El tiovivo

10:12 Pat Casalà 2 Comments


          Llevo más de una hora intentando encontrar un tema del que hablar hoy. La verdad es que tengo un montón de cosas dándome vueltas en la cabeza, y con todos esos pensamientos danzando sin tregua me mareo tanto que me cuesta centrarme en el blog.
            Analizando cada uno de los temas que están en el tiovivo de mi mente los sentimientos se desbocan y me traen un sinfín de emociones encontradas que se entremezclan y acaban dejándome un tanto exhausta. ¡Ahora es cuando el interruptor debería apagarme un ratito!
            Así es que he decidido intentar un reto: conseguir durante un día entero no pensar en nada más que en el presente, en lo que esté haciendo en cada instante, sin analizar detalladamente las posibles connotaciones de los sucesos ni permitir que el carrusel interno se dispare y gire sin parar. ¡A ver si soy capaz!
            De momento os diré que normalmente, tras marearme dándole vueltas y vueltas y más vueltas a un asunto, llego a una única conclusión: se ha de mirar siempre la parte positiva de todo, buscando la esencia de lo que te hace feliz y olvidándote de lo que no te aporta más que frustraciones y angustias.
            Vivir inmerso en deseos inalcanzables, buscar siempre en los demás una correspondencia idéntica a la que tú les darías, valorar los actos ajenos bajo el rasero de tus actos, intentar contentar siempre a todo el mundo, quejarte de lo que te agobia… ¡Puede llegar a bloquear la capacidad de apreciar lo bueno! ¡Y en eso está el quid de la felicidad! ¡En saber ser feliz con lo que uno tiene!
            Por poco que te parezca que posees, seguro que si lo piensas de manera detenida encuentras una cantidad infinita de pequeñas cosas que te pueden despertar una sonrisa y una ilusión. Pero si los malos momentos te nublan la visión debes apartar esa boira espesa con pequeñas ráfagas de positivismo, permitiendo aflorar las partes maravillosas de tu vida.
            A medida que le confieras la dimensión adecuada a lo que tienes bueno en tu vida la niebla se irá despejando poco a poco, como si estuvieras frente a un cuadro compuesto por muchos puntos inconexos, pero que a medida que vas tomando perspectiva te va mostrando un dibujo perfecto, con líneas definidas y un paisaje idílico.
            Este es el ejercicio que llevo haciendo desde que me derrumbé. Bueno, en realidad es un ejercicio que he realizado toda mi vida, siempre he sido optimista y positiva, aunque hubo una época en la que la niebla se ocupó de emborronar hasta mi capacidad de ver lo bueno que tengo. ¡Ahora debo conseguir mantener a raya mi tendencia a analizar del derecho y del revés todo cuanto sucede a mi alrededor! Uffff, ¡qué difícil!
            Bueno, hasta aquí la reflexión de hoy. ¡Un beso y feliz sábado!   

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2 comentarios:

  1. ¡¡Feliz sábado en la montaña para ti también!! Lo que has escrito hoy es aplicable a todos!!

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  2. ¡Hola M!!!!!! Pues sí, todos tendríamos que aprovechar un poco más la capacidad de ver el baso medio lleno. ¡El lunes lo aplico!! Jajajajaja.
    ¡Un besazo!!!!

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