¡Qué ciertos son los refranes!
¡Buenos días!
Empezamos el sábado con energía e ilusión. Parece que el sol nos regalará un
fin de semana luminoso y tranquilo. ¡Ya era hora! Últimamente los días amanecían
despejados y a medida que avanzaban las horas se nublaban.
Termina una
semana cargada de emociones. Es maravilloso disfrutar cada instante para
saborear su esencia, saber que cada segundo es importante y que has de valorar
cuanto tienes. «No es más feliz quien más tiene, sino quien menos necesita.»
¡Cuánta razón llevan los refranes!
Dejar atrás
las esperas ansiosas, las horas de agobio y las obsesiones absurdas me ayuda a
caminar por la senda de la felicidad. Ahora sé dónde estoy y a qué lugar deseo
encaminarme. Sin pausas, pero sin prisas, esa es la actitud. No sé si algún día
alcanzaré la cima de mis aspiraciones ni si seré la escritora que espero ser,
de lo que sí estoy segura es de que ahora disfruto de cada palabra, de cada
idea, de cada personaje.
Revivir
momentos de una vida intensa, darles la vuelta, estrujarlos y sacar jugo de
ellos para que me acompañen en las novelas es maravilloso. Eso era lo que
deseaba de pequeña, que los mundos paralelos que pueblan mi mente encontraran
una vía para construir un colorido de tramas.
Antes mi vida
giraba entorno a conseguir una publicación, ahora se mueve alrededor de las
palabras y de las ideas. Antes me angustiaba descubrir que otros lo conseguían,
ahora solo me alegro por ellos y pienso que se lo merecen. La vida es así, unas
veces se gana y otras se pierde, pero es importante ver siempre el lado bueno
de las cosas.
Tener una
agente que crea en mí ha abonado un camino con muchas curvas… Los tres años y
medio que esperé para que el contrato se hiciera una realidad fueron de lucha,
aprendizaje y un alto grado de ansiedad. Soy una persona que necesita encarar
la realidad, la incertidumbre me destroza los nervios. Prefiero saber que
necesito corrección antes que no conocer dónde está mi novela, prefiero saber dónde
voy y qué debo esperar a construir castillos sin base en el aire.
El resto de años,
se cumplirán cuatro en julio, han pasado entre indecisiones, correcciones y
momentos. Peco de idealista, aunque no soy de las que se rinden y pongo toda la
carne en el asador a la hora de trabajar para alcanzar mis sueños. No escatimo
en horas para el aprendizaje ni en esfuerzo ni en ilusiones. He de admitir que
la Pat de hace siete años y medio era completamente distinta a la ahora. Creo
que incluso a mi edad se puede madurar.
Lo mejor es
que sé dónde estoy, que una vez entrego una novela hay el proceso de lectura antes
de darla por buena y que el jueves tendré una visión de hacia qué lugar
encaminar el pulido. No espero una propuesta editorial que no puede llegar si
la novela no ha caminado a su departamento de lectura y estoy feliz de no vivir
en la incertidumbre.
Hoy tengo la
comunión de mi sobrino, así que toca ponerme en marcha…
¡Feliz día! J
FELIZ día :-)
ResponderEliminarY sí, hay algunos refranes que lo clavan. Este es uno de mis favoritos (el citado).
A mí también me gusta este... ¡Besos! :-)
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