Último día en Calella

8:45 Pat Casalà 2 Comments


         Buenos, preciosos y bonitos días para todos. La tormenta ya pasó, mi caries está curada, el niño ya empieza a encontrarse mejor, la barca está en su amarre y hoy empieza el último día en Calella. ¡Y lo voy a disfrutar!
            El tiempo parece que se ha decidido a estabilizarse, la Tramuntana se ha fundido y una calma perfecta se respira en el exterior, aunque el calor sofocante de otros agostos no se ha presentado y se puede dormir fresco. ¡Por fin el sol se ha decidido a quedarse unos días seguidos! ¡Y no hay nubes amenazantes en ningún lugar!
            Ayer una de las ocas lectoras que tengo este verano (las visitas últimamente son muy escasas), me dijo que siempre que os cuento cosas de los lugares donde voy me pongo sentimental. La verdad es que guardo muchas emociones en cada uno de esos sitios. Calella es el lugar donde he pasado mis vacaciones desde pequeña. Este pueblo encierra muchas experiencias importantes de mi vida, es el lugar donde he crecido, donde he aprendido y he vivido una infancia, una adolescencia y una juventud especial.
            Mañana me voy a La Cerdanya. Siempre que os escribo desde allí explico lo mucho que disfruto en mi casa, la tranquilidad que se respira, la intensa sensación de calma y sosiego que tengo cuando llego a las montañas. ¡También me despierta un montón de sensaciones! La esencia del lugar me ayuda a concentrarme en las novelas, me alegra el día, funde todos los agobios del día a día y me ayuda a vivir con mayor optimismo. ¡Así que estoy feliz de ir allí! Aunque me da un poquito de pena despedirme de la costa…
            Voy avanzando con La Baraja. Aquí he encontrado el espacio que me faltaba en Barcelona para sentarme a corregir, pero creo que lo más importante es que he logrado dejar atrás  la desidia que sentía últimamente cada vez que intentaba concentrarme en la tarea. ¡Me he vuelto a entusiasmar con la historia de Pam Casas, de Hugo Sánchez, de María Algabarre….! Son unos personajes entrañables y con muchos matices que me encanta descubrir.
            Es algo mágico la complicidad que encuentro con las tramas y los mundos paralelos que moran la pantalla cuando me introduzco en una novela. Mi mente va caminando en círculos, va estudiando cada giro, cada movimiento, cada palabra. Hay momentos en los que necesito correr al ordenador para cambiar el capítulo tres, aunque esté en el 38, porque de repente se ha dado cuenta de un vacío o de un cabo suelto.
            A medida que he empezado a buscar lecturas de las que a mí me gustan he podido estudiar con ojos más críticos el manuscrito. Y he encontrado algunas lagunas en las descripciones y en el matiz de los personajes, incluso he encontrado aquellos instantes de pausa que me pidieron. Creo que he rebajado un poco el ritmo sin comprometer la historia y que a finales de verano tendré un material pendiente de la última revisión, pero válido.
            Yo no soy objetiva, estoy segura, pero me gusta la historia y creo en ella. Ya os lo dije hace unos días, tanto La Baraja como los dos Secretos creo que están a la altura que yo me propuse y que debo luchar por verlos leídos algún día. Aunque tampoco me importa mucho cómo sean leídos ni lo mucho que tarden.
            Espero que todos estéis disfrutando muchísimo del sol y el descanso. A los pocos que trabajáis os deseo de todo corazón que busquéis tiempo para pasear, salir, ir al cine y encontrar los momentos para el relajaros.
            Mañana voy a seguir con la trama de los cofres, ¿OK? He estado madurando un poco algunas ideas, ¡Ya os contaré!!!
            ¡Hasta mañana!

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2 comentarios:

  1. Pat me alegro que todo se vaya poniendo en su sitio... bien por tu caries... y por todo lo demás... así que ahora cambio de playa por montaña... muy bien. Yo todavía esperando las ansiadas vacaciones. Creo que la semana que viene vendré al trabajo arrastrándome.
    Bueno un besazo!!

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  2. Míralo por el lado positivo, Bego, cuando la mayoría volvamos de las vacaciones tú te irás. ¡Ya verás qué envidia te tendremos!!!! Acaba de pasar estos días de trabajo con muchos ánimos y piensa que después descansarás.
    ¡Un beso enormeeeeeee!

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