En busca de los fallos perdidos
¡Viernes otra vez! ¡Ufffff!!!!
Entre el día de fiesta y la intensidad de la semana casi no he tenido tiempo de
ver desfilar los días. Reuniones importantes de trabajo, un nuevo miembro del
equipo, mi teléfono nuevo, una comida, otra comida, poco sueño y mucha agitación.
¡A ver si la próxima semana es un poquito más calmada! Aunque lo veo difícil.
He
empezado con la nueva revisión de La Baraja, pero o yo estoy espesa o no
encuentro muchos fallos. ¡Ayyyyyy!!!!! Es que si no los veo quizás es que no
pueda alcanzar el nivel necesario para volver a enviarla.
Ya
me veis ayer por la tarde en el bar del club, delante del ordenador, un Rooibos
de vainilla a un lado, ¡me encanta esa infusión!, el teléfono nuevo en el otro,
lo del WhatsApp es impresionante, y la firme intención de proseguir con la corrección
que en casa no había podido hacer, ¡tenía una cantidad increíble de trabajo!
Bueno,
pues me puse a leer lentamente el capítulo que me tocaba, intentando por todos
los medios no meterme demasiado en la trama para detectar los errores
gramaticales que pudiera haber. ¡Bufff! ¡Lo veía todo mal! ¡No os podéis ni
imaginar mis dudas! Cada uno de los adverbios que encontraba me hacía detenerme
a pensar si era el correcto, si se necesitaba, si debía cambiarse,…. ¡Dudaba
hasta de las comas, de los puntos y de todas las frases!
Al
final decidí acabarme el Rooibos, cerrar la tapa del portátil y ponerme a whatsappear
con las amigas antes de tirarle la taza a la pantalla. ¡Quién me mandaría a mí
meterme a escritora! Quizás he errado el camino y debería ser guionista o
periodista o conformarme con ser responsable de la administración, la
contabilidad y la fiscalidad de una empresa. ¡Que con tanta duda no se puede
corregir!
Casi
me sienta peor no conseguir detectar los fallos que saber que los hay. ¿Alguien
puede inventar un corrector de estilo Online ya???? ¡Pero uno que fuuncione con
mi prosa!!!! Es que me iría bien un poquito de ayuda externa y, sobre todo, una
dosis enorme de confianza en mí misma. ¡Ah! Y puestos a pedir, ¿por qué no la
capacidad de escribir bien a la primera?
Siempre
que hablo con gente que ha leído mis novelas me nombran los guiones de cine. ¿Y
no era yo la que de pequeña soñaba con irme a Hollywood a rodar una película
basada en uno de mis libros? ¿Por qué no soñaba con escribir el guión
directamente? Aunque ahora, después de tantos años invirtiendo mi esfuerzo y mi
tiempo en aprender técnicas de escritura no me cambio de bando ni muerta. ¡Las
cosas hay que lucharlas hasta el final!
Quizás
me pesa mucho el handicap de la disortografía, o sencillamente estoy un poco
atacada, pero ahora necesito algún superpoder que me ayude a detectar los
fallos a subsanarlos y a enviar algo digno de ser presentado a las editoriales.
¡Con los tiempos que corren se necesita un doce sobre diez! ¡Y está visto que a
mí me cuesta un montón llegar a él!
Bueno,
basta de lamentaciones. Hoy voy a coger el toro por los cuernos y a ver lo que
se debe ver, ¿OK? ¡Es más fácil decirlo que hacerlo! ¡Ya os contaré si lo
consigo!
¡Un
beso! ¡Y feliz día!
ànims, te'n sortiràs :)
ResponderEliminarSi ànims en tinc!!!! Em falta concentració o coneixements o què sé jo!!!! Però gràcies bonica!!!! Dimarts no et vaig veure!!!!!! Un petó!!!!
ResponderEliminarPat!! Después de leer la novela no comprendo que quieren que cambies o corrijas. Los pequeños fallos gramaticales no tienen la menor importancia y para eso existe la tarea de edición y las correcciones sobre galeradas antes de publicar. Otra cosa es que te pidieran otro cambio de estilo, cosa que tampoco entiendo. De cualquier forma, aunque revises la novela cincuenta veces, siempre encuentras fallos. Hay un momento en que se debes ponerle fin o te mareas de leer siempre lo mismo. Te lo digo porque, al menos a mi, me pasa.
ResponderEliminarÁnimo con la re-re-revisión!
Saludos!!
¡Gracias por los ánimos!!!!! Mi problema ahora es que me cuesta ver fallos. ¡Y normalmente soy crítica con mi trabajo! Pero es que en general me gusta así y el estilo... pues siempre se puede mejorar, pero se deja leer bien y no se encalla... ¡El problema está en lo de siempre! ¡En las dichosas descripciones! Y también en algunas pequeñas erratas gramaticales. Además, te vas a reír, pero cuando empiezo a leer me meto en la historia y no veo los fallos. Entonces he de volver a empezar y leer en voz alta. ¡Los demás deben pensar que estoy majara! Jajajajaja. ¡Pasa un feliz fin de semana!!!!!
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