. Normalmente me siento, enciendo el ordenador, doy un pequeño vistazo
a lo escrito el día anterior y avanzo. Es mi mente la que traza las líneas del
argumento, la que decide cuándo sucede algo…
Ayer leí una parte importante de
las galeradas de El Secreto de las
Cuartetas. Uffff, he de decir que yo ya no escribo así y hubiera cambiado
la mitad de las cosas. Al final decidí dejarlo, trabajé durante demasiados años
en esta novela como para cuestionarla ahora y, en el fondo, sé que es buena.
¡Marta Noguera es una de mis protagonistas estrella!
No se puede ser demasiado crítica
ni desear cambiar lo que ya funciona, El
Secreto de las Cuartetas es una gran historia, espero emocionaros con ella
cuando salga a la venta…
¡Feliz día! J
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