¡Soy escritora, al fin y al cabo!

8:09 Pat Casalà 2 Comments

            Tras repasar todas y cada una de las novelas escritas durante estos últimos años y averiguar que siguen ahí, en mi cabeza, sin descender ni un ápice el cariño que siento por ellas, ayer me propuse volver a retomar la novela actual, Oros, venciendo así esa apatía que me ha caracterizado últimamente. Fui capaz de sentarme al sol con mi portátil y aporrear un ratito el teclado mientras mi mente conectaba con la historia.
            Creo que por muchos años que pasen, por muchas cosas que sucedan y a pesar de intentar por todos los medios aparcar la escritura, a una vocación no se le puede girar la cara. Siempre está ahí, acompañándote cuando menos te lo esperas, bombardeándote con ideas, escenas, personajes.
            La verdad es que les he cogido mucho cariño a todos y cada uno de los personajes de Oros. Esta novela es la continuación de La Baraja, así que la mayoría de ellos son los mismos. Cuando consigues escribir una secuela puedes vivir en primera persona la evolución de algunas de las personas que más te atraen de la trama anterior, de manera que los acompañas por la vida con ilusión, matizando su carácter, pintando su forma de ser y sus sentimientos, dejándole madurar y tomar fuerza o desapareciendo lentamente de la trama.
            Uno de los personajes que me está dando más dolores de cabeza es la asesina en serie que irrumpe en las páginas. Es una mujer fría, calculadora, pero que tiene un lado sentimental del que no se puede desprender. ¡Qué difícil es encontrarle el tono para que no parezca forzado! Me he pasado varios días navegando por la red para leer casos reales de personas como ella e inspirarme.
            En cuanto a la historia de Oros, ya está bastante perfilada en mi mente. Tengo muy claro el final y algunas de las cosas que sucederán, incluso sé la parte de la historia que quedará abierta para retomarla en la tercera novela de la saga. Ya comenté que estaba escribiendo una serie de cinco novelas llamada El Pentáculo.
            Mi único problema es que estoy abriendo tantas subtramas que no sé si las cosas acabarán encajando de una manera coherente para cerrarla o deberé tirar atrás y cambiar algunos de los argumentos para darle mayor consistencia a la historia global.
            Bueno, hasta aquí las reflexiones de hoy. ¡Qué tengo un montón de cosas que hacer! Me he prometido que voy a olvidarme de mis angustias y voy a retomar el hábito de escribir un poquito cada día. Si tenemos en cuenta que hago inglés de 8 a 9.30 tres días por semana, que trabajo, que bailo tres veces por semana y que tengo dos hijos con muuuchos exámenes, necesito encajar el horario de otra manera para cumplir con ese deseo, pero lo lograré.

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2 comentarios:

  1. Admiro tu tesón, al final se llega a la meta. No desistas y nada es facil. ¡¡ANIMO!!

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