Crucero por el Chao Phraya y la torre Baiyoke

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Llega el miércoles… Ufff, pensaba que el tiempo cambiaba las cosas, que quizás los nuevos proyectos conseguían modificar las conductas, pero la vida está llena de sorpresas y muchas veces te muestra que a pesar de nuestros deseos las situaciones pasadas regresan con fuerza.
El barco
Esta vez no me ha cogido de traspiés, ya no me anclo al teléfono ni espero, ahora actúo. Y es que nadie puede parar mis ilusiones ni hacerme regresar a ese punto pasado donde la frustración era más elevada que la ilusión. Así que sonrío, saboreo los pequeños éxitos como si fueran inmensos, disfruto de la vida y me tomo las cosas de otra manera.
Ayer nos quedamos en Ayutthaya, visitando al gran buda reclinado. Tras un ratito de paseo, bajo un sol abrasador que me mareaba, subimos a la ban con el bendito aire acondicionado a toda potencia.
La excursión consistía en regresar a Bangkok en un crucero por el río Chao Phraya. Tardamos una hora en llegar al embarcadero y subir a bordo de una barca de madera, con dos pisos, aire acondicionado y una zona de sillas en la proa. Había un buffet libre donde podías servirte lo que quisieras para comer.
Vistas desde la Torre Baiyoke
Como siempre las bebidas se pagaban a parte… En estas excursiones las cobran a precio de oro. La comida estaba potable, no era una pasada, pero se podía tomar. Nos sentamos con la familia que habíamos conocido esa misma mañana, charlamos y nos deleitamos un poco con las vistas.
Terminado el café abonamos la cuenta y nos situamos en la proa para entrar en Bangkok sin perdernos nada. Me habían aconsejado que no contratara esta opción, sin embargo a mí me encantó. Fue precioso ver las riberas del río, disfrutar de la vista y descubrir escenas cotidianas.
  Cuando llegamos al embarcadero donde de Bangkok el cielo se desplomó en una tromba de agua intensa sobre nosotros. Suerte que en la mochila llevábamos los chubasqueros… Corrimos por la pasarela hasta la parte cubierta y nos subimos a la ban que nos dejó en el hotel.
Vistas desde la torre Baiyoke
Nuestro plan de pasar un ratito en la piscina se acababa de esfumar… Decidimos darnos una ducha, cambiarnos de ropa e ir a la torre Baiyoke antes de lo previsto. ¡Fue un acierto! Este edificio es el más alto de Tailandia. Además de un hotel y varios restaurantes tiene una torre mirador con una plataforma giratoria que te muestra Bangkok.
La entrada es cara, vale cuatrocientos baths por persona (unos diez euros cada uno), pero incluye un cóctel en el bar que hay bajo la plataforma giratoria. ¡Vale la pena! La vista es inmejorable…
Cenamos en un restaurante genial, el Ban Chiang. Es otro de los que nos recomendó mi amiga, ¡y es fabuloso!

¡Feliz día! J

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