Hoy es la entrada 666...

6:06 Pat Casalà 2 Comments


   ¡Buenos días! Hoy escribo la entrada 666… ¡Qué yuyu! Dicen que el 666 es el número del diablo, un número maldito… ¡Espero que esta entrada la lean como mínimo 66 personas! Jajajajajaja. Con lo que a mí me gustan los juegos de números… Voy a programar la entrada para que se publique a las 6:06. ¡A ver qué pasa!
    Ayer me preguntaron qué era La Aventura de Crear Mundos Paralelos y cuando contesté lo hice mecánicamente: «¡mi diario Online!», aseguré convencida. Las preguntas que se sucedieron me ayudaron a percatarme de que hay gente que no acaba de comprender mi forma de exorcizar los sentimientos que me invaden.
    Es cierto que para escribir cada mañana hay que encontrar temas interesantes o como mínimo palabras que tengan un sentido. Para mí este blog es algo grande, una manera de no perder el hábito de escribir un rato cada día y de practicar. A escribir se aprende escribiendo, como a leer se aprende leyendo…
  Desde niña tengo la necesidad de contar historias, de sacar punta a los momentos cotidianos y de buscar maneras de expresar la inmensa imaginación con la que he nacido. ¡Y el blog es perfecto! Me levanto temprano, me siento y escribo.
    Quizás es una maldición, de ahí que hable de ello en la entrada 666, o quizás sea algo mágico que convive conmigo desde niña. Si bien es cierto que en mi infancia tener tantísima imaginación me reportó muchos disgustos… Era fantasiosa y charlatana y me gustaba involucrar a los demás en mis ideas locas. ¡Si al pobre Eulogio, el jardinero de mi colegio, lo convertí en un personaje siniestro!
  Con el tiempo aprendí a canalizar mi mundo paralelo hacia otro lugar, de manera que las historias inventadas se quedaban encerradas en una libreta o en mi cabeza y no las compartía con nadie. Durante años fueron mi refugio particular, el lugar donde me evadía de la realidad cuando ésta me sobrepasaba. ¡Así nació Ónixon!
    En La Baraja exploté la idea de una maldición que existe desde el inicio de los tiempos y la utilicé para dar sentido a algo doloroso… ¡No os la voy a contar! Si queréis averiguar algo sobre ella deberéis esperar a que algún día la novela vea la luz. ¡Me encantan las aventuras de Pam Casas!
    ¿Creéis que esta entrada está maldita? Las estadísticas dirán…
    ¡Feliz día! J  

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Despertarse con energía

7:07 Pat Casalà 2 Comments


      ¡Buenos días! El frío sigue pegando fuerte. Parece que no quiere desprenderse de la atmósfera… ¡Qué se le va a hacer! Toca abrigarse y no pensar demasiado en la playa y el calorcito.
     Desde que empecé a escribir LME me he aislado del mundo. Mis amigas me dicen que estoy desaparecida, supongo que he de buscarles un hueco también a ellas. Aunque lo veo complicadísimo… ¡Si no tengo tiempo ni para dormir!
     Trabajo seis horas seguidas tres días a la semana y diez horas seguidas los otros dos. Y eso si las cosas no se complican y tengo que quedarme más de la cuenta… Luego me toca ocuparme de las comidas, de las cenas, de la compra, de llevar a los niños arriba y abajo, de organizar la casa… Y también quiero bailar tres veces por semana, escribir un poquito cada día, charlar tranquilamente con mi marido y jugar al Apalabrados… ¿Dónde meto la vida social?
      La idea para la nueva novela no me deja en paz… Tengo los tres primeros capítulos en la cabeza y la trama toma forma cada día, ocupando mis pensamientos mientras acabo de rubricar los últimos coletazos de LME. ¡Luego me quejo porque no duermo!
     A veces pienso que esa hiperactividad cerebral que tengo es demasiado intensa, pero la verdad es que no me imagino mi vida sin mi mundo paralelo. Es maravilloso rodearse de personas imaginarias que saltan de tu interior al papel y te acompañan en una aventura.
       Escribir es una manera de exorcizar los sentimientos, de plasmar instantes de tu pasado que te han marcado, de explorar nuestras emociones, de viajar sin moverse de la silla… Os recomiendo que tras enfrentaros a algún acontecimiento importante os sentéis y escribáis lo que sentís, ¡es una experiencia maravillosa!
      Por eso ahora no me paseo por las redes sociales ni leo ni tengo demasiada vida social… Estoy en un momento creativo, uno de aquellos en que la imaginación vuela y me reporta historias, ideas, argumentos. Cierro los ojos y veo las escenas, descubro las palabras que dicen los personajes, sus sentimientos, sus actos…
      Así que voy a aprovechar la inspiración y a escribir, escribir y escribir. ¡Me encanta! Quiero soñar en las tramas, quiero vivir en ellas, quiero caminar de la mano de los protagonistas. Y ya me da igual si una gran editorial quiere publicar mis novelas o no, solo quiero crear sin detenerme, como al principio, cuando lo importante era ser feliz con mis manuscritos.
      ¡Feliz día! J

   

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Subirse al tren

7:07 Pat Casalà 2 Comments


      ¡Buenos días! Estoy feliz, tanto que ayer me puse a llorar en medio de la clase de baile. ¡Es tan emocionante!
Los sueños de infancia tienden a ser grandes y exitosos, tanto que a veces no somos capaces de ver la realidad ni de enfrentarnos a un cambio en las ideas preconcebidas. Mi inmensa imaginación fue la culpable de que mis metas fueran tan altas, ¡me veía de verdad en Hollywood!
     Muchas veces el tiempo coloca las cosas en su sitio y redimensiona nuestros sueños. La capacidad de enfocar los cambios con ilusión nace de nosotros, debemos mirar hacia delante sin detenernos a pensar lo que queríamos y empezar a valorar lo tenemos.
      Siempre pensé que el día que recibiera una oferta de edición me pasaría horas llorando. ¡Soy de lágrima fácil! Llevo tantos años luchando por conseguirlo que ahora me ha costado unos días descubrir lo feliz que me hace que una editora hable conmigo.
      Vale, no es Planeta ni Ramdom House ni Ediciones B, pero en este momento hay dos editoriales que vieron mis obras en Amazon y las quieren publicar y es absurdo no tirar cohetes. ¡Veré uno de mis libros en papel! Eso me emociona, tengo suficiente para ser feliz, es algo grande.
       Ayer tomé una decisión y quiero seguir adelante con ella. El tren pasa una vez y hay que subirse a él, sin pensar en cómo nos hubiera gustado que fuera nuestro vagón. La suerte es poder ir montados en él.
Y ayer, tras hablar con una editora y entender que realmente tengo dos ofertas sobre la mesa, me fui a bailar con tensión. ¡Me cuesta procesar los datos! Y cuando empecé a moverme al son de la música la realidad se me presentó en forma de cosquillas abdominales y taquicardia.
   Empecé a llorar como una tonta, con los sentimientos pululando por mi interior con fiereza y desatando mis emociones.
     ¡Tengo la posibilidad real de ver El Secreto de las Cuartetas en papel!  Es tan maravilloso, algo tan grande, que estoy dispuesta a saltar al vacío, a subirme a ese vagón con la intención de que me conduzca a un sitio mágico, allí donde los sueños cobran una nueva dimensión y nos ayudan a creer que todo es posible.
       ¡Allí voy!
    Mi cabeza es un ente extraño que va por libre, ahora, cuando apenas me quedan unos capítulos para terminar LME ya ha tramado el principio de mi siguiente novela… ¡Ahora me toca encontrarle un título!
    La vida me ha enseñado que lo más importante es dedicarte a lo que te hace feliz. ¡Y yo me lanzo de cabeza a lo que me gusta:escribir!
     ¡Feliz día! J

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Decidir...

7:07 Pat Casalà 4 Comments


      ¡Buenos días! El frío no quiere irse… Tengo unas ganas de sol, calor y playa… A ver si pasa ya el invierno y vuelve el verano con todo su esplendor. ¡Quiero calor!
      ¡Otra vez lunes! Hay veces que cuando suena el despertador prontito me dan ganas de darme la vuelta y continuar durmiendo. ¡Qué bien se está en la cama!
Pero las obligaciones pesan demasiado, así que toca apagar el despertador, levantarse y caminar hacia la cocina en busca de un café bien cargado. Es el mejor momento del día, sola con mi taza humeante y unas tostadas de pan integral con queso. Mmmmmmmm.
    Últimamente me cuesta muchísimo tomar decisiones. Parece mentira, yo que soy una persona con las ideas claras no soy capaz de decir sí o no a algo importante, y le doy vueltas y vueltas y más vueltas…
     Hay una editorial que quiere publicar El Secreto de las Cuartetas en 2015, es una editorial pequeña, pero seria. Durante estos últimos meses he recibido ofertas de otras editoriales que no son muy de fiar, una de ellas me proponía co-edición, cosa que tengo claro que no aceptaré.
     Estoy contenta, porque esta editorial me vino a buscar, se interesó por mi obra y me da una oportunidad, así que quizás ya es hora de decir que sí y dejar que el tiempo pase sin agobios. Aunque sea una editorial pequeña y la tirada sea mínima, puede que sea una buena oportunidad para ver un libro en papel.
    ¿Sabéis? Ahora veo las cosas desde otra perspectiva que antes, no busco el éxito en mayúsculas ni un pelotazo de aquellos que me ayudarían a dedicarme únicamente a la escritura. Quiero ser feliz con lo que hago y escribir por emoción. ¡Y tener un libro en papel me hace muchísima ilusión!
     Así que creo que acabo de tomar una decisión. ¡A ver si es la acertada!
     Bueno, me voy a trabajar…
     ¡Feliz día! J

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Recuperar aficiones

10:01 Pat Casalà 3 Comments


¡Buenos días! El sol luce tras la ventana, aunque el termómetro marca cuatro grados positivos… ¡Suerte que no estoy esquiando! El frío me impediría disfrutar.
Ayer volví a cocinar. A medida que recupero aficiones antiguas recuerdo sensaciones que creía olvidadas, momentos de paz, instantes alegres e ilusiones. Para cambiar un poco hice risotto de mozzarella con tomates secos, ¡y salió buenísimo! Aunque el sabor del de ceps es insuperable… Y de postres cociné mi famosa tarta de limón. ¡Hacía tantos años que no la preparaba!
Tenía gente a cenar y parece que les gustó la comida… ¡Hice un quilo de arroz para siete personas y no quedó ni un grano para guardar!
 El frío era tan intenso que mi marido y yo decimos pasar la tarde en casa mirando la tele. Teníamos un par de episodios de la segunda temporada de  Homeland pendientes para terminarla, así que nos sentamos en el sofá y le dimos al play. ¡El final me dejó intrigadísima! Y ahora hay que esperar hasta septiembre para sabe qué pasa… Grrrrrrrrrr.
Una de las cosas que más me gusta de Homeland es que los guionistas no se conforman con alargar una misma intriga como en la mayoría de las series y en cada capítulo se abren nuevas incógnitas que te mantienen enganchado al siguiente episodio.
Muchas veces mi inspiración recoge ideas de series, películas o libros. Es como si mi cabeza fuera un baúl que guarda lo visto o lo leído en un rinconcito donde lo rescato cuando engancha con una trama. ¡Es extraño cómo funciona la mente!
A la hora de crear cualquier recuerdo, por insignificante que parezca, puede ayudar. La creatividad parte de la observación, los sentimientos, la manera en la que vivimos cada momento. Como mínimo así es en mi caso. A veces hay escenas en las novelas que se basan en mi pasado o en una serie que he visto o en una película o en un libro, aunque yo les doy mi toque personal y las hago mías.
LME avanza sin problemas. ¡Me encanta escribir escenas llenas de sentimiento! Así que me voy a continuar con al historia…
¡Pasad un gran día! J


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Balance de Amazon

10:01 Pat Casalà 4 Comments


¡Buenos días! Tras escuchar las alertas de nieve de ayer nos quedamos en Barcelona, ¡y suerte que lo hicimos! Los alrededores están nevados y las carreteras cortadas. ¡Qué frío debe hacer en la montaña!
Me voy a quedar unas horitas dentro de la cama, tapada con el nórdico, aporreando el teclado, como a mí me gusta. ¡Hay tantas historias rondando por mi cabeza! Y terminar LME parece algo tan cercano…
Visto con perspectiva la experiencia de publicar, aunque sea en Amazon y sin la colaboración de una editorial, es algo que te aporta sensaciones encontradas. A principio eres feliz al ver tu sueño cumplido. La portada, el booktrailer, las primeras ventas, los comentarios, los emails de amigos que se lo han comprado…
Luego viene aquella obsesión por mirar las listas y los informes de venta constantemente, como si lo único importante en la vida fuera que el marcador escalara posiciones. Ahí es donde empieza tu lucha interna para no pasarte el día mirando, sintiendo, angustiándote o ilusionándote.
Soy una persona que acostumbra a llevar las cosas al extremo, o todo o nada, así que adaptarme a esa situación me costó un tiempo y un esfuerzo. Por suerte tengo un trabajo remunerado que se lleva la mayor parte de mi tiempo, así que poco a poco rebajé mi dependencia con las ventas.
Las reseñas que aparecen en la Web son algo mágico cuando son positivas, te dan una energía que no encuentras en otro rincón, pero cuando te enfrentas a una mala, te duele. A pesar de que yo soy una persona que escucha y que extrae enseñanzas de las críticas, cuando leo en un lugar público que una de mis novelas no le ha gustado a alguien o que no ha sido capaz de acabarla o que es mala, siento una decepción y me desilusiono. Aunque al cabo de unas horas vuelvo a sonreír. ¡Son gajes del oficio!
Estar preparada para encajar cualquier tipo de opiniones es importante si quieres caminar hacia la publicación, ya sea en papel, en digital, solo o acompañado. Es imposible contentar a todo el mundo y los gustos literarios difieren mucho de una persona a otra. Aunque cuando estás empezando las malas críticas pueden hacerte mucho daño…
La parte de la promoción fue estresante. El día no tenía suficientes horas para trabajar, escribir, bailar, los niños, la casa y las redes sociales. Acabé con un estrés increíble, tomando decisiones erróneas y sintiéndome como no tocaba. Y como siempre que me enfrento a algo así, luché para dejar atrás esas sensaciones.
Abandoné la promoción, dejé de mirar las críticas, las listas, los comentarios y de buscar reseñas en la Web, a no ser que sus autores me enviaran un link para leerla, y empecé a vislumbrar una realidad que clareaba frente a mí: lo único importante es escribir.
Me ha costado años entender que es igual si tengo cinco o un millón de lectores, lo que me llena y me da vida es crear las historias, meterme en la piel de los personajes, vivir una aventura con mi mente. Y ahora ya no me duelen tanto las críticas ni me importa si vendo o no vendo ni me paso el día enganchada a las listas, ¡ahora solo escribo! Si encuentro una opinión positiva, lo celebro, si me enfrento a una negativa pienso que la próxima vez lo haré mejor. ¡A escribir se aprende escribiendo!
Por eso busco mi momento de escritura al día, a pesar de que trabajo más de ocho horas fuera de casa, de que no quiero renunciar a mis tres horas de baile semanales, de que tengo dos adolescentes en casa que se llevan una parte de mi serenidad y de mi tiempo… ¡Escribir me aporta felicidad!
¡Feliz día! J

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¡Feliz fin de semana! :-)

7:07 Pat Casalà 4 Comments


      ¡Buenos días! ¡Yupie, viernes! El cielo se ha despertado gris y apático. Hace frío, parece que va a llover… En fin, a ver si hay suerte y mañana sale el sol. Quiero esquiar…
      Ayer tuve una cena maravillosa con unas amigas y un amigo. Estas cenas surgieron por casualidad, tras iniciar un Online y agregar a amigas de amigas al Facebook con vistas a aumentar el número de vecinos de la granja. Y de esa iniciativa nació un grupo de personas que nos reunimos para cenar y charlar una vez cada cinco o seis meses.
      Hablamos de muchas cosas, nos pusimos al día, reímos mucho y cenamos maravillosamente bien en el restaurante de amigo. La verdad es que la tecnología es un lujo.
        Mi juego de saber qué piensan los lectores de lo que va a pasar en la novela que tengo entre manos es de lo más entretenido. Mi querida M. ayer se aventuró a dar su versión del final… ¡Está cerca! ¡Muy cerca! Pero en el capítulo 44 logré sorprenderla.
       Mi cabeza parece un hervidero de ideas, cada día me voy a dormir con la historia revoloteando en mi interior, dándome cuenta de los agujeros en la trama, buscando soluciones, planeando nuevos capítulos. ¡Y luego no duermo! Gajes del oficio de escritora…
         Y durante el día, cuando las obligaciones laborales no me llenan la cabeza, le doy vueltas a lo que escribiré por la noche. ¡Es lo mejor! Escribir con la mente para que luego las palabras fluyan con facilidad. Aunque en la mayoría de ocasiones las cambio…
        He decidido que una vez termine esta novela me voy a lanzar de cabeza a leer los libros que tengo pendientes (son muchos), así llenaré las horas y no me dará el bajón post creación. Es que a veces pienso que nunca más tendré ideas brillantes con las que iniciar una nueva historia.
         Tras años en este mundo he aprendido que mi inspiración es una montaña rusa… De repente sube sin descanso y escribo una trama intensa, y al final desciende en picado y me mantiene en el sótano durante unos meses para recargar las baterías. Supongo que la energía cerebral que gasto para hilvanar las historias en apenas tres meses luego me pasa factura y deja yerma de ideas a mi mente.
         ¿Qué vais a hacer este fin de semana? ¡Espero que algo maravilloso!
         ¡Feliz día! J

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Segundo sí...

7:07 Pat Casalà 2 Comments


      ¡Buenos días! Parece que hoy el día se ha despertado nublado… Grrrrrrr. Ya sabéis que a mí me gusta el sol…
       Ayer recibí una carta interesantísima de una editorial que me había pedido El Secreto de las Cuartetas para valorarla. Siempre creí que cuando recibiera un sí me emocionaría y arrancaría a llorar, que me iría a comprar una botella de Cava y me emborracharía… Pero todo lo que hice fue sentarme en el sofá, leer la carta dos veces y ya. Mi cabeza daba vueltas a otras cosas y empecé a preguntar qué tipo de editorial era y si era de fiar… ¡Hay tantos fiascos por ahí!
        Ahora me acuerdo de una frase que me escribió mi agente hace años, era algo así como: «muchas veces cuesta tanto lanzar la carrera de un escritor que cuando lo consigues has perdido la ilusión y las ganas». Pues eso mismo es lo que me está pasando. Diez años de lucha continua, de afán de superación, de sentir que lo iba a conseguir en cualquier momento, de esperar a que sucediera, de esperanza, ilusión y expectativas han dejado una huella en mi interior, una que me dejó yerma de emoción al recibir algo que ansiaba tanto.
      El primer sí, que recibí hace cosa de un mes, es legal y tiene buena pinta, aunque me tira para atrás el tiempo que ha de transcurrir para que se materialice. El segundo pertenece a una editorial que no sé si me merece demasiada confianza. Me mandaron un informe de lectura tan esperanzador… Eso sí me hizo llorar, saber que alguien se había tomado la molestia de leer mi novela y de enviarme sus impresiones.
         Así que no sé qué hacer ni qué decir ni qué esperar, sencillamente dejo pasar los días sin agobios. No quiero decidir ni quiero volver a vivir con la obsesión de publicar. Ahora me siento feliz con mi presente. Escribo cada día por ilusión, tengo a la plantilla entera de mi oficina leyendo mis avances y propongo juegos, como pararse antes del capítulo 44 y enviarme un email explicando qué piensan que pasará.
     ¡El 44 es mi capítulo preferido! Es uno de los clímax que llevaba tiempo planeando…
Me parece mentira, pero con eso tengo suficiente. Cuando desayunamos, a veces hablamos acerca de LME y esas conversaciones me han dado pistas para mejorar algunos puntos. Y ya no me siento sola con la escritura ni en un mundo aparte, tengo lo que deseaba: lectores.
        Voy a disfrutar de esta tranquilidad que la vida me ha regalado y a no esperar nunca más. Y ya veremos qué decido…
        ¡Feliz día! J

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Escribir, escribir, escribir...

7:07 Pat Casalà 2 Comments


       ¡Buenos días! 63.365 palabras, 50 capítulos y medio, 119 folios y una historia interesante… Estoy en un momento cumbre, donde las tramas empiezan a cerrarse y los personajes descubren la verdad. Vivo tanto la historia que lloro como una tonta en muchos momentos.
     ¡Qué maravilloso es meterme en la piel de otros! Me encanta emocionarme, sentirlos crecer, acompañarlos en sus desvelos y en sus aventuras… ¡Me encanta escribir! ¡Ojalá pudiera pasarme el día en mis mundos paralelos!
     Quiero soñar, quiero vivir más allá de la realidad, aparcar las obligaciones a ratos, desconectar de mi día a día y perderme en un lugar lejano, viajar con la mente y el papel más allá del puente que une mis dos mundos, caminar zigzagueando hacia un futuro incierto.
No voy a abandonar la escritura jamás, ¡me reporta tanto! No sé si mi terapia Zen va a durar mucho tiempo ni si esta emoción me acompañará cuando termine la historia y me enfrente a la corrección ni si mi deseo de dedicarme únicamente a la escritura reaparecerá con tanta fuerza que vapuleará mi optimismo, lo único de lo que estoy absolutamente segura es de que quiero escribir para siempre jamás.
      ¿Qué haré cuando termine esta novela? ¡Pues escribir otra! ¡Y otra! ¡Y otra más! Eso es lo que me gusta, lo que me ayuda a sonreír cada día, lo que distrae a mi mente hiperactiva en los momentos de agobio. Imaginar, crear, sentir, vivir y soñar, ¡imaginación al poder!
No más ansiedades, no más anhelos, no más promoción, no más desilusiones… A partir de ahora será escribir y vivir la historia…
    ¡LME tiene tanto de mí! Es la primera vez que le he cedido una parte importante de mi forma de ser a la protagonista de manera consciente. Durante años me he sentido inclinada a no contar nada de mi vida personal en los libros, solo dejaba retazos aquí y allá, aunque quien me lee y me conoce dice que Marta Noguera, Ángela Harris, Pam Casas, Laura Lluna y Sandra Pons actúan como yo en muchos momentos.
      En esta ocasión hay detalles de mi realidad que se entremezclan con la ficción, hay sentimientos reales en algunos momentos y anécdotas que nos han sucedido en la familia y que ahora aportan consistencia a la narración. No sabéis la pena que me dará poner el punto y final…
     ¡Me voy a trabajar! No sé si lograré sacarme a P. de la cabeza… Ayer cuando llegué a la oficina le dije a mi compañera Mercè: «¡Hola Raquel!». Jajajajajaja
      ¡Feliz día! J

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¡Terapia Zen al poder!

7:07 Pat Casalà 2 Comments


   ¡Buenos días! La terapia Zen funciona, aunque ayer tuve que quedarme trabajando tres horas más para terminar algo importante… Llegué a casa y me tocó preparar una declaración informativa de la empresa de mi padre, que está inactiva, pero no deja de tener obligaciones fiscales, y al final, a las 22:00 pude terminar el capítulo que tenía a medias de LME antes de empezar a ver El Mentalista.
    Lo bueno fue que no me puse nerviosa y que me fui con muchas cosas pendientes sin agobiarme. ¡A ver si hoy consigo lo mismo!
He decidido no pensar en lo que queda por hacer y no ponerme nerviosa si las cosas se acumulan. ¡Ya terminaré! De momento he decidido buscar a una becaria o becario que se ocupe de las tareas administrativas básicas y así encontrar tiempo para los trabajos más importantes.
       Ahora a ver si encuentro tiempo para buscar el becario…
¡La vida es bella! Hay que sonreír más, hay que ser amable, hay que dejar atrás las angustias y mirar hacia un futuro maravilloso. ¡Que luzca el sol en mi interior cada mañana!
      Estoy en la recta final de mi novela y me da muchísima pena… ¡Casi voto por alargar la trama! Uixxxxxxxxxx. Es que cuando termino una novela me quedo un poco traspuesta. Mientras escribo tengo la cabeza enredada en las tramas, en los personajes, en la narración… Y de repente se acabó, ya no hay más, y toca iniciar la odiosa corrección… Entonces siento un vacío extraño, como si mis personajes todavía estuvieran ahí, pero se desvanecieran lentamente. Y me pasa como cuando termino una peli o una novela que me gusta, que le doy vueltas al final, a la trama, a las situaciones, y quiero más…
      Pero por mucha pena que me de abandonar a P. y sus peripecias, por mucha nostalgia que me produzca poner el punto y final, sé que en pocas semanas llegaré a la meta de la historia y que no la puedo alargar. ¡Así que empezaré a despedirme de mi creatividad durante unos meses para encarar el pulido!
      ¿Sabéis? Por primera vez en mi vida de escritora he dejado la novela a varias personas a medida que la escribía y he escuchado sus comentarios. ¡Es maravilloso saber qué piensan! Así puedo darle vueltas a temas interesantes y ver antes los agujeros en la trama.
       Al final mis anhelos se reducen a la ilusión de que algunos me lean, ¡y es ya se está cumpliendo! Me encanta escribir así, con compañeros de viaje y sin el agobio de que sea para el gran público. Escribir sin el deseo agobiante de publicar es increíble, lo hago para mí, porque me gusta, porque me distrae, porque es mi refugio, mi extensión, mi mundo paralelo…
       ¡Terapia Zen al poder!
       ¡Feliz día! J

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Zen

7:07 Pat Casalà 4 Comments


         ¡Buenos días! Se acabó el fin de semana… ¡Qué pena! El cielo está gris, hace frío y no tengo muchas ganas de ir a trabajar… ¡Pero es lo que hay! Mi cabeza está revuelta entre la novela y los capítulos de la segunda temporada de Homeland.
          Cuando una serie me engancha soy capaz de mirar varios capítulos seguidos. Y eso es lo voy haciendo con Homeland… Esta serie tiene una mezcla de suspense, emociones y amor que me encanta.
          Hoy quiero empezar con la terapia Zen. Voy a sonreír durante mis horas de trabajo, a apartar los nervios y a vivir los mil emails que me encontraré a la llegada con buen humor. He pensado que si tarareo por dentro puedo encontrar la paz necesaria para concentrarme en las tareas sin estresarme. ¡Así que lo voy a intentar!
          Si funciona voy a llevarme los cascos a la oficina y a escuchar música relajante mientras trabajo, igual que hago cuando escribo. Para encontrar las palabras la música es un mecanismo maravilloso, me preparara emocionalmente y me ayuda a ponerme en situación.
         Otra idea que se me ha ocurrido para relajarme es mirar por la ventana cuando algo me agobie. Siempre me ha gustado observar a los demás, inventarme historias, pensar en sus vidas como si fueran personajes de mis libros.
         Muchas ideas de mis novelas vienen reflejadas por cosas cotidianas que descubro mirando la calle, a los transeúntes, a los coches… ¡Así que cuando me ponga nerviosa voy a dedicarme a eso! Por suerte tengo una ventana al lado de mi mesa.
          Y… ¡Me voy a trabajar! ¡Feliz día! J

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Terapia de shock

10:01 Pat Casalà 4 Comments


¡Buenos días! El cielo parece empeñado en darme oscuridad… ¡Vale, es invierno y toca lluvia, frío y nubes! Pero a mí me gusta el sol, la playa, la tranquilidad, la claridad…
Ayer estuve un una cena interesante, con gente que no conocía, en un ambiente perfecto para relajarse y disfrutar de una conversación pausada… ¡Y estaba estresadísima! Creo que la terapia de shock para aparcar los nervios laborales empieza ahora mismo. Estoy decidida a abandonar ese perfeccionismo que tanto me agobia a veces… ¡Vamos allá!
El trabajo se va a quedar en la oficina, voy a encararlo con menos agobio, voy a hacerme una lista cada mañana de prioridades y las voy a tachar a medida que las cumpla. ¡Y no voy a ponerme nerviosa! ¡NERVIOS FUERA! J
LME marcha muy bien. Ayer por la tarde llegué a un capítulo álgido que llevaba preparando dos semanas. Cada vez que cerraba los ojos buscaba las palabras para darle el dramatismo justo, era importante captar el sentimiento preciso para que la narración tuviera fuerza. Lo escribí con rapidez, metiéndome en el papel sin problemas, y acabé llorando como una tonta, con las emociones a flor de piel. ¡Qué bonito fue!
Me encanta cuando mi mente funciona de catalizador y me despierta sensaciones paralelas a mis personajes, es una experiencia única, de aquellas que valen la pena vivir. Meterme tanto en la piel de la protagonista es como viajar a un mundo desconocido, como usurpar su cuerpo para vivir una aventura sin moverme del sofá.  
Soy muy habladora, me emociono tanto con las palabras que cuando las digo en voz alta les imprimo fuerza, pasión y mucha teatralidad. ¡Quizás debería hacerme actriz y canalizar ese ímpetu en las actuaciones! Aunque me sigue pareciendo mejor ser la que escribe la historia y sabe qué ocurrirá a continuación…
La verdad es que no sé si sería capaz de vivir en el Caribe, estirada bajo un cocotero con el ordenador en el regazo, con el día por delante y una novela por escribir como única obligación… ¡Lo asumo! Hago demasiadas cosas al día, pero en el fondo es lo que me gusta, lo que me ayuda a avanzar, a pasar las horas ocupada, dándole algo en lo que pensar a mi mente hiperactiva.
Hoy me toca cocinar. Mi hijo cumplió quince años el jueves y vienen mis padres, mi hermana y mi suegra a comer. Cocinar es algo que me gusta muchísimo, así que voy a pasármelo en grande metida en la cocina, con las manos en la masa y preparando un arroz con Ceps y foie, un par de ensaladas diferentes y un pastel para mi pequeño… ¡Ay no! De pequeño no tiene nada… ¡Si mide más de metro setenta y seis! ¡Y calza un cuarenta y cinco! Grrrrrr, ¡cómo crece! Hace dos días era un pequeñajo que correteaba por casa…
Y después de comer le daré un empujoncito a mi novela.
¿Qué haréis vosotros? ¿Cómo se presenta el domingo? ¿Y la semana? ¡Contadme cosas!
Me voy a la cocina…
¡Feliz día! J

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Serenidad

10:01 Pat Casalà 5 Comments


¡Buenos días! Mi terraza está mojada… Esta noche ha llovido. A ver si ahora sale el sol y me puedo ir de paseo por Barcelona con mi marido. ¡Tenemos ganas de pasear!
Este último mes he descubierto muchísimas maneras de promocionar las obras que utilizan algunos escritores. Evidentemente no todos hacen lo mismo, pero me parece alucinante las tretas que se les ocurren a un tanto por ciento de los autopubilcados. ¡Imaginación al poder!
En mi caso decidí abandonar la promoción para no volverme loca. Mi  ritmo de trabajo diario es frenético y las pocas horas libres de las que dispongo quiero dedicarlas a mis pasatiempos favoritos: escribir y bailar.
A veces pienso en cómo sería mi vida si cambiara de trabajo o lo dejara o me dedicara a la tarea remunerada solo cuatro horas al día. Sé que si pudiera ingresar algo digno con las novelas esa sería una situación ideal, pero si dedicarme únicamente a escribir no me reportara nada mi cabeza no dejaría de increparme y agobiarme con la necesidad de ser productiva, ¡y no sería feliz!
Supongo que quien cuenta con casi todo el día para promocionar y escribir encuentra mil maneras de darse a conocer y de luchar por sus sueños. Y también los hay que tienen suerte y muchas ventas porque sus obras gustan.
Hubo un tiempo en el que yo deseaba ser como ellos, vender, escalar en las listas, ser un número uno… Abarcaba tantísimas cosas en un día que abandoné lo más importante: escribir. Con la presión tomé decisiones equivocadas, actué sin medir las consecuencias y caminé zigzagueando hacia un lugar erróneo. ¡Hasta que exploté!
Cada mañana os decía lo importante que era ser feliz con lo que se tiene y no con lo que se desea. Es absolutamente cierto, tanto que necesitaba oírlo una y otra vez para convencerme a mí misma. Y un día me desperté sin ansiedad, sin agobio, sin deseos de promocionar ni de mirar las listas ni de saber si había vendido o no. Aquella mañana de sábado abrí el portátil, busqué unos párrafos que escribí unas semanas atrás, después de enfrentarme a un momento duro, y los rehíce para  darle forma a una idea incipiente que se me ocurrió durante la noche… ¡Así nació LME!
En ese instante se condensaron las palabras de mis últimos posts, la realidad se asentó en mi interior y una paz desconocida me recorrió el cuerpo, dándome la visión que necesitaba para relajarme, abandonar las redes sociales y dedicarme a lo que me llena: a escribir.
Ahora soy feliz, aunque de alguna manera necesito encontrar esa serenidad para afrontar las jornadas laborales. Mi jefe me ha pedido que sea Zen, que me relaje, que intente trabajar con menos presión sobre mí misma. Vale, pues como escribirlo me funcionó con la escritura, ahora voy a lograrlo con el trabajo. Tranquilidad y una cosa después de otra…
¡Feliz día! J

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Un poquito de mi alma...

7:07 Pat Casalà 2 Comments


       ¡Buenos días! Hoy los ánimos están descontrolados en casa… Quizás el ser viernes hace tanta ilusión que altera a mis hijos… Dos días de tranquilidad, escritura y despertarse un poco más tarde… ¡Genial!
Este blog cada vez se parece más a un diario personal. Jajajajaja, de pequeña escribía mis experiencias en la mente, sin nunca atreverme a ponerlas en un folio y cometer esas faltas de ortografía que me impedían creer que mi sueño era viable.
          Vencer las limitaciones es difícil, algo que a veces parece un monte imposible de escalar y que nos impide avanzar. En La Luna de Ónixon plasmé esta realidad en un instante de la novela, cuando Laura llega a una pared vertical y un huracán la sitia. Al final la fuerza de los onixianos consigue algo maravilloso que ayudará a Laura a ver la solución a su problema.
        Y a partir de ahí las cosas cambian, la realidad a la que está acostumbrada muta de una manera increíble. Se enfrenta a mil situaciones angustiantes, a una manera de viajar muy alejada de la normal y aprende a superar las dificultades. Visto con perspectiva creo que en ese libro imprimí los sentimientos que anidaban en mi interior desde pequeña, cuando veía más cosas en las situaciones cotidianas que los otros niños. ¡Imaginación al poder!
          Os dije una vez que mi alma quedaba impresa en cada una de las novelas. Es cierto. Quienes me conocen dicen que hay mucho de mí en ellas. Si analizo cada escena, siempre encuentro algo de mi pasado plasmado en forma anecdótica.
Mi actual protagonista tiene un remix entre mi personalidad y la de una persona de mi familia a la que quiero muchísimo. Aunque de todos los personajes la que más me gusta es Raquel… ¡Y no os voy a contar más! Que me da mal rollo explicar cosas en plena escritura…
        Ahora el tiempo avanza de otra manera que hace unos meses. Trabajo, vivo, disfruto de cada momento y no creo que me espere una publicación a la vuelta de la esquina, simplemente escribo para darle forma a mis mundos paralelos, para deshacerme de esos personajes que traspasan las fronteras de la ficción para colarse en mis sueños y ensoñaciones diarias.
         ¡Qué bien sienta aporrear el teclado! Incluso hay veces que los giros que dan las novelas me sorprenden a mí. Como ayer, que escribí un capítulo que no me esperaba… ¡Y me gustó!
         Y ahora os voy a dejar, que si no llegaré tarde al trabajo…
        ¡Feliz viernes! J

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Una entrevista y un cumpleaños

7:27 Pat Casalà 2 Comments


      ¡Buenos días! Hoy es el cumpleaños de mi hijo. ¡Me parece mentira que aquel niño pequeño se haya convertido en un adolescente de 1,76! ¡Increíble cómo crecen…!
      Recuerdo con nostalgia la infancia de los niños, cuando eran pequeñitos y se pasaban el día dependiendo de mí… Aunque ahora que son más autónomos también hay momentos maravillosos. ¡Los hijos son parte de uno mismo! Y nos dan vida… Estar a su lado mientras crecen es un lujo que mi marido y yo disfrutamos juntos…
      ¡Así que felicidades Àlex! A ver si hoy consigue pasar un día memorable. J
      Ayer fue un día interesante. En el trabajo tuve una acumulación de estrés y un poco más y me da un yuyu… Por suerte conseguí salir a la hora y hacer los mil recados que tenía. ¡Y luego me fui a bailar! ¡El mejor bálsamo para mis nervios agarrotados!
      Mi sobrino de trece años vino a las siete de la tarde a casa con una grabadora y un papel lleno de preguntas. ¡No os podéis imaginar la ilusión que me hizo! En el colegio le pidieron que entrevistara a alguna persona cercana que fuera interesante y él pensó en mí. ¡Estas cosas me levantan el ánimo! ¡Saber que en tu familia les parece importante lo que haces es maravilloso!
    Desde que dejé e esperar y empecé a escribir por ilusión ya no pienso en dedicarme a la literatura, ya no estoy pendiente del email a la espera de una noticia que no llegará y vivo de otra manera. Así que recibir una llamada de mi sobrina solicitándome una entrevista es algo mágico.
      Hoy os dejo aquí, es tarde y tengo diez horas de intenso trabajo por delante… A ver si por la noche celebramos con risas los quince años de mi niño… ¡Estoy cantando la canción del Dúo Dinámico!
       ¡Feliz día! J

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Debería replanteármelo...

7:07 Pat Casalà 4 Comments


        ¡Buenos días! Ayer tuve un día estresante… Uffffffffff, el Caribe ahora me vendría bien… Acabé en la sala de espera del médico de mi hija a las ocho de la noche, con el portátil abierto y escribiendo un capítulo entero de LME… ¡Estaba tan agobiada que las palabras brotaron solas!
           Mi doctora del sueño opina que tengo hiperactividad cerebral y que debería replantearme mi vida, que no puedo asumir tantísimas cosas a lo largo del día… El gimnasio me va bien, es mi hora de quemar nervios y de desconectar, escribir es mi momento de evasión, preocuparme por mis hijos es parte de mi labor de madre y luego está la casa, la comida, los tuppers, el blog, las novelas…. ¡Vale! Quizás debería aflojar, pero en qué.
       Escribir es algo a lo que no voy a renunciar jamás, me llena y es lo que realmente me gusta. En un mundo ideal me podría dedicar únicamente a eso, pero la realidad es que debo trabajar para pagar las facturas cada vez más abultadas y que del aire no se vive, o como mínimo no con dos hijos, colegios, clases particulares,…
           Bailar me ayuda a relajarme. Contar pasos y sentir la música aparca por una hora las preocupaciones del día a día. Creo que la actividad física es como mi psicólogo particular, tras una clase me siento alegre, vigorosa y sin estrés. ¡Es genial!
         El blog me encanta… Mi manera de desahogarme de las presiones del día es aporreando el teclado. Y no quiero renunciar tampoco a eso, porque la verdad es que cuando me siento frente a la pantalla y dejo escapar los sentimientos logro encontrar un pedacito de paz. Y me da igual que me lean veinte, cien o mil personas, para mí es como un lugar de encuentro conmigo misma.
         Los hijos… Pues son una responsabilidad importante y la adolescencia es un periodo difícil de superar. Es importante estar ahí, acompañarles en el tortuoso camino de abandonar la niñez y madurar, luchar para que trabajen duro en el colegio, para que entiendan lo importante que es estudiar y compartir momentos mágicos con ellos.
         Y la casa… Pues no puede llevarse sola. Si nadie compra la nevera se queda vacía, si nadie piensa qué se come o se cena nos quedamos sin comer y si nadie prepara los tuppers y la cena, pues nada, que seguiríamos muertos de hambre. Y suma y sigue… ¡Una casa es un pozo sin fondo!
        Nos queda mi trabajo. Quizás debería replanteármelo y buscar algo que no lleve a mi mente al límite cada día, forzándola a saltar de una empresa a otra constantemente, con demasiadas cosas que hacer y poco tiempo para asumirlas. Y si encima pienso en la remuneración no acorde con la dedicación, pues casi que debería empezar a valorar otras opciones, ¿no?
         Casi que me voy al Caribe…
         ¡Feliz día! J

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La que está cayendo...

7:07 Pat Casalà 2 Comments


       ¡Buenos días! Hoy es un día larguísimo para mí, saldré a las 7:47 de casa y no llegaré hasta pasadas las nueve de la noche… ¡Y hace un frío horrible!
No me gusta el frío ni la lluvia… ¿No os digo siempre que mi lugar ideal es el Caribe? Grrrrrrr, solo con pensar que me voy a congelar al salir a la calle me da un síncope.
       Ayer fui al supermercado a comprar unas cosas que me faltaban para comer… ¡Me quedé de una pieza cuando vi a un señor bien vestido en la puerta pidiendo! Parece increíble que hayamos llegado a esto. ¡Me tiene alucinada el contexto en el que vivimos! Dimisión del Papa, corrupción, robos, sobres, micrófonos en conversaciones ajenas…
      A veces mi madre me dice que vivo en el limbo. Quizás es cierto. Hace años que me negué a escuchar las noticias, solo nos hablan de desgracias y de temas increíbles. Por eso prefiero que sea ella quien me explique las cosas importantes por la noche, en una conversación telefónica.
    Me declaro total y absolutamente apolítica. Uffffff, es que no hay ningún partido limpio… Con la que está cayendo deberían aunar esfuerzos y ponerse de acuerdo para sacar el país adelante en vez de pasarse el día poniéndose la zancadilla unos a otros.
    Por eso prefiero vivir en los Mundos de Yupi que descubrir la porquería de realidad que nos está tocando vivir. Así que seguiré escuchando las noticias de boca de mi madre cada noche, así son más divertidas, y a escribir en mis horas libres, que así me interno en las tramas y me olvido de la triste realidad…
     LME se está convirtiendo en una historia interesante. En pocas páginas llegaré al clímax de la primera parte de la trama y cada día pienso en esa escena, la reproduzco en mi mente para darle el tono que necesita, la repito una y otra vez en la ducha, en la moto, en clase de baile… ¡A ver si la escribo bien!
     La verdad es que decidirme a escribir por ilusión y deseo me ha venido bien. Prometí enviar los 100 primeros folios a mi agente, ayer terminé el 99… La novela ya cuenta con más de 55.000 palabras, con unos personajes corrientes que nos explican sus desvelos, con una trama que podría pasarle a cualquier persona, con muchísimos capítulos… ¡Y de momento solo han pasado dos días!
     Estoy feliz de encontrar las palabras para tejer una nueva historia, me gusta haberme alejado del tema paranormal y darles más profundidad a los protagonistas y estoy emocionada con las mil y una ideas que se me ocurren a lo largo del día. ¡Así no me estreso tanto con el trabajo!
      ¡Os deseo un feliz día! J

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¡Cuánta nieve! :-)

7:07 Pat Casalà 4 Comments


       ¡Buenos días! He pasado un magnífico fin de semana rodeada de nieve, de mi familia y de un ambiente idóneo como para que mi mente avanzara en la historia que tengo entre manos. Los días de fiesta me parecen un regalo, son cuando mi cabeza funciona al cien por cien y puedo adentrarme en mis mundos paralelos sin interferencias.
      Mi día a día en la oficina requiere muchísima concentración, por eso cuando llego a casa por las noches estoy tan estresada que no desconecto del trabajo. Bueno, los fines de semana no lo consigo hasta el sábado a media mañana… ¡la noche del viernes me desperté cinco veces con angustia relacionada con un tema laboral!
       El viernes, cuando llegamos a la Cerdaña, nevaba muchísimo. La urbanización estaba anegada en nieve polvo y la entrada de casa presentaba unos veinte centímetros de nieve. Caminamos con las maletas sorteando los escollos, dejamos la entrada mojada y hecha un asco, corrimos a deshacer el equipaje, a llenar las camas con bolsas de agua caliente y a taparnos con nórdicos gordísimos. ¡Qué frío!
    La nieve nos ha impedido esquiar. ¿A que suena extraño? El sábado nos despertamos súper pronto, desayunamos, nos vestimos de esquí y salimos rumbo a Andorra, donde habíamos quedado con unos amigos. Mi marido se quejó un par de veces, la carretera estaba increíblemente nevada y seguían cayendo copos sin darnos tregua. ¡Acabamos poniendo cadenas! Cuando llegamos al túnel de Puymorens descubrimos que nuestra media hora de coche no nos había servido de nada, ¡los accesos a Andorra estaban cerrados!
      Así que media vuelta y otra vez para el valle. Cuando llegamos a una zona sin nieve sacamos las cadenas y averiguamos que estaban rotas. Así que acabamos en casa, con la chimenea a toda potencia y los niños enfadados. ¡Suerte que nuestros vecinos esquiaron poco!
      Y el domingo, cuando me desperté para ir a la nieve y vi por la ventana que no había parado de nevar desde la noche anterior, me volví a la cama y decidí que ya esquiaría otro día. El domingo fue genial, los niños se quedaron en la zona comunitaria, donde construyeron un iglú y jugaron con la nieve. ¡La guerra de bolas fue espectacular!
      Nosotros nos fuimos a pasear por el camino que atraviesa la montaña y llega a Llívia. Caminamos por la localidad, compramos fruta y verdura en el lugar de siempre, pan, unos pollos y tomamos un café.
     Estos son los fines de semana que me devuelven la ilusión. He escrito cuatro capítulos, he limado unos problemas de coherencia que me angustiaban y he logrado dar un giro interesante a la historia. ¡A ver si se escribe tal como me la imagino!
      ¡Feliz día! J

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¡Feliz fin de semana!

7:07 Pat Casalà 2 Comments


         ¡Buenos días! Llegó el viernes… ¡Qué bien! Cuando me levanto por la mañana el último día laborable de la semana pienso que por fin llegó el ansiado viernes otra vez. La rutina tiene eso, que te das cuenta de que es otra vez, de que el lunes volvemos a empezar, de que descansarás dos días para recargar las pilas y arremeter con otro asalto la semana siguiente.
        La verdad es que mi trabajo me absorbe tanto que apenas cuento con tiempo para respirar y tengo un grado de estrés tan intenso que el ojo derecho se contrae constantemente. ¡A ver si dos días de esquí me ayudan a relajarme!
   Ayer logré escribir medio capítulo con la tele encendida y constantes interrupciones, aunque entiendo que esto no es lo ideal ni sé si será bueno para la narración.
     Actualmente tengo tantas cosas en la cabeza que apenas puedo pensar. No promociono, no miro el email, no me fijo en las listas de Amazon ni creo que mi vida literaria tenga futuro. Ufffffff, es que estoy trabajando a un ritmo tan frenético que a veces incluso necesito levantarme de la silla para que mi cabeza se tranquilice.
      Hay días en los que te levantas con el pie izquierdo, creo que hoy es uno de ellos. Así que si os parece dejaré la entrada aquí y me concentraré en sacar el máximo de trabajo adelante… ¡Aunque yo no sé si avanzaré con tantísimas interrupciones!
       Este fin de semana no escribiré post, me voy a esquiar y a desconectar, así que las horas libres las usaré para sumergirme en mis mundos paralelos y darle vida a mis nuevos personajes, a ver si a través de sus acciones me relajo y encuentro una manera de compaginar mis dos facetas laborales.
       ¡Os deso un gran fin de semana! J

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