Un día más
El día se presenta un tanto movidito. Tengo un montón de trabajo esperándome y una tarde un tanto atareada con compras y más compras. ¡Aunque la tarjeta de crédito acabe sacando humo! He de ir a por todo el material escolar que le falta a mi niña, pero antes debo sacar el del año pasado y saber qué necesita. ¡Ufff! ¡Y con este calor! Es que vuelve a apretar fuerte.
Ayer hice mi tercera clase de baile desde que regresé de vacaciones. ¡Un poco más y no acabo! ¡Qué clase! Entre la cantidad de gente, el calor y los pasos complicados y enérgicos de la coreo un poco más y desfallezco. ¡Suerte que el profesor tiene una simpatía especial y me animó!
Ahora me duelen todos los músculos del cuerpo y las agujetas me están acribillando, pero vale tanto la pena bailar que mañana repito y el viernes y si puedo también iré el sábado. ¡Es la mejor terapia del mundo! ¡Y te llena de vitalidad! ¡Y se lleva todos los malos rollos! Bueno, después de tanta propaganda, ¿quién se anima a venir a bailar?
Ayer estuve repasando algunos cabos sueltos de La Baraja en mi cabeza, aunque no voy a retomar la corrección hasta dentro de unos días, es importante que la narración descanse antes de volver a ella, así le doy tiempo para que se asiente en mi cabeza y ella misma encuentre sus fallos o faltas.
En cuanto a lecturas, he estado buscando sin éxito el libro de José Antonio, pero él se ha ofrecido amablemente a enviarme un ejemplar. ¡Estoy impaciente por leerlo! Este fin de semana estuve leyendo una novela inédita de una blogera, en su blog podéis leer mi opinión:
Por otro lado, voy reuniendo información para retomar la continuación de La Baraja. De todos mis libros esta colección llamada El Pentáculo es el proyecto más ambicioso que he empezado, aunque ahora ya no estoy segura de si debo cerrar del todo la historia en la primera novela y olvidarme de seguir el guión que ya me había trazado para las cuatro restantes o seguir adelante con ellas.
¡Me encanta escribir! Ya os lo he dicho en repetidas ocasiones, pero si debo seguir sin obsesionarme y mirar adelante con realismo quizás ha llegado la hora de detenerme y luchar por lo que ya está acabado, trabajándolo, dándole vueltas y mejorándolo en la medida de lo posible.
Por suerte mi necesidad de plasmar con palabras los mundos paralelos que me invaden continuamente queda totalmente saciada con las entradas que voy dejando aquí cada día, así que la ansiedad que me ocasionaba no escribir diariamente se ve rebajada al mínimo y puedo utilizar mis horas para muchísimas otras cosas que también me hacen feliz.
La historia de los cofres me gusta, en realidad le voy dando vueltas muchas veces: cuando voy con la moto al trabajo, antes de dormirme, cuando camino por la calle, los momentos libres que tengo,…. ¡Así mantengo mi mente ocupada y voy trazando un montón de tramas entrelazadas!
Bueno, hoy me toca irme a trabajar temprano, así que os dejo. Hay muchos de vosotros que esta semana os vais incorporando al trabajo, ¡os deseo un feliz retorno!
¡Hasta mañana!
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