Sin gasolina...

20:02 Pat Casalà 2 Comments


Hola, recién llegada de la montaña os pego el post que escribí el sábado por la mañana. La falta de Internet en Estavar me dificulta mucho su publicación...
¡Buenos días! Estoy sentada al sol en mi precioso jardín de Estavar, con el ordenador en el regazo y la ilusión de un relajante día de descanso por delante. Son apenas las nueve y veinte de la mañana, así que mi visita al exterior es con pijama de invierno y jersey de lana… ¡Hace más frío dentro de casa que fuera!
La construcción aquí es distinta a la que emplean en las ciudades, los muros son gruesos para aislar el edificio térmicamente. En invierno se agradece que la casa aguante el calor de la calefacción y de la chimenea, en verano es perfecto cuando hace más fresquito en el interior. Sin embargo este año es atípico, ayer por la noche los termómetros marcaban doce grados…
 El viaje desde Barcelona fue más inquieto de lo normal. No teníamos demasiada gasolina y, a pesar de que pasamos por cuatro gasolineras, ninguna estaba abierta. Llegamos a los pies de la Collada de Toses con el mínimo de combustible para pasarla. El calculador de quilómetros que podíamos recorrer con el depósito que quedaba nos decía que máximo cincuenta y seis quilómetros, ¡y faltaban cincuenta para la gasolinera de Puigcerdà!
Dudamos unos instantes, ¿debíamos arriesgarnos? Eran las once de la noche, la carretera de curvas es inhóspita a esas horas, hay recodos donde falta la luz y por donde nosotros atajamos (una ruta alternativa llamada la colladeta), la vía es estrecha, sin espacio donde esperar a una grúa.
Lo reconozco, me puse nerviosísima. Miraba constantemente a la pantalla del navegador para descubrir cómo el consumo previsto de gasolina bajaba en picado sin ton ni son. De repente pasó de cincuenta quilómetros a veinticuatro sin razón aparente. Mi marido rebajó la velocidad hasta cuarenta quilómetros hora, los cuatro coches que circulaban detrás nos agobiaban y el contador seguía bajando.
Dentro del coche los ánimos estaban encendidos. Los niños cantaban y decían tonterías para espantar la inquietud, mi marido y yo íbamos contando los minutos con el corazón en un puño.
Al fin llegamos a La Molina con el contador de quilómetros que faltaban para recorrer a cero, o con cuatro estrellitas que es prácticamente lo mismo. Una vez más decidimos arriesgarnos. Desde la estación de esquí hasta Puigcerdà es todo bajada, así que pusimos punto muerto y permitimos que la inercia de la bajada nos llevara.
Cada vez que pasábamos por uno de esos baches que ponen en las carreteras para frenar a los coches nos agobiábamos, porque era imprescindible tocar el freno y el acelerador después. Creo que nunca se me había hecho tan lago el camino…
Al fin llegamos al cruce de la carretera general que va hacia Puigcerdà. Suspiré, aunque la posibilidad de quedarme tirada todavía existía, como mínimo la zona era de mejor acceso para una grúa en caso de necesidad.
Seguimos aprovechando la bajada para avanzar hacia la última recta donde hay una gasolinera. Eran cerca de las doce de la noche. Yo murmuraba por dentro: «¡qué esté abierta!» Cuando la divisamos a escasos metros la vimos con luz, ¡no sabéis la ilusión que me hizo!
Repostamos y justo al pagar las luces de la gasolinera se apagaron para cerrar al público… ¡Toda una anécdota!
¡Feliz día! J

2 comentarios:

¡Cómo pasa el tiempo!

7:07 Pat Casalà 2 Comments

     ¡Buenos días! Hace mal día, las nubes parecen empeñadas en dejarnos sin sol el fin de semana… Grrrrr, con las ganas que tengo yo de sentarme en el jardín con mi flamante, maravilloso y precioso Mac a teclear el final de LMR. Aunque si no hace sol también puedo salir al jardín tapadita…
     Este domingo dejo a mi niña en la casa de colonias.  Me parece mentira cómo crecen, lo mayores que se hacen los niños… Ayer me puse al lado de Irene y comprobé que ya es igual de alta que yo. Me encanta la idea de que gane en altura, ¡ojalá me pase en diez o en quince centímetros!
      En el fondo me da un poquito de pena que se hagan mayores, aunque he de reconocer que la libertad que me otorga esa realidad es genial.
      La semana que viene toca dejar a Àlex en el aeropuerto para que se embarque rumbo a Malta, donde aprenderá inglés y a valerse por sí mismo. Va a una familia, con una organización fabulosa y muchas ganas de vivir una experiencia.
     Recuerdo cuando era pequeña y mi abuela me decía: «la vida pasa muy rápido, deberías disfrutar de cada momento.» Entonces no la entendía, yo era una mocosa con muchos años por delante. Ahora estoy en lo que probablemente es la mitad de mi vida, año arriba, año abajo, y me doy cuenta del significado de esas palabras. Cuando miro atrás me parece que fue ayer cuando estaba embarazada por primera vez…
     Analizando la situación creo que esa sensación de que los años se escurren rápido entre nuestros dedos no es más que una manera de vivir el presente. Cada instante tiene su valor en nuestra línea vital, por eso al evocarlos nos damos cuenta del paso del tiempo.
     Es lo mismo que pasa con los niños. La gente de nuestro alrededor se percata del cambio físico que experimentan al verlos en periodos separados, en cambio nosotros no somos conscientes de su crecimiento al verlos cada día. Y, de repente, nos ponemos a su lado y vemos que ya nos pasan dos cabezas o que nos han alcanzado y pensamos: «pero si hace dos días no levantaba ni un palmo del suelo…»
     En fin, me estoy poniendo melancólica. Está bien que seamos capaces de avanzar con una sonrisa…
     No voy a colgar posts este fin de semana, espero que lo paséis genial.
     ¡Feliz día! J

2 comentarios:

Demasiadas cosas por hacer...

8:08 Pat Casalà 5 Comments

     ¡Buenos días! Hoy cuelgo tarde la entrada… Me tocaba hacerme una analítica. No me gustan las agujas, pero ya no asustan tanto como cuando era pequeña, la madurez me da un grado de serenidad a la hora de sentarme en la silla, colocar el brazo sobre el respaldo y mirar hacia otro lado mientras me extraen la sangre.
     Hoy he acabado desmayándome… No creo que tenga que ver con la aprensión, más bien con un cúmulo de circunstancias que han terminado por nublarme la conciencia unos segundos. Ayer no cené más que un yogurt desnatado y apenas comí. Llevo unos días durmiendo muy mal. Y la jeringa ha hecho uno de aquellos ruiditos de cuando hay aire… Grrrrr, me ha dado tanta grima que me he mareado. Al levantarme con prisas para irme a casa unas lucecitas blancas han parpadeado frente a mi mirada y me he despertado estirada en una camilla.
     ¡Ya está! Ahora estoy de vuelta a casa, he desayunado y me siento mejor. Lo único que necesitaba era comer.
     Hace un sol espléndido, el calor parece que aprieta de nuevo… ¡Ayer pude ir una horita a la piscina con mi flamante Macbook! La novela está en su recta final, ya siento los nervios de los últimos coletazos de la historia, la adrenalina fluir con fiereza al descubrir hacia donde me conducirá la trama.
     Me hubiera gustado alargar el número de páginas de LMR, pero hay veces en los que debes rubricar un punto y final. Me da pena, cuando termino una novela me entristece despedirme de unos personajes que han calado hondo en mi interior… Por suerte ya tengo una idea de qué quiero escribir a continuación…
     En realidad el género que ahora escribo es entretenido y engancha. No me veo escribiendo otra vez ficción fantástica, pero echo de menos la parte de la documentación, de empaparme de misterios antiguos, de enigmas de la historia. Es apasionante descubrir los entresijos del pasado…
     Creo que cuando termine con las mil tareas pendientes: dar los últimos retoques a LME, terminar y pulir LMR, reescribir Géminis y madurar la idea que me ronda por la cabeza, intentaré retomar la afición de introducir datos históricos en las novelas.
     Claro que todavía me queda terminar la serie El Pentáculo… Particularmente creo que La Baraja es una gran novela, de aquellas que tienen el punto justo entre documentación y acción. Me queda corregir Oros,  proseguir con Bastos y escribir Copas y Espadas… ¡Uffff, cuántas cosas! Y yo pensando en escribir una novela nueva… ¡Mi cabeza es un hervidero de ideas! Me convendría centrarla y hacer una lista de prioridades, ¿no?
     Bueno, ya me encuentro mejor, me voy al trabajo.
     ¡Feliz día! J

5 comentarios:

¡Un guiño de buenos días!

7:07 Pat Casalà 2 Comments

     ¡Buenos días! El silencio y la soledad me acompañan siempre a esta hora temprana en la que escribo unas cuantas líneas en el blog. Son instantes tranquilos, serenos, de relajación intensa antes de iniciar una jornada llena de trabajo y emociones.
     Me encanta tomarme un Rooibos de vainilla mientras tecleo, sentir el sabor del té en el paladar y permitir que riegue mi sistema digestivo. Soy muy aficionada a los tés… Al despertarme suelo desayunar con una gran taza de café al lado para despertarme, es el único café del día…
     Por la ventana veo un día triste, hoy he vuelto a dormir con el pijama de invierno y una manta de lana, ¡hace fresco! El tiempo este año se comportan extraño, oscila de una temperatura a otra como si no pudiera estabilizarse.
     Sonrío. A pesar del día, del trabajo, de la ausencia de metas alcanzadas, de los sueños rotos a causa de la realidad, sonrío. ¡Hay tanto por lo que sonreír! No quiero sonar a libro de autoayuda, aunque a veces escuchar una y otra vez que no es más feliz quien más tiene, sino quien menos necesita, funciona como catalizador y tarde o temprano tu cerebro lo procesa.
     La felicidad en sí es algo quimérico, una idea efímera a la que atribuimos demasiado. El día a día te enseña que lo más importante es disfrutar de cada instante, exprimir las emociones, sentir cómo el peso de tu alegría desbanca la angustia o la ansiedad.
     Tras años de lucha intensa para conseguir algo que no podía llegar he aprendido a relativizar, a vivir y no a anhelar, a descubrir y no a obsesionarme, a disfrutar de la escritura sin pensar más allá. Hace meses os decía que no quería dejar atrás la ilusión recién estrenada, que se acabó angustiarme por no conseguir una publicación o emocionarme con cada palabra de aliento.
     Ahora sé que le conseguí, que camino por un sendero despejado, con un presente lúcido y claro, con los deseos bien dirigidos y las metas redimensionadas. No me emociono con facilidad, no creo que exista una escalera directa al cielo de mis anhelos, solo pequeños peldaños que me aportan la ilusión de vivir pasito a pasito.
     En una semana mis dos hijos estarán de colonias. La niña se va a la Cerdanya una semana y luego a  Banyoles… ¡El niño volará a Malta! Uffff, que mayores se hacen… Mi marido y yo tenemos dos semanas de soledad para descansar, salir a cenar, ir al cine y disfrutar del verano. ¡Es maravilloso! Aunque estoy segura de que les echaré de menos.
     ¡Os deseo un feliz día! J

2 comentarios:

Días de tranquilidad

7:07 Pat Casalà 2 Comments

     ¡Buenos días! Parece que mi cerebro se niega a reiniciarse tras los días de descanso… Tres días en la montaña sin niños, sin Internet y sin obligaciones laborales dan muchísimo de sí. He tomado el sol, he escrito un montón y me he relajado tanto que esta mañana de poco apago el despertador y continúo durmiendo…
      No parece que hoy esté despejado, hace más fresco que la semana pasada y los niños ya han regresado de casa de sus amigos, así que toca pasar una semana de preparación para que se vayan de colonias sin problemas mientras esperamos las notas el lunes que viene.
      Es increíble lo rápido que pasa el tiempo, parece que fuera ayer cuando Irene entró en el Súnion para iniciar la secundaria. El cambio de cole, los nuevos amigos, la forma distinta de estudiar… Recuerdo lo nerviosos que estábamos todos… ¡Y ya está! ¡El curso se terminó! Àlex ya es un veterano, si todo va bien el año que viene empieza cuarto de ESO… ¡Ufff, qué mayor!
     La Cerdanya estaba maravillosa, los campos de amapolas copaban las extensiones de terreno al lado de la carretera y nos regalaban una vista impresionante. El sol ha brillado con intensidad cada día, permitiéndome salir al jardín de buena mañana con el ordenador en el regazo.
      No teníamos casi vecinos, los franceses que vivían en la casa de al lado han alquilado otra, así que ya no estaban, los asiduos a la comunidad tenían verbenas en otros lugares, por eso mis hijos se fueron a pasar los tres días con amigos… Solo estuvo una pareja con su hija pequeña, de la edad de mi mayor, un par de días y fuimos a tomar coca y cava a su casa la noche del sábado.
     Es impresionante como la soledad me ayuda a encontrar el cauce de las palabras. Muchas veces me preguntan cómo consigo hacer tantas cosas al cabo del día, creo que la clave está en buscar momentos productivos. Si me siento frente al ordenador es para escribir un capítulo y exprimir hasta el último segundo. Cuando la inspiración me abandona lo dejo estar, es mejor media hora intensa que dos horas perdidas.
     Con tres días de tranquilidad por delante sabía que las ideas no tardarían en plasmarse en el papel. Ya casi domino el Mac, aunque en algunos momentos necesitaba salir a zona de cobertura para buscar cómo se encontraba un carácter especial, como las comillas españolas.
     Terminé la primera ronda de LME, ahora me tocará iniciar una segunda más profunda. Y avancé un montón en LMR. Esta última novela ya cuenta con ciento diez folios y creo que con una veintena más estará terminada. Así que en breve la tendré lista para correcciones.
     A ver qué nos depara la semana…
     ¡Feliz día! J

2 comentarios:

Una reflexión matutina

7:07 Pat Casalà 2 Comments

     ¡Buenos días! El sol vuelve a iluminar la mañana, el cielo tiene un azul intenso que brilla con fiereza para iniciar un día cargado de emociones y estoy contenta. ¡Por fin viernes!
      Hoy colgaré el post y cerraré el blog por mini vacaciones, ¡tres días libres! Es un lujo descansar sin obligaciones… Aunque la verbena de San Juan se presenta desierta de amistades… Este año nuestros amigos de verbena no la celebrarán, después del incendio del año pasado han decidido pasar la velada en casa, sin sobresaltos.
     Creo que compraremos cuatro petardos y llevaremos a los niños a tirarlos por ahí. Como es el santo de mi marido podemos preparar una gran cena, conversar en la mesa, reír y disfrutar de una noche mágica. ¡Dicen que es el día de purificar las energías!
      Ayer por la noche no teníamos niños, los dos están de colonias para despedir el curso. Como los jueves es el día del espectador en unos cines de mi ciudad y las entradas cuestan 4,5 euros, miramos la cartelera dispuestos a ir a la sala, pero no encontramos ninguna película que nos llamara la atención, así que decidimos ir a tomar algo.
      Cogimos la moto y nos fuimos a un restaurante de tapas nuevo que me recomendó mi padre. Eran las nueve treinta y estaba lleno… No me lo podía creer, con la crisis que hay… Caminamos por los alrededores para descubrir algún local interesante… ¡La verdad es que me parece increíble que haya tanta diversidad de restaurantes por metro cuadrado!
      Lo curioso del caso es que muchos estaban vacíos. Está claro que esa cantidad de locales hace imposible que exista un reparto equitativo de comensales. Últimamente pienso que hay demasiado de todo y eso agrava la crisis. Antes las personas que deseaban probar suerte como empresarios montaban una tienda, ahora los bares y restaurantes son el negocio de moda. ¡Cada día abren varios!
     Cerca de mi casa este último mes han visto la luz tres bares distintos en lugares antes ocupados por tiendas. Los hay monísimos, con carta de tés, como a mí me gusta. Pero, ¿pueden convivir con tanta competencia?
     Yo entiendo la crisis como un estado económico en el que no hay para todos. Así que la gente se reparte tal como vi ayer por la noche: copan unos locales y dejan vacío el resto. ¿Dónde radica la clave del éxito? ¿Por qué el restaurante de enfrente está lleno?
     En fin, no voy a arreglar el mundo… No escribiré hasta el martes, así que quiero desearos un feliz fin de semana y una gran verbena.
     ¡Feliz día! J

2 comentarios:

Bailar es la mejor terapia

7:07 Pat Casalà 2 Comments

     ¡Buenos días! Se acerca el fin de semana y las nubes amenazan con aguárnoslo… Grrrrrrrrr, ¡yo quiero sol! Espero que esa masa grisácea que encapota el cielo sea una tormenta de verano sin importancia y que se vaya tan rápido como ha aparecido.
     Sigo en punto muerto con el Mac. Ayer me pasé una hora y media pasando el asistente de migración sin éxito. Cuando parecía que ya lo tenía me daba error y mi alegría se difuminaba. Al final desistí y me fui al gimnasio a recibir una perfecta y terapéutica clase de baile.
     ¡Es que es mejor ir a bailar que al psicólogo! Me gusta muchísimo hacer ejercicio cardiovascular danzando al ritmo de la música, es algo mágico que me aleja por una hora de mi hiperactividad cerebral. Normalmente me coloco delante, al lado derecho del profesor, un lugar que entraña una responsabilidad que asumo con ilusión. Es que si estás en primera fila es importante que no te equivoques…
      Ayer fue una clase de baile muy cañera, de aquellas en las que empiezas a sudar en el minuto cero. La coreo fue de mayor dificultad que las últimas y la música de las mejores. ¡Fran puso un sinfín de canciones de mi época de discoteca! No paraba de tararear y recordar momentos de juventud que me arrancaban sonrisas.
     Al principio estaba un poco espesa, ¡uffffff, es que tengo unas ganas de trabajar con mi nuevo ordenador! Cuando mis pensamientos están enredados en una cosa ajena a los pasos me desconcentro y me equivoco. Suerte que a los cinco minutos logré apartar de mí cualquier otra idea que no fuera seguir el ritmo de la música.
      ¡Os conmino a probarlo! Si un día os sentís apáticos, estresados, disgustados o tristes bailar es una terapia intensa y perfecta. Enseguida conectas con la música, tu cuerpo se mueve acorde a la tonada, cantas cuando conoces la canción y ríes cuando te equivocas… ¡Es genial!
     Además, haces un ejercicio físico increíble…
     Salí del gimnasio como nueva, con una inmensa sonrisa y energía vital a borbotones. Llegué a casa dispuesta a otro asalto con el Mac. Tras cuatro intentos fallidos con ayuda de mi marido descubrí que el problema es el sistema operativo del Vaio… ¡Es que tengo el Windows Vista! ¡Y el asistente de migración de Windows es para el XP! Hoy investigaré si existe para el Vista… ¡Espero que no me cueste encontrarlo!
     Mañana viernes… ¡Yupie! Tres días de descanso, sosiego y mucha escritura.
     ¡Feliz día! J

2 comentarios:

¡Soy una mujer Mac! Jajajajaja

7:07 Pat Casalà 2 Comments

      ¡Buenos días! La jornada se presenta tranquila, sin demasiados sobresaltos. Tengo las obligaciones fiscales casi al día, la contabilidad de las empresas bien hilvanada y la ilusión en alza.
      No me puedo quejar de la suerte que tengo… Mi marido es una persona generosa, con detalles perfectos y un gran compañero de viaje por la vida. Mis hijos son cariñosos y, aunque guerreros, tienen ideas maravillosas y me encanta verlos crecer. Mis padres están a mi lado y me apoyan, siempre me ayudan a ver la parte positiva de la vida. Mi hermana es una mujer fuerte que se merece lo mejor en el futuro. Y he tenido unos suegros espléndidos, con una predisposición magnífica a estar a nuestro lado y ayudarnos a superar los escollos que surgen en el camino. Mi suegra sigue aquí, acompañándonos, siempre con una sonrisa.  
      Mi hijo ayer se quejaba de las atenciones de mi marido. ¡Si es maravilloso! Siempre busca la manera de hacerme sonreír, cuando deseo de verdad alguna cosa que está a su alcance espera a mi cumpleaños o a Navidad para regalármelo. Es una persona fenomenal, que siempre me apoya y me anima, que está a mi lado en los buenos y en los malos momentos y con la que comparto muchas aficiones.
      Suerte que cuando le conocí descubrí rápidamente que era mi media naranja. Y veintidós años después sigo pensando lo mismo… Cuando fue a comprarme el Mac le dijo al dependiente que lo compraba únicamente si le ponían el Office. ¡Me encantó cómo me lo contaba! «Mi mujer es escritora y si no tiene el Word no me quedo el ordenador.» ¡Esas fueron sus palabras! ¡Me llamó escritora!
     Gracias a mi marido me he convertido en una mujer Mac. Jajajajajaja, ¡solo me falta ponerme la manzana mordida en la camiseta! Me gusta mucho la tecnología Apple, tiene una cantidad de aplicaciones que me ayudarán a rentabilizar mi tiempo libre.
      Parezco una niña pequeña con zapatos nuevos. Ayer me pasé dos horas navegando en el interior del Mac, con la intención de averiguar los secretos que oculta. Es difícil de manejar al principio, pero poco a poco me voy familiarizando con su sistema operativo.
      Creo que me voy a apuntar a uno de esos cursos de la tienda Apple para optimizar los recursos del Macbook, de manera que podré utilizar al máximo lo que ofrece. Aunque hay instantes en los que reniego… ¡Es un mundo completamente distinto al Windows! Pero en realidad estoy entusiasmada con mi nuevo portátil… Así que, como dice Pilar, me paso al lado oscuro…
     ¡Feliz día! J

2 comentarios:

Hay días que todo sale redondo

7:07 Pat Casalà 5 Comments

      ¡Buenos días! Hace un día gris, un poquito más fresco que ayer, con nubes amenazantes en el cielo y una previsión de poca luz durante la jornada, pero será feliz y perfecta. Hay veces que las cosas salen redondas sin proponérselo, ¡me pasó ayer!
      El domingo me fui a dormir con la sensación de que los acontecimientos se precipitaban en una dirección incorrecta. Es curioso, pero al día siguiente cada ítem encontró su lugar, creando un clima de tranquilidad que necesitaba tener. Es maravilloso despertarse sin agobios.
      Hay tantas obligaciones fiscales y mercantiles estos meses… Es que llevo cinco empresas más una fundación… Si además les sumamos que la empresa de mi padre finalmente se cierra y que he de tramitarlo todo, incluso dos juegos de cuentas anuales, y que también ayudo a toda la familia con los IRPF… ¡Voy de bólido! De hecho casi lo escribo con un tembleque inquieto en los dedos.
      Mi marido no me regaló nada por el cumpleaños, era un año propicio para ahorrar. Pero ayer se fue a una tienda Apple y vino a casa con un maravilloso Macbook. ¡Estoy exultante! Aunque, para ser sincera, no sé cuánto tardaré en acostumbrarme a la tecnología Mac.
      Parece que las aguas vuelven a su cauce tranquilo y sereno, que la vida es un sinfín de experiencias que conforman un bagaje y que los días exaltados siempre preceden a otros geniales.
      Tengo ganas de sol, playa, piscina… De escribir bajo los rayos del sol con mi nuevo Mac (bueno, si aprendo cómo funciona), de volar a México a pasar siete inolvidables días, de vivir aventuras acompañada de mis personajes, de descansar y de terminar el trabajo de estos días…
      Uffffff, ¡cuántas cosas! Muchas veces cuando me planteo el cúmulo de obligaciones que se avecinan me parece imposible realizarlas todas, pero luego camino pasito a pasito hacia la meta y consigo alcanzarla con la ilusión como compañera.
     Hoy estoy muy contenta, el fin de semana son tres días de fiesta que pienso pasar en la montaña, rodeada de serenidad, con mi ordenador, plasmando las ideas que tengo en LMR. ¡La novela ya cuenta con noventa y tres páginas! Creo que esta historia es de una extensión menor que la anterior y que en cuarenta folios rubricaré el punto y final.
     En cuanto a la corrección de LME… En breve terminaré la primera vuelta de calentamiento. Jajajajaja, yo la llamo así cuando leo, corrijo lo gordo y me señalo los párrafos confusos para regresar a ellos después. Estoy segura de que a finales de verano estará maqueada para iniciar su largo y tedioso periplo a las editoriales.
      Y… ¡Hasta aquí por hoy!
      ¡Feliz día! J

5 comentarios:

Cuatro palabras desordenadas

7:07 Pat Casalà 2 Comments

     ¡Buenos días! Pasó el fin de semana… El calor de estos últimos días es increíble, parece mentira que venga de golpe, casi sin avisar. Hemos pasado de dormir arrebujados con un nórdico a hacerlo con la ventana abierta y sobre la sábana.
      ¡Me gusta el calor! Ayer tomé el sol durante horas, estirada en la hamaca, con el ordenador en el regazo. ¡Qué bien sienta descansar! Mi cabeza está a punto de explotar con tantas cosas por hacer. Esta tarde me tocará pasarme horas delante del ordenador para solucionar un montón de papeleo.
      Hoy no tengo la cabeza amueblada para escribir una entrada con sustancia, llevo un rato frente al ordenador, en busca de las palabras para llenar la hoja del Word con sentido y solo se me ocurren pequeñas frases desordenadas.
      La verdad es que hay días en los que la imaginación no colabora, instantes en los que la vida cotidiana te ahoga con su yugo de responsabilidades y te colapsa. No es negativo, simplemente son épocas con mil cosas que hacer en pocas horas y mi cabeza se dedica a enturbiarme el sueño y a pensar demasiado en la lista de tareas por realizar.
      Necesito quince días de trabajo frenético para centrarme de nuevo en el mundo de la escritura. Es importante que disocie mis dos mundos y priorice para acatar el día a día sin estrés ni inquietud. Así que voy a aparcar por un tiempo las novelas y a terminar con mi lista de deberes con la mayor celeridad posible.
      Intentaré tener más inspiración mañana a esta hora y colgar un post lleno de esperanza. Me gusta sonreír cada mañana a pesar de los pesares. ¡Disfruto muchísimo encontrando la emoción en cada gesto cotidiano!
      Y ahora me voy a la ducha a aclarar las ideas… ¡Necesito un montón de agua para despejarme!
      ¡Feliz día! J

2 comentarios:

Apaciguar los sentimientos

7:07 Pat Casalà 4 Comments

¡Buenos días! Pensaba que hoy me despertaría con un magnífico día de sol y tranquilidad para descansar las neuronas y escribir al aire libre… ¡Y parece que sí hay suerte! Aunque algunas nubes pululan por el cielo con la intención de estropear la mañana de hamaca.
Las mil obligaciones fiscales de este mes me ahogan. Llevar cinco empresas más una fundación lleva mucho papeleo en una época como esta y si encima tienes otra empresa que llevar desde casa y las rentas de la familia apenas te queda tiempo para respirar.
Tengo unas ganas de que llegue julio…
Este año los niños se van quince días y nos quedamos solos mi marido y yo. Disfrutaremos de las tardes con paseos, cine, compras y muchas horas al aire libre.
Últimamente me sorprendo con mi manera de ver el futuro. Ya no espero estar frente a esa maravillosa cola en el FNAC de lectores con un ejemplar de mi libro ni me veo dedicándome a la literatura. Ya no vibro con la emoción de ver mis libros en papel ni de pensar que vale la pena tener lectores.
La realidad clarea en mi cabeza y apacigua mis sentimientos. No me puedo quejar del trabajo que tengo ni de mis compañeros ni del ambiente de compañerismo que se respira en el despacho ni de mi jefe ni de la marcha de las empresas ni de mi horario. En general tengo algo muy valioso, aunque me ha costado un mundo aplacar mis deseos infantiles.
Vale, me han dicho que ahora escribo bien y que mis ideas son buenas y he conseguido una editorial para El Secreto de las Cuartetas. Pero no encuentro la emoción que debería sentir, es como si tras tantos años de lucha, trabajo y tesón la ilusión se hubiera secado. Ahora ya no sé si llegaré algún día a la cima de mis aspiraciones, y la verdad es que ya no me importa.
Escribo por la necesidad de dar salida a los mundos paralelos que me inundan. No siento aquel arrebato de antes ni la presión que yo misma me imponía. Tengo que darle una vuelta a LME y no tengo tiempo. Antes me hubiera angustiado, ahora pienso que ya lo haré, que total, me quedan dos meses para entregarla.
Hace un año o dos, tras una comida como la del otro día con mi agente, hubiera acabado emocionada, ilusionada, feliz. Esta vez soy prudente, aunque me sentí contenta con su valoración, no quiero edificar expectativas que luego se derrumban ni pensar que con esa conversación ya está todo hecho. ¡Somos tantos los que escribimos!
Lo mejor de esta nueva visión del mundo es que soy capaz de sonreír cada mañana sin la necesidad imperiosa de que llegue algo grande a mi vida. He necesitado muchos años para darme cuenta de que ya tengo muchas cosas maravillosas por las que sentirme feliz.
¡Ahí va mi sonrisa: J!
Ahora me voy a duchar, a vestir y rumbo a una magnífica hamaca al sol con el ordenador en el regazo y una buena dosis de LMR.
¡Feliz día! J

4 comentarios:

Mujeres protagonistas

7:00 Pat Casalà 2 Comments

      ¡Buenos días! ¡Viernes!!!!! Tengo unas ganas de sol, tranquilidad y hamaca… Este fin de semana es el último de estudio para los niños, se lo juegan todo en las recuperaciones, ¡a ver si nos vamos de viaje súper tranquilos!
       Hace un calor infernal, parece que el verano ya es un hecho consumado y que por fin vamos a gozar de tranquilidad y sosiego, aunque tengo tantísimas cosas a las que dar salida que no sé muy bien cómo encontrar espacio para la corrección de LME y la escritura de LMR.
       La verdad es que el tiempo pasa volando, las horas se suceden con una rapidez tan intensa que apenas saboreo los instantes. Quizás tengo demasiadas obligaciones pendientes y necesito relajarme. Ahora es cuando os digo aquello de: «¿y si cojo la mochila?»
      A mitades de julio mi vida se normalizará y volveré a encontrar los espacios necesarios para dar un achuchón a las novelas. Tengo muchas ideas en la cabeza para LMR, parece que la trama se forma en mi mente con laberintos de tensión y que podré rubricar un punto y final en breve.
     Ayer cerré el ordenador a las once y media de la noche, mala hora para conciliar el sueño, pero hay tantas cosas que hacer… Presentaciones fiscales, el cierre de la empresa de mis padres,  pagar las colonias de los niños, enviar los formularios, sacar tiempo para ordenar las cuentas de casa…
     ¿Y dónde quedan mis personajes? De momento viven en mis mundos paralelos, disfrutan de la libertad de movimientos que les ofrece la imaginación y me descubren matices que no conocía. ¡Suerte que cerrar los ojos y verlos no es una tarea complicada!
      Ayer os hablaba de los asesinos, hoy os quiero explicar cómo las mujeres protagonistas de mis novelas viven aventuras sin desfallecer. La mayoría son personas corrientes con un pasado normal que de repente descubren algún secreto que cambiará sus vidas.
      Para definir su personalidad intento ponerme en su lugar, descubrir qué haría yo si me sucediera. Luego les pinto un lado tierno y otro oscuro y acabo por encontrar la fuerza que las lleva a caminar hacia delante con tesón y fortaleza.
      Marta Noguera es una mujer despechada que logra encontrar la fuerza para viajar en busca de su hija. Ángela Harris no es capaz de olvidar sus traumas del pasado y se niega a vivir con su don, pero gracias a los acontecimientos consigue encontrar un camino. Laura Lluna se marcha en busca de una explicación a la desaparición de su abuela y llega  a un lugar que no imaginaba. Sandra Pons se enfrenta a las mentiras en las que ha basado su vida, su aventura le reporta un nuevo presente. Lilly Clark es capaz de recordar su pasado para adentrarse en un mundo desconocido. Pam Casas aprende a convivir con su capacidad paranormal y se prepara para descubrir los secretos del Pentáculo….
      ¡Y hasta aquí puedo leer! Las protagonistas de mis dos últimas novelas me las guardo en un cajón.
      ¡Feliz día! J

2 comentarios:

Personajes malvados

7:07 Pat Casalà 5 Comments

     ¡Buenos días! ¡Qué ilusión me hace el sol cada mañana! Parece que el verano quiere irrumpir en Barcelona, ¡ya era hora! Tengo unas ganas de tumbarme en una hamaca a tomar el sol con el ordenador en el regazo… ¡Ayer lo hice durante tres cuartos de hora! Así la novela fluye con facilidad…
      Escribo y corrijo, bailo, llevo la casa, tomo el sol, trabajo, sueño y me ilusiono. Mucha gente me pregunta cómo puedo con todo y la verdad es que yo creo que únicamente es cuestión de organización. Tener un esquema previo de las actividades del día ayuda a aprovechar el tiempo disponible, pensar en el capítulo que llevo entre manos con antelación es vital para que la hora al día que logro dedicar a la escritura sea productiva. ¡Además, tomo el sol y escribo a la vez! Aunque es posible que mi vista salga perdiendo…
      Mi idea del libro que llevo entre manos es más difícil de plasmar en los folios de lo previsto, quiero crear una atmósfera de intriga y tensión hasta la última página, de manera que la historia atrape. A medida que avanzo me doy cuenta de que la voz del asesino es complicada, con matices intensos que dibujan un personaje cargado de contradicciones.
      A veces me sorprende la capacidad que posee mi mente para desarrollar psicologías complejas para los protagonistas malvados. No me gusta que sus crímenes sean únicamente el producto de la perversidad, quiero matizar sus intenciones, sus impulsos, y darle un sentido a las acciones que acaban con secuelas en algunos personajes.
     En mi casa dicen que doy miedo, que imaginar esos crímenes no es normal. Yo os aseguro que no le haría daño ni a una mosca, ¡si cuando veo una araña llamo a mi marido! Pero he de reconocer que me gusta entrar en la mente de los criminales, pintarles una infancia o una adolescencia o una primera juventud que justifique parte de sus impulsos.
      Es muy interesante internarse en la psique de una persona tocada por las circunstancias y, sobre todo, intentar encontrar una parte tierna y vulnerable en él o en ella, de manera que no puedas odiarle del todo. Es lo mismo que con los protagonistas, si te empeñas en hacerlos demasiado buenos no son creíbles, ¡las personas tenemos siempre un lado oscuro!
      Me encanta el género que ahora escribo, el thriller. Me siento cómoda en él, mi mente trabaja rápido y crea laberintos intrincados para llevar a los personajes de un lado a otro, sin desvelar qué sucederá a continuación, guardándome siempre un as en la manga.
      Las novelas fantásticas también tienen su punto, investigar acerca de los enigmas del pasado y trazar una narración actual también me gusta… ¡Ufff! ¡Creo que lo que realmente me gusta es crear! Jajajajajaja.
      ¡Feliz día! J

5 comentarios:

El día después...

7:07 Pat Casalà 2 Comments

      ¡Buenos días! El día siguiente… ¡Qué aluvión de felicitaciones! 150 en Facebook, una llamada desde Suiza, varias de amigas, muchísimos Whatsapps, un par de emails y un montón de emociones…
       Fue un día bonito, con sol, calor y un sinfín de momentos. En mi oficina es costumbre traer pastas para desayunar todos juntos el día de un cumpleaños. Antes de llegar me fui a la pastelería y llené dos bandejas enormes para que a las 10:30 nos sentáramos en el saloncito de la entrada.
       Nos juntamos once personas, las nueve de mi oficina y dos más que trabajan con nosotros desde la Maternidad. ¡Estuvo genial! Luego apareció mi jefe con un fabuloso ramo de flores que me encantó. 
      La mañana fue perfecta. Entre papel y papel contestaba una a una las felicitaciones. A mediodía recibí la llamada de M. desde Suiza, me hizo muchísima ilusión, desde que se marchó a trabajar allí solo hablamos vía Whatsapp o chat y la posibilidad de hacerlo en persona es increíble.
      Comí poco, la verdad es que me di un atracón de pastas por la mañana y estaba
completamente empachada…
       Durante la tarde teníamos una sesión de streamaingen el despacho. La suerte quiso que unos problemas técnicos no hicieran posible el evento y nos pasamos una hora entre llamadas, decisiones y nervios. ¡Qué mala suerte!
       Cuando llegué a casa preparé la cena para mis padres, mi hermana, mi suegra, mis hijos, mi marido y yo. ¡Hice un montón de cosas buenísimas! Ahora tengo la barriga revuelta de tanto comer…
       En general fue un día perfecto, ahora toca ponerse las pilas e ir a trabajar con una sonrisa. Ya tengo un año más, pero creo que estoy en un buen momento de mi vida a pesar de no tener libros publicados ni de dedicarme únicamente a escribir.
       Tengo suerte, no lo puedo negar. Ayer, mientras mis hijos me pasaban los vídeos con las felicitaciones que me prepararon, a punto estuve de llorar. Hoy en día la tecnología nos presta unos servicios increíbles. Àlex me preparó un conjunto de cortos divertidos con el colofón de la felicitación. Irene realizó un montaje con fotografías que pasaban explicando un poco mi vida. ¡Genial!
        En el trabajo estoy bien, con unos compañeros increíbles y un buen jefe. Mi familia está a mi lado, y parece que he aprendido a escribir… Lo que también me ha enseñado la vida es a disfrutar de cada memento, así que ahora ya no espero que me lleguen buenas noticias, las fabrico cada día con las mil cosas positivas que me rodean.
      ¡Feliz día! J
 

 

2 comentarios:

¡Feliz en mi cumpleaños!

7:07 Pat Casalà 4 Comments

      ¡Buenos días! Qué ilusión despertarse con las felicitaciones de mi familia, quince en el Facebook, dos en el Whatsapp, una en el email y un Doodle de Google personalizado para mí (es increíble, al abrir el Google me han salido unas tartas de cumpleaños y al poner encima el ratón ponía: ¡Feliz cumpleaños, Pat!) . ¡Ya sonrío! Lo mejor es que la lluvia de mensajes sigue…
      Un año más, ¿alguno recuerda cuando empezaba con el blog y me faltaba muy poquito para cumplir treinta y nueve? Uffff, hoy hace dos años de aquello y sigo dando guerra cada mañana.
      El balance de este año es muy positivo. Me siento feliz con las mil hazañas logradas, con mi cambio de actitud, con la última novela terminada, con mi vida en general. Ya estoy recuperada de la operación de rodilla, los ligamentos cruzados son un verdadero engorro. Y tengo una editorial que en 2015 va a apostar por mí. Y también sé que mi agente va a mover LME, que por primera vez no tengo que corregir demasiado. Parece que he aprendido a escribir… ¡Qué bien! ¡Es un gran regalo! ¡Y la vida es maravillosa! ¡Además, hoy hace sol!!!
      Parce que escriba borracha de felicidad… Cuando era pequeña mi cumpleaños era el mejor día del año, no paraba de sonreír a pesar de los baches, me alegraba muchísimo al llegar a casa, al recibir los regalos, al soplar las velas de la tarta…
      Vale, he de admitir que cumplir los cuarenta me sentó un poquito mal, pero si me paro a pensarlo no me puedo quejar. Tengo trabajo, una familia maravillosa, amigos, aficiones y muchas ilusiones. ¡Qué más se puede pedir!
      Gracias por compartir conmigo alguna que otra mañana aquí en el blog, por sonreír un poquito con mis palabras y por acompañarme en el camino tortuoso de la literatura. A este blog le debo la soltura a la hora de redactar, la capacidad para sentarme frente a la pantalla y darle vida al teclado, la facilidad para aprovechar las pocas horas del día que tengo para escribir.
      Hoy toca pasar el día feliz, sonreír a todas horas, compartir con mis compañeros de oficina un desayuno y con mi familia la cena, y vibrar con el paso de las horas. ¡Quiero emborracharme de felicidad!
      Y por pedir… ¡Me encantaría que las opiniones de mis libros en Amazon aumentaran! ¡Y que hoy hubiera una lluvia de ventas! Aunque si no pasa seguiré sintiéndome feliz…
      ¡Un beso! J

4 comentarios: