A por el fin de semana

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Llegó por fin el viernes… Esta semana intensa de trabajo no ha dado los frutos que esperaba, cada día han surgido asuntos urgentes que requerían mi atención, dejando aparcados otros de menor importancia. No me gusta dejar las cosas a medias, me molesta no alcanzar todos los hitos marcados, pero así es la vida cuando las cosas se desbordan.
En cada uno de los pasos que doy intento ser cauta, ver hacia dónde conducen y darles una dimensión perfecta para que avancen positivamente hacia el futuro y que luego no se desmoronen.
Me toca traspasar responsabilidades de una de las empresas que llevo. Por un lado estoy contenta, porque será un desahogo de carga de trabajo y me conseguirá tiempo para dedicarlo a otras tareas necesarias para el buen funcionamiento de las otras, pero me da pena.
Yo entré n esa empresa, crecí con ella, cree todos y cada uno de los sistemas de gestión… Cuando hay un cambio de dirección y se imponen nuevas normas cuesta adaptarse a ellas. Sin embargo así es la vida.
Me alegro muchísimo de que las cosas avancen, es maravilloso ver cómo se consiguen poco a poco las metas trazadas y saber que tu presencia ha contribuido favorablemente a esa expansión.
Este fin de semana me he propuesto avanzar en la nueva novela, darle un empujoncito y disfrutar con las mil aventuras que se me ocurren. He vencido la falta de inspiración y la desidia que me ocasionaba pensar en escribir. Estoy contenta con ese paso, necesitaba vibrar con cada una de las escenas.
Quiero sonreír como ahora cada día de mi vida, encontrar esa corriente intensa de emoción en cada palabra, acariciar la historia con mis manos. Tengo instantes en los que la ilusión por conquistar la estanterías me lleva a sentir un conato de inquietud. ¡Qué bonito sería!
Inspiro una gran bocanada de aire, la suelto lentamente por la boca para serenarme. Sé que no debo seguir por ese sendero, que vivir de la escritura está fuera de mi alcance y que tengo muchísimas razones para ser feliz, así que ahora mismo voy a archivar ese anhelo insano en una carpeta compartida de mi cerebro y a dedicarme a crear un destino adaptado a la realidad.
Ayer me lo pasé bien en mi clase de baile, aunque echo muchísimo de menos a Fran y a Alberto. Pero la vida sigue, hay que caminar hacia el futuro con lo que te ofrece tu entorno y adaptarme a las novedades. Ojalá en poco tiempo consiga la misma motivación de antaño…

¡Feliz fin de semana! J

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Unas cuantas palabras mañaneras

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Me despierto con ilusión por encarar un nuevo día, con ganas de pasar el jueves para llegar al ansiado viernes y con la sensación de que he de tomar otra vez la iniciativa en muchísimas cosas.
Ayer escribí. Últimamente mi mente se para y se reinicia con demasiada frecuencia. No tengo continuidad a la hora de utilizar productivamente las horas libres, cada vez que enciendo el ordenador me distraigo demasiado con otras cosas y no me centro en la novela.
Contrariamente a lo que antes solía sentir, no hay nadie esperando mis novelas ni tengo ninguna necesidad de correr más allá de la emoción personal que me proporciona la historia a medida que avanza. Liberarme de esas cadenas es maravilloso, tanto que ahora ya no me agobia no encontrar la inspiración.
Me gusta la novela que escribo, a pesar de que hay algunos flecos que me gustaría cavar de aclarar. El tono de la protagonista dista un poco de la proyección inicial que marqué, pero está bien, le da un toque de misterio. Ojalá encuentre la trama perfecta para ella.
Saber que hay un mundo ahí fuera esperando a que lo descubra me proporciona una sensación de amplitud personal que abarca cualquier resquicio de ansiedad residual. ¡Qué más da si consigo hilvanar más o menos palabras en un mes! Lo ideal es hacerlo cuando me apetezca, llenándome de la emoción que me invade si la historia me atrapa.
En esencia escribir significa gozar con la potestad de mover los hilos a tu antojo, y hay que encontrar el momento adecuado para ello, con música suave de fondo para despertar los sentimientos, luz exterior acompañándome, cosquillas en el abdomen al iniciar una frase…
Recuerdo de pequeña la imagen que tenía de los escritores, parecían dioses en su olimpo particular, encerrados en ellos mismos, con la capacidad de decidir el destino de sus personajes. Pensaba que se encerraban durante días en una casa aislada para encontrar esa inspiración que les llevaba a crear una trama intensa, que no podían compaginar su faceta creativa con una familia… Pero el tiempo me ha demostrado que no es así, que hay vida después de la escritura y que es factible parcelar cada una de mis actividades.
Hoy tengo un día complicado, lleno de reuniones de aquellas que suelen alargarse hasta el infinito. Espero contar con tiempo para acabar las tardeas que me he propuesto, a veces estaría bien que los días tuvieran treinta y cuatro horas…

 ¡Feliz día! J

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Cerrar un capítulo

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Esta semana mi trabajo es intenso, tengo dos personas nuevas en mi departamento y las he de enseñar para que tarde o temprano vuelen solas. A veces cuesta muchísimo invertir parte de tu estresado tiempo en instruir a los demás, pero a la larga siempre es beneficioso.
Este fin de semana mi marido y yo hicimos limpieza en el despacho de casa, buscábamos unos papeles importantes y nos fue genial para tirar mil documentos marchitos de otro tiempo. Encontré mi lista de bodas, la distribución de las mesas, las facturas de las obras que hicimos en casa…
Enterrados en un lugar mágico aparecieron los dos contratos que tanto me alegraron en el pasado: el de representación de Antonia Kerrigan, su rescisión de contrato y el de Lola Gulias and Co. Agencia Literaria. Recuerdo con intensa emoción el día en el que mi marido me trajo el primero a la Cerdanya, para celebrarlo me regaló un reloj…
En ese entonces esa firma significaba un gran avance en mi vida literaria, pensaba que de la mano de una agencia tan importante iba a lograr en poco tiempo mis sueños.
Los años sumaron con infructuosas noticias, no había comunicación con la agencia y apenas conseguía arañar un instante de tiempo a sus ocupadas trabajadoras. En pocos meses las esperanzas levantadas a base de tesón se derrumbaron con una estrepitosa decepción que me abocó a la ansiedad de la espera, con la sensación de que nunca llegaba ese momento glorioso.
Cinco años después la persona que me llevaba en Kerrigan decidió montar su propia agencia y me ofreció que me fuera con ella. Y lo hice, a pesar de la falta de comunicación de los años anteriores, de las ausencias y de las angustias, decidí que habíamos construido una buena relación a base de comidas compartidas e instantes.
Lo cierto es que durante el año que duró la agencia las cosas cambiaron, la comunicación fue fluida, agradable y con tintes más cercanos. Pero llegó un final no esperado, Lola en octubre decidió cerrar sus puertas y aceptar un puesto como editora de ficción en Planeta y yo me quedé sola, sin una persona que se ocupara de llevar mi trabajo.
Me sorprendí a mí misma cuando descubrí que el paso de los días no me abocaban a una ansiedad sin límites, envié ms novelas a algunas editoriales, y propuestas a agencias, y no esperé, simplemente me dediqué a trabajar en lo que me da un sueldo mensual, a escribir nuevas novelas y a no soñar con imposibles.
El domingo, cuando encontré los sobres, los guardé. Mi marido me instaba a destruirlos, no valían para nada. Pero en ese momento me negué, no estaba preparada para deshacerme de ese pedacito de mi pasado. Ayer por la tarde finalmente los rompí en mil pedazos y los tiré a la basura, tras releerlos con emociones encontradas, recordar un periplo y cerrar un capítulo.

¡Feliz día! J

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Anhelar con cabeza

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! La calma siempre se impone tras una tempestad, pero a veces hay que ser capaz de discernir hasta donde estás dispuesta a dar y qué queda de esos instantes turbulentos. Hoy me despierto con una ilusión, sin resaca de sueño y un sinfín de ideas en la cabeza. Aparco por fin el malestar, dispuesta a encarar cumbres borrascosas.
Sé hasta dónde puedo llegar, cómo quiero hacerlo y los medios con los que cuento. Espero acabar de darle vueltas a varios asuntos antes de lanzarme de cabeza a un futuro diferente.
Me alegra profundamente que mi hermana haya encontrado su camino, que mis padres sean felices y que mis hijos marquen sus metas poco a poco, con decisión. Ojalá mi pensamiento positivo me lleve al lugar donde moran las esperanzas. Si pudiera rematar el año con un contrato nuevo de publicación…
Lo sé, prometí no agobiarme ni anhelar demasiado ni esperar noticias. La verdad es que he cumplido mi promesa, hace meses que envié las novelas a valorar y no me estresa la ausencia total de respuestas, sin embargo el deseo de ver cumplidos parte de mis sueños no se evapora ni se borra, simplemente queda como un sentimiento residual que ya no duele.
Sé que no hay que esperar demasiado de los demás, que hay logros no alcanzables sin la colaboración externa y que si no dependen de mí no hay manera de controlarlos. Con lo que me cuesta a mí tener las cosas descontroladas… Así que continúo con mi día a día sin esperas ansiosas frente al email ni esperanzas mal fundadas.
Cuando no se consigue alcanzar las metas trazadas hay que redimensionarlas y seguir luchando, sin  desfallecer, sin olvidar quién eres y qué es lo que deseas. Por fin vuelve aquella felicidad intensa de hace un par de semanas, mi ilusión por la futura publicación de El Secreto de las Cuartetas, la sensación de que la vida me ofrece suficiente para sonreír cada mañana.
El domingo me preguntaron si no me costaba un mundo escribir estas líneas diarias, para mí son una pequeña liberación, un medio para exorcizar mis fantasmas internos y dedicar unos instantes de mi jornada a ejercitar la escritura, una ocupación que me apasiona.
Poco a poco perfilo varios movimientos que en un futuro no muy lejano desearía ejecutar, espero y deseo llegar a buen puerto con ellos, seguro que son buenas elecciones, que están a mi alcance y que posiblemente sean la vía para mi sonrisa diaria.

¡Feliz día! J

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¡Gran fin de semana!

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Por fin he recuperado la calma interior… Necesitaba pasarme un fin de semana sin hacer nada interesante, únicamente dedicándome a holgazanear, a escribir un poquito, a pasear y a mirar películas tontas en la televisión.
He relativizado los problemas, poco a poco descubro el trazo directo hacia el futuro que deseo, a pesar de dejar atrás muchísimas cosas y personas a las que quiero en mi vida. Pero hay situaciones que desbordan y no es posible superarlas sin cambiar tu situación.
Toca caminar con la cabeza bien alta y sobre arenas movedizas mientras busco un sendero serpenteante que lentamente se enfile hacia una cumbre borrascosa. Me acompañarán amigos, familiares y personas cercanas que quieran tenerme a su lado. Seguro que al final vale la pena…
Ayer fue un día imbatible en felicidad. Hace tiempo leí un libro llamado El Secreto e intenté sumarme al carro de la ley de la atracción. Jejejeje, uno de los primeros ejercicios era escribir en un lugar visible tus aspiraciones y deseos como reclamo constante a tu atención.
Decidí mandarme un email, ya que en ese entonces me pasaba el día anclada a él, esperando unas noticias que nunca llegaban. Cada día releía un par de veces aquel mantra, con la absoluta convicción de que el futuro me daría parte de mis peticiones, porque tampoco eran demasiado ambiciosas.
Pedía que mis padres fueran felices, que mi hermana encontrara una persona con la que compartir sus días, que a mis hijos les fuera bien en la vida… También quería paz y que el mundo consiguiera desbancar el hambre, las enfermedades y las angustias que asaltan al tercer mundo…
Sé que la última parte es difícil y no os voy a poner cuáles eran los deseos que escribí para mí. Hoy estoy emocionada al descubrir que parte de esos preceptos se han cumplido. Mis padres son felices, tienen amor, compañía y una vida agradable.
Por fin mi hermana sonríe, y me parece muy acertada su manera de concebir el futuro, las cosas van viento en popa… Aunque mis anhelos más íntimos se han fundido en la nueva realidad, también estoy a punto de conseguir un pedacito de ese cielo que deseaba tocar con mis manos.
Ayer tuvimos una agradable comida familiar. Tras probar un pastel preparado con mi Thermomix para celebrar el cumpleaños de mi hermana hubo una guerra de talentos. Irene nos tocó unas canciones con la guitarra mientras nos deleitaba con su magnífica voz, acompañada por mi padre. Y luego Àlex nos mostró el videojuego que prepara para su trabajo de investigación de final de bachillerato.
¡Fue una comida perfecta!

¡Feliz día! J

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Llegó el viernes...

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Hoy me apasiona despertarme en viernes, hay tantos motivos para desear que se aproxime el descanso de dos días tan merecido… La semana ha sido larga y difícil, sin demasiadas horas de sueño ni descanso, con aquella resaca de decepción que se niega a abandonarme, a pesar de las cosas positivas que me envuelvan.
Cuando te sientes incómoda en un espacio donde antes estabas bien y has de esforzarte cada minuto para mantener un orden diferente al que desearías, las horas se convierten en pequeños calvarios. Desconfiar de los demás no es sano, así que de alguna manera deberé cambiar esta percepción que ahora me acompaña.
Mi gran consuelo es el grupo de personas que día a día me demuestra su cercanía con su presencia callada o las frases que intercambiamos en momentos determinados. Ver que la vida me ha rodeado de ellos es uno de mis mayores tesoros y, aunque sé cuál es el siguiente paso que debo dar, me cuesta imaginarme un ahora sin su compañía.
Uno de mis problemas es que suelo abarcar demasiado, me cuesta decir  que no a las personas. Pero mi capacidad de absorber tantísimas obligaciones a la vez tiene un límite. Actualmente estoy desbordada, con demasiados cabos sueltos y la sensación de que no voy a llegar a cerrar todos los nudos a tiempo.
Jejejejeje, parece mentira que sea incapaz de caminar con el descontrol como compañero, cuando escribo es todo lo contrario, los personajes toman vida propia, dirigen mis pensamientos, cambian algo que ya estaba escrito y se dan cuenta de que la mejor estrategia para que la historia funcione es otra.
Empiezo a vislumbrar la felicidad a través de las pequeñas cosas, seguro que en poco tiempo conseguiré estabilizar de nuevo mi ahora y caminar hacia un horizonte diferente. Me cuesta emocionarme muchísimo por la publicación de El Secreto de las Cuartetas, se ha retrasado tanto que no estoy segura de cuándo lo será una realidad.
 Supongo que ese día será increíble, por fin habré conseguido uno de mis objetivos. Aunque al día siguiente tocará iniciar la tarea de promocionar, sonreír y esperar a que la gente le dé una oportunidad al libro.
De mis propósitos de año nuevo solo estoy persiguiendo uno en este momento, pero pronto me plantearé el futuro de algunas de mis novelas. A falta de respuesta de editores y agentes, creo que lo mejor es emprender un camino en solitario, con la red como compañera y Amazon como aliado.
Sin embargo antes necesito hablar con las personas que en este momento están valorando las novelas y trazar un rumbo. Espero y deseo que me acompañéis en la travesía, sin vosotros no sería posible.

¡Feliz día! J

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Disertaciones matutinas

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Hoy parece que hoy el sol brillará en un horizonte despejado, o como mínimo es la impresión que me llevo al atisbar a través de la ventana. El calefactor está a plena potencia, indicando el frío exterior que se niega a desvanecerse en el olvido.
Duermo con dos nórdicos, con poca somnolencia y con la sensación de que quizás el mañana me ofrezca un mejor momento. Ahora todavía estoy incómoda, sin deseos de caminar por el mismo sendero de siempre, con la sensación de que hay ojos examinándome de cerca, en busca de un error para lanzarse directos a la yugular.
Voy a ir con pies de plomo, recuperaré en pocos días la sonrisa y encontraré la manera de promocionar de manera certera El Secreto de las Cuartetas. Ahora mismo es una ilusión que me ayuda a desbancar la tristeza de encontrarme otra vez frente al abismo.
Por suerte ayer recuperé parte del arrojo que me acompaña a la hora de escribir. Me costó un gran esfuerzo concentrarme, cuando mi cabeza se dedica a pensar en otra cosa es difícil dirigirla hacia los personajes, pero la forcé con mimo y tesón, deseosa de acompañar a Aurora y a Bruno en otro capítulo, de enredar su ahora, de adentrarme en el futuro que construyen poco a poco.
Al final conseguí mi propósito, me puse la música lenta de siempre, con aquellos acordes místicos que consiguen despertar sentimientos intensos, cerré el navegador donde tenía distracciones, inspiré una bocanada de aire y continué la historia donde la dejé el sábado.
Es curiosa la mente humana, su tendencia a recrear instantes del pasado y despertar en tu interior aquel desasosiego que una vez dominó tu vida. Nuestro deber es erradicar esas absurdas sensaciones del interior, agradecer lo que se tiene y valorar lo que se ha conseguido con esfuerzo y constancia.
Miro hacia delante, con la cercanía de los compañeros de viaje que he encontrado en la vida sin buscarlos, con la emoción de conocer a personas que me quieren como soy y no buscan cambiarme. ¡Qué diferente es ahora de cuando era pequeña! Ya está ahí el primer asomo de sonrisa.
Este fin de semana me pararé a pensar en la suerte que tengo con una editorial que apuesta por mi trabajo. A ver qué se me ocurre para llegar a los lectores… ¡Tengo unas ganas de ver el libro en papel! Será un logro maravilloso, Marta Noguera se convertirá en una heroína real y por fin veré un libro mío en la estantería.

¡Feliz día! J

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Una de cal y otra de arena

7:07 Pat Casalà 2 Comments

¡Buenos días! Hace un frío atroz, parece que estemos en medio de unas montañas congeladas y que el hielo se ensañe con las calles. Esta noche he necesitado dos nórdicos para mantener el calor, la casa me parecía un témpano de hielo, ¡y tenía la calefacción a tope!
Ayer fue un día de contrastes, por un lado arrastro un lastre que debería soltar antes de que me afecte demasiado y por el otro recibí buenas noticias, de aquellas que llevo tiempo anhelando, pero postergo mi emoción hasta que se materialicen.
Por fin tengo una fecha clara de la publicación de El Secreto de las Cuartetas. Debería dar saltos de alegría, sin embargo soy prudente y no quiero avanzar acontecimientos ni emociones hasta que vea indicios claros de que va a ser real y tangible.
No voy a dar una fecha hasta que la tenga súper clara, lo único que me gustaría compartir con vosotros es que finalmente está próxima y que en menos de un mes podré enseñaros la portada y explicaros muchas cosas. ¡Qué ganas tengo de compartirlo aquí!
Me parece mentira que tras tantos años de espera al fin consiga alcanzar un pedacito de ese cielo tan alto que se alza sobre mi cabeza. El día que los libros lleguen a casa y abra la caja será uno de los más felices de mi vida, y no quiero que nada lo enturbie.
  Decidir, tomar un camino en vez de otro, buscar una salida diferente a tu ahora significa dejar atrás otras posibilidades, abandonar a veces la seguridad para adentrarse en la incertidumbre. Es difícil decantarse por una vía en vez de otra, cuesta despedirse de compañeros de viaje, de instantes, de sensaciones y también acatar la realidad.
Ojalá pudiera cambiar algunas formas de funcionar de mi cerebro, sería magnífico no ser tan pasional ni darle vueltas constantes a las cosas ni tragarme siempre los malos rollos. Sería interesante ser como mi compañera de trabajo, con la que poco a poco construyo una amistad, y tomar el toro por los cuernos, exponer los mil reparos que me encuentro a diario, las carencias y la falta absoluta de valor positivo a algunos aspectos. Pero a pesar de que lo intento, supongo que necesito tiempo para actuar diferente.
Solo el destino tiene la última palabra, nadie como él puede contarme cómo acabará esta parte de mi historia. No manejo los hilos como con mis personajes ni consigo desentrañar cuál es la mejor decisión, solo tengo claro que quiero sonreír cada día, encontrar la emoción en cada instante y caminar hacia un horizonte que me ilusione.
¡Feliz día! J


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¿Nueva travesía???

7:07 Pat Casalà 4 Comments

¡Buenos días! Cuando las reminiscencias del pasado se ocupan de desestabilizarte en tu ahora debes encontrar una manera de acatarlas con dignidad, aunque acaben por dar un giro de ciento ochenta grados a la manera en la que ves la vida.
Hay instantes de clarividencia, de sensaciones intensas, de dejà vu, de descubrirte otra vez en un lugar que pensabas olvidado… Y entonces te das cuenta de que no vale la pena derramar el llanto por algo tan fútil, así que miras alrededor, calibras lo que te envuelve y tomas una decisión irrevocable.
Fuera lágrimas, se acabó machacarse por lo que sucedió, intentar encontrarle sentido es absurdo y cuatro días de bajón ya son demasiados. Hay que ver la parte positiva, ahora tengo clarísimo dónde estoy y hacia dónde no quiero ir. A veces hace falta enfrentarte a un desastre para descubrir lo que realmente puede hacerte feliz.
Me asusta la incertidumbre, quizás por eso permito que las situaciones se alarguen más de lo necesario y aguanto lo que no debería. Construir una relación de confianza cuesta muchísimo, pero para destruirla suele bastar con un soplo de aire.
Hay tantas cosas maravillosas por las que sonreír… La vida me ha otorgado mucho de lo que creía vedado, tengo unas amigos increíbles que están ahí cuando me caigo, personas por las que me preocupo y con las que comparto desvelos y alegrías. ¡Qué más se puede pedir!
Solo me falta un poco más de arrojo para no empequeñecerme cuando una situación me duele y me desborda. Eso es culpa de la sensibilidad, de mi manera de sentir, de interactuar y de mostrar una responsabilidad que va más allá de los límites habituales.
Hay un largo camino que se abre frente a mí, con curvas intrincadas y una neblina que no me permite ver si llegaré a buen puerto. Pero no puedo pasarme más días esperando a que las cosas cambien, ni permitiendo que me hieran con impunidad, sintiéndome cada vez más pequeña. La vida es demasiado bonita para pasársela anclada a una situación que no me gusta.
Ahora que tengo clara la necesidad de darle un giro a mi rumbo, voy a serenarme lo suficiente para ver cuál es el siguiente paso y hacia dónde me encaminaré para virar el timón en una dirección concreta. Me ha encantado la travesía compartida con personas inolvidables, la cercanía que hemos construido a base de momentos compartidos.
A ver qué sucede en el mañana, si la Providencia tiene reservada una sorpresa o si mi sonrisa será gracias a la un nuevo destino…
¡Feliz día! J


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Toca positividad

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! El lunes se despierta nuboso y gris. A veces me sorprendo de cómo el tiempo se adecua a mi estado anímico. Sonrío, no os penséis que los reveses me afectan hasta dejarme yerma de felicidad, pero sí mengua la sensación ilusoria de serenidad que me invadía la semana pasada.
Enfrentarse a situaciones difíciles consigue empequeñecerme, me cuesta un mundo reaccionar en el momento, es como si las palabras ajenas pudieran derrotar a cualquier pensamiento racional que las borre del mapa. Quizás debería cambiar, aprender a darle una dimensión correcta, pero a los cuarenta y dos no sé si serré capaz de darle un giro tan radical a mi manera de actuar.
De momento he reflexionado durante un par de días, enfriando la situación y permitiendo que los sentimientos se asienten. Consejos a parte, sé qué debo hacer, ahora solo me pregunto si seré capaz…
En fin, no vamos a arreglar el mundo escribiendo en el blog…
Toca positividad, como cada mañana. A pesar de la lluvia sé que tarde o temprano aparecerá el sol, uno brillante y perfecto, de aquellos que me llenan de energía positiva. Lo espero con la emoción propia del momento, con la ilusión de caminar bajo su cobijo y llenarme con la luz que nos ofrece.
Esta semana tengo muchísimas cosas maravillosas qué hacer y no pienso perderme ni una. El fin de semana vi muchas películas, cuando estoy un poco de bajón me gusta distraerme con vidas ajenas, como si pudieran evadirme de la mía. Me encantó la película The Imitation Game
Es alucinante descubrir lo engañados que vivimos, cómo las guerras suelen suceder al margen de la vida cotidiana y la manera en la que los gobiernos manejan los hilos para mantenernos en la inopia. ¡Increíble saber ahora cómo solo un grupo reducido de británicos consiguió ganar la guerra ejerciendo de Dios!
Me gustó la actuación de los protagonistas, la escenografía, los decorados y las emociones que se desprendían de cada fotograma, me llegó, y eso s lo que espero en este tipo de películas. Además, consiguió hacerme recapacitar acerca de muchas cosas y no me pasaron por alto las implicaciones de lo que contaba.
Ayer mi marido se fue al mediodía a Madrid y yo me quedé sola en casa con mis hijos. Tenía muchas horas por delante que normalmente dedico a escribir, pero con la resaca de lo sucedido el viernes no me concentraba, así que mi hija y yo nos decidimos a zapear hasta encontrar un par de pelis ñoñas de tarde de domingo.
¡Al final vi tres seguidas! ¡Y después me enchufé a El Mentalista! Jejejejejeje, ¡estoy fatal!
Ahora toca subirme a la moto, conducir hasta el trabajo y mojarme…

¡Feliz día! J

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Espero con emoción el mañana

10:01 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Hace un sol radiante en el exterior, con la energía positiva que desprende y la ilusión que emana. Hoy me despierto tras una noche revuelta, sin demasiadas horas de descanso y con resaca de sentimientos descontrolados.
A veces me pregunto dónde quedó esa web que pedía, la soyidiota.com, con un muro de experiencias de las que huir, donde podamos dejar constancia de nuestros errores para aprender de ellos. Es la mejor forma de avanzar, de saber a dónde conduce un paso mal dado y cuánto podemos invertir en algo concreto sin salir lastimados.
Me prometí que nunca más iba a pasar por una situación determinada, pero está visto que esa promesa no sirvió de nada, a pesar de mis esfuerzos, del tesón, de la intención de darlo todo, ayer volví a ese instante en el que me di cuenta de lo idiota que fui.
No me fustigo ni me angustio, simplemente estoy decepcionada y dolida. Pero hay que continuar caminando, buscar una manera de rodear las dificultades sin darles la espalda, de acatar el destino como viene y de ser valiente a la hora de tomar decisiones.
Es curioso, me paso la vida escribiendo acerca de mis desvelos y a la hora de afrontar según qué situaciones con la palabra oral me cohíbo, sin dar rienda suelta a la verborrea que me invade frente a un teclado. Quizás es más fácil expresarse en el papel que en la realidad, o simplemente necesito la soledad que ofrece la escritura para explayarme.
Durante esta noche me he dado cuenta de que a veces abarco demasiado, aunque no me lo pidan. Ese arrojo no es por ambición, sino porque cuando descubro la necesidad de ordenar alguna cosa me lanzo de cabeza, por una responsabilidad mal entendida.
¡Qué sobrevalorada está la amistad y el compañerismo! Soy absolutamente consciente de ello, cada vez que me enfrento a realidades me duele en el alma saber que lo he dado todo sin esperar nada a cambio y acabo escaldada. Así que ha llegado el momento de ser valiente, de saltar al vacío, de arriesgarme a abandonar la seguridad de lo conocido para adentrarme en la incertidumbre de lo que está por venir.
Ahora toca darle la vuelta a la situación, tragarse el coraje de estar otra vez en el mismo lugar que me prometí barrer de mi vida, y buscar alternativas que me ayuden a recuperar el rumbo. Optimismo ante todo. No voy a permitir que nada oscurezca mi actual felicidad, a pesar de que deba afrontar cambios significativos y de que quizás se presente un futuro incierto.
Espero con emoción el mañana, ese que traerá otra vez un sol radiante en mi corazón. Seguro que será maravilloso…

¡Feliz día! J

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Amigas

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! A veces me percato de que mi visión de las cosas se aleja muchísimo de la que tienen los demás. Pero me da igual, para mí es importante sentir, permitir que sean las emociones las que dirijan mis pasos y dejarme llevar por ellas.
Hay personas que pasan por tu vida sin calar hondo, son compañeros de una parte del viaje a quien luego pierdes de vista y no echas de menos. El tiempo borra el contacto y quizás nunca más te relacionas con ellas.
En cambio, cuando encuentras a alguien con quien estableces un vínculo de amistad, la distancia no consigue disipar ese sentimiento, a pesar del paso de los meses y de los caminos separados que se tomen. Para mí un ejemplo es mi amiga de Suiza, con quien a día de hoy mantengo una ciberamistad tras conocernos ocho meses en directo.
Supongo que cada persona tiene una manera distinta de sentir, dando paso a la frialdad o la calidez según su forma de ser. Yo soy de la segunda opción, suelo darlo todo cuando me siento cercana a alguien, sin escatimar en emociones, y eso me coloca muchas veces en posiciones vulnerables.
Sin embargo la vida me ha ofrecido la posibilidad de compartir el camino con amigas fabulosas, personas que están ahí cuando las necesito, con las que río, lloro y me siento bien. ¡Qué diferente es a cuando era una niña!
Hoy me despierto contenta, con la ilusión de revisar mi actual situación y saber que la sensibilidad es una virtud, y que a veces encuentro amigas sin buscarlas, aparecen de la nada y de repente se convierten en algo importante en tu día a día.
Ayer leí un blog de alguien a quien yo apreciaba, aunque solo el tiempo dirá si ella también a mí. Antes le daba mucha importancia a esa reciprocidad, era como si necesitara sentir a la otra persona cerca para sonreír. Ahora no anhelo ese calor, simplemente me preocupo por las personas que me han llegado al corazón en algún momento.
Ojalá la vida les otorgue la posibilidad de sonreír a cada una de las amigas que me acompañan y de las que se han perdido en un firmamento estrellado. Desde que recuperé mi verdadera naturaleza optimista y conseguí deshacerme de las angustias pasadas veo la vida de muchos colores, como si en cada recodo encontrara un arcoíris.
Me gustaría que esta multicolor manera de vislumbrar el sendero de la vida llenar a de luz a las personas con las que comparto un vínculo de amistad, a pesar de que se haya extinguido y ya no nos relacionemos. Seguro que los rayos luminosos también alcanzan a los lectores del blog, a la gente que transita en algún momento por mi vida, a quienes se interesan por un pedacito de mi historia…

¡Feliz día! J

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Todo regresa...

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Todo regresa… Es genial, cuando una llama se apaga otra se enciende en un lugar apartado, a pesar de que parece exigua. Por suerte mis deseos de escribir vuelven a acompañarme y poco a poco construyo una nueva historia.
Con los años he aprendido a leer entradas en los blogs y ver más allá de las palabras. Es como si con la lectura pudiera llegar al alma del escritor del post. Y hay personas a las que he aprendido a querer, a pesar de que ellas quizás no sepan ni que existo. Nunca renunciaré a esa sensibilidad, a tener la capacidad de decidir a quién apoyo interiormente y a quién ignoro. Es la magnificencia de la red, el anonimato, unido con la elección silenciosa de blogs a los que leer.
He decidido poner en práctica los propósitos de año nuevo que me marqué. Son algunas pequeñas batallas accesibles, aunque en algunos casos necesitan un empujón de energía y mucho esfuerzo por mi parte. Si son demasiado sencillos no duran un año…
Creo en la necesidad de marcarse retos plausibles, de tener unas metas que te hagan feliz y luchar por ellas. Las mías actuales distan muchísimo de aquella proyección del futuro que tenía de pequeña, ahora ya no me obsesiona ser una escritora superventas (conste que no me importaría nada, ¿eh?) ni tengo aquella sensación de que la vida es algo más de lo que me rodea ahora.
Al terminarse las esperas infructuosas frente al mail y al teléfono, al entender que hay mil cosas maravillosas a las que no les prestaba atención, he redefinido mis anhelos de manera que resulten alcanzables, aunque algunos de ellos requieran dedicación.
No me asusta trabajar para forjarme un futuro que se adapte mejor a mis expectativas ni tengo reparos en darlo todo para conseguir un objetivo, sé que nada es gratis y que saltar de un punto bajo a otro más alto requiere caminar por el sendero que serpentea frente a mí.
Ahí voy, decidida, feliz, con una perfecta sonrisa y las ideas más claras que nunca. Tengo tanto por lo que sentirme ilusionada, es bonito saber que hay personas a mi lado que me quieren y me acompañan en el camino hacia el destino. También me parece increíble descubrir pequeñas ilusiones en cosas cotidianas, alcanzar un estado en el que ya no me importa avanzar hacia otro estadio superior porque lo que tengo ahora es lo que necesito para ser feliz.
Sin embargo me he marcado tres metas importantes para este 2015, suponen esfuerzo y tesón, ilusión y ánimo y, por suerte, las veo total y absolutamente alcanzables. Así que ahí va mi primer impulso de energía para caminar con decisión.
¡Feliz día! J


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Sensaciones

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! El sol brilla en mi corazón. Ya sé que es una frase cursi, de esas trilladas que no suelen gustar a todo el mundo, pero es cierto. Cuando alguien es feliz a pesar de las mil metas aplazadas, de las idílicas ideas sobre un futuro mejor olvidadas y de que la realidad no es un reflejo de las proyecciones infantiles sobre su destino, indica con luces de neón que ha conseguido encontrar la manera de disfrutar de la vida.
Espero que ese sol que me ilumina también se decante por salir en el cielo azul y nos deleite con un día magnífico, pero si llueve o hace mal tiempo no me va a importar.
Hay tantas cosas maravillosas por las que alegrarse de que me parece increíble esa obsesión enfermiza por publicar que me acompañó durante unos años. Escribir me encanta, es una manera de exorcizar mis fantasmas, de darle vueltas a una idea, de ser capaz de abrir mi mente a las mil peripecias de un personaje anónimo.
Empezar la nueva novela y ver que la inspiración me acompaña es sentir en todo momento la necesidad de saber qué les pasa a Bruno y a Aurora, con una intensidad abrumadora. Entran en mi interior y luchan por hacerse oír, para que sus emociones me invadan y desee contar su historia, saber de dónde vienen y a dónde van, como si formaran parte de mí.
De pequeña mi gran afición era leer, descubrir cómo un escritor había ideado la trama de una novela, buscando siempre esa inmediatez que me creaba el enganche a las páginas de un libro. Necesitaba absorber hasta la última página en una sentada, saber qué sucedía después.
Ahora ese mismo anhelo es el que me empuja a escribir a una velocidad de vértigo cuando inicio una historia que quiero contar. Es como si ser dueña del destino de los personajes me impulsara a darles forma a sus vidas, como si fuera una necesidad imperiosa que dirige mis horas libres.
Me encanta sentirme libre para dotar de personalidad a las personas que moran en mis escritos, saber que a medida que avanzo vivo con ellos su momento y que los acompaño hasta el final. Por eso ahora ya me da igual si después se quedan en mi disco duro, yo he cumplido la misión de darles un final a su principio.
Creo que con RANP conseguiré desencallar mi sequía creativa, se perfila como una novela juvenil, de misterio, amor y suspense… A ver cómo termina… De momento tengo PELN terminada, pero necesito alguna lectora beta nueva, porque la he retocado y ya la habían leído las otras beta

¡Feliz día! J

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Vuelta a la vida real

7:07 Pat Casalà 1 Comments

¡Buenos días! Ufff, ayer no paré de hacer cosas, parece que cuando abandonas por unos días tus obligaciones inmediatas luego se amontan con absoluta imperiosidad. Por suerte mi cabeza ha regresado de sus largas y cálidas vacaciones con una idea bastante interesante para escribir una nueva novela. En diez días ya cuenta con diecinueve folios…
Me gusta, a ver si continúa interesándome en una semana y puedo anunciar públicamente que mi sequía creativa se ha llenado de agua de un manantial eterno. Jejejejejeje, con que dure una temporadita ya me vale.
Estoy feliz, a pesar de que el viernes un coche me tiró la moto nueva al suelo y se dio a la fuga, de que no tengo nada claro mi destino literario y de que en la oficina apenas cuento con cinco minutos al día para respirar algo de aire fresco. No tengo ni idea de si El Secreto de las Cuartetas finalmente saldrá en papel ni si hay alguna agencia a la que le interese representarme ni si las editoriales que tienen mis manuscritos les gusta lo que leen… Pero mi sonrisa sigue inalterable, porque, aunque suene extraño, ya no me importa.
Abandonar esa necesidad imperiosa de darle una salida a los manuscritos me ha llenado de una paz intensa, de aquellas en las que vislumbras el mundo con una luz especial. Estoy tan relajada que incluso conseguí desatender la escritura el tiempo de falta de inspiración sin que ello alterara mi estado anímico.
En Navidad corregí PELN, con los comentarios de mis lectoras beta muy presentes, en busca de una mejoría notable. Creo que realmente he conseguido el efecto que buscaba, aunque en un par de meses le daré otra vuelta a la historia, a ver si está bien medida.
A ver dónde me lleva el destino literario…
El viernes cogí un berrinche de cuidado cuando me encontré mi moto nueva rota, con el baúl en el suelo, el retrovisor a su lado y ausencia absoluta de un papel con el teléfono del conductor que la tiró al suelo. Entre la falta de pilonas que separen el aparcamiento de los coches del de las motos y la ausencia total de civismo de las personas, me encuentro que debo abonar el destrozo y encima tragarme la rabia.
Por suerte parece que la reparación no será demasiado cara.
En la oficina hay tanto trabajo… A veces creo que me saldrá humo de la cabeza. Me paso las horas frente al ordenador, con la ansiedad de llegar a tiempo a la presentación de impuestos, al cierre del año, a cambiar la estructura contable de una de las empresas para este año 2015… Uffff, me estreso solo de pensar las mil cosas que me esperan en el despacho.
Seguro que al final del día tendré una sonrisa, aunque hoy se cumple un año desde el fallecimiento de mi cuñada y me da tristeza recordar ese día.

¡Feliz día! J

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Reapertura del blog

7:07 Pat Casalà 2 Comments

¡Buenos días! Al fin me lanzo de nuevo a la aventura de narrar mis peripecias cada mañana. Vuelvo de las navidades con energía renovada, emoción y muchísimos deseos de compartir con vosotros instantes mágicos de mi día a día, sacándole punta a las situaciones y consiguiendo una de esas radiantes sonrisas mañaneras que tanto lucen.
Tengo tantas cosas que contar… No sé ni por dónde empezar ni si vale la pena explicarlo todo, es posible que mi mente solo quiera exponer algunos retazos sueltos, sin llegar al meollo de los asuntos.
Al empezar a trabajar la semana pasada los papeles se amontonaban sobre mi mesa, con una necesidad imperiosa de que les prestara atención. Hay muchísimo trabajo, como siempre, y poco tiempo para atender a los mil asuntos que requieren atención inmediata.
Por suerte tengo capacidad para enfrentarme a esa pila de cuestiones importantes, a pesar de que dos de mis ayudantes han decidido no regresar este mes y abrazar nuevos empleos. Espero substituirles pronto…
En temas literarios estoy igual que antes de marcharme. Sin demasiadas ganas de escribir y con ausencia total de noticias de editoriales, agentes… Sin embargo me da igual, no me estresa ni pienso que es una derrota, simplemente no espero conseguir una respuesta afirmativa o negativa, el tiempo dirá si mis libros llegan antes o después al público.
Durante las vacaciones deseché finalmente la novela que había empezado a finales de noviembre. No me inspiraba ni la sentía lo suficientemente próxima para avanzar en ella. Sin embargo empecé otra que ahora mismo me parece la idónea para este momento. Veremos si la inspiración me acompaña en el desarrollo de la historia o también se queda estancada en alguna página.
Conseguí pasar varios días de las vacaciones en La Cerdanya, acompañada por mi familia, con los esquíes puestos muchísimas mañanas y la ilusión de pasarme horas frente a la chimenea, viendo cómo las llamas danzaban en su interior.
El Papá Noel nos ha traído una GoPro para toda la familia… Mis hijos no pararon de hacer vídeos intrépidos por las pistas, siempre con esa energía propia de la adolescencia. Àlex se decidió a saltar en una zona preparada para ello, la primera vez me negué a mirarlo, muerta de miedo, pero cuando descubrí que podía hacerlo sin caer, me fui directa a observar cómo volaba.
Pasamos Fin de Año con unos amigos en casa, con apagón incluido y unos momentos de tensión a la luz de las velas. Navidad fue en mi casa de La Cerdanya, con una magnífica comida preparada por mi madre mientras nosotros esquiábamos. Reyes en casa de mi suegra, con una comida exquisita y una compañía perfecta…
¡Vacaciones geniales! Ahora toca ponerse las pilas y a trabajar. Volverán las entradas, las alegrías y las sonrisas, ¿me acompañáis?

¡Feliz día! J

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