Bye, bye febrero

9:09 Pat Casalà 2 Comments

¡Buenos días! Hoy no acabo de estar centrada, tengo demasiadas cosas pendientes antes del fin de semana y una resaca de frustración que arrastro desde hace unos días. Espero y deseo que la mancha negra de febrero desaparezca con la irrupción de marzo.
Suspiro. ¿Cómo no? Es una manera perfecta de exorcizar la ansiedad. Por suerte a las tres del mediodía terminaré mi jornada laboral y espero no recordarla hasta el lunes a primera hora. Uffff, meses así deberían borrarse del calendario.
Ahora mismo me siento como una tonta, he luchado, trabajado duro, lo he dado todo y sigo en la cuenta, asumiendo tareas no diseñadas para mí y llevándome solo una porción de indigestión.
He decidido aparcar los nervios y tirar millas para deshacerme de esta inquietud perturbadora que no me deja dormir. Uffff, soy excesivamente perfeccionista, demasiado… Quiero cambiar mi manera de pensar, dejar a un lado este estrés y dedicarme a otra cosa.
En la parte positiva de mi examen de ayer debo exponer la maravillosa clase de baile de ayer por la tarde. Por primera vez desde los cambios de profesores conseguí deshacerme de los pensamientos para entregarme por completo a seguir la coreografía. ¡Fue genial!
El ejercicio físico y mental que supone una clase de estas características se materializa en un remanso de paz. Por suerte es viernes, quedan pocas horas para un descanso semanal muy merecido, donde podré desconectar completamente. ¡Qué ganas!
Ayer avancé mucho con la trama de Aurora y Bruno, le inyecté un poco de tensión y dejé hilvanados unos folios muy importantes. Me encantaría presentarla a un concurso literario, estaría genial llegar a tiempo, aunque todavía me queda un trecho enorme para terminarla.
Hay instantes duros para mí, cuando eclosiona de repente la sensación de espera largamente pospuesta y olvidada. Por suerte son solo minutos, horas o a lo sumo un día, mi actual estrés laboral ayuda a caer de nuevo en ese pozo. ¡Suerte que es viernes!
Espero un fin de semana lleno de sol y alegrías, con bajadas intensas por las pistas llenas de nieve, acompañada de mi familia, con la emoción diaria de disfrutar de la serenidad del descanso. Lo necesito.
Cierro los ojos un instante para inspirar lentamente por la nariz, luego espiro retraídamente por la boca, fijándome en las plantas de mi terraza… Suspiro. Ojalá marzo sea cien veces mejor que febrero…

¡Feliz fin de semana! J

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Suspiros...

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Hoy me despierto muy positiva. Se terminó darle vueltas a la cabeza a cosas que se escapan de mi control, ahora mismo solo deseo acabar con este tema para dedicarme a otro. Esta tarde tengo una reunión, a ver si al fin cierro el ciclo y me dedico a otra cosa…
Febrero se termina con las reminiscencias de un agobio infinito. No me importa trabajar al límite ni abarcar tantas áreas que debo quedarme más horas en la oficina, pero cuando asumo una nueva responsabilidad y traspaso la anterior a una nueva persona, necesito adaptarme y que ella se adapte con mayor facilidad.
Suspiro. Últimamente lo hago con frecuencia, mirando al exterior, con una expresión esperanzada. Quizás mañana me despierte con la emoción de encontrar una buena noticia en el email, también podría decidirme de una vez a subir las novelas a Amazon, sin esperar más por respuestas perdidas en el ciberespacio, o lanzarme de cabeza a buscar un concurso para PELN…
De momento ayer me puse a revisar los setenta y siete folios escritos de RANP, en busca de unas partes para mejorar. En mi cabeza tengo clara la dirección directa a las nuevas ideas y necesitaba reescribir algunos cabos sueltos. Conseguí el efecto deseado en cincuenta y tres folios, veremos qué pasa con el resto.
Quiero intensidad, profundidad y fuerza, con escenas impetuosas que atrapen al lector. Aurora es un personaje difícil de definir, es toda contradicción, y me gustaría concederle los atributos justos para descubrir al lector su forma de ser. Un reto en toda regla, a ver si me salgo…
En una conversación cibernética de ayer por la tarde le contaba a mi amiga M. un poco de la trama y me di cuenta de algo, en mis novelas siempre hay un componente criminal, excepto en Dúo… Y en esta no es diferente, hay tensión, tanto amorosa como física, un secreto, un final y una realidad que Aurora intenta superar.
Quiero imprimir la dualidad de pensamientos a la que se enfrenta Aurora en su comportamiento, darle salida a sus sentimientos encontrados, llevarla al límite y obligarla a decidir, a pesar de las implicaciones. Y sé que esta vez quiero ir despacio, buscando cada palabra con mimo.
Tras años de dolorosa lucha para destacar en un mundo lleno de baches, de soñar con imposibles y de encontrarme con las expectativas derrumbadas demasiado a menudo, ahora sé encontrar la emoción en pasarme tres tardes a la semana estirada en mi rinconcito del sofá, con el ordenador en el regazo, dándole vida a mis mundos paralelos.
 Suspiro, me muerdo el labio inferior y vuelvo a suspirar. Últimamente estoy filosófica. Debería tomar decisiones, enfrentarme a un futuro donde pueda luchar por arañar la coraza de mis sueños, pero casi me voy a esperar, me gusta tanto esta sensación de paz…

¡Feliz día! J

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¿Rumbo a la selva amazónica?

7:07 Pat Casalà 2 Comments

¡Buenos días! Hace sol, los días se alargan y la felicidad implícita que se extrae de la escritura es inmensa. Me gusta novelar, dar vida a los personajes, vibrar con sus peripecias. Es una terapia perfecta para espantar los nervios. Seguro que esta novela será intensa…
Hoy no tengo demasiadas ganas de escribir ni de ir a trabajar ni de levantarme de la silla. Uffff, cómo me gustaría tener horas libres para plasmar las mil ideas que me corroen. Debo rehacer una parte de la trama ya escrita para incorporar los cambios decididos esta noche revuelta.
Estas semanas se me están haciendo eternas, apenas cuento con tiempo para respirar y hay una corriente de mosqueo continua en la oficina. Hay tensión, faltan muchas cosas y a mí me duele muchísimo acatar algunos cambios que no acaban de cuajar.
Inspiro, espiro lentamente y miro por la ventana. Parece que no hay demasiado viento y el color exterior es perfecto. Cierro los ojos un segundo y busco un conato de serenidad en mi interior. La noche me ha llenado de inquietud, apenas he conseguido pegar ojo.
Ayer terminé con la lectura y me enfrasqué con la escritura de mi libro actual, motivada y feliz por tener horas de conexión con mi mundo paralelo. En los sueños enredados de esta noche se han sucedido ideas inconexas acerca de Aurora y Bruno, con la constatación de cómo seguirá la trama.
Me despierto con una mezcla de sentimientos encontrados. Alegría por el regreso de la inspiración a mi vida, nerviosismo por los recientes acontecimientos en el despacho, ansiedad por lo que me espera, ilusión por recibir de una vez por todas las galeradas de El Secreto de las Cuartetas (¿llegarán algún día?).
Es curioso cómo he conseguido desafiar las esperas con un estoicismo pétreo, me encantaría tener una fecha real de publicación, me molesta muchísimo las evasivas y las promesas incumplidas, pero por suerte no siento el peso de la ausencia de emails.
Tampoco sé nada de la agencia literaria ni de las editoriales a las que envié manuscritos. No lo entiendo, ¿cómo puede alguien llamarte para interesarse por tu trabajo y después dejar pasar los meses de esta manera? Cada día veo más claro que continuaré sola y que quizás Amazon es el camino hacia los lectores.
Me he marcado un plazo para decidir cómo proceder con las novelas. Tengo muchas y poco tiempo para buscarles salida. Quizás ha llegado el momento de pensar en las portadas, de corregirlas y de subirlas a Amazon. Parece mentira, pero casi ocho meses después de subir Ecos del Pasado, sigo vendiendo… Eso da qué pensar…

¡Feliz día! J

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Un mundo ideal

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Aixxxxxxxxxx, me despierto llena de ideas, ilusiones y tramas interesantes para hilvanar en el papel. Hacía tanto que no leía… Me cuesta muchísimo compatibilizar el tiempo para escribir y la lectura no encuentra un hueco entre la vorágine de mi vida actual.
No me gusta demasiado la prosa de este libro, se me hace tremendamente repetitivo y me cuesta entrar en algunos momentos, pero me gusta leer, a pesar de la distancia de la última novela que devoré.
Ayer me pasé cuatro horas enganchada al Kindle, con una vocecita terca en mi mente que insistía con un mantra: «escribe, tienes que escribir tus ideas». Quería hacerlo, necesitaba encontrar el momento, proseguir con la historia de Bruno y Aurora, sin embargo también anhelaba leer.
Al irme a la cama recordé con nostalgia los dos julios que pasé en mi casa de la Cerdanya… Entonces mis ocupaciones eran simples: llevar a los niños al casal, escribir durante cinco horas, recogerlos del casal, comer, ir a la piscina a tumbarme en la hamaca con un buen libro, regresar a casa, acompañarles al parque de Llívia cargada con mi portátil para aporrear las teclas sentada en la riba del río, regresar a casa y estirarme en la tumbona del jardín a continuar leyendo. Luego a cenar, a dormir y vuelta a empezar.
Suspiro ahogado, sonrisa y otro suspiro. El primer julio escribí casi la totalidad de El Secreto de los Cristales. Me recuerdo con instantes de inspiración absolutamente productivos, con la necesidad imperiosa en algunas ocasiones de subirme al coche para conducir hasta la caseta de bomberos, un lugar donde con el USB de Movistar conseguía rastrear la red en busca de documentación para la novela.
Uffff, era de ensueño…
El segundo julio acabé tres cuartas partes de La Baraja, una de mis novelas favoritas. Los días apenas se escurrían entre ideas, tramas, personajes. Vivía inmersa en la historia, me despertaba en mitad de la noche con escenas para añadir, encontrando un hilo perdido o una carencia en la trama.
A veces, cuando tengo unos instantes para soñar despierta, me imagino con una vida así. Escribir, leer, cocinar, escribir, leer, dormir… Suspiro extenso. Ese sería mi mundo ideal, mi vida deseada, el lugar donde morarían mis ilusiones. Esos dos meses de julo fueron mágicos, con unas emociones difíciles de transmitir y la certeza de que la vida sería perfecta con las únicas obligaciones diarias de leer y escribir.
Vuelta a la vida real… ¡Cómo cuesta! Hoy me hubiera quedado dentro de la cama, arrebujada con el nórdico, terminando la lectura y escribiendo hasta la una, envuelta en el misterio de la trama… Suspiro … Vale, me voy a la ducha, a ver si el agua consigue alejar las ensoñaciones románticas… Sería tan bonito…

¡Feliz día! J

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Cincuenta Sombras

7:07 Pat Casalà 2 Comments

¡Buenos días! Espero serenidad esta semana. Tengo cosas pendientes en la bandeja del despacho, sin embargo no llegan a colapsarme como los últimos meses. Por suerte podré respirar un poco más y dedicarme a trabajar tranquilamente, sin ese componente de estrés que me asolaba estos tiempos.
Dejo atrás un fin de semana perfecto. Al final no fuimos a esquiar, las previsiones eran malísimas, con un temporal de nieve que evidentemente nos dificultaría el acceso a las pistas y la visibilidad en las bajadas.
Hicimos bien, me he conectado varias veces a las webcams de Grandvalira y he comprobado la falta de buenas condiciones meteorológicas. Hoy, sin embargo, hay mejor tiempo, a ver si el próximo fin de semana hay sol…
El viernes fui a ver la película del año, jejejejeje. No leí el libro cuando salió porque no me apetecía demasiado el tema. El erotismo es muy interesante, pero las críticas no pintaban demasiado bien los libros, así que me los salté.
A diferencia de la opinión general a mí me gustó la película Cincuenta Sombras de Grey. Soy una idealista sentimental con tendencia a emocionarme con las historias de amor y, aunque los lectores de la saga únicamente hablen acerca del sexo, la realidad que subyace de la trama es una relación amorosa entre dos personas. Vale, también hay un tórrido interés en explorar sus cuerpos, pero en el fondo se trata de una Cenicienta moderna.
Llegué a casa con las ideas cambiadas, me gustó la parte sentimental de la película, para mí cobró una fuerza interesante. Soñé con las implicaciones indirectas de esa trama, le di la vuelta y descubrí qué esperaba de la continuación.
A la mañana siguiente me bajé el libro número dos de Amazon para saber si mi intuición era cierta. Ufff, no me gustó nada la narración, el libro es tremendamente repetitivo, con una falta absoluta de profundidad en los personajes secundarios, con un lenguaje que me cortaba la cadencia de los párrafos, con una historia potente contada con poca agilidad.
Debo ser distinta a la mayoría de la gente, porque me decepcionó muchísimo la prosa de un texto salpicado con escenas subidas de tono. ¿Por qué la gente solo se queda con el sexo? Cuando me hablaron por primera vez de esta saga me dijeron que era erótica, nadie mencionó ni de soslayo la trama principal ni la sentimental.
 Las escenas de sexo están bien plasmadas, tienen garra y nos presentan una pareja con un apetito voraz. Sin embargo me falta profundidad en otros aspectos. Quizás soy rara, pero la película me gustó por la manera exquisita con la que trata el erotismo y la intensidad con la que trata la parte sentimental.
El resto del fin de semana avancé muchísimo en mi novela actual, dándole un empujón interesante. Tengo la trama hilvanada en mi cerebro, con una claridad total de mente a la hora de avanzar. Me gustan las ideas locas que tengo, a ver si sé trasladarlas bien al papel…

¡Feliz día! J

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Feliz fin de semana

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Llegó el ansiado y deseado viernes… Esta semana necesito más que nunca el descanso semanal, con la serenidad de las horas libres para descansar mi mente hiperactiva. Cuando tengo unos días laborales tan intensos, con pérdidas de tiempo absurdas y un sinfín de tareas intensas, necesito un par de días para desconectar y recuperar las energías.
A veces es importante saltarte algunos límites autoimpuestos para avanzar hacia un horizonte despajado. Cuesta desprenderse de algo que has creado con tesón y constancia para dejarlo en manos de otras personas que únicamente aportarán el continuismo, pero así es la vida y no puedo cambiar las cosas a mi antojo.
Por fin se termina la semana, con todos sus momentos, con la sensación de que inicio un nuevo ciclo lleno de interesantes retos por descubrir. La parte positiva de lo sucedido es descubrir mis capacidades, ver con mis ojos la efectividad de un sistema creado con esfuerzo.
Es bonito darle consistencia a tu trabajo y ver cómo fructifica en muchos aspectos, incluso en los más básicos. A ver si algún día logro dar un salto cualitativo hacia delante en otras áreas.
Escribir es un medio para deshacerme de las ansiedades diarias, con una alta dosis de motivación para  avanzar hacia otros estadios. Seguro que conseguiré alcanzar unos objetivos mayores, llegar a tocar el cielo con las manos y salir de situaciones estresantes.
Las historias que cuento están junto a mí desde niña, son parte de mi día a día y nunca renunciaré a ellas, porque son una válvula de escape perfecta para cada uno de los escollos del camino.
Espero y deseo un fin de semana soleado, acompañada por parte de la familia, con la emoción del descanso y de la relajación. Espero no darle vueltas y más vueltas a las cosas, apartar de mis pensamientos los problemas laborales y no agobiarme más.
Estoy excesivamente dispersa esta mañana, no acabo de centrarme en nada… Quizás necesito un poco de serenidad… Ufff, a veces las ideas me llevan de un lado para otro y no consiguen estabilizarse, son como péndulos internos que me vapulean sin piedad.
Con dos días de esquí al aire libre solucionaré esta dispersión. Es la mejor manera de respirar y archivar el estrés. Me encanta sentirme libre, deslizarme por las pistas acompañada de mis seres queridos, la vista inmejorable de la vasta extensión de nieve…

¡Os escribo el lunes! ¡Feliz fin de semana! J

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Avanzar

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Miro por la ventana y descubro el sol asomando a lo lejos, con la magnificencia perfecta que tinta de azul un cielo despejado y nítido. Me gusta esta visión, es perfecta y tranquila.
Los días avanzan rápido en el calendario, las tardes se alargan con una luz radiante, mi sonrisa es intensa, con deseos de comerme el mundo. Tengo ideas interesantes para la nueva novela. ¡Qué bien sienta escribir! Cuando una historia se cuece en mi interior consigo ver la vida con más color.
Estoy orgullosa de muchos logros personales de estas últimas semanas, me he percatado que soy capaz de superar los obstáculos y de llevar a cabo tareas difíciles en el pasado. Cada peldaño en la ascensión en la escalera de la vida me reporta una experiencia para sumar a mi haber.
Trabajar siempre a contrarreloj, con la necesidad imperiosa de adquirir conocimientos para abracar un nuevo reto me ayuda a ampliar los horizontes del saber, con la satisfacción de avanzar hacia un nuevo destino.
Recuerdo con ilusión los años de aprendizaje de la escritura, con aquel tesón intenso para mejorar en cada revisión de una novela, en cada nuevo manuscrito. Todavía ahora me gusta empaparme de las reseñas que aparecen en la red de mis libros para ver cómo escribir con mayor soltura.
Ayer pasé una velada perfecta en compañía de mi familia. Mi niño se ha convertido en un hombrecito, cuando Irene nos pasó un montaje fotográfico que le había preparado y le vi de pequeñito casi me saltan las lágrimas, ¡cómo ha cambiado! Parece mentira…
La tarde se escurrió en la cocina, haciendo la compra, preparando el salón… A las seis conté con una horita de descanso que utilicé para darle un empujoncito a la historia de Aurora y Bruno, con la convicción de que caminan de la mano por un sendero emotivo.
Imprimir fuerza a los personajes es maravilloso, porque siento con ellos, me emociono, consigo vivir un romance sin salir de casa. Estoy en la parte más tierna de la trama, la que me arranca una sonrisa en cada palabra, la que me inspira ilusión. A ver cómo vivo el siguiente giro…
A veces hay que dejarse llevar por la corriente de felicidad que transcurre cerca de ti y evitar sentirte frustrada por no conseguir el cielo. Aprender a  no esperar cerca del teléfono o del email, con la sensación de que de un momento a otro llegaría una noticia largamente esperada, me ha demostrado que hay un mundo ahí fuera esperando a ser descubierto.
Seguro que tarde o temprano consigo alcanzar mis sueños…

¡Feliz día! J

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Vienen y van...

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Por fin pasó el martes y todos los nervios acumulados durante días se relajaron. No vale la pena angustiarse por cosas futuras, luego no suceden como me temía y siempre son más tranquilas.
Pasan los días y sigo sin las galeradas de El Secreto de las Cuartetas, prometidas para finales de la semana pasada o principios de esta. Estoy contenta con la apuesta de Javisa23 por mi novela, pero también cansada por tanta espera infructuosa. El libro tenía que salir en octubre y los meses suman sin noticias fructificadoras.
No malinterpretéis mis palabras, sigo feliz, con la ilusión por avanzar en la novela actual, la emoción de prosperar en el trabajo y la misma energía positiva de cada día. Sin embargo no me gusta esta falta de información y formalidad, a pesar de la felicidad intrínseca a la publicación.
Hace unos meses mantuve contacto con una agencia literaria que parecía interesada en representarme. Me ilusioné, porque pensaba en positivo, como siempre. La ausencia de nuevas llamadas me indica que posiblemente no les acabe de encajar. No quiero volver a lo mismo de antaño, prefiero continuar como estoy ahora, sin la ausencia total de comunicación.
En la vida hay personas que vienen y van, algunas entablan una intensa amistad conmigo y se quedan, otras desaparecen con el tiempo y muchas me acompañan durante un largo periodo. Con los años he aprendido a valorar cada una de esas aportaciones a mi vida y a saber qué compañeras suman y cuáles restan.
Soy más bien solitaria, me gusta pasarme horas libres frente a una pantalla de ordenador, inventando historias que en otros tiempos plasmaba de manera errónea, pero a veces me gusta sentirme acompañada, buscar instantes para sonreír junto a amigas, contar momentos de viva voz y saber que no estoy caminando sola.
Cuando la nostalgia de otros tiempos me invade y siento que he perdido a alguien importante miro a mi alrededor, con la emoción de ver el cambio imperado en mi carácter, la manera tan distinta de encarar los días y la amistad. Entonces suspiro, dándome cuenta de que si alguien se quedó atrás fue porque no valía la pena conservarle.
Hoy me he despertado sentimental… Debe ser el bajón de la presión, tras la tormenta siempre viene la calma y la quietud que traen reminiscencias de otros tiempos. Me queda serenarme lo suficiente como para buscar un sendero para las novelas que moran en el disco duro del Mac, decidir si me arriesgo en tierras amazónicas de nuevo o me decanto por un concurso, hablar con las personas que valoran mis escritos para ver si vale la pena esperar más…

¡Feliz día! J

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Explorar géneros estilísticos

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Hoy tengo una larguísima jornada por delante a la que hacer frente y llego a ella con una energía envidiable. Ayer por la tarde conseguí acabar la larga lista de recados pendientes y ponerme a escribir, a pesar de las constantes interrupciones del trabajo.
Debería pasarme las horas proyectadas tejiendo palabras en la esquina del sofá de mi casa, con varios cojines estratégicamente colocados para evitar que me sienta incómoda y mi maravilloso Mac en el regazo, emitiendo canciones de amor que me invaden con una fuerza colosal y me ayudan a crear mundos paralelos en el papel.
Últimamente las interrupciones son la moneda de cambio cuando decido explorar la trama de Aurora y Bruno, arrancándome algunas exclamaciones un poco subidas de tono.
¿Os ha pasado alguna vez desear con todas vuestras fuerzas conocer a los personajes de una novela? Con mi actual manuscrito me sucede continuamente, al no encontrar demasiados momentos para desarrollar la historia mi mente la imagina y le pone tanto sentimiento que me encuentro con el anhelo de explorar la vida de Aurora y Bruno en la realidad.
Es una historia de amor, una que cruza las barreras impuestas con firmeza, zozobrando a veces entre la niebla espesa que se empeña en obstaculizar el avance de un romance intenso. Suspiro. Es precioso sentir cómo crece un sentimiento en el interior de tus personajes, conseguir acompañarles en el camino y emocionarse con sus momentos.
Durante estos últimos dos años he sondeado varios géneros novelísticos que hacía tiempo deseaba conocer, me he decidido a dar el salto con una serie inspirada en una inspectora de policía, a escribir una historia New Adult con un misterio macabro de fondo, a inspirarme en una época histórica para desarrollar la trama de una mujer luchadora, a enredarme en una romántica historia donde el trasfondo de suspense cobra vida y a escribir el manuscrito actual, otra del género New Adult, donde los dos protagonistas descubren unidos cómo vencer al destino.
Cada vez que me invade la nostalgia o un conato de frustración por no llegar a las estanterías miro atrás y descubro la estela de estos últimos dos años, con la satisfacción de las novelas escritas, con tesón y alegría, siempre con esta energía positiva que me acompaña. Sonrío entonces, espanto la tristeza que podría invadirme y salgo a la calle con una emoción intensa acompañándome. Quizás algún día esas novelas lleguen a vuestros estantes…

¡Feliz día! J  

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Empezamos la semana...

9:39 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Regreso de un fin de semana cargado de nieve, frío, esquí y buena compañía. Celebrar el cumpleaños de mi hijo en las pistas de esquí, rodeada de familia y amigos fue divertido. Por la noche cenamos en una pizzería, donde le colocamos las velas en el pastel de queso y coco que pidió de postre.
Parece mentira que la máxima de mi hijo sea cenar en un restaurante donde den una pizza de calidad. Jajajajaja, con esa frase quiere decir muy grande, muy fina y buenísima.
Fuimos a una pizzería de Puigcerdà donde esperamos veinte minutos en la calle con un frío atroz. Pero valió la pena, Àlex disfrutó de una cuatro quesos buenísima, con doble de roquefort y yo de una ensalada con queso de cabra deliciosa.
El fin de semana de esquí ha sido pse. El sábado disfrutamos de Grandvalira durante muchísimas horas, con una nieve buenísima y un frío que aumentó exponencialmente a medida que avanzaba el día. Al final cayó una nevada. Comimos a las cuatro en un bar de las pistas y llegamos a casa pasadas las cinco.
Ayer esquiamos muy poco. Cuando me puse las botas y subí al primer telesilla la niebla se presentó como un posible impedimento a mi esquiada. Al bajar la pista no distinguía el relieve y la nevada copiosa que inundaba el espacio caía sobre mis ojos. Decidimos hacer un par de bajadas más, pero las condiciones no mejoraban y decidimos irnos a casa, ya me caí una vez…
Empieza una semana un poco durilla para mí, hay muchísimo trabajo, momentos intensos y pocas energías para encarar un reto complicado. Por suerte conseguiré saltar ese obstáculo pronto y caminar hacia un nuevo futuro.
Espero y deseo que las galeradas de El Secreto de las Cuartetas lleguen pronto, poder ver cómo quedará maquetado y creerme de verdad que va en serio, que por fin tendré un libro publicado en papel.
En cuanto a mi novela actual… Uffffff, hay veces que mi mente funciona a tres mil por hora y termina capítulos a marcha rápida. Eta vez va a trompicones, con días de intensidad de escritura y otros de sequía total. Lo único positivo es que la historia avanza en mi interior y que poco a poco descubro hacia dónde se encaminan los  protagonistas.
Hoy me levanto un poco nostálgica, con aquella sensación interna de deseo que me llena de emoción, con la idea de que quizás esta semana logre avanzar en la complicada carrera de fondo de la escritura. Me encantaría recibir buenas noticias…
A veces me invade una ola de positivismo que me aboca a alcanzar mis sueños con la mano un segundo. Cierro los ojos y me veo en el lugar exacto donde moran mis metas más ambiciosas, y disfruto durante un rato de la emoción de llegar ahí. Es mágico y suele funcionar para recargar las pilas.

 ¡Feliz día! J

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Hoy hace diecisiete años...

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Viernes… Y trece… Uffffffff. La reunión de ayer se mantuvo dentro del marco de mis expectativas, aunque por suerte acabó mejor de lo que esperaba. A veces la vida es injusta, asumir responsabilidades normalmente significa aumentar la presión sobre el trabajo y la retribución, pero en mi caso solo hay lo primero…
En fin, no voy a entrar a hablar acerca de lo que cada día pienso ni de mis expectativas frustradas en muchos aspectos, solo quiero ver la parte positiva, que tengo un trabajo, que estoy genial con mis compañeros, que me gusta asumir esas responsabilidades y que he descubierto algo importante: ¡me crezco ante los retos!
Cada vez que me encargan una tarea fuera de mi ámbito de conocimientos peleo con uñas y dientes para llevarla a cabo con tesón y me alegra saber que puedo hacerlo, que cada una de esos desafíos consigue enseñarme algo. Quizás en un futuro esa habilidad me sirva para prosperar en el trabajo.
Hoy hace diecisiete años que me puse de parto por primera vez en la vida, y también era un viernes trece. Era una jovencita de veinticinco años, con una visión idílica de la vida y unos sueños bien asentados en una cabeza demasiado quimérica para discernir el oro de la paja.
Me recuerdo sentada en casa de mi suegra, tras una comida familiar, con un dolor insoportable en los riñones que iba y venía y un poco de llorera. No había móviles ni este Internet de alta velocidad de hoy en día. Mi suegra me dijo que debería ir al hospital y yo, tras llamar a mi madre, decidí que tenía un cólico nefrítico.
Ya nos veis a mi marido y a mí en urgencias de la clínica, anunciando que tenía una piedra en el riñón. La enfermera me dijo: «sube a la sala de partos», y yo, indignada, le contesté: «¡qué no estoy de parto, solo tengo una piedra en el riñón!».
Supongo que mi ginecólogo todavía se ríe al recordar esa tozudez que demostré. Cuando me reconoció enseguida me dijo: «vas a hacer una bonita piedra con ojos, orejas, manos y nariz». Entonces me vino la paranoia, yo no quería tener un niño un viernes trece, era como un mal presagio y le pedí que fuera el sábado catorce, que para más inri era San Valentín.
Otra sonrisa de mi médico precedió a la inevitable frase: «el niño saldrá cuando quiera». Por suerte Àlex me escuchó y decidió nacer a las dos de la madrugada del sábado catorce de diciembre de mil novecientos noventa y ocho. ¡Fue un regalito de San Valentín!
Me parece increíble que hayan pasado diecisiete años desde aquello, que el bebé monísimo que llenó mi vida de luz mañana se convierta en todo un adolescente hormonado de metro ochenta, cuadrado y casi cinturón negro de Taekondo…

¡Feliz día! J

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Antes muerta que sencilla

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Hoy tengo una reunión importante, una que probablemente deje las cosas como están, sin cambios significativos, a pesar de que deberían producirse. Me costó más de diez minutos elegir el vestuario para asistir (me lo preparo siempre por las noches).
Deberéis pensar que suena frívolo, buscar una manera elegante de vestirse para una reunión, a pesar de saber que no servirá de nada. Pues bien, ahora es cuando os recuerdo el éxito aplastante que tuvo la canción Antes muerta que secilla.
Ayer por la noche abrí la caja donde guardo mis súper botas negras con un tacón de palmo, desde que me operaron de la rodilla me cuesta más subirme a ellos, me miré la ropa que almacena mi armario, en busca de la adecuada, y decidí cuál me pondría.
Sé que es absurdo pensar que por llevar uno u otro vestido las cosas van a salir mejor, pero si eres mujer y alguna vez te has calzado unos altísimos tacones sabes a qué me refiero cuando afirmo que desde ahí arriba se pisa con mayor seguridad en ti misma.
Así que ahora mismo, cuando termine de aporrear el teclado con el frenesí que me caracteriza a estas horas, es posible que algún día mi marido me mande a freír espárragos por el ruido, me ducharé, me vestiré con el modelito que espera paciente sobre el cesto del baño y sonreiré, porque cuando vas a la guerra y sabes que perderás, siempre hay que sonreír.
Hay cosas muy injustas en la vida… Pero siempre debemos encontrar el lado bueno, mirar más allá del ahora y saber que posiblemente en el futuro encuentres la senda recta hacia un destino mejor del esperado.
La buena noticia es que ayer me armé de valor y llamé a la editorial de El secreto de las cuartetas. Por fin parece que hay luz después del túnel y que en pocas semanas las librerías lo lucirán en sus estantes. ¡Es emocionante! La publicación se ha retrasado por culpa de la extensión no prevista del libro, ¡va a tener más de setecientas páginas!
Estoy feliz, no quepo en mí de ilusión, a pesar de que todavía queda un poquito para tener las galeradas, para ver la portada, para disfrutar del olor del libro… Ahora me toca plantearme cómo voy a encarar la campaña de marketing, la promoción, la presentación… ¡Hay tanto en qué pensar!
Hoy voy a perder algo que me correspondería por derecho, pero me da igual, desprenderme de una parte de las mil obligaciones que acumulo no es triste. La ilusión de saber que por fin voy a cumplir uno de mis sueños es tan maravillosa que eclipsa cualquier atisbo de emoción contradictoria. ¡Por fin! Ahora solo queda esperar a que se venda… (Pero esa es otra lucha…).

¡Feliz día! J  

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Sueños, ilusiones y esperanzas…

7:07 Pat Casalà 0 Comments

  ¡Buenos días! Hoy me he dormido… Grrrrrr, estaba tan cansada… Ayer no paré de trabajar ni para comer. Lo hice en diez minutos, corriendo, con el nerviosismo lógico antes de una reunión importante…
Últimamente no tengo tiempo ni para escribir ni para pensar. Ayer entré en el despacho a las ocho y salí a las siete de la tarde, con la cabeza como un bombo. ¡Hay tantísimo qué hacer! Mi obtusa visión de la responsabilidad me obliga a dedicarle todas las horas a mi alcance, a ver si prontito tengo las cosas controladas y puedo avanzar en las relegadas.
Quiero volver a creer en mis escritos, a gozar con la ilusión quimérica de que algún día logaré un camino directo a las estanterías, pero el tiempo pasa y las novelas se acumulan sin salida en la RAM de mi ordenador, a la espera de que alguien les quite el polvo.
Sé que no será posible alcanzar las metas trazadas, que posiblemente mi mayor éxito sea el conseguido en Amazon, pero soñar despierta es maravilloso. No tengo noticias de Javisa23 ni de la agencia literaria que parecía interesada en representarme, así que no espero nada en ese sentido ni encuentro el momento de luchar por encontrar otra vía.
Tarde o temprano deberé tomar una decisión con respecto a Los Mundos de Esme y de la Serie Estrada en general. Creo que si no recibo ninguna propuesta de edición antes de finalizar marzo la subiré a Amazon e iniciaré una campaña de marketing para bombardearos con la publicación.
Sueños, ilusiones y esperanzas… Es la mejor manera de sonreír cada día, con un pedacito de emoción en cada una de tus actividades. Quizás debería aprender a no ser tan perfeccionista ni a asumir tantísimas responsabilidades que luego no se me reconocen, pero es dificilísimo cambiarme a estas alturas.
Os dejo, que llego tarde.

¡Feliz día! J

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¿Letras o ciencias?

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! El sol quiere irrumpir con fiereza en un cielo azul y nítido. Estoy feliz, a pesar de las mil historias de trabajo diarias que me ocupan, sonrío. Me encantan los días azules, con luz y llenos de ilusión.
Ayer trabajé hasta las siete y media sin descansar más que unos minutos, pero cundió, por fin desencallé algunos de los temas pendientes y fue tan productivo que me fui a dormir con una mezcla e sensaciones. Estrés por tanto esfuerzo y satisfacción por el trabajo bien hecho.
Hoy tengo un largo día por delante, espero aprovecharlo para avanzar sin tregua, con la emoción de saber que las cosas encuentran su cauce. Supongo que a mediados de esta semana recobraré el ritmo de escritura necesario para darle un empujón a la novela.
Vivir sin las presiones autoimpuestas de antaño me reporta una serenidad extrema, es perfecto dedicarme a los manuscritos solo cuando tengo verdaderos deseos de hacerlo. Aunque ayer me había propuesto dedicarme un par de horas a la escritura y no a trabajar en casa el resto de la tarde…
En estos últimos años de dedicación parcial a los números y a las letras he encontrado un perfecto equilibrio entre las dos partes de la balanza. Me gusta cuadrar balances, presupuestos, desviaciones… Los Excels llenos de retos me parecen emocionantes, desentrañar cualquier error que hay en ellos, encontrar la manera de equilibrar los gastos, de rascar para descubrir cómo mejorar las expectativas de resultados es gratificante.
Cuando mi cabeza se adentra en las emocionantes historias que invento descubro otra emoción distinta, una que me lleva a explorar mundos desconocidos, donde queda inmersa en las personalidades de personajes irreales a los que puedo dotar de emociones.
Supongo que ser géminis ayuda a vivir intensamente esas dos facetas encontradas de mi vida. Antes creía que era importante elegir una de ellas, ahora sé que la convivencia entre las dos consigue levantarme esa sonrisa matutina que ahora me acompaña.
Con la edad te templas, miras atrás y descubres la estela de tus logros, aunque sean pequeños. Ya no soy aquella idealista que soñaba con quimeras imposibles, pero no he perdido el rumbo de mis ilusiones ni aquella emoción intensa a la hora de intentar alcanzar mis sueños.
Gracias por acompañarme en el camino.
¡Feliz día! J


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¡He vuelto!

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Por fin me veo capaz de reabrir el blog, a pesar de las mil tareas pendientes en la oficina y de los flecos que quedan para cerrar el ejercicio anterior de las siete entidades que llevo, quiero y deseo escribir cada mañana, encontrarle un hueco a estas letras y compartirlas con vosotros.
Me he pasado el fin de semana en Grandvalira, con un frío glacial y una nieve excepcional. Necesitaba desconectar, dejar a un lado el estrés y dedicarme a descansar la mente. Hay tantísimas cosas pendientes que se me hace complicado no pensar en ellas durante los días de asueto.
Peco de ser demasiado perfeccionista, por eso cuando algo no sale como lo espero me fustigo en silencio. Me faltarían muchísimas horas para terminar de cuadrar todo lo que queda en el tintero y un sinfín de días para arreglar algunas cosas, pero como no los hay debo aprender a delegar a pesar de perder el control sobre las tareas menores y a buscar métodos para cerciorarme de que se realizan como es debido.
He decidido no quedarme más días sin escribir en el blog, es parte de mi rutina, una que no quiero perder. Las esperanzas vienen y van, la posibilidad de ver mis libros editados en papel es una efímera ilusión que a veces aparece para desvanecerse enseguida en el olvido, la nueva novela la escribo a trompicones, sin la continuidad de antaño y el trabajo consume por completo mi serenidad, así que este rinconcito apartado de la bloggosfera consigue alejarme de la realidad durante unos minutos diarios.
Tras un intenso fin de semana en la nieve, con unas bajadas increíbles y la sensación plena de libertad que otorga la montaña, me despierto sin ganas de levantarme, como si la perspectiva de un día entero de trabajo se me antojara dura. Lo bueno es que en pocas horas estaré tan ocupada que apenas tendré tiempo de respirar.
A veces me gustaría levantarme más tarde, con la única obligación de teclear en el ordenador durante la mañana, tapada con el nórdico, acompañada de los melodiosos cantos de los pájaros, con la tranquilidad de saber que ahí fuera desean leer mis palabras.
Aixxxxxxxxxx, ¡qué bonito sería! Ahora mismo me toca regresar a la realidad, sonreír y pensar que por suerte tengo un trabajo al que acudir, una familia con la que compartir momentos y un ordenador que almacena mis novelas como si se trataran de un tesoro.

¡Feliz día! J

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Cerrado hasta nuevo aviso

7:07 Pat Casalà 2 Comments

¡Buenos días! Esta semana debo dedicarme exclusivamente a trabajar. No sé cuándo podré escribir con soltura en el blog, ahora mismo mi faceta retribuida necesita total y absoluta dedicación.
Voy a cerrar durante un par de semanas, intentaré ponerme a tono en la oficina y ser capaz de llegar a todo, aunque no tengo claro que lo consiga. Hay demasiados pendientes… La buena noticia es que son pendientes por ingresos, y eso es genial, pero yo no puedo convertirme en tres personas a la vez para absorber la cantidad de problemas que conlleva este aumento considerable de las ventas.
Estoy tan estresada que soy incapaz de dormir por las noches, mis sueños son revueltos y agitados, como si quisieran mostrar el grado de ansiedad que me consume. Quizás debería aparcar esa responsabilidad que me caracteriza y empezar a minimizar las cosas. No puedo con todo, es evidente.
Me duele cerrar el blog durante un par de semanas, escribir aquí cada mañana es un consuelo y una liberación, pero necesito ir a la oficina temprano, dedicar cada segundo de mi tiempo a avanzar trabajo y dedicar mi día a la faceta que me aporta un sueldo mensual…
Dejar aparcada la novela que llevo entre manos es una pena, ahora que voy lanzada… Espero dedicarme a ella los fines de semana, seguro que encuentro momentos libres…
En fin, ahora mismo me voy a duchar para llegar cuanto antes al despacho y ponerme manos a la obra. ¡Os voy a echar de menos!

¡Feliz día! J

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Lunes por la mañana...

7:07 Pat Casalà 2 Comments

¡Buenos días! Hace un frío atroz… Este fin de semana ha nevado en las montañas, el viento silbaba a toda potencia y las nubes amenazaban con deshacerse en copos blancos sobre el suelo. Suerte que escuchamos las previsiones y decidimos quedarnos en Barcelona.
El sábado por la mañana me fui a adelantar parte de trabajo atrasado al despacho. La oficina estaba congelada, sin gente ni ambiente. Estuve unas horitas y regresé a casa, a escribir un poco. La novela que tengo entre manos se está revelando como intensa, con un argumento un poco distinto a como lo planeé, pero que parece funcionar.
Comimos con mi suegra en un restaurante divertido y luego nos fuimos al cine. Vimos la película Blackhat, Amenaza en la Red. La encontré entretenida, con un argumento sólido y una buena interpretación de los protagonistas. Me gustó en general, con acción, una buena idea de trama y unos actores que destacan por su manera de encarar las situaciones.
Lo único que eché en falta fue una explicación coherente a cómo los protagonistas encuentran el dinero para financiar sus últimos movimientos. Es algo que suele pasarme en las películas y muchas veces en los libros, y me preocupa siempre, por eso en las historias que yo escribo intento dar una solución a ese tema.
El domingo holgazaneamos por la mañana. Yo encendí mi portátil y avancé muchísimo con la novela. El balance del fin de semana son cinco nuevos capítulos que me parecieron buenos, dándole un giro que no me esperaba para nada. Tanto Aurora como Bruno consiguen despertar sentimientos olvidados y me llevan a escribir diferente.
A la hora de comer fuimos a casa de mi madre a tomar una buenísima paella de carne en familia. Me gusta compartir los mediodías de domingo con ellos, juntarnos y charlar hasta bien entrada la tarde, como si las horas fueran segundos y no pasaran tan rápidas.
Y por la tarde hicimos sofá y manta en casa, viendo una peli en la tele y conversando acerca de cosas intrascendentes. Mi marido y yo disfrutamos con una tarde así, sin más pretensiones que hacernos compañía frente a la caja tonta.
Esta noche he dormido mal, la ansiedad por las mil tareas que tengo atrasadas en la oficina me asaltaba constantemente, despertándome con la sensación de que no llegaría a todo y de que posiblemente las cosas se ralentizarían por culpa del montón de papeles que se acumulan en mi escritorio.
Ahora mismo tengo que ducharme rápidamente e irme a trabajar, a ver si le doy un fuerte empujón a los pendientes y consigo ponerme a tono.
¡Feliz día! J

  

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