¡La sonrisa no se me borra de la cara!
¡Buenos
y felices días! Espero que disfrutéis del viernes, que os lo paséis genial y
que preparéis un fin de semana lleno de alegría y de color.
Todavía
tengo una gran sonrisa en los labios cada vez que abro el blog y veo las 145
visitas de ayer. ¡Incluso tengo un pastel para llevar a la oficina! Es que le
prometí a mis compañeros que si alguna vez pasaba de las cien visitas les
llevaría un pastel y claro, lo prometido es deuda.
Jamás
pensé que podría encontrar tanta gente capaz de hacerme sonreír cuando me
despierto tan girada como ayer. Es que lo mío es vivir en una montaña rusa de
emociones. Normalmente me mantengo en la recta más alta, pero hay momentos en
los que la vagoneta desciende en picado y me produce una angustiante sensación
de vacío en el estómago. ¡Supongo que es una acumulación de sentimientos que
eclosionan de repente!
Lo
que más me agobia es no poder escribir, cuando mi mente se queda bloqueada y
las palabras no acuden a ella. ¡Mi vida son las palabras! Así que si no están
me siento desnuda, como si las necesitara para armarme con la ropa y la coraza
de la ilusión y salir a la calle a caminar tranquila entre la gente.
Prometí
mantenerme en la senda del optimismo, caminar siempre por el lado alegre de la
vida y ver el baso medio lleno, pero hay instantes en los que flaqueo y empiezo a ver cómo se vacía. También es cierto que a veces sucumbo a la
ansiedad de antes o a las ilusiones marchitas o al miedo a dejar atrás la
seguridad y adentrarme en arenas movedizas. Pero son momentos puntuales que se
evaporan rápidamente.
Desde
que os escribo cada día he encontrado una vía de escape a todas las emociones
que conviven en mi interior. Plasmar en este rinconcito de la blogosfera mis
devaneos con la vida es una terapia increíble y cuando alguna vez me planteo dejarlo
todo y olvidarme de escribir para siempre me acuerdo de las 38 visitas diarias,
de vuestra compañía, de vuestra presencia aquí y me digo a mí misma que bien
vale el levantarme más pronto y escribir.
Quiero
lanzar un globo sonda de agradecimiento a varios lugares y a varias personas
que con sus acciones y presencias me alegraron un día que ya de por sí era un
tanto estresante. Vaya por delante que a Madrid mando mi gran sonrisa, ¡y mucha
inspiración! En Suiza M. ya sabe que siempre la tengo en la cabeza, a José
Antonio le agradezco sus mails y su presencia, a Barcelona les envío un fuerte
abrazo a mis compis, con Q a la cabeza, a los amigos del FB, a mis compañeros
de fatigas un abrazo enorme, a Dinamarca le envío unas gracias por volver a
conectarse, a Orlando un último beso antes de que se acabe su periplo por las Américas y a Alemania, ¡que me olvidaba de mi amiga allí!!!!!.
¡A todos un fuerte abrazo!
Todavía
no se me ha borrado la sonrisa, y eso que ayer fue un día de lo más estresante.
Pensad que estaba tan atacada que a las 20 horas, cuando llegué a la clase de
baile, estaba tan acelerada que no sabía si podría moverme al ritmo real de la música.
¡Suerte que el profe preparó una clase increíble que consiguió rebajar mis pulsaciones!
¡Ya os dije que bailar es una de las mejores terapias!
Hoy
voy a seguir sonriendo todo el día. ¡Y encima tenemos fin de semana! El lunes retomaré
la trama con Vladymir, ¿OK?
¡Un
beso enorme para todos! ¡Os deseo un feliz día!
6 comentarios: