Apaciguar los sentimientos

7:07 Pat Casalà 4 Comments

¡Buenos días! Pensaba que hoy me despertaría con un magnífico día de sol y tranquilidad para descansar las neuronas y escribir al aire libre… ¡Y parece que sí hay suerte! Aunque algunas nubes pululan por el cielo con la intención de estropear la mañana de hamaca.
Las mil obligaciones fiscales de este mes me ahogan. Llevar cinco empresas más una fundación lleva mucho papeleo en una época como esta y si encima tienes otra empresa que llevar desde casa y las rentas de la familia apenas te queda tiempo para respirar.
Tengo unas ganas de que llegue julio…
Este año los niños se van quince días y nos quedamos solos mi marido y yo. Disfrutaremos de las tardes con paseos, cine, compras y muchas horas al aire libre.
Últimamente me sorprendo con mi manera de ver el futuro. Ya no espero estar frente a esa maravillosa cola en el FNAC de lectores con un ejemplar de mi libro ni me veo dedicándome a la literatura. Ya no vibro con la emoción de ver mis libros en papel ni de pensar que vale la pena tener lectores.
La realidad clarea en mi cabeza y apacigua mis sentimientos. No me puedo quejar del trabajo que tengo ni de mis compañeros ni del ambiente de compañerismo que se respira en el despacho ni de mi jefe ni de la marcha de las empresas ni de mi horario. En general tengo algo muy valioso, aunque me ha costado un mundo aplacar mis deseos infantiles.
Vale, me han dicho que ahora escribo bien y que mis ideas son buenas y he conseguido una editorial para El Secreto de las Cuartetas. Pero no encuentro la emoción que debería sentir, es como si tras tantos años de lucha, trabajo y tesón la ilusión se hubiera secado. Ahora ya no sé si llegaré algún día a la cima de mis aspiraciones, y la verdad es que ya no me importa.
Escribo por la necesidad de dar salida a los mundos paralelos que me inundan. No siento aquel arrebato de antes ni la presión que yo misma me imponía. Tengo que darle una vuelta a LME y no tengo tiempo. Antes me hubiera angustiado, ahora pienso que ya lo haré, que total, me quedan dos meses para entregarla.
Hace un año o dos, tras una comida como la del otro día con mi agente, hubiera acabado emocionada, ilusionada, feliz. Esta vez soy prudente, aunque me sentí contenta con su valoración, no quiero edificar expectativas que luego se derrumban ni pensar que con esa conversación ya está todo hecho. ¡Somos tantos los que escribimos!
Lo mejor de esta nueva visión del mundo es que soy capaz de sonreír cada mañana sin la necesidad imperiosa de que llegue algo grande a mi vida. He necesitado muchos años para darme cuenta de que ya tengo muchas cosas maravillosas por las que sentirme feliz.
¡Ahí va mi sonrisa: J!
Ahora me voy a duchar, a vestir y rumbo a una magnífica hamaca al sol con el ordenador en el regazo y una buena dosis de LMR.
¡Feliz día! J

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4 comentarios:

  1. FELIZ sábado... espero que aguante el solo todo el día ;-)

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  2. Cuando encuentras esa paz, lo demás viene solo, Pat. Enhorabuena por este pensamiento.

    Besos

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    1. Es cierto Mayte. Cuesta llegar ahí, pero una vez lo logras vives de otra manera. ¡Un beso!

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