¡Adiós 2020! ¡Hola 2021!

6:26 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! ¡Y feliz entrada de año! Espero que, a pesar de la situación, todos encontremos la manera de pasar un feliz día y dejar atrás un año cargado de cambios.
Hacer balance es lo más importante en un momento así, porque la vida se llena de instantes que debemos valorar, de emociones, de pequeños momentos que nos definen y consiguen otorgarnos la felicidad.
2020 empezó triste para mí. Doloroso incluso, porque tenía el corazón roto. Acababa de perder mi trabajo, dejando atrás una parte importante de mi vida, y debía enfrentarme al duelo. Fue duro porque siempre he sido de ese tipo de personas que lo dan todo. 
A veces los cambios son difíciles, pero necesarios. Ahora lo sé.



Me adapté a la situación, asumí, acepté y aprendí a sonreír en mi nueva realidad, donde mi tiempo se llenaba de escritura, lectura y correcciones literarias, de sol, sensaciones y muchísimas horas de búsqueda de trabajo, de entrevistas, tests, pruebas de nivel… De clases de inglés. De familia, porque la parte más positiva de este año ha sido su compañía, el poder compartir las comidas con ellos, el estar unidos de nuevo, el estar a su lado sin trabajar una burrada de horas.
El confinamiento no me encontró a traspié porque para marzo ya me había acostumbrado a estar en casa, a quedarme en la cama escribiendo hasta media mañana, a pasarme horas leyendo, a corregir otras novelas en el despacho de casa por las tardes… A llamar a mis amigas por Skype a cualquier hora. A vivir más recluida, pero no menos feliz.

Foto de Julia Larson en Pexels

El verano se llenó de seis semanas en mi casa de la montaña, donde escribir y leer fueron mis aliados. Lo hice sin parar, acompañada de mi perrita, de mi familia en algunos momentos y de la serenidad del lugar. Fue mágico.
Seguí inmersa en procesos de selección, unos muy largos y otros muy cortos. Recibí algún que otro no, pero siempre tuve la certeza de que algún día encontraría un sí. Y… Hace un mes llegaron tres propuestas en firme, todas en un solo día. ¡Fue tan increíble! Me decidí por una que me hacía muchísima ilusión, y ahí estoy, avanzando, adaptándome, disfrutando de un nuevo reto que me llena un montón.
A eso debemos sumarle las grandísimas noticias literarias, porque la editorial Grupo Litworld me publicó la Bilogía 4ever y ha sido un éxito aplastante, un constante subidón de autoestima. Y luego eTerciopelo me propuso publicar la bilogía Perfumes y acordes, dos novelas donde dejé impresos mis sentimientos de duelo cuando perdí mi trabajo. Hace apenas un día que ¿A qué huele la nostalgia? ha salido a la venta y pronto llegará ¿AQSLF? ¡Me encantan las dos portadas! 

Foto de VisionPic .net en Pexels

Pero eso no fue todo. Este 2020 me ha traído también un contrato con una editorial nueva y más grande, una que todavía no puedo anunciar, pero que me hace tan feliz… En marzo va a estrenar la serie Little Falls con CM, una portada de alucine y un grandísimo hype en mi corazón. 
Mi balance en realidad es súper positivo porque, a pesar de todo, este 2020 me ha traído novedades alucinantes y estoy decidida a explotarlas a lo grande durante 2021.
Mi balance: he escrito cinco novelas (¡qué fuerte, yo pensaba que no había producido tanto!), he leído 191 libros (¡Capicúa!!!!!), he visto un montón de películas y series, he publicado cuatro libros y he encontrado un trabajo que me está encantando. 
¿Se puede pedir más?
¡Feliz 2021! J
 

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La importancia de ser respetuoso

6:16 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días y feliz entrada de año!!! Ya queda poquito para dejar atrás este 2020 tan extraño, para hacer balance de cada instante perfecto y cada uno que nos ha dolido, de saber en qué hemos mejorado y en qué todavía nos queda un trecho por mejorar. Y es bonito hacerlo a pesar del Covid, del confinamiento, de la surrealista situación vivida por todos este año.
Ayer me sucedió algo que me removió muchas cosas y me hizo reafirmarme en mis creencias de cómo de importante es ser capaz de mantener el temple en todo momento y no perder nunca el respeto por los demás, y mucho menos si son compañeros en algún ámbito de tu vida. 
El carácter de una persona define su vida porque en muchos casos acarrea buenas o malas vibraciones y atrae un tipo de conductas ajenas. 
Siempre he defendido el diálogo como forma de solucionar cualquier conflicto, junto al ir de cara, pero sin perder el norte ni increpar a nadie ni tratarlo con una falta total de respeto.

Foto de John Finkelstein en Pexels

Todavía le doy vueltas a cómo puede una persona crecerse de esa forma, insultar sin venir al caso, tratar a un compañero como si acabara de sufrir una regresión y volviéramos a un patio de colegio donde los gritos y el enfado acaparan los sentimientos convulsos que empiezan a estabilizarse en nuestro interior.
Gritar, rebajar al otro, no dejar hablar, insultar y despreciar de una forma clara los intentos de tu interlocutor por reconducir la conversación a un tono más productivo, donde se puedan explorar los sucesos y encontrar una vía de entendimiento, es perder los papeles y no saber estar en tu lugar. Además de una forma irracional de tratar a tus compañeros.
En la vida me he enfrentado gente parecida, pero no me acostumbro, lo siento. Es uno de mis más grandes propósitos en la vida al que jamás renunciaré. Tratar bien a todo el mundo, razonar, no perder los nervios, encontrar una solución dialogante y no atacar, sino explicar, porque todos somos humanos, todos somos susceptibles de equivocarnos y la única manera de rectificar es explicar qué ha pasado y buscar una forma de evitar algo parecido en el futuro.
Foto de Olya Kobruseva en Pexels

De algo malo siempre se extrae un pedacito de positividad porque cualquier giro de los acontecimientos nos depara alguna enseñanza y un logro al que agarrarnos. La felicidad está hecha de esos pequeños momentos, cuando a pesar de escuchar insultos te mantienes sereno, sin perder los nervios y, en vez de sucumbir al instinto primario de la ira, al final solo te quedas perplejo ante lo sucedido, sin explotar ni permitir que los sentimientos capitaneen tu reacción. Y, además, es una buena base para crear a algún personaje en el futuro, aunque ya os aviso que no va a ser nada feliz… 

Hoy lo veo todo más nítido, menos punzante y busco esa sonrisa en mi interior que me define, porque dejo atrás el ayer y me centro en la alegría de la publicación de ¿A qué huele la nostalgia? A veces tu vida da un giro inmenso, como la de Alba, y has de buscar la forma de reinventarte… ¿A qué esperáis para comprarlo?
¡Feliz día! 
 

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Leer y escribir

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Hay momentos en los que me doy cuenta de cómo ha cambiado mi percepción de la vida en estos años, de cómo a veces un bache en el camino acaba dándome una nueva perspectiva y me ayuda a avanzar. Porque cuando estamos inmersos en un mar de estrés no somos capaces de ver la luz del sol penetrando entre la bruma.
Un año en busca y captura de un nuevo reto profesional me ha servido para encarar de una forma distinta la vida, una más serena y feliz. 
Hay tanto por lo que estar agradecida… Y más en momentos como este, cuando la pandemia está arrasando muchas de nuestras rutinas, barriendo la capacidad económica de mucha gente, cambiando nuestro mundo.

Foto de Jonathan Borba en Pexels

Ir a trabajar ilusionada por el día, pero sin dejarme abrumar por la cantidad de tareas pendientes, es liberador. Trabajo mejor, llego a más y me implico cien por cien de otra manera. Y me gusta mucho aprender, disfrutar, caminar hacia una mejor versión de mí misma y de mi nuevo puesto.
Mis dos grandes pilones este año han sido la lectura y la escritura.
He leído ciento noventa y dos libros este 2020. Y espero que de aquí a final de año suba un poquito más el marcador. Incluso en algunos meses leía un libro al día, y  he releído un montón de sagas de esas que necesitan de una continuidad lectora para no perderse detalle. 

Foto de Ena Marinkovic en Pexels

Ha sido increíble porque siempre adoraré leer. Es como si pudiera evadirme a otro lugar con la imaginación sin salir de casa.
Cuando me preguntan si papel o digital, solo puedo contestar de una manera: en eReader. ¡Leo tantísimo! Si tuviera que llevar los libros en papel de un lado para otro no me cabrían en ningún lado y acabaría con la espalda destrozada.
Además, el digital no duele tanto en el bolsillo.
Devorar tantos libros me ha ayudado a crecer como escritora porque de ellos siempre extraes ideas, vocabulario, ritmo, sensaciones… Son una fuente inagotable de sentimientos y experiencias.

Escribir ha sido una terapia. En realidad siempre lo ha sido porque cuando me ha inundado la inquietud o los mil entresijos de mi vida, siempre he recurrido a dejar mi mente en blanco de esos temas para llenarla de historias sobre el papel, de personajes, de un mundo paralelo donde la realidad se difumina por unas horas.
He escrito y he corregido un montón porque he descubierto la magia de releer mis novelas, de pulirlas hasta el infinito, de observarlas desde mil ángulos distintos, de ver los fallos y de volver a sentir a los protagonistas.
Ahora voy a recoger los frutos con varias publicaciones. ¡Espero que me acompañéis para siempre!
¡Feliz día! J
 
 
 

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A veces todo sale bien

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Cuántas cosas pueden cambiar entre un post y otro, cuántas novedades, cuántos maravillosos instantes…
Estoy feliz porque al final tuve tres síes y pude elegir donde iniciar mi nuevo reto profesional para caminar hacia un rumbo desconocido y emocionante a la vez.
A veces la espera es para traerte lo mejor. Los astros se alinean y te brindan la oportunidad de recorrer un nuevo sendero donde te sientes ilusionada ante la experiencia y estás dispuesta a darlo todo de ti.

No ha sido una mala espera, este año de búsqueda ha estado bien, pero la adrenalina de volver al ruedo laboral, la inmensa energía que desprendo al irme cada mañana al trabajo, es lo mejor porque cuando consigues entusiasmarte con lo que haces, la vida te sonríe.
Estoy en un momento muy dulce, bonito y feliz.
Durante muchos años he luchado sin desfallecer para alcanzar algunas metas y ahora parecen dibujarse ante mí, aunque solo el futuro puede decir si van a ser productivas.
Y ahora tengo mi nuevo trabajo, un puesto donde explorar mi experiencia previa, aportarla y a la vez aprender muchísimo, porque nunca se sabe demasiado y cada nuevo escalón en la vida te ofrece un aprendizaje continuo.
Estoy decidida a trabajar duro, a empaparme de este nuevo mundo y a caminar hacia la mejor versión de mí para ocupar el puesto con la responsabilidad y la eficiencia necesaria. 

Foto de Jasmine Carter en Pexels

¡Qué ilusión!
En el mundo literario voy lanzada. No he dejado de escribir ni de soñar y tengo una noticia taaaaaan emocionante…
Todavía no os puedo explicar demasiado, pero he firmado con una de mis editoriales más codiciadas desde hace tiempo y en marzo la primera novela de la serie Little Falls verá la luz con ellos.

Foto de Pexels

No os voy a engañar, he puesto unas expectativas altísimas en esa publicación, y también en la bilogía Perfumes y Acordes, que sale a la venta en pocos días con el primer volumen. Porque soñar a lo grande es la mejor manera de no perder nunca la sonrisa ni la esperanza.
En mis escasos ratos libres de ahora, con el tiempo, cuando me haya hecho al trabajo, volveré a ajustar mi rutina para arañar más horas para la escritura, sobre todo los fines de semana, sigo adelante con la tercera novela de la serie Little Falls y leyendo sin parar. Nunca decae mi ilusión por la escritura, ¡es mi corazón!
¡Feliz día! J
 

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¿A qué huele la nostalgia?

7:17 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Ha llegado el momento de revelar una de las portadas y el título de los libros que vienen, de ¿AQHLN? 
Os puse las siglas del título hace un tiempo y alguno de vosotros descubrió varias de las palabras que se escondían tras ellas, hoy os las anuncio con toda mi ilusión: ¿A qué huele la nostalgia? Porque Alba sueña con ser perfumista algún día, porque le gusta guardar las fragancias de los momentos en potecitos de cristal, porque la nostalgia está presente en nuestros tres protagonistas durante gran parte de la novela, aunque avanzan, maduran, abrazan la posibilidad de alcanzar sus metas y se desligan de un pasado.



Porque el paso del tiempo consigue mitigar los dolores y caminar hacia un destino cargado de ilusiones, aunque a veces haya curvas en el camino.
Es un libro distinto de los anteriores. Tiene amor, pero también instantes cotidianos, el paso del tiempo, tres personajes en vez de dos, con capítulos que avanzan en el laberinto de los años mostrándonos cómo esas tres personas consiguen deshacerse de sus fantasmas para internarse en un destino lleno de color.
Alba, Alonso y Amelia son el equipo A… Como dice Alba: «Los aes somos mil veces mejor. Creativos, divertidos, apasionados, optimistas…». Y Alonso la secunda: «Las aes molamos, tienes razón».
Os voy a poner un trocito de los agradecimientos porque en ellos se expresa cómo surgió esta idea: 


«Aquí estoy otra vez, pensando en cómo surgió esta idea y a quién darle las gracias para que llegara a ser una novela de verdad, con sus capítulos, sus tramas, sus momentos…
Fue en un momento convulso de mi vida, cuando los cambios planeaban sobre mi cabeza y se estaban cerniendo en mi vida, como sombras de esas que acechan en la oscuridad y te envuelven en el momento menos esperado.
Tenía los sentimientos tan convulsos, tan a flor de piel, tan encendidos que necesitaba una historia donde volcarlos y expresarlos. Porque cuando escribo consigo traspasar un poco del peso de mi corazón a las palabras, a esos personajes que me acompañan en el proceso. 
Alba se rompe al inicio, y poco a poco va reconstruyendo su vida, encontrando una razón por la que vivir, descubriendo sus verdaderos sentimientos hacia Alonso, forjándose un destino muy alejado del que planeaba antes de la desgracia. 
Era un paralelismo lejano con mis sensaciones de ese instante, de cómo me rompió un cambio significativo en mi vida laboral, de ese camino que a veces se interrumpe para retomarse en otro lado. Y quería escribir dolor y a la vez esperanza, dejarle a Alba y a Amelia el peso de mi momento para suavizarlo y llevarlas a un punto donde encontraran la felicidad. Y Alonso es su gran contrapunto».
 



Y ahí va la sinopsis, ¡espero que os guste!:
 
La vida te enseña muchos caminos, pero solo tú puedes decidir cual eliges.
El dolor golpea a Alba cuando llega a casa y descubre cómo su mundo acaba de saltar por los aires. Lo pierde todo. Su familia, su vida en Barcelona, sus pertenencias … Termina en el pequeño pueblo de Capafonts, a cargo de su tía-abuela Amelia, una mujer que lleva treinta años huyendo de un pasado doloroso al que nunca se enfrentado, porque a veces las heridas abiertas no cicatrizan.
La cercanía de Alonso, su gran amigo de toda la vida, y la presencia de Amelia en su día a día, ayudan a Alba a superar los recuerdos, a crear una nueva versión de sí misma, a luchar por sus sueños y a descubrir lazos emocionales impensables. Ella es el motor para que Alonso nunca deje de soñar y él se convierte en su roca. Juntos capean mil temporales, redefiniendo varias veces su amistad, mientras ella encuentra el camino hasta el corazón de Amelia.
 
¡Feliz día! J
 

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Book box Bilogía 4 ever

7:57 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! ¿Sabéis aquella sensación de vértigo en el estómago cuando tu vida está a punto de cambiar? Eso siento yo en este instante, pero con una ilusión tan grande que no me cabe en el corazón. Se avecina un salto precioso, un reto maravilloso y un gran compromiso por mi parte.
Ya os contaré…
En mi mundo literario tengo muchísimas noticias, pero no se pueden contar todas todavía. Porque a veces se ha de esperar al instante justo, ¿no creéis? 
De momento quiero explicaros lo que ha hecho @grupolitworld y que me hace muchísimaa ilusión. Porque estas pequeñas cosas consiguen despertar sonrisas y esperanzas de encontrar un camino directo a la ilusión.



¡Hay una book box de la #Bilogía4ever (enlace)!!!!! Y contiene cositas preciosas:
 
·      La obra #bilogia4ever
·      Punto de libro
·      Postal con sorpresa 🎁
·      Una sorpresa por parte de la autora
 
Espero que os animéis a mirar esta #Bookbox porque a mí me tiene arrebatada. Igual que la idea de que Brenda y Dylan estén en Nubico (enlace) y subiendo a todas las plataformas más importantes: Casa del libro (enlace), Apple Books (enlace), FNAC (enlace), El Corte Inglés (enlace), Kobo (enlace), Amazon (enlace) y muchas más…
Es tan bonito verlo ahí.
La verdad es que la editorial se está portando súper bien conmigo y me hace verdadera ilusión compartir con todos vosotros estas novedades.



Pero la maratón de publicaciones no acaba ahí. Pronto podré desvelar la portada de ¿AQHLF?, la primera novela de la bilogía Perfumes y acordes, una obra diferente en muchos sentidos porque no es new adult ni cien por cien romántica. Tiene mucho de intimismo, de situaciones, de instantes, de cómo dos personas que se conocen de toda la vida avanzan hacia descubrir sentimientos inesperados al lado de otro personaje muy importante para ellos y con un pasado atormentado.
No hay dos narradores, en esta primera entrega hay tres: Alba, Alonso y Amelia. Porque también hay dos historias de amor, de superación, de logros, de camino hacia la madurez o la confrontación del pasado.



En enero vendrá la continuación para no haceros esperar, con ¿AQSLF? Un desenlace con giros, instantes y el descubrimiento de la historia de Amelia y de cómo se enfrenta a ella.
Y después, quizá para marzo, voy a daros una noticia bomba. 
¡Atentos al blog!
¡Feliz día! J
 

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Buscando...

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Estas últimas dos semanas han sido una locura de buenas noticias literarias, emociones, ilusiones, nuevas portadas y esperanzas en la parte laboral. Aunque la experiencia me indica la necesidad de tomarme cada una de ellas con calma, soy una experta en disparar sentimientos y en casi sentir la victoria. 
Y eso no es malo.
Mi balance en el tema de la búsqueda de trabajo es positivo, pase lo que pase. En estas últimas dos semanas he llegado a cuatro finales y he iniciado un par de procesos nuevos. Ahora solo queda esperar los veredictos cuando hoy realice la última de las entrevistas finales.

Foto de C Technical en Pexels

Buscar trabajo es un trabajo en sí. En cada uno de los procesos pasas por muchas fases, hay que realizar varias entrevistas, pasar los psicotécnicos, preparar informes, contestar cuestionarios, investigar acerca de las entidades, descubrir qué te ilusiona del puesto, buscar ideas para aportar en la entrevista e ir varias veces.
Mi gran debilidad es la de emocionarme demasiado. Cada vez que voy a una entrevista y avanzo en un proceso me paso más tiempo de lo normal buscando información, elaborando planes por si fuera la elegida, imaginándome en ese puesto, ilusionándome…
Ser así es bueno por el entusiasmo, la energía y el empuje si me dan un sí, pero también es arriesgado para mi corazón porque si llega un no la decepción es mayor. Pero ¿quién puede cambiar mi forma de sentir a estas alturas de la película? 

Foto de Pexels

Soy empática, sensible e idealista. Lloro con facilidad. Me emociono con rapidez. Lo doy todo cuando me implico en algo. Y no suelo rendirme. 
Hace muchos años estos rasgos de carácter me hacían desear imposibles, luchar sin medida por alcanzar metas demasiado elevadas, imaginarme en un lugar no destinado para mí. Aprendí a domar esas expectativas, a calibrarlas como es debido, a dimensionar mis esperanzas y a disfrutar de cada paso del camino, sin renunciar nunca a soñar a lo grande.

Ahora sé dónde estoy, qué quiero y qué depende de mí. Aunque nada puede evitarme sentir en estéreo, desear, tener preferencias en un trabajo en concreto, evaluar cada una de las entrevistas en su justa medida y, a veces, pensar demasiado pronto que algo se materializará en un sí.
Tengo mi preferido de todos esos procesos. Sé cuál sí me gustaría recibir, pero al final los cuatro son interesantes y me emocionarían una vez aterrizara en ellos. Y la vida a veces te sorprende con decisiones inesperadas. Así que solo me queda curvar los labios hacia arriba, mostrar mi sonrisa más amplia y esperar un sí. 
¿Llegará? ¿O se quedará en un no detrás de otro? 
¡Feliz día! J  

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Brenda Ortiz (personajes) #Bilogía4ever

8:18 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Se acerca un lanzamiento importante para mí, el de la book box de la #Bilogía4ever, donde encontraréis sorpresas junto a mi querido libro en papel. Estoy muy ilusionada porque es una iniciativa maravillosa por parte de @grupolitworld.
Para mí escribir esas dos novelas fue un viaje alucinante porque me trasladé con la mente al MIT, dibujé en mi imaginación esa habitación de la residencia donde ellos dos se conocen, indagué sobre muchísimas cosas del lugar, me adentré de forma telemática en una cafetería llamada Flour de Boston, en el restaurante chino llamado The Q,  en cada una de las paradas de su roadtrip por la Ruta 66, en la universidad, en la biblioteca, en… ¡Un millón de sitios!


Brenda Otriz es una chica andaluza, de un pequeño pueblo (inventado) cerca de Granada llamado La Laguna. Tiene una gran inteligencia, adora las matemáticas, es luchadora, valiente, sarcástica y mucho más fuerte de lo que Dylan piensa en un principio, a pesar de su pasado.
Llega al MIT desde su pueblecito para conocer una parte esencial de su pasado y para estudiar Matemáticas en la prestigiosa universidad para seguir los pasos de su padre. Y lo hace con ilusión, ganas de salir de La Laguna, de deshacerse de un pasado envuelto en bullying, exento de otros amigos diferentes a su madre y a sus alocadas amigas. Necesita ver mundo, expandir sus horizontes y estar lejos de sus orígenes para encontrarse a ella misma y a alguien más.
No le da miedo embarcarse en esta aventura porque es una chica entusiasta, de esas que intentan encontrar la chispa en cada instante y no dejarse vencer por los acontecimientos ni por las malas experiencias.



Le gusta el café solo y sin azúcar, nada de café americano ni con aderezos. Es adicta a las series de televisión, que suele comentar con el grupo de su madre en un chat, siempre buscando spoilers del siguiente episodio o noticias acerca de nuevas temporadas. Una de sus mayores aficiones es estirarse en la cama con el portátil, los cascos y ver series en modo adicto.
Tiene sus reglas internas, por eso odia ser malhablada, decir palabras malsonantes o escucharlas. Eso es lo primero que le choca de Dy, su predisposición a soltar tacos cada cuatro palabras. 



Nunca ha tenido amigos de su edad ni ha interactuado con un chico más allá de lo habitual cuando ejercía de camarera en un bar de su pueblo. Y es una soñadora porque lleva toda su vida esperando a ese hombre especial con el que experimentar el amor.
Aunque la idea de encontrarlo en Dylan jamás se le habría pasado por la cabeza. Ella se imaginaba en brazos de un chico muy diferente.
No es ingenua a pesar de todo, sabe lo que quiere y no le da miedo enfrentarse a Dylan, aunque también le es fácil perdonar. 
Me gustó crear a Bren, creo que hay muchas chicas que se pueden identificar con ella, entender lo que siente y cómo su relación con Dy la cambia para bien en algunos aspectos, le ayuda a madurar y a entender que a veces la vida no sale como una espera.
Quizá puedan ser felices…
¡Feliz día! J
  

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El brillo de la esperanza

8:18 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Hoy me despierto con la emoción de terminar una semana cargada de instantes alucinantes, con un sinfín de noticias de esas que pueden ser explosivas, brillantes y llenas de emoción, o pueden acabar en nada, en un callejón sin salida, en un final abrupto, pero emocionante.
¿Cómo encaráis esos momentos? ¿Es vuestra esperanza fuerte?
La mía lo suele ser. Soy soñadora, me ilusiono con rapidez y me implico en todo aunque luego no salga. Porque es mi naturaleza, la de sentir esas cosquillas de anticipación en el cuerpo, la ilusión crecer en mi interior cuando un nuevo proyecto puede irrumpir en mi vida.

Imagen de Bessi en Pixabay 

Y me gusta ser así. Aunque a veces la vida me lleva a redimensionar mis expectativas, no renuncio a la esperanza.
La esperanza para mí es multicolor, llena de instantes y de imaginación, de música, de luces brillantes, de fuegos artificiales.
Hay que ver siempre la parte positiva de los acontecimientos. Y vibrar con las posibilidades. Porque es la única manera de disfrutar de la vida, de encontrar pedacitos de felicidad, de sonreír. Y si las cosas no salen como creías, aprietas los dientes, buscas la experiencia positiva de la situación y sonríes. Porque la esperanza necesita de tus sonrisas.

Creer y sentir. Para mí esas son las dos premisas básicas. Creer en uno mismo, en conseguir tus metas, aunque sea a menor escala, en alcanzar esa ilusión trazada, en avanzar  hacia el lugar deseado. Y sentir la magia del camino, ese hormigueo en la piel cuando hay un avance, las mariposas en el estómago cuando recibes una noticia al respecto, la capacidad por imaginarse consiguiendo ese pedacito de cielo. 
A veces basta con experimentar con la mente la consecución de un objetivo, cerrar los ojos y vivirlo, permitir que la esperanza tinte de imágenes y sensaciones la idea de llegar ahí, como si por unos momentos pudieras hacerlo real.
Esperanza. Esa es la base para positivizar, para encontrar la medida exacta de ambición y no dejar nunca de soñar. 

Imagen de Jill Wellington en Pixabay 

Porque la esperanza es eso, soñar, desear, imaginar y sentir. Es dejarse llevar por la ilusión, es volar alto, es sonreír, es caminar por un sendero donde, a pesar de las curvas, solo ves las flores y el cielo azul, brillante, capaz de iluminarte incluso en la más oscura de las negruras.
Así que tengo esperanza. En encontrar un nuevo proyecto laboral de esos en el que pueda volcar toda mi emoción y energía, en encontrar muchos lectores para la maratón de publicaciones que se van a suceder en los próximos meses, para dar ese salto que me guardo en la chistera a nivel literario, que quizá consiga hacerme bailar de alegría en medio de una librería mientras lloro de emoción —si pasa, no me he vuelto loca, solo es mi felicidad y esa parte mía tan emotiva y sensible—, para seguir en la brecha.
¡Feliz día! J

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Lo mejor de mí

7:27 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Una semana más que empieza llena de expectativas, esperanzas, ilusiones... Una de esas donde quizá algún sueño se haga realidad y pueda tocar con mis manos la felicidad. Porque para hacerlo solo falta actitud, la nuestra.
¿Alguna vez habéis sentido que los astros se han alineado para daros un sinfín de momentos? A veces hay que sembrar durante mucho tiempo para ver cómo las ramitas brotan y se afianzan.
Tengo vértigo, esa es la verdad. Tanto que llevo unas semanas dudando de todo, despertándome súper pronto con la mente enredada en las historias, analizando, buscando posibles fallos, repasando cada trocito para ver lo mejor de ella, para alcanzar la perfección. Porque cuesta estar al cien por cien convencida de si funciona…

Foto de Alina Vilchenko en Pexels

He llegado incluso al extremo de repasar una y otra y otra y otra vez cada capítulo, buscando la perfección, esa que es difícil alcanzar porque en cada lectura encuentro nuevas formas de mejorar.
Pero todo es por una buena causa, porque tengo un contrato que me hace muchísima ilusión, porque quiero dar lo mejor de mí para vosotros, porque necesito ver cómo mis chicos crecen y se acercan a vosotros lo más trabajados posible.
Aunque mientras me quede tiempo, seguiré dándole vueltas a las tramas, a los capítulos, a la mejor manera de avanzar en la historia, a cualquier pequeño fallo de coherencia que se interponga en mi camino. Porque quiero aprender, mejorar cada día, ofrecer la mejor versión de mí como escritora.

Quizás en pocos días al fin vuelva a trabajar en algo más aparte de la escritura. Lo echo de menos, a pesar de que en estos meses he ido ejerciendo de correctora, de lectora editorial, de community manager… He aprovechado las oportunidades para no quedarme sin hacer nada, he leído ya ciento ochenta y un libros en 2020 y he disfrutado un montón porque el tiempo libre ayuda mucho a hacer cosas que antes no podías.
Pronto llenará a vuestras manos la box book de Litworld, con sus sorpresas y mi #bilogía4ever. Brenda y Dylan todavía tienen muchísimo recorrido en el mundo literario, han de hacerse mayores, llegar a muchas manos, dejarse acariciar por muchos ojos y acompañaros en la aventura. 
Me hace especial ilusión esta caja. 
Y después… Alba, Amelia y Alonso pueden dar mucho de qué hablar. Cuando escribí 

esta primera novela de la bilogía #PerfumesYacordes estaba viviendo un momento laboral muy difícil, excesivamente emocional. Y tal como soy yo, toda sentimiento, necesitaba un lugar donde volcar esa maraña de emociones difíciles de digerir.
Porque, aunque las decisiones las tomé en frío, tras analizar los pros y los contras, la situación y cada repercusión a mis actos, el dolor se incrustó en mi alma durante bastante tiempo. Y lo vencí escribiendo, dándole vida a estos tres personajes que en la primera novela crecen, se expanden, cambian, maduran y consiguen superar muchos de sus traumas.
Pronto os hablaré más en profundidad de ellos…
¡Feliz día! J

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