Filosofando...

7:07 Pat Casalà 2 Comments

     ¡Buenos días! Hoy las sonrisas son parte de mi cara… Ayer fui a una cena maravillosa con unas amigas y volví a bailar con Alberto, ¿qué más se pude pedir??
     Ya sé que es extraño, pero bailar me aporta un subidón de ilusión que se parece al chocolate. Es algo mágico, cuando la música empieza a sonar y el profesor marca la coreografía me ilumino. ¡Qué sencilla sería la vida reduciéndola a estos momentos!
      La clase estaba a tope, bailé al lado de mi hermana, sin dejar de hacer caras y de torcer el gesto cuando me equivocaba… ¡Y luego cena! Una magnífica reunión de mujeres con ganas de reír, contar anécdotas, sacarle punta a situaciones cotidianas…
      Por la mañana estaba un poco atacada de los nervios, hay demasiadas cosas en marcha en mi cabeza… El inicio de la tarde tampoco fue agradable, a veces siento que la vida no es justa con algunas personas y me da mucha rabia, las cosas deberían ser más sencillas.
     Cuando se quiere algo cuesta renunciar a ello o entender que quizás nuestra manera de sentir es incorrecta. A veces necesitamos tiempo para asimilar, momentos para entender y una línea segura que no zigzaguee hacia un lugar incierto. Pero la vida no es así, hay que avanzar hacia lo desconocido y descubrir los matices de cada recodo.
     Desear lo imposible, darle una dimensión desorbitada a los anhelos o sentir que si no logras tus objetivos la oscuridad se impone en tu interior, es una mala experiencia. Por eso sonrío, no espero y entiendo que lo tenga que ser será. Aunque he de admitir que cuesta muchísimo cambiar la percepción de la realidad y encarar los momentos con valentía.
      Muchas veces nos equivocamos cuando intentamos algo, es parte de la esencia de vivir. Los golpes dolorosos son los que más cuestan de remontar, pero hay que levantarse y volver a batallar, confiar de nuevo en ti, caminar de la mano del coraje y saber que en algún momento encontrarás aquello que ansías.
      Y, sobre todo, no perder la sonrisa ni la emoción por vivir cada instante ni la chispa que hay en las pequeñas situaciones cotidianas.
   Uffffff, ¡estoy súper filosófica! Quiero y deseo lo mejor, siento que la Providencia ha de otorgar la felicidad a las personas que quiero y anhelo estar rodeada de inmensas y maravillosas sonrisas.
     ¡Feliz día! J




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La importancia del punto y final

7:07 Pat Casalà 2 Comments

     ¡Buenos días! La vida no deja de sorprenderme, es increíble cómo la realidad supera la ficción… A veces pienso que si escribiera algunas de las cosas que nos han pasado en la familia últimamente pensaríais que tengo una imaginación desbordante…
     Lo bueno de las novelas escritas por mí es que acaban como decido y las cosas encuentran un cauce lógico para desentrañarse. Es importante finiquitar las tramas abiertas y dejarlas completamente cerradas, de manera que en mi interior las siento perfectamente hilvanadas.
    En la vida real no siempre se puede poner el punto y final, muchas veces las situaciones terminan con un punto y seguido, con una coma o con un punto y coma. Y nos queda ese regusto amargo de no saber, de no entender, de no darle un final acorde con nuestros sentimientos.
   El peor estado es el de la incertidumbre. Lo he afirmado demasiadas veces, quizás suene como un disco rayado…  Aceptar un sí o un no es más fácil que pasarse las horas esperando a conocer la respuesta a una pregunta que a lo mejor es absurda.
     Los seres humanos tendemos a estresarnos por cosas que deberíamos apartar de nuestra mente. A veces recreo aquella imagen pueril de la margarita entre las manos y el: «me quiere, no me quiere»… Se puede extrapolar a cualquier situación en la que le preguntas si conseguirás pasar un examen, si recibirás una propuesta de empleo, si te llamará, si tus palabras se han quedado en el limbo del ciberespacio, si el Whatsapp emitirá el ansiado pitido…
     Actualmente nos encontramos en un mundo donde quien no corre se estrella. Hay que avanzar a toda pastilla, poner la cuarta o la quinta enseguida y espabilar. Y eso crea una ansiedad difícil de asumir, una necesidad imperiosa de dar salida a tus deseos, de alcanzar objetivos, de saber si las cosas serán como esperas.
    No está de más que en algunos instantes nos detengamos para coger aire y respirar, recapacitar acerca de los que nos preocupa y lanzarnos de cabeza a analizar lo que realmente se extrae de la situación. Aunque duela, aunque sea un camino empinado lleno de alfileres, aunque nos cueste un mundo saber que no se puede esperar más, que hay que darle la vuelta a nuestros sentimientos y sonreír.
     Al final las cosas terminan, hay que ser capaz de encontrar ese punto y final, de cerrar el capítulo en tu interior y poner un nuevo número en la cabecera de la página. Nunca se sabe dónde nos llevará la senda de la vida…
     ¡Feliz día! J


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¿A qué saben las emociones?

7:07 Pat Casalà 6 Comments

      ¡Buenos días! ¿A qué sabe la ilusión? ¿Y la amargura? ¿Y el amor? ¿Y el odio? ¿Y el deseo?... A veces me pregunto cómo darle una dimensión de sentidos a las emociones para expresar con claridad las sensaciones que me recorren cuando me encuentro en una situación concreta. Edificar las novelas con palabras y vestir a los personajes con frases requiere una solidez de ideas acerca de cómo se sienten y cómo piensan.
     Para mí la ilusión es como si comiera un plato de chocolate y lo fuera degustando lentamente, con el sabor dulzón y un poco amargo llenándome la boca. Mmmmm, sonrío solo con pensar en un coluant o unas trufas llenándome el paladar, la ancha sonrisa en mis labios y los ojos refulgiendo chispas de emoción son la prueba viviente de mi ensueño.
      La amargura me recuerda a un limón exprimido, a una tónica (no me gusta nada…), a un zumo de naranja natural hecho hace unas horas… Levanto el labio superior hacia arriba y hago una mueca incómoda, como dando a entender que me disgusta.  
     El amor es una explosión de sabores de distintas tonalidades, con matices dulces, otros amargos y algunos potentes y especiados. El corazón se acelera y las papilas gustativas salivan más que de costumbre, envolviendo cada pedacito de comida con su pasionalidad. Si las cosas salen bien nos tomamos un vaso de buen vino y acabamos embriagados… Si sale mal pasamos al apartado del odio o de la amagura…
     Cuando odiamos nuestra boca se llena de especias picantes, como un buen pellizco de pimienta de cayena. Soplamos por la nariz y apretamos los puños con fiereza, deseando que el fuego que nos quema por dentro se escape por la boca. Luego pasamos a la fase de rabia, una en la que el gusto se empapa de sabores fuertes como si acabaras de darle un buen trago a un aguardiente.
      Mmmmm. ¡el deseo! Volvemos irremediablemente al chocolate… Sentada en la mesa, con ansias de levantarse e ir a la cocina a darle un mordisco a aquella tableta que tienes escondida en la despensa, pero con los remordimientos de las calorías acosándote… Ufffff, te muerdes el labio inferior y suspiras, la boca se llena de las sensaciones intensas que tendrías si tuvieras un pedacito de la tableta… Cuando al final te levantas y lo saboreas sonríes con emoción mientras tu boca se llena de felicidad.
      ¿Y a vosotros? ¿A qué os saben las emociones?
      ¡Feliz día! J


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Arriesgarse

7:07 Pat Casalà 0 Comments

     ¡Buenos días! Estoy tan contenta… No os lo había explicado, pero me volví a lesionar en una pierna y llevaba cinco semanas sin hacer deporte. ¡Ayer por fin volví a bailar! Es increíble lo que hace una sesión de gimnasio con mi cabeza, la cambia por completo.
     Últimamente me enfrento a situaciones que me hacen recapacitar acerca de muchas cosas. Es cierto que la vida te sorprende, que muchas veces la realidad supera la ficción y que sobre el papel la manera de afrontar los momentos difíciles es sencilla, solo hay que caminar hacia el desenlace.
     Quizás por eso ahora escribo distinto, con más profundidad, analizando cada detalle y dándole un tono más íntimo a las novelas. Creo que en la vida hay que arriesgarse a pesar de las consecuencias, deshacerse de los miedos y lanzarse a la piscina siempre que veas un hilito de agua.
     Lo desconocido asusta, es cierto. A veces nos sentimos agobiados, sin ver dónde está el norte, y caminamos sobre arenas movedizas. A mí me pasó durante demasiados años… Es curioso cómo de repente un resorte de mi cerebro se abrió y conseguí superar esa frustración intensa que sentía.
     Sonreír es básico. Ayer en la clase de baile lo hice durante una hora entera y conseguí discernir lo importante de no permitir que tus sentimientos encontrados te desestabilicen. Cuando se desea algo hay que actuar sin dejarse llevar por la corriente del pavor.
     Nuestras vidas en sí ya son muy complicadas para darle demasiadas vueltas a lo que deseamos. Hay que dar el salto en algún momento y si nos estrellamos levantarnos de nuevo y olvidar lo que no ha salido bien. Lo que está claro es que si no lo intentamos nunca lo sabremos…
     Las relaciones son complejas, las maneras de ver la vida distintas en muchos casos y los deseos pueden cambiar a medida que avanza el contacto. Creo que con el tiempo todo se asienta para bien o para mal, pero lo que está claro es que quedarse quieto no ayuda.
     EN EDP hay una conexión intensa entre los dos personajes principales desde el inicio y, a pesar de sus diferencias, consiguen caminar de la mano hacia la incertidumbre de un posible futuro compartido… No sé si la historia está demasiado trillada ni si el secreto de la madre de Jessie es determinante para el lector, lo que sí tengo claro es que la atracción entre dos personas tan distintas acaba por construir una base sólida para desentrañar el pasado.
     Ayer fue un día para recordar lo que pasó hace tres años y descubrir cómo ha cambiado nuestra vida en ellos. La muerte nunca es fácil, y menos para las personas muy cercanas, pero cuando el tiempo avanza se consigue tirar hacia delante con nuevos horizontes y el dolor se convierte en recuerdo…

     ¡Feliz día! J

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Dicotomía de ideas

7:07 Pat Casalà 6 Comments

     ¡Buenos días! Tras un magnífico fin de semana de esquí y sol me reincorporo a la vida laboral con una ancha e ilusionada sonrisa. Hay mil cosas por hacer y poco tiempo, así que más vale llenarse de energía positiva y respirar aire puro.
      Mi cabeza está desordenada, con mil ideas que fluyen en direcciones opuestas y que me colapsan. ELE sigue adelante, con matices interesantes tras un rastreo por Internet, pero la siguiente novela se perfila con muchos matices que me arrastran al deseo de escribirla.
     Tenía el nombre de los protagonistas… Tras una conversación telefónica a la vera de los nervios he decidido modificarlos. Finalmente serán Iris y André, pasará en la maravillosa ciudad de París y tendrá componentes romanticones… O no… Quizás más que eso intentaré darle un giro más tenso a la trama, como quería para EDP. Aunque no tengo claro si lo conseguiré…
   Esa dicotomía de ideas, unida a un millar de pensamientos acerca de situaciones recientes, me bloquea un poco. Puede que cuatro novelas en trece meses hayan agotado mi cerebro y ahora solo necesite dejarme llevar por las olas sin decantarme por ninguna de las historias…
      Me encantaría iniciar la escritura de DUO. Tengo tan clara la ambientación, la idea de partida, la trama intensa… También me gustaría darle continuidad a ELE, ahora he encontrado un filón del que puedo tirar… Y debería relajarme en la vida real, hay tantas variables que pueden alterar la ecuación…
      Ufffffffffff, sigo dispersa y hasta que no consiga centrarme no avanzaré. Ayer envié el resumen argumental y la sinopsis de EDP a la agencia, a ver si gusta y la novela empieza su largo y tedioso camino hacia las estanterías. Me falta darle unas cuantas vueltas más, pero en general creo que la historia está bien hilvanada.
      Podría probar de escribir dos novelas a la vez… Aunque no sé si sería capaz. Pero las dos son tan diferentes… Una es para un público adulto, la otra para jóvenes en edad de romance. ELE se nutre de sucesos que podrían ser, DUO de ideas románticas e ilusorias…
      En la vida real las cosas son demasiado complicadas, no puedes decir: «me gusta, quiero intentarlo» y que la relación de pareja se estabilice sin más. En cambio en las novelas todo fluye. Aunque las experiencias propias y de mis allegados me demuestran que no es así, que hay momentos de todo y que el amor es complicado.
      Vale, toca relajarse, irse a trabajar y pedirle a mi cabecita que se centre… A ver si lo consigo.

      ¡Feliz día! J

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Fin de semana...

7:07 Pat Casalà 0 Comments

      ¡Buenos días! Es viernes… Para mí el mejor día de la semana… Siete horas intensivas de trabajo y fin de semana, dos largos y preciosos días para continuar con mis escritos, con la tranquilidad que otorga el no tener más obligaciones que las familiares y la ilusión por descansar.
       Este fin de semana me lo tomo de vacaciones del blog… ¡Hasta el lunes no hay entrada!
     No me iría mal encontrar el interruptor de ayer y pasarme el fin de semana vegetando sin más, pero creo que va a ser que no. Aunque debería obligar a mi cabeza a decidir cuál de las historias que elabora es la que debo escribir.
      Tengo ELE a medias, Júlia es una mujer interesante y su padre un hombre con un pasado intenso… Y la nueva idea, con tintes romanticones… Ufff, es que me gustan las dos. Casi podría intentar escribir a dos manos, aunque quizás acabaría loca o con dolor de cabeza.
      Ayer tuve una comida súper interesante. La vida no deja de sorprenderme, lo que antes me parecía doloroso ahora es agradable… Ya no pienso que mi futuro esté entre letras, sé que mi faceta profesional es intensa y que tengo facilidad en ella. Cada día tengo más responsabilidad, con mayores funciones y con un grado de implicación elevado. Y no, no es un camino de rosas, pero es un trabajo.
   Me gustan estas comidas agradables, con conversaciones dispares y una valoración de mis novelas. Pasó a la historia cuando solo esperaba un: «¡la he colocado!». Ahora mi único anhelo es saber si he conseguido enganchar con mi último manuscrito.
     Está claro que EDP es una novela para un público más joven. Quizás tiene una trama un poco previsible, pero la tensión entre Jessie y Noah acaba convirtiéndose en una odisea que nos lleva a descubrir secretos del pasado. Y quizás el que más atormenta el lector es el de la madre de Jessie…
  No consigo alejarme de los crímenes, los serial killers o las personas con instintos asesinos. No sé, a veces pienso que en otra vida debí ser una persona violenta, porque a veces se me ocurren unas cosas…
    Jejeje, cuando escribía La Baraja y cogía un cuchillo de la cocina mi marido me decía: «¡das miedo!». Claro, el Asesino de la Cuneta apuñalaba a sus víctimas con un cuchillo… Pero en el fondo soy buena e incapaz de matar ni a una mosca. Si cuando veo una araña en mi casa de la Cerdanya llamo a mi hijo o a mi marido para que se ocupen de ella…

     ¡Pasad un feliz fin de semana! J

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¿Dónde está el interruptor?

7:07 Pat Casalà 0 Comments

     ¡Buenos días! Hoy parece que será un precioso día de sol y calma. Tengo una comida, mucho lío en el despacho y emociones encontradas. Son demasiados años dedicada en cuerpo y alma a alcanzar un sueño y ahora que tengo un pedacito de él en mi haber me da hasta miedo emocionarme.
     Ufffff, como os decía ayer tiendo a pensar demasiado y a darle demasiadas vueltas a las cosas… Quizás debería relajarme un poco y dejar fluir los sucesos de una manera lógica y serena, aunque a mí me va el control, saber dónde estoy y a qué lugar me encamino, pisar suelo firme…
      A veces pienso que mi ilusión por narrar las peripecias de otros subyace de esa necesidad de encuadrarlo todo en un esquema predefinido. Me gusta actuar como una titiritera que mueve los hilos de la historia, darle la vuelta a cada instante para descubrir un destino diferente al que esperaba.
     Muchas veces pienso que ese control que ejerzo sobre mi vida y la de mis allegados, esa manera de destripar cada suceso y mi tendencia a darle sentido a cada pequeño detalle son los causantes de una imaginación sin límites. Nunca me conformo con la primera explicación ni con lo obvio, siempre miro más allá. Y a veces es un incordio…
    Quizás debería parar mi engranaje cerebral en algunos instantes, pero la verdad es que no encuentro el interruptor para apagarlo y él sigue trabajando a pesar de mi intención de dejarlo en pausa… ¡Qué se le va a hacer! Cuando digo: «voy a hacer vacaciones de escritura» una idea me viene a la cabeza y no puedo dejar que se me escape… Y entonces busco un título y me pongo a teclear.
      Es lo que me mantiene viva y feliz, la ilusión diaria, la emoción de dirigir los movimientos de mis personajes y de ofrecerles la oportunidad de crecer.
     Llevo unos días dándole vueltas a EDP. Me encantó probar un género nuevo, darle la tensión justa para atraer la atención de mis lectoras beta, superar las barreras que tenía en algunas escenas… Creo que esta novela se dirige a un público  más joven, aunque también pueden leerla otras edades.
      Ahora con ELE también intento probar cosas nuevas, darle un toque diferente y encontrar un tono sugerente, algo que la diferencie de la Serie Estrada y de los otros manuscritos… ¡A ver si lo consigo!
Mientras tanto ya tengo el principio de la siguiente… Uffffff, a ver si encuentro pronto el interruptor y me quedo unos días sin ideas…

      ¡Feliz día! J

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Uffffffffff

7:07 Pat Casalà 4 Comments

      ¡Buenos días! Hay momentos en la vida que cuesta quedarse quieto esperando, con la sensación de que las horas encadenan un montón de segundos angustiados y ansiosos, con la mirada puesta en el teléfono, deseando que emita un sonido anunciante de un mensaje.
      Cuando era joven y empezaba una relación me sentaba frente al aparato de mi casa con la necesidad absoluta de escuchar el timbre. No existían los móviles ni Internet ni nada que me acercara remotamente a monitorizar a la otra persona, sencillamente tenía el teléfono fijo y la sensación de que si no sonaba me moriría de desesperación.
      Le animaba con un: «suena, suena, suena ya». Las palabras me salían atropelladas, con un deje de hiperventilación. Mi corazón parecía un tambor aporreando la selva en mitad de la noche y sudaba a mares.
       Me recuerdo sentada en el sillón frente a la mesilla, con el alma en vilo y una obsesión casi enfermiza con ese sonido que no llegaba.
      Algunas veces el timbre del teléfono me sobresaltaba, entonces alargaba la mano temblorosa para contestar con un hilo de voz casi invisible. Si era él las lágrimas se encargaban de llenarme los ojos mientras intentaba recuperar el aplomo perdido. Si contestaba una persona ajena a mis pensamientos la frustración desencadenaba un sentimiento incómodo. Le hablaba educadamente, pero con el regusto amargo de la decepción. Y mientras la conversación con otro miembro de mi familia se desarrollaba yo pensaba: «cuelga ya, si llama estaré comunicando».
      ¡Qué tiempos aquellos! Todos hemos pasado por situaciones similares en la juventud y al final hemos conseguido salir a flote…
      Al ser una persona altamente imaginativa y que tiende a pensar demasiado mi mente inventaba constantemente ideas acerca de qué hacía él, de cómo eran sus pensamientos y de cuándo decidiría llamarme… Ufffffff, ¡era una tortura! Suerte que mi vida sentimental está perfectamente encaminada y este año cumpliré la mayoría de edad en mi matrimonio…
      Soy de la opinión que la incertidumbre es el peor estado en el que podemos vivir. Más vale un “no” rotundo que un “a lo mejor”. Por eso las situaciones en las que me toca esperar acaban convirtiéndose en una odisea de inquietudes y ansiedades.
      Tengo una idea para otra novela, aunque primero me gustaría terminar ELE. Estoy convencida de que esta tensión que acabo de plasmar en la entrada de hoy puede darme pie a una historia interesante, una parecida a EDP. Quiero que mis escritos sean intensos, que el lector desee continuar leyendo, con el anhelo de saber qué pasará a continuación. Y estoy en una etapa romántica, con ideas locas acerca de las relaciones…
      ¡Feliz día! J

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Encuentros...

7:07 Pat Casalà 0 Comments

     ¡Buenos días! ¡Qué bonito se ve el día desde mi ventana! No tengo claro si hará sol o las nubes ocuparán el cielo, pero hoy me levanto contenta, con muchas alegrías para digerir. Hay veces que un presentimiento se materializa en una realidad y es maravilloso saber que puede convertirse en un hecho.
     ¿Os ha pasado alguna vez? Ves a dos personas por separado y piensas… ¡Pegan! No sabes por qué ni cómo, pero las miras y lo sabes. No hablo solo del plano amoroso, también me refiero a la amistad, a la cercanía, al compañerismo.
     Cuando era jovencita me pasaba con mayor asiduidad que ahora, entonces era una forofa de los temas esotéricos y buscaba las razones más allá del entendimiento racional. Sin embargo a medida que crecía me daba cuenta de que en realidad no es más que observación.
      Saber que hay dos mentes predestinadas a comprenderse no es un don ni nada parecido, es simplemente una intuición que subyace de la reflexión no consciente.
     Es extraño, pero no insólito. Ya me pasaba de pequeña y normalmente acertaba, aunque hay veces que lo difícil es juntar a esas dos personas. Las distancias geográficas o la lejanía de sitios donde se mueven pueden jugar en contra.
      Creo en el amor a primera vista, en el flechazo, en las palpitaciones aceleradas cuando se acerca una cita con alguien que despierta tu interés. Soy una romántica con el corazón preparado para ver señales fabulosas que me hacen feliz. Con mi marido lo supe al cabo de una hora de conocerlo… Fue algo mágico, llamé a mi madre y le enuncié que acababa de conocer al hombre con el que me casaría. ¡Solo tenía dieciocho años!
     Cinco años después cumplí esa premonición. Y este año vamos a hacer la mayoría de edad de casados…
     Así que mi visión del amor sigue siendo idílica, con suspiros ahogados, emociones palpables, adrenalina a tope y sonrisa bobalicona. Las descripciones de este sentimiento en mis novelas son parecidas a mi manera de visualizarlo, mis personajes aman con locura, aunque a veces les cuesta un mundo darse cuenta de lo que sienten.
     A veces me encanta vivir una historia de amor con la mente, viajando a la piel de otra persona para vibrar con los primeros encuentros. Creo que estoy en una fase de escritura con toques de romanticismo, unos que me hacen sonreír con frecuencia. Quizás por eso me cuesta encontrarle el tono al principio de ELE…
     ¡Feliz día! J

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Emociones

7:07 Pat Casalà 0 Comments

      ¡Buenos días! Se acabó el fin de semana… No tengo demasiadas ganas de volver a trabajar, pero no hay más remedio. Así que vamos a poner una gran sonrisa y a estar feliz de tener un lugar al que ir.
       El sol empieza a brillar en un cielo que ayer se derrumbaba sobre la acera con chorros de lluvia. Por la tarde volvimos del cine empapados, temblando y con los recuerdos de una película lacrimógena. ¡A mí me encantó! Se llamaba Cuento de Invierno y era una historia muy, muy triste.
      Este fin de semana no he escrito ni una palabra, creo que esta vez sí que estoy un poco saturada de tramas, personajes e ideas. 2013 ha sido prolífero en escritura: tres novelas de una misma serie y una cuarta que quizás está dirigida a un público más joven, pero con la que me siento muy contenta.
      Experimentar con nuevas formas de narrar, buscar géneros diferentes para explorar el potencial que te ofrecen y ser capaz de abarcar retos es mirar hacia delante y no hacia atrás. La Serie Estrada es algo que siempre quise hacer, una policía que resuelve crímenes, diferentes maneras de encarar las investigaciones policiales…
      Cuando inicié la cuarta novela de la serie dejé de teclear en el folio veinte. Es curioso, si en esa hoja dejo de escribir sé que esa novela no va a ver la luz, como mínimo de momento. Quizás es lo que me está pasando con ELE. Aunque tanto esta última como LUE tienen un argumento claro en mi mente.
       Necesito probar cosas distintas, buscar alternativas a mis clásicos argumentos para absorber experiencias variopintas. Escribir siempre un mismo género y con un mismo tono es aburrido, y como ahora narro para mí y unos pocos que me leen, lo hago de manera entretenida, buscando siempre algo que me atraiga.
      Ayer hablaba con mi familia del amor. Yo soy una romántica, eso se extrae de mis novelas y de la manera en la que los personajes descubren sus sentimientos. Pero en la vida real las cosas no suelen ser tan fáciles… Aunque estoy convencida de que el amor a primera vista existe y que es un flechazo del que no puedes escapar…
     A medida que crecemos racionalizamos las emociones, de manera que evaluamos a la persona según otros cánones, pero el amor, la atracción y la emoción de volver a ver a la persona deseada prevalecen igual de fuertes. ¡Qué difícil es el mundo de las relaciones! Suerte que en abril alcanzo la mayoría de edad de casada y no tengo que experimentar en estos lances más que con el papel y el teclado…
      Seguiré con mi visión romántica del asunto…

      ¡Feliz día! J

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Una carrera de atletismo

10:01 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Hay quien me pregunta qué se siente al cumplir un pedacito de tu sueño, incluso se interesan por saber cómo sucedió y si la vida es maravillosa para mí después de saber que por fin viviré la emoción de una publicación en papel. Yo les contesto que con el paso de los años he aprendido a calmar mis emociones, a vibrar con las pequeñas cosas y a saber que la vida está llena de pequeñas ilusiones.
Estoy contenta, no os voy a engañar, pero no es lo único que me alegra el día. A mi alrededor tengo personas maravillosas que me acompañan en el camino, que me apoyan y me animan, son personas importantes para mí, luchadoras incansables a las que quiero muchísimo.
Mi hermana es un claro ejemplo de ellas, alguien capaz de capear el temporal más virulento con una sonrisa, con una visión perfecta de sus posibilidades futuras y un aplomo increíble. Y cuando me preguntan quién es mi héroe en la vida real digo que sin lugar a dudas es mi hermana.
Quien algo quiere no puede quedarse quieto esperando a que aparezca o caiga del cielo, ha de armarse de valor y batallar sin tregua, no parar, no detenerse, no lamentarse. Para mí la carrera literaria ha sido esto, una pista de atletismo donde lo más importante es la resistencia.
Corría un poquito cada día. Al principio me esforzaba demasiado y acababa sin aliento recuperando el resuello en una esquina oscura y lúgubre. Con el paso de los años la carrera se ha mitigado permitiéndome andar rápido, sin perder la respiración acompasada ni la sonrisa.
Supongo que cuando llegue a la primera de mis metas y vea El Secreto de las Cuartetas en papel entenderé que cruzar la cinta es emocionante y que la vida tiene demasiadas cosas increíbles para obsesionarse con algo. Ahora estoy a la espera, feliz y contenta, con la sensación de que se avecina un año 2014 perfecto y genial.
Recuerdo mis sueños infantiles, cuando me propuse acabar en Hollywood filmando una de mis novelas… Ya de mayor escribía en papeles que Marta Noguera sería una realidad en la pantalla grande… Pues bien, quizás no es un paso de gigante hacia el horizonte estrellado, pero mi contrato sí es un avance significativo.
¡Feliz día! J


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El día promete

9:09 Pat Casalà 2 Comments

¡Buenos días! Parece que el fin de semana nos sonríe… Hoy es un día importante para mí en muchísimos aspectos: voy a enviar por fin el contrato de edición para El Secreto de las Cuartetas. Lo que queda es un puro trámite, pero uno de aquellos que te dan una inyección de buenas vibraciones.
Estoy feliz, es una sensación increíble, una que espero desde hace tantos años que ahora la saboreo distinto de lo que esperaba. Quizás el paso del tiempo sea necesario para asentar los sentimientos y entender la medida justa de las realidades.
Recuerdo instantes de mi vida en los que pensaba lo increíble que sería firmar un contrato con una editorial, evidentemente siempre pensaba que sería una de primer nivel, como Planeta, ¡soñar no cuesta dinero! Sin embargo no estoy descontenta por la elección actual, es una buena manera de empezar, de la mano de una editorial pequeña que apuesta por autores inéditos, sé que Javisa23 va a ser cuidadosa con mi libro y a valorar lo que tiene entre manos.
Me he despertado con resaca de sueño, últimamente no duermo nada bien. No suelo mirar las listas de Amazon más de dos veces al mes, es absurdo pasarse el día buscando signos de que tus novelas se venden y si no te enganchas a ellas consigues sonreír con más facilidad. Hoy las he mirado y mi sorpresa ha sido inmensa al toparme con muchas ventas de golpe. ¡Es fantástico saber que casi dos años después de las publicaciones las novelas todavía interesan!
Tengo la sensación de que será un gran sábado por muchísimas cosas. Estoy incluso un poco nerviosa para que todo salga bien.
Hace sol, el día es cálido y calmado, se escuchan pocos ruidos y tengo buenas vibraciones. Ayer celebramos un dieciséis cumpleaños, hoy vamos a una fiesta de cuarenta. Dos generaciones separadas, dos celebraciones distintas y un montón de momentos intensos.
¿Nunca habéis deseado algo importante para los demás? A mí me pasa ahora, tengo la sensación de que algo maravilloso está a la vuelta de la esquina y no es para mí, sino para alguien a quien quiero mucho y le deseo lo mejor en esta vida.
Ojalá la Providencia esté de mi parte y esa intuición que me acompaña pueda convertirse en una realidad. Aunque es cierto que mi imaginación siempre consigue desatar lo mejor de las situaciones.
Ayer hablaba con mi hermana de nuestra visión del amor. Para ella el flechazo se puede regular, piensa que si no quieres no te enamoras. Yo sigo con mi idea romántica del amor a primera vista, de las cosquillas en el abdomen cuando encuentras al adecuado, de la taquicardia, los sudores, la ansiedad del encuentro…
Puede que sea verdad que a medida que maduras tu manera de enamorarte cambie, es posible entregarte de otra manera, pero nunca dominar tus sentimientos. La química entre dos personas surge muchas veces de una simple mirada y no sabes por qué. ¡Esa es la magia del amor!

¡Feliz día! J 

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