Temurun Waterfall (Langkawi)

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Llego al viernes con una sonrisa de felicidad, deseos de fin de semana y la sensación del trabajo bien hecho. Es altamente satisfactorio terminar las tareas necesarias para el buen funcionamiento de las empresas.
Ayer conté con poco tiempo para sumergirme en el maravilloso mundo de Lúa, pero fue muy provechoso. No entiendo qué me está pasando con esta novela, mi mente no se detiene, analiza concienzudamente cada escena, en busca de fallos, y siempre acabo retocándolas varias veces hasta verlas perfectas.
Estoy contenta con el resultado conseguido hasta ahora y, lo más importante, disfruto con cada adelanto, vibrando con los personajes, sumergiéndome en sus vidas.
Vamos a volver a Langkawi, aunque me da pena avanzar en la narración, porque poco a poco me queda menos para contaros…
El día once de agosto nos despertamos pronto para ir a la última excursión contratada en la isla de Langkawi, pero una tormenta intensa nos dio la pista inequívoca de la anulación del canopy por la selva. Mientras desayunábamos recibimos la llamada de Ashraff, el guía de Langkawi Canopy Adventures, para decirnos que de momento se suspendía la actividad. Si por la tarde era posible nos llamaría para programar la salida.
Mis hijos se tomaron fatal la noticia, deseaban subirse a los árboles de la selva y practicar un poquito de aventura.
Media hora después dejó de llover y decidimos coger el coche para explorar la zona del The Datai, uno de los hoteles más caros del mundo. Por la carretera nos paramos en las Temurun Waterfall, unas cascadas impresionantes donde tomar un relajante baño.
Como el día no era demasiado bueno el parking estaba desierto, igual que el camino preparado para llegar a esta maravilla de la naturaleza. La catarata es impresionante y la solitud del lugar nos envolvió en una calma suave, con ilusión y notas de felicidad.

Mi marido y mis hijos se bañaron contentísimos y yo los fotografíe varias veces, sonriendo, con la energía positiva del momento. No vino nadie a acompañarnos, disfrutamos del lugar con la sensación de sentir la inmensidad de la naturaleza, gozando de sus explosiones de color.
Media hora después volvimos a nuestro utilitario blanco para acercarnos al The Datai, un hotel exclusivo situado en la cúspide de una zona milenaria. Queríamos visitar su playa, famosa por ser la más antigua de la isla, pero los empleados del hotel nos vetaron la entrada, argumentando que es una playa privada. Me dio muchísimo coraje, porque las playas por ley son públicas, pero no pudimos hacer nada.
De vuelta al The Danna nos paramos en una playa muy bonita, tomamos unas fotos y recibimos un mensaje de Ashraff para citarnos a las tres en el hotel. ¡El día se había arreglado!

¡Feliz día! J

You Might Also Like

0 comentarios: