Me gusta escribir
¡Buenos días! Hoy es mi santo…
Para celebrarlo he decidido irme a comer con mi marido por ahí, pasar un día tranquilo
y trabajar a otro ritmo. A ver si lo consigo… Es que las mil tareas diarias
siguen presentes sobre mi mesa y tengo un montón de trabajo…
Ayer avancé mucho en la novela,
conseguí subir la temperatura de unas cuantas escenas y mi mente funcionó como
un catalizador al descubrir hacia dónde nos conducirá finalmente la trama. Esta
novela se hilvana a un ritmo diferente de las otras, voy constantemente atrás,
replanteándome cada escena, cambiando partes, reescribiendo.
No tengo claro cómo acabará mi vida
de escritora ni si finalmente colgaré en Amazon las novelas que acumulan polvo
en el disco duro de mi precioso Mac, lo único claro en mi ahora es la emoción
subyacente de las horas dedicadas a la escritura, de maquinar cada escena, de
acompañar a unos personajes imaginarios en su aventura particular.
Me apasiona escribir. Hubo un
tiempo en el que buscaba alcanzar el cielo, cada día esperaba con ansia una
llamada, un email, una comunicación que nunca llegaba. En esos momentos pensaba
erróneamente que la vida era algo más, que mis ansias de contar historias no
podían quedarse ahí, sin avanzar hacia un lugar más elevado.
Pasé mucho tiempo navegando a la deriva,
esperar lo imposible te aboca a una sensación de anhelo demasiado intensa para
racionalizarla. Al final, cuando ya no me quedaban esperanzas, me así a una
boya, la agarré fuerte, resistiendo las embestidas, y conseguí capear el
temporal con una sonrisa perenne.
Es curioso, ahora ya no me
importa saber cuánta gente me lee ni si mis novelas llegarán a los números uno
de las listas de venta ni si un día recibiré una nueva propuesta editorial.
Para mí lo importante es escribir, compartir con el papel mis momentos
creativos y descubrir el destino de mis personajes, con eso me basta. Aunque no
le haría ascos a una novela súper ventas, jejejeje.
Parte de los logros actuales se
los debo al blog. Sin este muro donde exorcizar mis desvelos estaría perdida en
un mar de dudas. Aquí me siento libre para contar cualquier cosa, dando rienda
suelta a mis dedos para surcar el teclado con ideas propias.
En estos años de lucha he
conocido a muchísimos escritores, he descubierto que no todos pecan de un ego demasiado
elevado para considerarse en la cúspide del cielo. He hablado con muchos, he
entrevistado a unos pocos y he conseguido descubrir buenas personas.
Es bonito sentirse acompañada,
charlar alegremente con mis lectoras beta, buscar la manera de hilvanar una
trama interesante… Ya no me pesa la soledad del escritor, es un maravilloso
don.
¡Feliz día! J
El día que seas capaz de escribir algo sin contradicciones, puede que consigas convertirte en escritora; pero me temo que poco o nada haces por remediarlo, o al menos así lo evidencian tus aportes diarios en este desértico blog. ¿Nunca te has planteado el porqué de esta cruda realidad? Pues, con el tiempo que llevas escribiendo, deberías de haberte dado cuenta que es por algún motivo o razón.
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