¿Tanto cuesta contestar?
¡Buenos días! Lunes… Hoy tengo un
día… Auditoría, trabajo, espera de respuestas para preparar la presentación… Me
despierto con energía, deseos de vivir intensamente los minutos y vibrar con
las emociones de tener una nueva e interesante experiencia literaria.
Con los años he aprendido a no
esperar, a dedicarme a escribir porque me gusta, no para alcanzar el un sueño
iluso de dedicarme a la literatura únicamente.
Sé por experiencia que pasarse las horas con la sensación de que pronto
recibirás una noticia importante acaba consumiéndote las ilusiones.
Sin embargo no entiendo la falta
de respuesta de la gente en general. En este mundo de las editoriales falta
comunicación, incluso educación. Si te envían algo y no deseas publicarlo,
¿cuesta tanto enviar un no gracias? Antes esta ausencia total de información
era la culpable de mis desvelos, no lo entendía.
Sigo sin comprender esta manera
de funcionar. Las personas que mandamos un original tenemos corazón y expectativas.
Siempre es mejor recibir un no a la incertidumbre, porque cuando se cierra una
puerta puedes luchar para abrir otra, sin la sensación de que todavía hay un
resquicio de esperanza.
Me costó un duro esfuerzo
entender esta realidad y, sobretodo, acatar la manera de funcionar del mundo
editorial. Aunque sigo pensando que faltan valores, sensibilidad y agilidad en
las comunicaciones. ¿De verdad es tan difícil decir no estoy interesado?
Entiendo que la respuesta es no
cuando pasan los meses y no hay emails ni llamadas. Pero en el fondo agradezco gestos
como el de Marisa Tonenzzer, de Ediciones B, quien me contactó para decirme que
no estaba interesada. Le agradezco profundamente esa respuesta, la sinceridad
es perfecta en estos casos porque cierra las expectativas.
Ya no tengo la sensación de que
de un momento a otro me llegará la oportunidad de mi vida tras trece años en la
lucha, trece novelas acabadas y una a medio redactar, muchas ilusiones, muchas
comidas, muchas esperanzas marchitas… Hubo un momento de inflexión, uno en el
que comprendí la importancia de ser feliz con la escritura, sin esperar otra
cosa de ella.
Ahora al fin tengo algo tangible,
unas ventas increíbles de Ecos del Pasado,
la publicación con editorial de El
Secreto de las Cuartetas el próximo mes de abril y la serenidad de escribir
por emoción, acompañada de personajes, lectoras beta, momentos, ideas…
A veces redimensionar tus
expectativas ayuda a descubrir los detalles, a vibrar con las pequeñas cosas, a
sentir la inmensa plenitud de darle vida a personas imaginarias en el papel.
Gracias por acompañarme en esta
aventura, espero alargarla hasta el infinito y más allá…
¡Feliz día! J
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