¡Adiós 2020! ¡Hola 2021!
¡Buenos días! ¡Y feliz entrada de año! Espero que, a pesar de la situación, todos encontremos la manera de pasar un feliz día y dejar atrás un año cargado de cambios.
Hacer balance es lo más importante en un momento así, porque la vida se llena de instantes que debemos valorar, de emociones, de pequeños momentos que nos definen y consiguen otorgarnos la felicidad.
2020 empezó triste para mí. Doloroso incluso, porque tenía el corazón roto. Acababa de perder mi trabajo, dejando atrás una parte importante de mi vida, y debía enfrentarme al duelo. Fue duro porque siempre he sido de ese tipo de personas que lo dan todo.
A veces los cambios son difíciles, pero necesarios. Ahora lo sé.
Me adapté a la situación, asumí, acepté y aprendí a sonreír en mi nueva realidad, donde mi tiempo se llenaba de escritura, lectura y correcciones literarias, de sol, sensaciones y muchísimas horas de búsqueda de trabajo, de entrevistas, tests, pruebas de nivel… De clases de inglés. De familia, porque la parte más positiva de este año ha sido su compañía, el poder compartir las comidas con ellos, el estar unidos de nuevo, el estar a su lado sin trabajar una burrada de horas.
El confinamiento no me encontró a traspié porque para marzo ya me había acostumbrado a estar en casa, a quedarme en la cama escribiendo hasta media mañana, a pasarme horas leyendo, a corregir otras novelas en el despacho de casa por las tardes… A llamar a mis amigas por Skype a cualquier hora. A vivir más recluida, pero no menos feliz.
El verano se llenó de seis semanas en mi casa de la montaña, donde escribir y leer fueron mis aliados. Lo hice sin parar, acompañada de mi perrita, de mi familia en algunos momentos y de la serenidad del lugar. Fue mágico.
Seguí inmersa en procesos de selección, unos muy largos y otros muy cortos. Recibí algún que otro no, pero siempre tuve la certeza de que algún día encontraría un sí. Y… Hace un mes llegaron tres propuestas en firme, todas en un solo día. ¡Fue tan increíble! Me decidí por una que me hacía muchísima ilusión, y ahí estoy, avanzando, adaptándome, disfrutando de un nuevo reto que me llena un montón.
A eso debemos sumarle las grandísimas noticias literarias, porque la editorial Grupo Litworld me publicó la Bilogía 4ever y ha sido un éxito aplastante, un constante subidón de autoestima. Y luego eTerciopelo me propuso publicar la bilogía Perfumes y acordes, dos novelas donde dejé impresos mis sentimientos de duelo cuando perdí mi trabajo. Hace apenas un día que ¿A qué huele la nostalgia? ha salido a la venta y pronto llegará ¿AQSLF? ¡Me encantan las dos portadas!
Pero eso no fue todo. Este 2020 me ha traído también un contrato con una editorial nueva y más grande, una que todavía no puedo anunciar, pero que me hace tan feliz… En marzo va a estrenar la serie Little Falls con CM, una portada de alucine y un grandísimo hype en mi corazón.
Mi balance en realidad es súper positivo porque, a pesar de todo, este 2020 me ha traído novedades alucinantes y estoy decidida a explotarlas a lo grande durante 2021.
Mi balance: he escrito cinco novelas (¡qué fuerte, yo pensaba que no había producido tanto!), he leído 191 libros (¡Capicúa!!!!!), he visto un montón de películas y series, he publicado cuatro libros y he encontrado un trabajo que me está encantando.
¿Se puede pedir más?
¡Feliz 2021! J
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