Cerrado por vacaciones
¡Buenos días! Llegó el último día de trabajo antes de mis
merecidas vacaciones. Tengo unas ganas de vegetar y no hacer nada…
Voy a leer, a intentar recuperar la inspiración, a ver
series y a pasear. Pero sin obligaciones, sin horarios y sin agobios de tiempo.
Hace unas semanas que no consigo encontrar lecturas
interesantes ni que me enganchen lo suficiente para desear pasarme todas y cada
una de las horas libres devorando ese libro. Tampoco tengo ganas de escribir, aunque
le sigo dando vueltas a mi última idea, no parece muy interesada en plasmarse
en el papel ni en avanzar. Y la apatía llega a muchas facetas de mi vida.
A veces las vacaciones son necesarias para recargar pilas y
reencontrarme con la esencia de crear, con la energía necesaria para volver a
escribir y perderme en los mundos imaginarios sin disipar la emoción. Porque si
algo me impulsa a escribir es sentir los lazos indestructibles con los
personajes, cómo viajo a través de la imaginación, cómo me convierto en la
titiritera capaz de surcar la línea divisoria entre mis dos mundos para vivir
una aventura ajena a mi realidad.
El otro día salió una preciosa reseña de Un último día conmigo en el blog El rincón de Marlau (enlace). Me gustó
cómo hablaba del libro, las sensaciones que le había transmitido y esa energía positiva
que emana su opinión. Para mí esta historia es especial porque la idea de
buscar información sobre una ONG humanitaria que realiza una labor increíble en
otra parte del mundo me llenó de conocimientos.
Me gusta leer los comentarios de la gente en las reseñas
porque a veces hay conceptos interesantes... En esta ocasión me encontré con
una idea a mi entender un poco errónea. Evidentemente todo el mundo tiene
derecho a opinar, pero cuando alguien tiene una crisis en su vida romper con
todo puede ser una solución para reencontrarse de nuevo.
Lúa descubre de repente que todo su plan de futuro se ha derrumbado
y decide seguir los pasos de su padre e irse al Congo con Médicos sin fronteras.
No creo que esto sea una licencia creativa, a veces en la vida cuando nos
enfrentamos a un momento así un cambio de aires puede ayudarnos a poner
nuestros sentimientos en perspectiva y más si sigues los pasos de un padre que
murió en una misión parecida.
También recuerdo una reseña de Cada día te espero a ti de una chica que decía que era inverosímil
porque era imposible que una base militar fuera como un pueblo. ¡Así son las
bases militares americanas! ¡Si tienen hasta supermercado! ¡Y escuela!
Soy muy respetuosa con las opiniones ajenas, jamás contesto
en una reseña ni en ningún comentario, pero hoy he tenido ganas de compartir
estas cosillas aquí. Hay muchas más, como una blogger que cada vez que alguien
reseña mis libros explica lo desencantada que se quedó con uno de mis libros…
A veces va bien sacarlo fuera, ¿no?
¡Feliz día! ¡Y felices vacaciones!!!! J
Vuelvo el 2/04/18…
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