Una carrera de atletismo
¡Buenos días! Hay quien me
pregunta qué se siente al cumplir un pedacito de tu sueño, incluso se interesan
por saber cómo sucedió y si la vida es maravillosa para mí después de saber que
por fin viviré la emoción de una publicación en papel. Yo les contesto que con
el paso de los años he aprendido a calmar mis emociones, a vibrar con las
pequeñas cosas y a saber que la vida está llena de pequeñas ilusiones.
Estoy contenta, no os voy a
engañar, pero no es lo único que me alegra el día. A mi alrededor tengo
personas maravillosas que me acompañan en el camino, que me apoyan y me animan,
son personas importantes para mí, luchadoras incansables a las que quiero muchísimo.
Mi hermana es un claro
ejemplo de ellas, alguien capaz de capear el temporal más virulento con una
sonrisa, con una visión perfecta de sus posibilidades futuras y un aplomo
increíble. Y cuando me preguntan quién es mi héroe en la vida real digo que sin
lugar a dudas es mi hermana.
Quien algo quiere no puede
quedarse quieto esperando a que aparezca o caiga del cielo, ha de armarse de
valor y batallar sin tregua, no parar, no detenerse, no lamentarse. Para mí la carrera
literaria ha sido esto, una pista de atletismo donde lo más importante es la
resistencia.
Corría un poquito cada día.
Al principio me esforzaba demasiado y acababa sin aliento recuperando el
resuello en una esquina oscura y lúgubre. Con el paso de los años la carrera se
ha mitigado permitiéndome andar rápido, sin perder la respiración acompasada ni
la sonrisa.
Supongo que cuando llegue a
la primera de mis metas y vea El Secreto
de las Cuartetas en papel entenderé que cruzar la cinta es emocionante y
que la vida tiene demasiadas cosas increíbles para obsesionarse con algo. Ahora
estoy a la espera, feliz y contenta, con la sensación de que se avecina un año
2014 perfecto y genial.
Recuerdo mis sueños
infantiles, cuando me propuse acabar en Hollywood filmando una de mis novelas…
Ya de mayor escribía en papeles que Marta Noguera sería una realidad en la
pantalla grande… Pues bien, quizás no es un paso de gigante hacia el horizonte
estrellado, pero mi contrato sí es un avance significativo.
¡Feliz día! J
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