Reflexiones matutinas
¡Buenos días! Estoy contenta,
llego al jueves con mis objetivos semanales cumplidos. Ahora me toca planificar
la semana que viene y terminar de cerrar algunos cabos sueltos. Por suerte sé
que terminaré atándolo todo y que cerraré cinco días muy productivos a nivel
laboral.
Estas últimas semanas se han
sucedido varias situaciones interesantes, al analizarlas he descubierto mi hoja
de ruta y qué es lo que quiero en un futuro no muy lejano. Desprendida de las
cadenas insanas que me ataban a la obsesión de ganarme la vida publicando mis
obras, he descubierto un mundo nuevo que me espera ahí fuera.
A veces llegar a ver cuáles son
realmente mis deseos fuera del ámbito literario me cuesta demasiado. Por suerte
esta vez he despejado el bosque de hojas para llegar a un claro donde se alza
la montaña de mis verdaderas aspiraciones. Ahora solo falta escalar hasta la
cima.
Quizás necesite meses o años para
alcanzar esa meta, pero sé que es plausible y que tengo muchas posibilidades de
llegar a ella, aunque cueste tiempo y esfuerzo.
He conseguido edificar unas bases
sólidas, cada día es un nuevo cimiento y me aporta conocimiento. Ahora toca
planear hasta el último aliento que le dedicaré a mejorar aspectos importantes
de mi vida, aunque tarde tiempo o tenga que emplear un sinfín de energía.
Llegar a un punto donde defines
con claridad los hitos que deseas alcanzar en un futuro cercano es básico para
avanzar. A partir de este instante toca escalar el monte de la realidad para
arañar un poquito de cielo. Espero y deseo que la ascensión sea perfecta.
¿Quiero ver algún día las novelas
editadas? ¡Claro! ¡Me encantaría! No concibo un escritor que no lo desee, pero
no es lo más importante para mí, es algo que me llenaría de emoción y me elevaría
a un lugar que ahora considero inalcanzable. Sin embargo no es lo más
importante ni lo único que me lleva a pasarme horas frente al ordenador.
A ver dónde me lleva el tiempo…
¡Feliz día! J
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