¡Un guiño de buenos días!
¡Buenos
días! El silencio y la soledad me acompañan siempre a esta hora temprana en la
que escribo unas cuantas líneas en el blog. Son instantes tranquilos, serenos,
de relajación intensa antes de iniciar una jornada llena de trabajo y
emociones.
Me
encanta tomarme un Rooibos de vainilla mientras tecleo, sentir el sabor del té
en el paladar y permitir que riegue mi sistema digestivo. Soy muy aficionada a
los tés… Al despertarme suelo desayunar con una gran taza de café al lado para despertarme,
es el único café del día…
Por
la ventana veo un día triste, hoy he vuelto a dormir con el pijama de invierno
y una manta de lana, ¡hace fresco! El tiempo este año se comportan extraño,
oscila de una temperatura a otra como si no pudiera estabilizarse.
Sonrío.
A pesar del día, del trabajo, de la ausencia de metas alcanzadas, de los sueños
rotos a causa de la realidad, sonrío. ¡Hay tanto por lo que sonreír! No quiero
sonar a libro de autoayuda, aunque a veces escuchar una y otra vez que no es
más feliz quien más tiene, sino quien menos necesita, funciona como catalizador
y tarde o temprano tu cerebro lo procesa.
La
felicidad en sí es algo quimérico, una idea efímera a la que atribuimos demasiado.
El día a día te enseña que lo más importante es disfrutar de cada instante,
exprimir las emociones, sentir cómo el peso de tu alegría desbanca la angustia
o la ansiedad.
Tras
años de lucha intensa para conseguir algo que no podía llegar he aprendido a
relativizar, a vivir y no a anhelar, a descubrir y no a obsesionarme, a
disfrutar de la escritura sin pensar más allá. Hace meses os decía que no
quería dejar atrás la ilusión recién estrenada, que se acabó angustiarme por no
conseguir una publicación o emocionarme con cada palabra de aliento.
Ahora
sé que le conseguí, que camino por un sendero despejado, con un presente lúcido
y claro, con los deseos bien dirigidos y las metas redimensionadas. No me
emociono con facilidad, no creo que exista una escalera directa al cielo de mis
anhelos, solo pequeños peldaños que me aportan la ilusión de vivir pasito a
pasito.
En
una semana mis dos hijos estarán de colonias. La niña se va a la Cerdanya una
semana y luego a Banyoles… ¡El niño
volará a Malta! Uffff, que mayores se hacen… Mi marido y yo tenemos dos semanas
de soledad para descansar, salir a cenar, ir al cine y disfrutar del verano.
¡Es maravilloso! Aunque estoy segura de que les echaré de menos.
¡Os
deseo un feliz día! J
Un muy FELIZ día :-)
ResponderEliminar¡Igualmente!!! :-)))))
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