Torres Petronas (Kuala Lumpur)

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Hoy es un viernes raro, ayer fue fiesta en Barcelona y no acabo de centrarme. Pero en una hora seguro que estaré inmersa en el trabajo, olvidándome de todo lo demás.
Ayer fue un día redondo. Terminé por fin la novena vuelta a RANP y me atreví a un experimento… Como mis beta ya la han leído y necesito la visión del target al que va dirigido la novela, busqué en el gimnasio a un par de chicas jóvenes, les pregunté la edad y les pedí el favor de leerla y darme su opinión sincera. Una vez finalicé la última lectura se la mandé. A ver cómo funciona esta idea loca.
Por la tarde nos habían invitado a mi marido y a mí al pre-estreno de The Marcian, con la premier en directo desde Londres. Me encantó la película, descubrir cómo los actores aparecía en la alfombra roja, las entrevistas… Vimos el film en VOSE y fue una pasada.
Unas actuaciones estelares, sobre todo la de Matt Damon, una dirección de Ridley Scott impresionante, una historia bien tratada, con toques de humor y muchísima energía positiva. Es altamente recomendable. No os voy a dar pistas, es mejor verla en el cine.
El miércoles nos quedamos en el aeropuerto de Langkawi, dispuestos a volar a Kuala Lumpur. La mala suerte quiso que tuviéramos un retraso de una hora. Volábamos tarde y teníamos una hora hasta el centro de Kuala Lumpur. Pero no nos quedaba más remedio que esperar.
Una vez conseguimos aterrizar en el KLIA2 nos desesperamos, en el mostrador de los taxis nos pidieron una cantidad razonable, bajamos a buscar el vehículo y nos dijeron que no nos llevaban. Volvimos a la garita, que estaba lejísimo, y acabamos pagando cincuenta y seis euros por un taxi. ¡Un abuso! Fue una muy mala experiencia.
Pasadas las doce llegamos por fin al hotel, sin haber cenado y sin tiempo para hacerlo. Nos instalamos en el Hotel Maya, situado frente a las Torres Petronas, y nos dormimos.
A la mañana siguiente nos despertamos pronto, desayunamos juntos en un buffet impresionante, hicimos el check out y nos fuimos en el shuttle del hotel a las torres. Impresionan, para mí es lo único que vale la pena de la capital malaya, pero igualmente no vale la pena perder un día para verlas.
Habíamos pagado la visita por Internet, las entradas se pueden comprar con antelación. Fue un acierto, porque no hicimos cola. Una vez arriba contemplamos las vistas, caminamos por el puente que une a las dos torres y nos hicimos unas fotos chulísimas.

¡Feliz día! J

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