Un dulce no
¡Buenos días! Hoy parece que no
quiere salir el sol… Me gusta la luz de los días claros, la serenidad que se
respira, aquella sensación de placidez que envuelve mis sentidos cuando escucho
el sonido de la primavera.
Hay muchísimas maneras de recibir
un no, y, aunque no es fácil encajarlo, cada día consigo gestionar mejor esa frustración
inicial. Agradezco sinceramente cuando ese no va acompañado por una breve
explicación, sin ser una burda negación de dos líneas sin tapujos.
De pequeña solía hablar sin medir
mis palabras, ser directa y decir aquello que pensaba. Tardé muchos años en
comprender la necesidad de suavizar esas verdades. Se puede expresar una
opinión negativa sin herir a los demás, solo hay que encontrar una manera de
darle la vuelta.
Ayer la agencia literaria en la
que había puesto mis esperanzas me escribió, lo hizo la propia directora, con
un email maravilloso en el que me explicaba por qué no podía representarme.
Ojalá hubiera sido un sí, me encantó su manera de valorar a los autores, su
compromiso con ellos.
Agradecí sinceramente esas
palabras y me dio pena no pertenecer al elenco de autores que representan,
porque la directora me pareció una persona próxima, con una manera de gestionar
la agencia increíble. Era lo que buscaba, un sitio donde encontrarme
respaldada, pero no ha podido ser…
Sin embargo me quedo con la parte
positiva, según sus palabras tuve un buen informe de lectura y descubrí que
todavía hay esperanza de encontrar una agencia donde me valoren como autora,
aunque no sea esta. Seguro que algún día encuentro la horma de mi zapato.
Todavía no he decidido mis próximos
pasos. No tengo claro qué quiero ni cuál es el mejor camino. Quizás la vida me
enseña con palabras mi rumbo erróneo hasta la fecha y, ahora que las negativas
ya no pesan como antes, ha llegado el momento de escoger otro sendero.
Mi pasión es escribir, crear
historias, aporrear el teclado en las horas libres para dar rienda suelta a mi imaginación.
No negaré que a veces me invade la idea de conseguir llegar alto, pero la
racionalizo enseguida, dándome cuenta del verdadero propósito de crear mundos
paralelos.
Soy géminis, vivo entre
contradicciones, con dos personalidades contrapuestas que muchas veces inician
una batalla en mi interior. Querer y desear no significa cerrar los ojos a la
realidad. Se puede soñar despierta con un mundo ideal y luego darse cuenta de
que no existe ese futuro. Y, entonces, también se consigue sonreír, porque lo
importante es conformarse con lo que se tiene.
Anhelo vivir un sueño, aunque
tengo claro que quizás nunca suceda. Disfruto del camino, por eso ya no me
agobian las esperas ni las negativas, lo mejor es escribir cada día, conocer el
destino de mis personajes… ¿Qué más se puede pedir?
¡Feliz día! J
«...con un email maravilloso en el que me explicaba por qué no podía representarme. Ojalá hubiera sido un sí,[...]». Creo que en alguna ocasión te dije que si alguna editorial se pasaba por el blog y observaba las redundancias y los fallos garrafales que continúas cometiendo al seguir escribiendo, según tú, de manera informal en el blog al escribir tal y como hablas, posiblemente sea una de las causas por las que no logras alcanzar eso que anhelas. Con respecto a lo señalado al principio de este comentario, decirte que habría quedado más de escritor algo así: «...con un email maravilloso en el que me explicaba el porqué no podía representarme. Ojalá hubiera sido un sí [...]». Pero la verdadera razón de que no triunfes como escritora ni siquiera es por eso, sino que las editoriales solo están interesadas en invertir en un escritor novel cuando este cuenta con suficiente fama y ser reconocidos por haber sido publicitados tanto por prensa escrita, radio y televisión. Desde aquí te digo que escribas por la satisfacción que la escritura te pueda proporcionar y deja de amargarte con un sueño que ni siquiera depende de ti el poder alcanzarlo. Y, por último, decirte que independientemente de lo que trates de transmitir en tus aportes diarios: dejas claras evidencias de que además de amargada te sientes frustrada, o al menos esa es la lectura que concluyo.
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