¡Feliz año nuevo!!!!!!!
¡Buenos días!!! ¡Llegamos
al último día del año!! Hoy es día de retrospección, de hacer listas de
prepósitos para 2012, de renovar nuestro contrato anual de sonrisas, ilusiones
y esperanzas, de decidir mirar la vida con optimismo, de brindar con una copa de
cava para que la siguiente anualidad sea mejor que la anterior, de desearle a
los nuestros una vida maravillosa y plena…
El día se ha despertado
nublado y dejando escapar la lluvia. ¡Supongo que en las montañas se ha
convertido en la nevada tan necesaria! La verdad es que este año el paisaje es
mucho más verde que de costumbre y el blanco inmaculado que solía llenar las
fiestas navideñas se ha quedado un tanto ajado. ¡A ver si tenemos nieve para
fin de año!
Parece que mi cuerpo se ha contagiado de esa tendencia
del tiempo y se ha decidido a ir lanzando la mucosidad que se ha empeñado en
poseer mis fosas nasales. ¡Qué se le va a hacer! ¡Llegó el constipado! ¡Aunque
ya tengo ganas de que se funda en la desmemoria!
Esta noche, además de los
buenos presagios para el año que viene, voy a cenar cosas buenísimas. ¡Me
encanta la Nochevieja! ¡Siempre preparo un ágape digno de los dioses! Gambas,
salmón, quesos buenísimos, paté, foie Demi,… ¡Ñam! Se me hace la boca agua solo
de pensar en comérmelo todo.
A las doce, tras tomarme
las uvas, voy a dedicar un brindis a todos y cada uno de vosotros, a mis
lectores fieles, a aquellos que han llenado de alegría estos últimos meses, que
me han regalado sonrisas, comentarios, libros y frases. ¡Os dedicaré mi primer brindis
del año!
Y no voy a dejaros la
lista de los propósitos del año que empezará en unas horas, porque todos sabéis
de sobra cuáles son mis deseos y qué anhelo con mayor intensidad… Lo que sí
diré es que también pido que todos los que me importan puedan arreglar su vida,
que la ilusión y la esperanza forme parte del devenir diario de todos y cada
uno de vosotros, de mi familia, de mis amigos, de mis conocidos,… ¡Y este globo
sonda debería expandirse más allá de mi imaginación!
Ahora estoy delante de mi
súper chimenea, con el fuego que acabo de encender a toda potencia y las llamas
retorciéndose en figuras rojizas que ayudan a mi cuerpo aterido a ir
calentándose. La casa está dormida, nadie me acompaña mientras mis dedos
acarician este teclado que se ha convertido en una extensión de mí misma,
escucho el intenso silencio del lugar, veo el día gris y apagado desnudándose
ante mis ojos soñolientos y no puedo evitar recordar aquellas fantasías que me
acompañaban en mis días infantiles, los mundos paralelos que me bombardeaban
sin piedad, las ideas locas que me llevaban a Hollywood a rodar películas que
salían de mis escritos, la alegría con la que vivía esas fantasías.
Era una niña
extremadamente fantasiosa y algo extraña. Tenía una tendencia nada aceptada a
relatar cada instante de mi día dándole un dramatismo increíble, exagerando
cada uno de los detalles, sacando punta a cada una de las situaciones que se
sucedían en mi jornada. Y, como ahora, me encantaba hablar, contar, explicar,
inventar,….
Había momentos en los que
ni yo misma era capaz de discernir entre la realidad y la ficción, ¡le daba tantos brochazos a lo que realmente
había pasado! Lo coloreaba, lo deformaba, lo volvía a delinear y lo pintaba con
una nueva gama, ofreciendo a quien quisiera escucharme un relato fantástico de
algo cotidiano.
¡Qué tiempos aquellos!
Realmente pensaba que la vida era un camino llano donde el deseo y la
constancia llevaban a la meta. ¡Y a constancia no me gana nadie! ¡Cuando se me
mete algo entre ceja y ceja es muy difícil que desista! Pero la madurez ha
traído consigo muchos matices, muchas curvas en el sendero y algún que otro
precipicio… ¡Pero algún día se aplanará! ¡Seguro!
¡Así que ahí va mi brindis
y mis mayores deseos para todos! ¡Tened una buena y maravillosa entrada de año!
¡Ojalá todos vuestros anhelos se encuentren en 2012! Pensad que si hacemos caso
a los Mayas es el último año de la humanidad…
¡Chin Chin!
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