Día de lluvia

¡Buenos días! Las nubes se encargan de apagar la mañana, no me gustan los días grises, prefiero el giño del sol matutino, la alegría del cielo azul y nítido, el silencio que llena el ambiente cuando hace un día radiante. La lluvia suele apagarme, igual que la oscuridad de los días como hoy.
Es sábado, tengo un fin de semana largo por delante, con la última despedida a una gran mujer, seguida de una comida familiar donde intentaremos recordarla con esa sonrisa que no perdió en ningún momento. Estaremos al lado de sus hijos, de su marido, de su madre y de sus hermanas, les daremos nuestro apoyo y nuestro cariño, echando de menos a alguien bueno.
La vida a veces es injusta, hay personas que roban, matan o hacen daño deliberadamente a los demás, ¿por qué se lleva por delante a alguien que no se lo merece? Si le doy demasiadas vueltas a la situación acabaré enfadándome, así que me acogeré a la lección que ella nos dio y aceptaré lo sucedido con resignación.
¿Cómo te enfrentarías a tu final? Es algo difícil de contestar y supongo que cada uno de nosotros lo haría de manera distinta. Mi cuñada fue fuerte, increíblemente fuerte, encaró lo inevitable sin perder la sonrisa ni la energía, demostró que cualquier persona puede capear los temporales con filosofía y dedicar sus últimos alientos a abrazar a los suyos.
Todavía estoy en shock. La vida continúa y los días deben avanzar para llevarnos a la aceptación, pero no dejo de recordarla, de pensar en su fortaleza y en la estoica y maravillosa forma en la que caminó hacia el final. ¡Ojalá el día que me toque pueda mantener esa sonrisa!
La lluvia acaba de irrumpir en el exterior, escucho el repiqueteo de las gotas en el suelo, con su sonido triste. Dicen que purifica, que ayuda a limpiar la atmósfera y las calles… A mí sigue sin gustarme, prefiero el sol, la luz, la serenidad.
Estos últimos días me había encallado en el final de EDP, mi cabeza estaba demasiado afectada para continuar la trama con la tensión necesaria. Por fin ayer me desbloqueé tras una sesión maratoniana de cocina con Thermomix. Hoy me toca llevar los pasteles, e hice dos.
No os he colgado ni una foto de mis creaciones culinarias, a ver si hoy lo hago con los dos pasteles elaborados que preparé ayer: uno de zanahoria con chocolate y otro de Oreo. Si sigo así no voy a caber en mi ropa…
La novela avanza, en un mes y medio he escrito 124 folios y estoy en la recta final. ¡Qué bonito es crear mundos paralelos! Me encanta perderme en ellos y disociar la realidad de la ficción, construir un castillo de naipes que se desploma con un simple soplido, enredar la trama en un laberinto de difícil salida…
Me siento tan acompañada por mis personajes que cuando pongo el punto y final me da pena. Lo peor es que cada vez voy a más velocidad… En el último año he escrito tres novelas y media, ¡demasiado! Pero no puedo detener mi engranaje cerebral, ya estoy pensando en la siguiente…
¡Feliz día! J




Sonrisas matutinas

   ¡Buenos días! ¡Viernes! Esta semana ha sido rara, triste y un poco desordenada… La rutina te ayuda a asentar los sentimientos y a darte cuenta de lo importante. Como decía mi cuñada: siempre positivo, nunca negativo.
La lección que nos dio acerca de cómo encarar los problemas me llena de energía, quiero caminar por la vida con esa sonrisa, con esa aura de ilusión compartida por cada recodo del sendero, emocionándome con las pequeñas cosas…
       Escribir acerca de los sentimientos, conseguir una historia que te atrape desde el principio y mantenga la tensión hasta el final y darle giros inesperados en momentos álgidos es maravilloso, algo que me llena demasiado para dejarlo a un lado.
     Mi cabeza es extraña, se pasa el día dándole vueltas a las ideas y creando personajes que me acompañan durante un tiempo y dejan huella. A veces me meto tanto en su piel que siento la necesidad de sacarles del atolladero en el que les he metido, como si fueran reales y pudiera transportarme a su coraza.
       Sé que hace tiempo tiré la toalla de la publicación, que me prometí no esperar más a que algo grande sucediera, que decidí escribir por emoción y no por consecución de objetivos. Una vez leí que el escritor es aquel que incluso frente a la adversidad no puede abandonar las palabras.
    No volveré jamás al punto en el que la obsesión de publicar era lo que capitaneaba mis días, tengo demasiadas cosas maravillosas en mi vida para avanzar únicamente en una dirección. Pero no voy a perder la esperanza, recogeré esa toalla que tiré al suelo y la volveré a colgar en el toallero para que me muestre cada día su luz.
     Y seguiré dándole a las teclas en las horas muertas que el día me regala, llenando folios con historias que me encantan, pensando en la siguiente novela con la ilusión de encontrar algo nuevo que contar, permitiendo que cada personaje encuentre su destino…
      Quizás algún día la Providencia me sonría y esas tramas en las que dejo un pedacito de mi alma llenen algunas estanterías…

        ¡Feliz día! J

Declaración de intenciones

      ¡Buenos días! Es curioso, pero la vida sigue… Mi propósito para este año era no agobiarme con cosas insignificantes, así que hoy voy a sonreír las horas de trabajo. Las situaciones importantes te hacen valorar distinto lo que no lo es, hay demasiados motivos para ver la parte positiva de lo que nos rodea.
       Me levanto con energía y ganas de avanzar hacia un estadio mejor. A veces no hace falta cambiar nada de tu entorno, simplemente encontrarle la ilusión a cada instante. No sé qué me depara el futuro ni si lograré algún día mis metas, lo único que tengo claro es que quieta en un rincón no voy a subir ningún peldaño.
      El ejemplo que nos ha dejado mi cuñada de la lucha sin desfallecer, de esa manera de estar y de dar hasta el último aliento, es el faro que debe iluminar nuestras vidas a partir de ahora. No podemos permitir que los pequeños temporales vuelquen la barca, hay que capearlos con facilidad.
     Tengo claro que no dejaré de escribir, tampoco renunciaré a soñar ni me pondré nerviosa por lo que no tiene solución inmediata. Lo peor en esta vida es la incertidumbre, el no saber, el no conocer, el permanecer en constante espera. Durante años ese ha sido mi estadio, con el alma en vilo y la sensación de que mis respuestas llegarían enseguida.
       De todo se aprende. Ahora también tengo esa incertidumbre, aunque la vivo de otra manera, sin que me afecte. Aceptar la realidad me ha costado años de sufrimiento, ahora sonrío, levanto la cabeza y veo que estoy rodeada de amor e ilusiones.
       Hoy me voy a trabajar con la firme intención de realizar mis tareas que me afecten mis emociones descontroladas. Tengo tendencia a sentirlo demasiado, a tener apego a cada porción de mi vida, a que la responsabilidad hable por mí. Pero eso se terminó, quiero darle a las cosas la justa medida de dedicación, alejando las malas vibraciones.
      Estamos a dieciséis de enero, tengo muchísimos días para conseguir mi propósito y sé que no fallaré. Ahora quiero estar junto a los míos, apoyar a los que me necesitan, ser fuerte y no abandonar el barco. Quizás algún día el timón me llevará a buen puerto, pero mientras esté en alta mar pilotaré sin zozobras.
         ¡Feliz día! J


El día después

      ¡Buenos días! Hoy parece que el sol quiere salir para iluminar la jornada. Es hora de regresar a la realidad, de caminar hacia nuestro destino con la cabeza bien alta y las ideas muy claras. Si algo se aprende de las situaciones tristes es que la vida pasa demasiado rápido para desperdiciarla con agobios absurdos.
      Mi novela está en un punto álgido, a punto de encontrar la senda necesaria para poner el punto y final. Al principio me sentía muy emocionada con la trama, ahora estoy poco motivada, sin ganas de continuar. Supongo que es fruto de los últimos acontecimientos.
      Necesito un poco de tiempo para asentar mis sentimientos. Encarar la muerte no es fácil y mucho menos para la familia directa, en este caso su marido, sus hijos, su madre y sus hermanos. A nosotros nos duele, estaremos ahí para ellos, siempre a su lado.
      Ayer me di cuenta de lo importante que es el cariño de los tuyos. Había tanta gente en el responso que el parking se colapsó. ¡Qué bonito sentirte arropado en un día así! Es precioso que te despidan con ese derroche de cariño, de amistad, de unión.
     Hoy empieza un nuevo día, toca levantarse para ir a trabajar. La vida no espera a que tus emociones se calmen, continúa con su avance imparable, regalándote segundos para que dejes atrás las penas y empieces a escalar el monte de la serenidad.
     Quiero tantas cosas, deseo con ilusión aparcar el estrés y dedicarme de lleno a ser feliz. No me puedo encallar en un lugar determinado sin encontrar la emoción de caminar, necesito que mis pasos sean gigantes, que me hagan sonreír, que encuentren un sendero con colores vivos y muchas flores silvestres que aromaticen mi andar.
      Me toca replantearme cosas, pensar a lo grande, creer que es posible mejorar lo que deseo y no perder nunca la esperanza. Hay que luchar, como hizo mi cuñada, y encarar las derrotas con una sonrisa, sin permitir que la amargura dirija nuestros pasos.
      Así que arriba ese ánimo, fuera lágrimas, adiós mala pata.

      ¡Feliz día! J

Doble ración de cariño

¡Buenos días! Me despierto con resaca de sueño, con las imágenes de una vida plena en la mente y un sinfín de preguntas que son difíciles de responder. A veces lo que sucede no es justo y por mucho que nos esforcemos no logramos ver el equilibrio del Cosmos.
Pero hay que levantarse, mirar a tu alrededor, dar gracias por lo que tienes y tirar para adelante, con valentía, tesón y mucho ánimo, porque los demás te lo agradecen. Ahora toca estar cerca de los nuestros, apoyarlos, ayudarles a sonreír con frecuencia y a recordar sin dolor.
Quizás la experiencia adquirida con mi hermana me sirva para encontrar las palabras y los gestos, o simplemente para estar ahí. Aunque a veces pienso que es injusto, que las personas de buen corazón y luchadoras deberían encontrar la senda a sus metas con facilidad.
Supongo que por fin hemos llegado a la estación del positivismo, que ya no se pueden sacudir más los cimientos de nuestras familias y que ahora solo nos puede sonreír la vida. ¡Me salió el rey en el roscón de reyes! A ver si esa suerte se contagia a mis allegados y nos trae felicidad, ilusión y muchas sonrisas.
A las personas que se van se las mantiene vivas a través de los recuerdos, ella tenía tanta gente que la quería, tantas personas que no permitirán que su recuerdo se desvanezca en el olvido. Sus hijos siempre contarán con apoyo, con amigos, familiares y compañeros que conseguirán sacar lo mejor de ellos y mantener viva la llama de su estela.
Ayer fue un día largo, de esos que cuesta olvidar. Hoy toca una doble ración de lo mismo, acompañados por muchísima gente, arropados por el cariño y la cercanía. Pero luego viene el vacío de los suyos, el vivir su ausencia, el superar el bache.
Desde aquí lanzo un abrazo de cariño a su madre, a su marido, a sus hermanos, a sus niños. Ellos merecen estar unidos, apoyarse entre ellos y conseguir que ella permanezca viva en su recuerdo sin dolor.
Es un camino lleno de espinas, un reto complicado, pero estoy convencida de que todos saldrán victoriosos. ¡Son unos luchadores!
¡Un beso, chicos! ¡Gracias por estar ahí!
¡Feliz día! J

  

Un triste adiós

¡Buenos días! Hoy es un día triste, lo siento, encontrar motivos para sonreír me va a ser difícil, aunque estoy segura de que con aplomo conseguiremos superar los malos momentos y ayudar a los que necesitan de nuestra cercanía.
En tres años hemos dicho adiós a tres personas muy queridas, dos de ellas muy jóvenes para despedirse de este mundo. Y sí, somos muy pequeños, insignificantes, tanto que cuando una madre de cuarenta y cinco años nos deja después de tres años de lucha contra el cáncer nos acercamos los unos a los otros y nos percatamos de lo poco que podemos hacer en estos casos.
Esta madrugada ha sonado el teléfono. Era una llamada esperada, sabíamos que estaba grave, pero nunca estás preparado para encarar estos momentos ni tienes la valentía suficiente para no derrumbarte.
Mi cuñada era una gran mujer, una que siempre tenía una sonrisa y un coraje implacable. Sus hijos son el reflejo de su manera de ver la vida, simpáticos, alegres, educados, siempre positivos. Así era ella, alguien con un gran corazón y una energía inagotable.
La recordaremos con ese aplomo, con esa sonrisa, con ese positivismo a pesar de la adversidad. Desde que conoció su enfermedad batalló con uñas y dientes sin quejarse, plantándole cara a la vida, sintiéndose fuerte y con una vitalidad inmensa. Siempre seguirá con nosotros, en nuestros corazones. 
La vida no nos prepara para estos momentos, ni para que sus hijos deban aprender a caminar sin ella a partir de ahora ni para que mis hijos pierdan dos tíos en tres años ni para que su marido tenga esta pena en el corazón ni para que su madre sienta su pérdida ni para que sus hermanos la echen en falta. A veces cuesta encontrarle sentido a las situaciones.
Debemos tener agallas para afrontar lo que ahora viene, para apoyar a las personas que nos necesitan y para estar ahí. Seguro que entre todos logramos avanzar sin olvidarla.
Un beso fuerte y un abrazo para ella.

¡Feliz día! J