Cierro por vacaciones
¡Buenos días! Hoy cierro el blog
por vacaciones, voy a tomarme un largo y merecido descanso a la vera de días
ociosos, con actividades interesantes y en muy buena compañía. Esta tarde parto
para Sevilla, acompañada por veinte familiares más. Jejejejeje, ¡seguro que nos
echan del avión!
Pasaremos el fin de semana
caminando por las calles, sonriendo, charlando alegremente. Tenemos unas ganas
locas de vivir aventuras, de reír, de compartir momentos. ¡Somos muchísimos!
Después veré dónde me lleva el
destino…
El martes fui a mi doctora del
sueño, fue una visita rutinaria, de las de siempre. Me alucinan los años
transcurridos desde la primera vez, cuando no era capaz de dormir ni una hora
seguida… He cambiado para bien, a pesar de que el insomnio persiste.
Cada día doy gracias por
descansar una noche más y no enfrentarme a las largas horas en vela de antaño. Es
perfecto, cambio cada día, avanzo, me lleno de energía positiva y sigo buscando
el remanso de paz entre estas paredes de la bloggosfera, con la premisa de
escribir un folio cada mañana antes de desayunar, con la casa en silencio,
antes de las siete, para llegar a las ocho en punto a la oficina.
La idea es clara: contar algo.
Esta afición mañanera no responde a la necesidad de buscar lectores, nunca
pienso en eso, es como un diario personal al que pueden acceder otras personas.
Aunque a veces me sorprenden algunos comentarios, cuando alguien cercano me
lee y me pregunta si estoy bien… Escribo medio dormida, siguiendo la estela del estado de ánimo, y dejo salir
los agobios y las ilusiones, sin atender a quién lo leerá.
Mi doctora me dijo algo que me
hizo pensar. Trabajo ocho horas a un ritmo del doscientos por cien, llevo mi
casa, voy al gimnasio, cocino, juego con el iPad, escribo el blog cada mañana,
novelo a horas sueltas… ¡En los últimos veintisiete meses he terminado seis
novelas y estoy a tres cuartas partes del final de la octava!
A mi doctora le pareció una
proeza, en cambio a mí algo normal, una actividad fácil y sin dificultades… No
me cuesta llevarlo todo en la cabeza ni escribir sin parar ni crear historias.
Incluso hay instantes en los que me siento en el sofá con la sensación de estar
inactiva, sin nada que hacer…
Es cuestión de organización,
simplemente eso. Desear, sentir, luchar y perseverar. No hay más. Aunque
entiendo la consideración de mi doctora: con esa actividad cerebral espanto al
sueño.
Me voy de vacaciones, con la
intención de descansar. Mi manera de hacerlo es siempre acompañada del Mac,
contándole cosas al folio en blanco, con esas cosquillas en el estómago y la
ilusión como compañera. Es mi evasión, la manera de espantar la inquietud. Me
aporta una felicidad infinita.
¡Felices días! J
Reabriré pronto…
El éxito de un escritor al igual que el de un mentiroso dependen de la credibilidad que sus palabras o actuares generen en el receptor.
ResponderEliminarEl hecho de que tú tengas programado el blog para que los post aparezcan a las 7:07 no significa que te detengas a escribir cada mañana a escribir antes de ir a la oficina a trabajar y para demostrar que mientes mucho, los pájaros cuando hay nieve no pian, no cantan ni gorgojean. El sol, en invierno, a esa hora no brilla o deja de brillar porque esté nublado, sino porque nunca sale antes del amanecer. El 30 de abril, día que has reiterado como la fecha de tu boda, según una página que ofrece la oportunidad de averiguar el día de la semana poniendo la fecha, te casaste un martes y, por si todo eso fuese poco, vas y vienes a donde te da la gana sin que te importe lo más mínimo los que en silencio siguen este blog donde solo dejas ver tu egocentrismo y como escritora eres una mala copia de Katherine Nevile y eso es lo que te impide triunfar y la única culpable eres tú por mentir tanto.
Apreciado Francisco,
ResponderEliminarPor favor, deja de seguir mi blog. Es absurdo leer cada día a alguien cuyas palabras te disgustan tanto.
He puesto la moderación de comentarios, como cada vez que me voy de vacaciones, pero esta vez se quedará para siempre. Te anuncio que a partir de ahora no voy a publicar ni uno más de tus comentarios, ni los voy a leer, porque no me interesa tu opinión. No creo que tus aportaciones respondan a un deseo de ayudar, más bien entran en el plano personal y están destinadas a herir. El derecho a crítica existe para dar una visión distinta de las cosas, no para menospreciar a las personas con asiduidad. Y la libertad de expresión no es sinónimo de acosar a alguien a quien ni siquiera conoces.
A los hechos me remito:
• Cuando publiqué Ecos del Pasado en Amazon te dedicaste a dejar una crítica cargada de rabia en cada uno de los blogs donde reseñaron la novela. En tus aportaciones para “ayudarme” exponías mi falta de conocimiento de los límites de un narrador en primera persona cuando la protagonista habla por teléfono, algo que en la novela no sucede, porque lo hace vía Skype, y realmente Jessie ve a su interlocutora. Por si eso fuera poco, también despreciabas a las reseñadoras porque no compartían tu crítica negativa.
• También publicaste un comentario de una estrella en Amazon con los mismos argumentos erróneos.
• Tus aportaciones, lejos de ayudar, intentan menoscabar mi trabajo. Solo hay que leerlos.
Como respuesta al comentario de hoy te diré solo un par de cosas:
• Tal come he explicado en varios posts, suelo escribir cada día a las seis y media de la mañana, antes de desayunar. Luego cuelgo la entrada en borrador y, cuando tengo un momento en el despacho, lo vuelvo a leer y lo posteo, por eso nunca está a la misma hora. Muchas veces añado la introducción.
• Si has tenido la gentileza de mirar en un calendario que el treinta de abril de 1996 fue un martes, también podrías fijarte en que el uno de mayo es festivo en nuestro país (es el día del trabajador). Aunque te cueste de creer, me casé en martes, porque mi marido y yo elegimos un día que siempre pudiéramos celebrar. Te remito a mi entrada del treinta de abril de 2014, donde explicaba este hecho.
• En cuanto a mis viajes… Voy y vengo cuando quiero, esa es la potestad de ser la dueña de mi vida. Y sí, viajo mucho. De hecho en media hora salgo para el aeropuerto. Las pruebas irrefutables de mis viajes son las fotos con las que ilustro la explicación del viaje, donde relato cada visita.
• Y si tan egocéntrica te parezco, ¿no te has preguntado qué haces leyéndome cada día? Es absurdo.
Te deseo lo mejor en la vida.