Escribir en cualquier parte

7:07 Pat Casalà 2 Comments

¡Buenos días! Los viernes me invade la emoción al levantarme. Es la promesa de unos días de serenidad para dedicarlos a novelar, a corregir, a leer, a avanzar en las mil tareas que me llenan de felicidad.
Estoy abducida por Julia y Zack. Cada día me alegro más de la idea de mi lectora beta de no limitarme a un solo libro. Es mágica esta historia, como mínimo para mí. Cuando un amor es prohibido la tensión entre los personajes llega al lector, deseas verles juntos, superar los obstáculos, conseguir que algo imposible se vuelva posible.


En este caso lo logré en la primera novela, y necesitaba ingredientes para esta segunda. Escribir una primera parte pensando que será única me obliga a ir cambiando algunas cosas ahora. Trabajo con los dos manuscritos abiertos, con búsquedas continuas en CDTEAT para no fallar en UDMST.
Me pasaría el día enredada en los brazos de los protagonistas, hilvanando cada giro, dándole vueltas a esos flecos que me quitan el sueño, dándole color a una trama intensa. Pero mis obligaciones laborales y personales me lo impiden.
Ayer descubrí una utilidad de mi iPhone que me parece increíble. Tenía una reunión en el colegio de mi hijo a las seis de la tarde. Al llegar nos informaron de que se retrasaba hasta las siete. Algunos padres se fueron a tomar algo y otros se quedaron charlando en corros. Yo me senté en uno de los sillones de la entrada, abrí el iPhone y probé el Word que esa misma tarde me había bajado en la oficina para editar mis textos cuando pudiera.


No sabía qué esperar de la aplicación, escribir con el móvil me parecía una locura. Pero funcionó. Empecé a teclear con los pulgares, como si estuviera escribiendo un Whatsapp y las palabras salían con la misma facilidad que en el ordenador. Mientras las conversaciones subían de volumen a mi alrededor yo me trasladé a Texas, en compañía de Ju, y escribí un folio de sus vicisitudes.
 Supongo que es un poco friki. En fin, ya os lo dije en otro de los posts, tengo ese punto. A veces bromeo y digo que estoy fatal, porque soy muy feliz con esa capacidad de abstraerme del presente para novelar. Nadie sabía qué hacía, mi hijo solo hace dos años que va a esta escuela y tiene dieciocho años, ya no voy a buscarle… Apenas conozco a uno o dos padres de vista.
Debían pensar que era una adicta a escribir Whatsapps…


Es mágico. Los libros contienen todos los ingredientes necesarios para hacernos vibrar, sin ellos no podríamos soñar ni viajar con la imaginación ni convertirnos en alguien distinto por unas horas.
Viviría solo de letras, de leer y escribir, de escuchar música, de ver escenas intensas en la pantalla. Si pudiera irme a una isla desierta solo con mi ordenador, cuatro bañadores y unos cuantos pareos… ¡Soñar no cuesta dinero!

¡Feliz día! J

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2 comentarios:

  1. Yo descubrí el potencial del móvil para escribir cuando terminaba mi última novela y fue todo un descubrimiento. Además también vi que le podía dictar. Es que ya no hay que teclear!! Menudo invento. :)

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    1. Esta misma tarde pruebo lo de dictar. ¡On fire! ¡Un beso, Menchu!

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