Mejor en presente
¡Buenos días! Esta semana es cortita, ¡me encanta!
Ayer retomé mi rutina, fui a Zumba, escribí muchísimo y ahora mismo solo me
falta un capítulo para terminar UDMST. Ya os dije que el final ha decidido
cambiar en el último minuto para convertirse en uno más intenso que el inicial.
Una de las partes más importantes a la hora de
enfrentarse a un manuscrito es decidir la estructura, la voz del narrador y el
tiempo verbal. Hace días os conté mi decisión de intercalar un capítulo en
primera persona y otro en tercera para tener dos visiones de la situación.
Empecé a escribir en pasado. Normalmente los
libros que leía me narraban una historia que ya había terminado, y no me paré a
pensar si era una opción perfecta o si había otra mejor. Solo me lancé a
escribir en pasado, con la mente abierta a aprender.
Mi segunda novela, Géminis, un thriller que
quizás algún día retome para mejorar y subir a Amazon, fue un experimento en
cuanto a tiempos verbales, porque en esta novela las voces de Sandra están
escritas en presente y las del resto de personajes en pasado.
Descubrí algo interesante, cuando la narración está
en presente es más ágil, no necesita tiempos verbales complicados ni frases
demasiado intrincadas. Tiene la precipitación perfecta, produce una sensación
de no saber qué pasará a continuación, porque ni propio narrador lo sabe, y posee
la facultad de convertirse en una baza interesante a la hora de dar giros
argumentales. Y eso me encanta.
Hace un par de años adopté este tiempo verbal como
mío, con la emoción de avanzar en la trama de la mano de los personajes, sin
renunciar al efecto sorpresa. Me siento cómoda con él, y eso es lo más
importante.
Estos últimos años he avanzado en otras facetas de
la escritura. Ahora me empapo visualmente de instantes para escribir las
escenas. A veces me paso horas en Printerest para ilustrar una idea, y acabo
con fotos colgadas en el tablero que le dan vida. Otras busco canciones en
Spotify que me lleven a una situación emocional concreta para descubrir lo que sienten
los personajes.
Utilizar los sentidos para transmitir emociones es
una gozada. Es como si a través de las imágenes y la música pudiera acercarme
todavía más a los personajes y la simbiosis entre mi mundo imaginario y el real
fuera más sencilla.
Mañana tengo previsto terminar la novela para una
lectura rápida el fin de semana. Luego se quedará un tiempo en la nevera,
mientras le doy una vuelta a CDTEAT con las impresiones de mis beta para
enviarla a un concurso.
Mi cabeza ya va dándole color a NPVST para
conseguir un final de trilogía a la altura. Desde luego mi velocidad de
escritura de los últimos meses es increíble. Acabé CDTEAT en un mes y medio.
UDMST me habrá ocupado casi dos meses… Me dará muchísima pena dejar atrás a
Julia a Zack, estos dos personajes me han ofrecido emociones intensas.
¡Feliz día! J
0 comentarios: