A las puertas del fin de semana...

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Parece que empezamos a ver algo de sol, aunque la tempestad ha dejado huellas impresas en la calzada. A pesar de la carga de trabajo impuesta por las últimas novedades en la empresa tengo la certeza de que la felicidad está a la vuelta de esquina.
A las puertas del fin de semana encuentro muchísimos motivos para sonreír. A pesar del estrés, de las mil cosas que se amontonan sobre mi mesa y de que últimamente mi inspiración parece que se ha vuelto caprichosa y solo aparece cuando le apetece, estoy súper contenta. ¡Es viernes!
Realmente aprender a ver el vaso medio lleno es maravilloso. Podría pensar en la parte negativa de la situación, encontrarme con la sensación de que no tengo respuestas de las agencias ni de las editoriales, que la publicación de El Secreto de las Cuartetas se retrasa, que tengo demasiado trabajo… Pero mi opción es diferente. Yo lo veo así: algún día llegarán noticias literarias, ya sean para bien o para mal, aunque sea tarde al final editarán mi libro en papel y el trabajo… Pues es eso, un trabajo, y por suerte lo tengo.
No voy a negar que me encantaría recibir una magnífica llamada de una editora entusiasmada con alguno de mis manuscritos o que la vida me sorprendiera con un giro inesperado. Sin embargo ahora siento que lo importante es caminar, ser consciente de lo que hay durante el proceso y absorber cada instante con la intensidad que se merece. Quizás algún día tenga la suerte de alcanzar la cima, pero si me quedo a media ascensión también me vale.
Ayer mi marido me sorprendió con un regalo inesperado. Mi moto hace años que se cae de vieja: no frena bien, se cala cada vez que tocas el freno, le cuesta encenderse… Tocaba una renovación sí o sí, era una cuestión de seguridad vial. ¡Tiene más de diecisiete años! Pero nunca era el momento de cambiarla…
Por fin en breve estrenaré moto y relegaré la antigua al lugar que le corresponde. Lo cierto es que soy cuidadosa con las cosas, la que tengo ahora me ha durado un montón de años, espero que la nueva siga el mismo curso y acabe dándome un perfecto servicio.
Esta mañana voy a irme a trabajar con la sonrisa puesta, sin esos ataques de estrés de ayer. Ordenaré las cosas para conseguir que cuadren, conseguiré presentar a tiempo los papeles para la audit y sacaré adelante todo lo que me espera, aunque tenga que ir más rápido de lo normal.
Cuando hago cuatro cosas a la vez es complicado atenderlas a todas, pero si no queda más remedio…
¿Qué os depara el fin de semana? A mí una clase de baile, descanso, quizás un cine, paseos con mi marido y espero que un regreso fugaz de mi inspiración…

¡Feliz día! J

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¡Fantasear!!!!

7:07 Pat Casalà 3 Comments

¡Buenos días! A veces me da la sensación de que no tengo tiempo de saborear cada instante… ¡Ya estamos a jueves! Es increíble el paso de los días, la rapidez con la que he llegado aquí. Será porque tengo tantísimo trabajo que apenas puedo ni respirar.
Me he despertado con la sensación de que el clima es más fresco, aunque los radiadores de casa apenas muestran un conato de calor. Miro por la ventana y veo un día nublado con la típica textura del otoño que apaga la luz y nos envuelve en una mística sensación de cambio.
Las hojas de los árboles de mi terraza reciben una brisa fresca, se mueven con serenidad, permitiendo que el sonido me llegue alto y claro. Están resecas, quedan pocas y el color marrón que lucen es un signo inequívoco de que en pocos días acompañarán a las que yacen en el suelo.
Tengo morriña, ganas de regresar dentro de la cama, coger el ordenador y ponerme a teclear en vez de ir a la oficina a enfrentarme con las mil tareas pendientes que no tengo ni idea de cómo acabarán. Uffff, creo que sigo tan estresada como ayer…
Para distraer mi mente de los momentos así suelo buscar ocupaciones que me llenen de ilusión, como ver viajes para el verano o imaginarme historias interesantes. Ahora no estoy demasiado inspirada para escribir, así que me paso las horas viendo destinos que me encantan.
  Lo bueno es que mirar no cuesta dinero y fantasear suele ser la mejor manera de vivir experiencias interesantes sin moverse del sofá. ¡El mundo es tan grande! ¡Y tiene mil maravillas que ofrecer!
Me encantaría aparcar un par de años mis responsabilidades para dedicarme únicamente a viajar. Dar la vuelta am mundo, cambiar de lugar cuando el cuerpo te lo pida, permitir que sean las ofertas encontradas las que decidan cuál será tu próximo destino…
¡Soñar no cuesta dinero! Últimamente mi imaginación me lleva a lugares exóticos, al sudeste asiático, a las maravillosas playas de arena blanca donde la paz se entremezcla con el sofocante calor de las islas. ¡Qué bonito sería dejarlo todo y lanzarse a vivir una aventura!
Vale, vuelvo a la realidad, me voy a arreglar y en pocos minutos me iré a trabajar. La vida real también es preciosa…

¡Feliz día! J

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¡Desbordada!

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! ¿Os ha pasado alguna vez que cuando teníais una programación perfecta para acabar el año sin sobresaltos todo se truncaba? Pues bien, en mi trabajo está pasando esto…  Estoy desbordada, es como si de repente los astros acabaran de alinearse para desestabilizar la rutina preparada a base de esfuerzo y planificación.
Me he pasado toda la noche soñando que tenía dolor de cabeza y me he levantado con uno monumental. Y es que a veces te toca realizar tareas de las que no sabes nada y hay que aprender a hacerlas mientras caminas hacia un lugar insospechadamente inhóspito.
Cuando la suerte se trunca para mandarte varios escollos a la vez hay que sortearlos con elegancia, está claro que quejarse no es la solución. Así que me voy a tomar ahora mismo un ibuprofeno antes de irme a trabajar y buscaré energías de donde pueda encontrarlas.
Es bonito saber que tengo un lugar al que ir cada mañana, que las horas dedicadas al trabajo me abstraen lo suficiente como para olvidarme de todo lo demás. Creo que sin una dedicación tan intensa a la parte laboral no estaría con esta positividad, trabajar ayuda a no esperar, a ocupar el tiempo en actividades que requieren atención y que reportan muchísimas gratificaciones.
Aunque no tengo claro que consiga sortear los obstáculos que me encuentro ahora en el camino. A veces hay que invertir demasiado en cosas que te parecen inalcanzables, a pesar de que el barco zozobra en medio de una tempestad. Sí, lo sé, estoy un poco abrumada por las circunstancias…
Sin embargo no voy a perder la sonrisa ni la ilusión ni las ganas de comerme el mundo que me acompañan últimamente. Mi amiga S hoy me decía que no es más que un trabajo y que no puedo agobiarme por él. Y tiene razón. Intentaré ver la parte positiva y llegar hasta donde me permita mi capacidad de triplicarme para llegar a todo. Espero que sea suficiente…
En cuanto a mi vida literaria… ¿Para qué me voy a engañar? Últimamente está un poco estancada… En la escritura voy a trompicones, con instantes álgidos y días de sequía creativa. No tengo respuesta de las editoriales ni de la agencia con la que hablé la semana pasada ni prisa para acabar la novela que llevo entre manos, así que me lo tomo con calma.
Mis lectoras beta avanzan con desigualdad. Tengo dos internándose en Perdida en la Niebla, una que ya la ha acabado, otras dos con Dúo y una que ha decidido darse un respiro de mis manuscritos. Eso me demuestra que tengo demasiado material para preocuparme ahora de escribir rápido. Todavía me queda el último pulido a Perdida en la Niebla y explorar la posibilidad de mandarla a una editorial concreta. Eso lo que me proporciona es tiempo para tomarme la escritura de SD con tranquilidad.
Y ahora me voy a trabajar, que hay muchísimo que hacer…

¡Feliz día! J

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¡Sonreír!

7:07 Pat Casalà 2 Comments

¡Buenos días! Hoy me levanto con muchísima energía, hay cantidad de buenas vibraciones en el ambiente. El clima se asemeja a la tristeza que poco a poco nos trae un otoño lleno de hojas secas en el suelo, paisajes marrones y sensación de oscuridad diurna. Pero no hace frío, los calefactores de casa están apagados y este fin de semana hemos visto las montañas sin una gota de nieve para iniciar la temporada de esquí.
La buena noticia es que me da igual si esquiamos antes o después, ya tengo los forfaits de temporada, este fin de semana acabaré de completar mi equipo y cuando abra la estación empezaré a deslizarme por la blancura de la nieve, acompañada de mi familia.
Es bonito tener aficiones compartidas. Mis hijos todavía tienen una edad perfecta para esquiar en familia y disfrutar de la amplitud de las pistas. Ayer pensaba que quizás en un futuro ya no desearán pasar horas con nosotros ni viajar juntos en verano ni subir a la casa de la montaña.
Cuando el grupo empiece a funcionar de manera autónoma y preparen salidas conjuntas o se emparejen ya no querrán venir con nosotros. Quizás entonces las actividades que emprendamos mi marido y yo serán más pausadas, con viajes más de ver cultura y ciudades.
Hay que disfrutar de esta edad de los chicos, aunque tenga su parte negativa. Son adolescentes con las ideas locas en la cabeza, buscan su identidad, se independizan de nuestros brazos protectores e inician una vida en solitario.
Parece que la mañana será gris y apática. Me apagan los días tristes, sin embargo hoy voy a aprovechar la luz interior con la que me he levantado para caminar por la vida con ilusión, sin agobios y con la emoción de saber que tengo todo cuanto necesito para ser feliz.
Seguro que pronto tendré noticias interesantes, no veo el momento de recibir la portada definitiva de El Secreto de las Cuartetas ni de empezar a planear una presentación ni de tener el libro entre mis manos.
Las novelas en papel tienen un olor especial que nos remonta a momentos intensos, guardan en su interior varios tesoros por descubrir, pueden albergar migas de pan, manchas de aceite, gotas de agua de mar… Es precioso pensar que pronto, muy pronto tendré mi primer ejemplar en papel. ¡Será un momento mágico!

¡Feliz día! J

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Un fin de semana perfecto

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! He pasado un maravilloso fin de semana en las montañas, acompañada de mi familia y unos vecinos de las casas, con quienes hemos compartido una maravillosa tarde de charla. Estoy descansada, con ganas de retomar la rutina y un sinfín de emociones intensas.
Escribo. Eso es maravilloso, aunque sea a trompicones, lentamente y sin aquel arrojo de los últimos meses. Superado el folio veintidós parece que la trama fluye. Es una historia más pausada, con una voz de fondo que me implica emocionalmente con los dos protagonistas y un carácter más intimista.
De momento sigue el curso de mi vida actual, con una estabilidad serena, sin demasiados sobresaltos. En pocos folios espero darle una vuelta a la trama e incluir un poco de intriga. Veremos qué me depara el futuro creativo…
Este fin de semana he logrado relajarme completamente y mirar con perspectiva los últimos acontecimientos. La publicación de El Secreto de las Cuartetas vuelve a retrasarse. No tengo claro cuándo será, pero todo apunta a que a finales de año.
He descubierto que ya no siento como antes, la prudencia ahora se encarga de dirigir mis pasos. La semana pasada mantuve algunas conversaciones interesantes con una posible agencia literaria para mis obras. Hace unos años esta realidad me hubiera abocado a construir castillos en el aire, basados en las expectativas creadas. Sin embargo ahora veo las cosas distintas. De momento son charlas, sin que de ellas se extraiga un final espectacular.
Respiro con una tranquilidad perfecta. Quizás encuentre una vía hacia las estanterías, puede que tenga una representación, es posible que algún día me llegue una nueva noticia de alguna editorial interesada en mi trabajo. Si pasa lo celebraré, pero mientras sea una posibilidad no voy a concentrar mis esperanzas en ella.
Sé que llevo unos días explicando esta nueva visión de las circunstancias. La verdad es que no salgo de mi asombro, me parece increíble este cambio de percepción de la realidad y quiero compartirlo con vosotros, mis lectores, las personas que me acompañan desde que inicié este blog.
Recuerdo mis posts llenos de ansiedad y desvelos, aquella sensación de que caía sin parar en un pozo negro y triste… ¡Qué colorida se ve ahora la vida! Este rinconcito donde cada día dejo un pedacito de mi realidad se ha convertido en mi diario, en mi refugio y en mi lugar de contacto con el pasado.
Gracias por compartirlo conmigo, es agradable sentirse acompañada en el camino...

¡Feliz día! J

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Amigas...

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Ayer fue un día grande. Mientras veía a mi amiga sobre el estrado, defendiendo su tesis doctoral, me di cuenta de que a veces la vida te permite conocer a personas con una gran valía y que es bonito compartir con ellas una parte de su tiempo.
Encontrar el equilibrio justo entre la parte técnica y la médica requiere de unas cualidades determinadas. Mi amiga es ingeniera de telecomunicaciones y ha desarrollado un producto biotecnológico que se ha nutrido de la simbiosis perfecta entre la medicina y la vertiente tecnológica.
Me alegro de compartir con ella esa parte de su vida, de estar ahí para ver cómo demuestra su valía. Defendió la tesis en inglés, de una manera sencilla, como si quisiera acercar a la audiencia a sus estudios.
No soy muy prolífera a la hora de intimar con la gente, suelo apartarme de las personas que me rodean por iniciativa propia, me gusta la soledad y las horas de dedicación a la escritura. Ya de pequeña me pasaba, era una niña imaginativa, con tendencia a vivir en mi propio mundo, y creaba un abismo entre las compañeras de clase y yo.
Al crecer aprendí a cambiar mis prioridades y a dejarme llevar en algunos momentos por ensoñaciones románticas. A medida que maduraba la realidad clareó sin problemas, como si pudiera disociar fácilmente mis dos mundos y fuera capaz de discernir las barreras que yo misma creaba con algunas personas.
La amistad es un bien preciado. Para mí lo importante es acercarme a la gente con la que congenio y con la que comparto algo más que momentos. Las amigas han de ser cercanas, te han de demostrar que te valoran por lo que eres y no por lo que proyectas ser. Esa premisa es de doble sentido…
Evidentemente hay que compartir tu tiempo con otras personas, la vida es muchísimo más que pasarse las horas tecleando y trabajando. Sin embargo para mí lo importante es que las horas de ocio fuera de casa y del trabajo sean con amigas de verdad, de aquellas con las que puedes hablar de cualquier cosa sin sentirte extraña.
La madurez a veces llega tarde. Hace pocos años todavía era una idealista con pajaritos en la cabeza, pensaba que la vida era algo más que caminar por ella y llenarla de ilusiones. Necesitaba un conato de realidad, pisar un terreno firme, sentir que lo bonito es caminar y que si se alcanza la meta es maravilloso.
Ahora sonrío con frecuencia, me rodeo de personas a las que quiero y me quieren, encuentro momentos para quienes lo merecen y me alejo del resto voluntariamente, ¿para qué voy a perder el tiempo enfadándome?
El pasado queda relegado a un lugar de la memoria, cada vez las reminiscencias de mis amistades pasadas se desvanecen, dejando paso a la luz de mis actuales amigas, personas que llenan mi vida de color y consiguen que descubra los matices de cada momento.
¡Feliz día! J


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¡Qué dispersa estoy hoy!

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Hoy es un día muy especial para mi querida Senda, por fin presenta su tesis doctoral. Recuerdo cuando mi hermana preparaba esa exposición oral, los nervios que te asaltan en momentos previos a entrar en la sala… Hoy estaremos todos con ella, emocionados por su logro.
Esta semana empezó mal, había puesto ilusiones en un par de cosas que no salieron, pero la suerte siempre cambia y al final las oportunidades para avanzar se presentan de maneras insospechadas.
Es imposible saber qué te depara el futuro o averiguar si algún día estarás en una posición deseada, para mí lo más valioso no es la consecución de un objetivo, sino la manera de llegar a él. Cuando me proponen cosas las escucho y luego decido si las acepte o no.
Ayer recibí una proposición. Mientras contestaba al teléfono las reminiscencias del pasado me llenaron de inquietud, pero estoy dispuesta a explorar las posibilidades que se me abren con esa propuesta.
Quizás mi experiencia pasada no es demasiado positiva, tener una agente literaria durante años apenas me ha reportado nada positivo, sin embargo no puedo pensar que todas las agencias funcionan igual, ¿no? Así que voy a ver dónde me lleva el camino.
Uffff, creo que esta mañana apenas tengo inspiración para llenar la hoja del Word… Estoy un poco dispersa, a veces me pasa. Quizás debería abandonar la costumbre de escribir a las siete, antes de salir pitando para mi trabajo… Hay días en los que me cuesta encontrar un tema.
Ojalá las buenas noticias se multipliquen durante los próximos días, aunque soy feliz con mi vida, a pesar de los escollos que aparecen sin remedio, de las piedras que a veces te impiden avanzar. ¡Qué bonito se ve el paisaje cuando limpias las ventanas! A veces somos nosotros mismos los que empañamos los cristales…
Me parece que me voy a trabajar… Desde luego estoy muy espesa y mis palabras apenas tienen sentido… Mañana seguro que estaré mejor…

¡Feliz día! J

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¿Tiramos una moneda?

7:07 Pat Casalà 5 Comments

¡Buenos días! Hoy tengo un día ajetreado… Una reunión a las doce y media, una llamada telefónica que quizás me alegre el día, una clase de baile, otra de inglés… ¡Estoy convencida de que será un gran día!
Últimamente me invaden los recuerdos. Es muy posible que el cambio de mentalidad experimentado en estos tiempos sea el motor de esas reminiscencias. Es como si al mirar hacia atrás me percatara del gran camino recorrido.
Evoco un momento preciso, cuando me quedé sin trabajo porque mis padres se preparaban para cerrar el negocio de una vida. Era una época triste, a pesar de que la decisión fue la correcta. Trabajaba con ellos, llevaba los números, atendía al público e intentaba ver la continuidad de algo que no la tenía. Y me apenó muchísimo que las puertas de las tiendas de mis padres cerraran sus puertas, no tanto por mí como por lo que significaba para ellos.
El día que inicié mi periplo de búsqueda de empleo no tenía ni idea de lo que se venía encima. Soy una persona activa, acostumbrada a trabajar a doscientos por hora, con la necesidad de ocupar las horas en actividades productivas. Y de pronto me encontré con muchísimas horas libres.
En ese momento pensé que era una señal para dedicarme a escribir, pero no contaba con el dañino efecto de las esperas. En vez de ser una época productiva se convirtió en un calvario. La ilusión de vivir únicamente de la escritura capitaneó los días, como un horizonte inalcanzable que se alzaba al final de un camino tortuoso.
Dejé de escribir. Fue ir hacia atrás como los cangrejos. Entonces me prometí a mí misma que sería el destino quien elegiría mi futuro laboral. Fue como si tirara una moneda al aire. ¿Letras o ciencias? Si me daban un trabajo renunciaría a escribir, si conseguía un contrato editorial me dedicaría a mi sueño.
Estaba tan equivocada… Evidentemente no tardé demasiado en encontrar una empresa donde prestar mis servicios. Y, evidentemente, no había conseguido un contrato editorial. Así que ya me veis intentando abandonar la escritura, como si no pudiera ser una actividad complementaria al trabajo remunerado.
Por suerte se impuso la sensatez e inicié un largo sendero hacia el ahora, cuando lo importante es escribir porque quiero y no para ser leída.
Estoy decidida a continuar con mis dos facetas. No puedo elegir entre las letras o los números, ambas opciones me gustan por igual, aunque no me importaría que la balanza entre ellas estuviera más equilibrada. Hay que ver cómo han cambiado mis pensamientos…
¿Y si la moneda todavía estuviera girando?
¡Qué bonito es soñar cuando puedes disfrutar de cada instante! No renunciar a la sonrisa diaria ni a la posibilidad de avanzar en ambos campos es genial…

¡Feliz día! J

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El día de los noes

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Brrrrr, ¡qué frío! Parece que este año las temperaturas se resisten a mantener una línea adecuada para la época… Con lo que me gusta el entretiempo…
Ayer fue el día de los noes. Recibí un par de negativas que acepté con una entereza envidiable. Soy muy feliz por esa reacción, sin agobios ni autocríticas. Hace menos de dos años esta realidad me hubiera sumido en una espiral de mal rollo, con reprimendas internas y un análisis profundo de las causas que llevaron a ese email y a esa llamada de rechazo, en cambio ahora veo las cosas completamente diferentes. Se han de recibir muchísimos noes para obtener un sí.
La vida sigue, el globo continúa girando sin detenerse, llevándose las agujas del reloj hacia una hora distinta. Hay tantísimos instantes a los que exprimir su jugo… Quiero caminar hacia el futuro incierto con una sonrisa, sin permitir que la sobra de lo que no puede ser eclipse lo que es.
A veces necesitamos una época de introspección para descubrir la maravillosa esencia del entono que nos acompaña. Es importante dimensionar cada deseo de manera equitativa, sin permitir que se adueñe de nuestro anhelo de manera feroz.
Adaptarse a la realidad, no trazarse metas demasiado elevadas, sin renunciar a algunas más plausibles, es la mejor manera de ver la vida. A mis hijos siempre les insto a valorar lo que tienen, a ponerse un techo de aspiraciones realista, a disfrutar de lo que la vida les ofrece.
En el trascurso de una carrera profesional hay muchísimos momentos en los que no logras tus propósitos, aunque a veces te quedas a pocos metros de ellos. No hay que desanimarse, solo disfrutar del sendero que has dejado atrás y ser feliz por los méritos conseguidos.
Quizás algún día será el de los síes… Nunca se sabe qué te depara el destino ni si la Providencia ha reservado un pasaje a la luna de tus sueños, pero no hay que desanimarse ni pensar en lo que podría ser y resulta que no ha sido.
Estoy orgullosa de mis logros, de la manera valiente en la que actualmente enfrento los escollos, en la ilusión que subyace de cada instante, de la emoción de dejarme seducir por las vidas de mis personajes, del entorno que configura mi existencia plácida y perfecta.
Nunca pensé que esa paciencia que quería comprar un día vendría a mí sin esfuerzo. No he abandonado la perseverancia ni mis deseos, solo he rebajado la intensidad con la que anhelaba, he aparcado las esperas interminables que solo conseguían traer ansiedad y he aprendido a acatar las negativas sin que me duelan. Es un paso grandísimo hacia la felicidad.

¡Feliz día! J

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Sin esquemas

7:07 Pat Casalà 1 Comments

¡Buenos días! Esta mañana se respira serenidad en casa, es como si los dos días en la montaña hubieran alcanzado Barcelona con su místico silencio, apenas roto por el canto de los pájaros.
Hacía demasiado tiempo que no subía a mi casa de la montaña. Entre los compromisos familiares, los trabajos de mis hijos para la escuela y el viaje a China de mi marido, apenas he contado con tiempo de dejarme seducir por el ritmo pausado y perfecto de La Cerdanya.
Al fin avancé con la nueva historia, con la sensación de que la trama se forma despacio en mi mente, construyendo un mundo donde la realidad se difumina en un camino pavimentado. No puedo asegurar que la inspiración se quede asida a mí durante días, solo que de momento vislumbro la idea de manera más intensa que antes.
Ir despacio es positivo, nunca lo he logrado… Cuando empiezo a escribir una novela hay un momento en el que necesito averiguar qué pasará después y entonces mis horas libres giran en torno a ese anhelo, llevándome frente al ordenador una y otra vez, con el deseo imperioso de continuar escribiendo, como si los personajes se hubieran adueñado de mi presente.
 Esa simbiosis perfecta entre el mundo imaginario y el real es lo que me encanta de la escritura, la capacidad de sentir las emociones ajenas como propias, de darles la oportunidad a los personajes de dirigir los hilos de su historia, de no guiarme por esquemas prefijados ni por ideas estáticas.
Si analizamos esta última afirmación nos damos cuenta de que no cuadra con mi manera organizada de llevar la vida real, siempre encuadrada dentro de hojas de ruta meditadas, con poco margen a la improvisación. Así es mi trabajo remunerado, mi manera de organizar el día a día en casa, incluso soy de las que siempre quieren una taquilla determinada en el gimnasio o una silla concreta a la hora de comer…
En cambio, cuando me siento frente al ordenador mi visión de la realidad se modifica, dando rienda suelta a las contingencias que aparecen, no delimitando la historia, siguiendo los pasos de mis ideas. Quizás es mi mente la que acaba de dar forma a las tramas, es muy posible que esa tendencia a esquematizar cada instante tome cuerpo en mi cabeza cuando escribo y sea ella la que mueve los hilos de las historias.
Me gusta idear las vidas de los personajes, ser yo quien les dé una continuidad en el papel, pasarme horas soñando despierta mientras vivo experiencias intensas. ¡Qué increíble es esa sensación! No quiero perderla por nada del mundo…

¡Feliz día! J

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Hoja de ruta

7:07 Pat Casalà 5 Comments

¡Buenos días! El viernes se despierta nublado, pero con unas temperaturas más templadas que los últimos días. El fin de semana no actualizaré el blog, necesito descansar y dedicarme a otras cosas que no tengan que ver con la escritura.
Cuando recuerdo aquellos días en los que la paciencia me parecía un bien inalcanzable sonrío. Mis allegados intentaban que comprendiera la importancia de no construir castillos en el aire, me decían que debía tener paciencia. Mi respuesta siempre era: «¿Y dónde se compra eso? Porque yo encargaría un par de kilos».
Hoy sonrío de felicidad al descubrir que mis esperanzas ya no se marchitan tras horas de infructuosa espera ni tengo aquella sensación de que las noticias positivas están a la vuelta de la esquina. Los días se encadenan con su deliciosa manera de traerme instantes álgidos, despejando aquella bruma que me nublaba la capacidad de ver las partes maravillosas que me acompañan en la vida.
Quizás es la edad… O una redistribución de prioridades. Antes pensaba que lo único importante de la escritura era llegar a los lectores, ahora sé que eso no es lo más importante, solo complementario. Evidentemente deseo y anhelo encontrar una vía directa a las estanterías de muchísima gente, dudad del escritor al que no le importe publicar, pero la diferencia es que he descubierto la intensa emoción de escribir simplemente porque me gusta hacerlo.
Llegados a este punto necesito reorganizar otras facetas de mi vida, aunque es una tarea a largo plazo. No voy a quedarme quieta con las novelas ni a dejar pasar la oportunidad de llamar a las puertas adecuadas, pero ya no con aquella ansiedad impropia de la situación, con aquel anhelo imposible que encadenaba días de esperas angustiosas.
Es posible que algún día consiga escalar el monte de un best seller o que solo escriba para mis beta o que conquiste Amazon… ¡Qué más da! Lo único que quiero de verdad es escribir, crear, contar historias. Y si alguien quiere conocerlas, me hará feliz.
En estos momentos quiero imprimir la misma fuerza que me ha acompañado en el camino de abandonar las esperas a otra parte de mi realidad, porque la vida es muy larga y ya no tengo la impresión de que conseguiré mantener unos ingresos regulares con mis libros (aunque estaría bien, jajajaja).
Lo difícil de planificar una parte del futuro es saber qué quieres y para qué vales. Una vez identificadas las metas hay que trazar un plan factible… En eso estoy, en definir el camino de una manera lógica y alcanzable.

¡Feliz día! J

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Reflexiones matutinas

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Estoy contenta, llego al jueves con mis objetivos semanales cumplidos. Ahora me toca planificar la semana que viene y terminar de cerrar algunos cabos sueltos. Por suerte sé que terminaré atándolo todo y que cerraré cinco días muy productivos a nivel laboral.
Estas últimas semanas se han sucedido varias situaciones interesantes, al analizarlas he descubierto mi hoja de ruta y qué es lo que quiero en un futuro no muy lejano. Desprendida de las cadenas insanas que me ataban a la obsesión de ganarme la vida publicando mis obras, he descubierto un mundo nuevo que me espera ahí fuera.
A veces llegar a ver cuáles son realmente mis deseos fuera del ámbito literario me cuesta demasiado. Por suerte esta vez he despejado el bosque de hojas para llegar a un claro donde se alza la montaña de mis verdaderas aspiraciones. Ahora solo falta escalar hasta la cima.
Quizás necesite meses o años para alcanzar esa meta, pero sé que es plausible y que tengo muchas posibilidades de llegar a ella, aunque cueste tiempo y esfuerzo.
He conseguido edificar unas bases sólidas, cada día es un nuevo cimiento y me aporta conocimiento. Ahora toca planear hasta el último aliento que le dedicaré a mejorar aspectos importantes de mi vida, aunque tarde tiempo o tenga que emplear un sinfín de energía.
Llegar a un punto donde defines con claridad los hitos que deseas alcanzar en un futuro cercano es básico para avanzar. A partir de este instante toca escalar el monte de la realidad para arañar un poquito de cielo. Espero y deseo que la ascensión sea perfecta.
¿Quiero ver algún día las novelas editadas? ¡Claro! ¡Me encantaría! No concibo un escritor que no lo desee, pero no es lo más importante para mí, es algo que me llenaría de emoción y me elevaría a un lugar que ahora considero inalcanzable. Sin embargo no es lo más importante ni lo único que me lleva a pasarme horas frente al ordenador.
A ver dónde me lleva el tiempo…

¡Feliz día! J

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Acomodarse a la realidad

7:07 Pat Casalà 2 Comments

¡Buenos días! Hoy nos visitará el sol… A ver si luce en un cielo azul y despejado. Parece mentira cómo el tiempo consigue adecuarse a mi estado interior. Esta semana he conseguido despejar dos temas que me tenían preocupada, por suerte ahora veo las cosas más claras.
Valentía, es de lo que hablaba ayer… Hay que ser valiente, apostar por lo que crees y no sentir que las cosas se desvanecen a tu alrededor por falta de empeño. Vibrar con cada momento es parte de la felicidad, sin desfallecer en el intento de alcanzar una meta plausible.
Finalmente sé hacia dónde me encamino. Es maravilloso saber que por fin las esperas ya no me pesan, que pasan los días sin noticias y no siento el peso de los minutos en mi interior. No negaré que me haría ilusión recibir un email o una llamada telefónica con buenas noticias, pero no me quita el sueño ni tengo esperanzas demasiado elevadas.
Acomodar las expectativas a la realidad es un proceso largo y difícil, me ha llevado años llegar a este punto. Si algún día recibo esa llamada, preferiría escuchar la voz de la editora que leer su propuesta en un email…, saltaré de emoción, pero si se pierde en el ciberespacio también estaré feliz.
Escribo porque lo necesito, forma parte de mi interior, como respirar, reír o llorar. No me imagino mi vida sin la escritura, sería un pasaje triste hacia el futuro, un viaje yermo de emociones.
Una vez leí que un escritor es la persona que escribe porque no puede vivir sin hacerlo. Entonces no lo entendí, era una época en la que solo me obsesionaba publicar y no era capaz de disociar ese anhelo de la creatividad. Ahora, con las esperanzas templadas, las metas redimensionadas y la placidez que ofrece escribir por ilusión y no para alcanzar un objetivo, comprendo qué nos quería decir Prometeo (el administrador de Miserias Literarias, un blog que por desgracia dejó de funcionar hace años).
En otras facetas de mi vida también he aplicado esa máxima de buscar las opciones que me hagan feliz y dejar de preocuparme por lo que podría ser y no es. Me ha costado sudor y lágrimas, he batallado contra mi temperamento desbordado, contra mi forma de ser, moldeando una nueva Pat. Ahora sé que ha valido la pena.
Disfrutar del camino, esa es la única máxima que capitanea mi vida. Ser capaz de exprimir el jugo a cada actividad, de buscar la esencia positiva de cada situación para sonreír más a menudo.
Por fin tengo serenidad, paz interior y un sinfín de historias que contar. He mandado propuestas de edición a algunas editoriales y he contactado con dos agencias literarias. Ahora será el tiempo el que decida si algo prospera o no, sin que esa realidad me agobie.

¡Feliz día! J

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Analizando la valentía

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Ayer pasé un frío atroz, parece mentira cómo las temperaturas pueden bajar de una manera tan brusca sin atender a un mínimo de entretiempo… Hoy me voy a calzar las botas sobre el pantalón para no congelarme en la moto.
Al fin me desencallé, descubrí qué quería escribir y el tono preciso que necesitaba para convertir el último intento de manuscrito en una novela de las que me inspiran. Adelanté un poquito en la trama y definí los dos personajes principales, pintándoles una vida y un futuro.
De momento voy a seguir con el género romántico, aunque no tengo claro si a la larga cambiaré de idea…
Ayer hablaba con mi querida amiga Mabel acerca de la valentía. Es difícil precisar esta palabra o los inputs necesarios para alcanzarla. Cada persona tiene una concepción distinta de lo que implica ser valiente, según su grado de riesgo o el momento personal que está pasando.
Hace casi dos años decidí que dejaba la agencia literaria que tenía, envié un email explicándolo y cuando me llegó una respuesta aceptando ese fin de relación lloré como una magdalena. No estaba preparada para caminar sola por el tortuoso mundo de la literatura, así que me tragué el orgullo, empecé a escribir Los Mundos de Esme y seguí con la agencia.
Para dar un salto al vacío a veces necesitas un empujón o abandonar la cobardía porque es el momento idóneo. Cuando hace poco menos de un mes mi  agente anunció su decisión de cerrar la agencia no negaré que tuve unos instantes de pánico y desconcierto, pero luego entendí que no pasaba nada, que la vida sigue y que no hay que rendirse jamás.
Acepté el reto de continuar sola, arropada por los éxitos conseguidos en los últimos tiempos, aunque sean diminutos. Al cabo de unas horas decidí que no hay nada imposible, que debía mirar hacia delante con energía y emoción, buscar la parte positiva y escalar el monte de la soledad con una sonrisa.
Quizás esa noticia vino en un momento propicio de mi vida o sencillamente encontré la valentía para afrontarlo con la convicción de que no había vuelta atrás. La realidad es que al día siguiente empecé a crear una base de datos con contactos editoriales, a decidir a qué editores quería mandar cada una de las novelas y a hacerme un listado de agencias literarias interesantes.
El tiempo dirá qué sucede. Lo único importante que subyace de estos sucesos es la valentía que poco a poco se impone en mi interior. Ya no me asusta estar sola ante el peligro ni temo a la ansiedad de antaño, vencida tras años de lucha e introspección.
Ser valiente es pensar en tus intereses e ir a por ellos, no darle demasiadas vueltas a la parte negativa de la situación ni intentar tener la seguridad absoluta de que el salto al vacío no te lastimará. Hay que dar el paso, ser capaz de arañar un trocito de cielo y batallar sin tregua por alcanzar tus objetivos. A lo mejor al final encuentras una red que te sostiene…

¡Feliz día! J

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Soledad y escritura

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Esta semana parece que las temperaturas quieren bajar. Ha nevado en las montañas, hace frío y los días grises se encadenan con una facilidad pasmosa, dejando su rastro húmedo en las calles y apagando la luminosidad del sol.
Ayer fue un día importante en Catalunya, uno que perdurará en la memoria de muchos. Nunca hablo de política en este blog, considero que se han de mantener las convicciones de cada escritor en la intimidad, porque lo importante es lo que escriben, no sus ideas personales.
Así que solo diré que para mí fue importante ir a las urnas ayer, y que mi hijo de dieciséis años votara por primera vez en su vida. Hay instantes en los que deberíamos pararnos a escuchar lo que se anuncia a gritos y detener por un instante nuestros pensamientos para profundizar en una realidad que no desaparecerá solo cerrando los ojos.
Hoy me despierto con la sensación de que hay mucho por hacer, de que tengo que encontrar un tono para mis novelas para no quedarme quieta. Si siento la magia de las palabras vibrar en mi interior no necesito nada más para ser feliz, ni siquiera el calor de mis amistades.
Ayer hablaba con mi hija de las amigas. No soy una persona con demasiada vida social ni que suela requerir la presencia de gente en mi vida. Me gusta la soledad que me imponen las horas frente al ordenador, encontrar momentos para construir mundos imaginarios y sentirme acompañada por ellos.
Irene me dijo que era una «margi». Jejejejeje, para ella la falta de amistades o la soledad es signo de fracaso social. Para mí es una situación elegida en muchísimos momentos. Aunque no me faltan personas que me acompañen en la vida, tengo pocas amigas, pero las considero de verdad, con alma y sé a ciencia cierta que puedo contar con ellas siempre.
Con eso me basta. Soy feliz con mi soledad autoimpuesta, con la emoción de vibrar acompañada de los personajes y las historias, con las horas de tranquilidad en casa, arropada con mi ordenador. A veces hay que decidir qué se desea, trazar una línea en el lugar donde moran tus anhelos sin descuidar a los que te envuelven con su cariño.
Cuando me quedan horas tranquilas por delante, sin responsabilidades, mi único deseo es estirarme en mi rinconcito del sofá, con varios cojines estratégicamente colocados y el Mac en el regazo. La hoja de Word me parece la mejor compañía, sobre todo cuando se llena de palabras, instantes y personajes.
Para bien o para mal he decidido conscientemente compartir mis desvelos con las novelas y con mi marido e hijos. Escribir es mi refugio…

¡Feliz día! J

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Interestelar

10:01 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Domingo… Cuando me levanto los domingos por la mañana pienso en lo poquito que queda para regresar a la oficina y enseguida sonrío al darme cuenta de que es al revés, de que por suerte todavía tengo un día entero de descanso hasta el momento de reunirme de nuevo con mi trabajo.
Hay que ver siempre el vaso medio lleno y no medio vacío… Así que hoy toca disfrutar muchísimo del día, de las horas libres, de los momentos compartidos con mi familia… Toca ir a votar, respirar el ambiente de mi tierra, descubrir cómo termina el proceso iniciado hace unos años y saber hasta donde llegan las cosas.
Ayer fui al cine con mi familia a ver Interestelar. Tres horas de película… Increíble la actuación de Matthew McConaughey, borda el papel y nos hace plausible cada instante de la película, consiguiendo incluso que nos salten las lágrimas en las situaciones más emotivas.
En general disfruté más de lo esperado. La idea de Nolan de basar la fuerza de su argumento en la relación entre un padre y una hija consigue darle un efecto sentimental al resto de la historia. Ese poso de emociones es el que te acompaña durante los acontecimientos que muestran un planeta al borde de la extinción y los intentos de una familia por salvar a la humanidad.
El héroe dista mucho de la proyección egocéntrica que suele acompañar a estos personajes. Tiene su parte intensa cuando recrea el vínculo con su hija, como si lo importante fuera esa estrecha relación que los une más allá del tiempo y del espacio.
¡OJO SPOLIERS! No puedo hablar de esta película sin desvelar una mínima parte del argumento.
Lo único que no me resultó creíble fue el desenlace, donde la física cobra una dimensión desconocida y completamente inexplicable. Falta una aclaración, una manera de hacer a los espectadores partícipes de las teorías que culminan el metraje, y no dejarlos con la sensación de que son unos pobres ignorantes sin capacidad de entender lo que sucede.
Salí del cine con la intención de averiguar algo acerca de esa ausencia de entendimiento, leí mil posts donde se habla acerca de la película, pero en ninguno de ellos encontré una respuesta a los varios interrogantes que me quedan.
A mi modo de ver, no se puede escribir un guión sin contar con la complicidad del público ni dejar cabos sueltos demasiado complicados para que la gente salga de la sala de proyección sin entender qué ha sucedido al final. Entonces te queda un poso de mal sabor de boca…
También hay una errata con la edad del protagonista en dos instantes separados de la película. No puede tener ciento veinticinco años en dos intervalos cronológicos distintos. Entiendo que el tiempo en el mundo interestelar transcurre distinto, pero no es creíble que Cooper, el protagonista, tuviera ciento veinticinco años cuando su hija tenía cuarenta y la misma edad cuando su hija está a punto de morir de vieja…
¿Habéis visto la película? ¿Os gustó? ¿Entendisteis el final?

¡Feliz día! J

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Recuerdos

9:09 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! El sábado se presenta lleno de nuevas e interesantes actividades. La fiesta del colegio de mi hijo me hace muchísima ilusión, es como volver atrás en el tiempo para regresar a la coraza de aquella jovencita despistada que colaboraba a la hora de preparar la famosa Fira.
Mis recuerdos de juventud incluyen muchísimas facetas y momentos. Me gusta valorar únicamente la parte positiva del pasado y dejar en el olvido la negativa, es mejor vivir con una sonrisa que frustrarse por lo que no fue.
Me hace muchísima ilusión recorrer la distancia hasta la escuela de mi hijo y descubrir la esencia de lo que preparamos nosotros en el pasado, como si una máquina del tiempo me transportara a esa antigua Pat y pudiera acompañarla en su proceso madurativo.
Cambiaría algunas cosas, no os lo voy a engañar diciendo que todas las decisiones del pasado fueron acertadas, pero lo esencial lo dejaría igual, a pesar de las carencias en algunos aspectos y de las ilusiones en muchos otros. Sé que madurar es un proceso diferente en cada persona, yo lo hice tarde, a marchas forzadas y sin olvidar mi faceta creativa, aunque la utilizaba de manera errónea.
Del colegio no conservo ninguna amistad, el tiempo ha borrado su huella en mi vida, igual que el viento se lleva las pisadas a otra parte. Quizás casarme con veintitrés años y tener un niño a los veinticinco me alejó demasiado de su círculo como para establecer vínculos inquebrantables.
También influyó mi manera de sentir y de pensar, de actuar frente los escollos, de permitir que mi mundo imaginario tomara consistencia en el real en demasiadas ocasiones. Entonces no sabía que me era posible escribir, pensaba que esa capacidad estaba reservada únicamente a los elegidos y que yo no formaba parte de ese elenco.
Con los años aprendí a canalizar la imaginación a través de los escritos, disociando con absoluta nitidez el puente que separa el mundo paralelo del real. Es precioso sentirse acompañada por los personajes, sonreír al pensar en el lugar al que se encaminan y darles una continuidad en el tiempo.
Valoro muy positivamente mis amistades actuales, son sinceras y recíprocas, con un grado de implicación perfecto y una balanza equilibrada. Es bonito saber que tus amigas están ahí, que serán compañeras de viaje y que te escucharán cuando lo necesites.
   Hoy voy a caminar entre los jardines del que fue parte de mi colegio del pasado, a descubrir las fotos que conmemoran el cincuenta aniversario de su inauguración, a respirar instantes de antaño y a sonreír con cada recuerdo. Seguro que será emotivo y perfecto.

¡Feliz día! J

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